6675 casos

'Del' en la Biblia

Concédale el Señor que halle misericordia cerca del Señor en aquel día. Y cuánto nos ayudó en Efeso, tú lo sabes mejor.

Procura venir antes del invierno. Eubulo te saluda, y Pudente, Lino, Claudia, y todos los hermanos.

a Tito, verdadero hijo en la común fe: Gracia, misericordia, y paz del Dios Padre, y del Señor Jesús el Cristo, Salvador nuestro.

Gracia y paz halléis del Dios nuestro Padre, y del Señor Jesús el Cristo.

Yo quisiera detenerle conmigo, para que en lugar de ti me sirviera en la prisión del Evangelio;

Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, del cual hablamos.

Testificó sin embargo uno en cierto lugar, diciendo: ¿Qué es el hombre, que te acuerdas de él? ¿O el hijo del hombre, que lo visitas?

Porque en un cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día.

de la doctrina de los bautismos, y de la imposición de manos, y de la resurrección de los muertos, y del juicio eterno.

y que así mismo gustaron la buena palabra de Dios, y las virtudes del siglo venidero,

Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, el cual salió a recibir a Abraham que volvía de la matanza de los reyes, y le bendijo,

Que ciertamente los que de los hijos de Leví toman el sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la Ley, es a saber, de sus hermanos aunque también ellos hayan salido de los lomos de Abraham.

Del mismo modo, aquí ciertamente los hombres mortales toman los diezmos; mas allí, aquel los tomó del cual está dado testimonio que vive;

Porque aquel del cual esto se dice, de otra tribu es, de la cual nadie presidió el altar.

el cual no es hecho conforme a la ley del mandamiento carnal, sino por virtud de vida indisoluble;

Porque la ley constituye sacerdotes a hombres débiles; mas la palabra del juramento después de la ley, al Hijo, hecho perfecto eternalmente.

ministro del Santuario, y de aquel verdadero Tabernáculo que el Señor asentó, y no al hombre.

Tenía sin embargo el primero sus justificaciones del culto, y su santuario mundano.

que tenía un incensario de oro, y el Arca del Pacto cubierta por todas partes de oro; en donde estaba una urna de oro que contenía el maná, y la vara de Aarón que reverdeció, y las Tablas del Testamento.

Y además de esto roció también con la sangre el Tabernáculo y todos los vasos del ministerio.

Por lo cual no entró Jesús en el santuario hecho de mano, (que es figura del verdadero,) sino en el mismo cielo para presentarse ahora por nosotros en la presencia de Dios.

De otra manera sería necesario que hubiera padecido muchas veces desde el principio del mundo; mas ahora UNA VEZ en la consumación de los siglos, para deshacer el pecado se presentó por el sacrificio de sí mismo.

Entonces dije: Heme aquí (en la cabecera del libro está escrito de mí) para que haga, oh Dios, tu voluntad.

Pero nosotros no somos tales que nos retiremos para perdición, sino fieles para ganancia del alma.

Por lo cual también de uno, y ese ya muerto, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena innumerable que está a la orilla del mar.

y estáis ya olvidados de la consolación que como con hijos habla con vosotros, (diciendo): Hijo mío, no menosprecies el castigo del Señor, ni desmayes cuando eres de él redargüido;

Mas si estáis fuera del castigo, del cual todos los hijos han sido hechos participantes, luego adulterinos sois y no hijos.

La voz del cual entonces conmovió la tierra; mas ahora ha denunciado, diciendo: Aún una vez, y yo conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo.

Porque los cuerpos de aquellos animales, la sangre de los cuales es introducida por el pecado en el Santuario por el Sumo Sacerdote, son quemados fuera del campamento.

Ciertamente no piense el tal hombre que recibirá ninguna cosa del Señor.

Y si el hermano o la hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día,

Mirad también las naves, siendo tan grandes, y siendo llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por dondequiera que quisiere la gana del que gobierna.

Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. Así es la lengua entre nuestros miembros que contamina todo el cuerpo, e inflama el curso de nuestro naturaleza, y es inflamada del infierno.

Vuestro oro, y plata están corrompidos de orín, y su orín os será testimonio en contra, y comerá del todo vuestras carnes, como fuego. Habéis allegado tesoro para los postreros días.

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