653 casos

'Después' en la Biblia

Y fueron los días de Adán, después que engendró a Set, ochocientos años; y engendró hijos e hijas.

Y vivió Set, después que engendró a Enós, ochocientos siete años; y engendró hijos e hijas.

Y vivió Enós después que engendró a Cainán, ochocientos quince años; y engendró hijos e hijas.

Y vivió Cainán, después que engendró a Mahalaleel, ochocientos cuarenta años; y engendró hijos e hijas.

Y vivió Mahalaleel, después que engendró a Jared, ochocientos treinta años; y engendró hijos e hijas.

Y vivió Jared, después que engendró a Enoc, ochocientos años; y engendró hijos e hijas.

Y anduvo Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años; y engendró hijos e hijas.

Y vivió Matusalén, después que engendró a Lamec, setecientos ochenta y dos años; y engendró hijos e hijas.

Y vivió Lamec, después que engendró a Noé, quinientos noventa y cinco años; y engendró hijos e hijas.

Había gigantes en la tierra en aquellos días; y también después que entraron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos , éstos fueron los valientes, que desde la antigüedad fueron varones de nombre.

He aquí, que yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestra simiente después de vosotros;

Y vivió Noé después del diluvio trescientos cincuenta años.

Estas son las generaciones de los hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet, a los cuales nacieron hijos después del diluvio.

y a Aradi, y a Samari, y a Amati; y después se derramaron las familias de los cananeos.

Estas son las familias de Noé por su descendencia, en sus naciones; y de éstas, fueron divididos los gentiles en la tierra después del diluvio.

Estas son las generaciones de Sem: Sem, de edad de cien años, engendró a Arfaxad, dos años después del diluvio.

Y vivió Sem, después que engendró a Arfaxad quinientos años, y engendró hijos e hijas.

Y vivió Arfaxad, después que engendró a Sala, cuatrocientos tres años, y engendró hijos e hijas.

Y vivió Sala, después que engendró a Heber, cuatrocientos tres años, y engendró hijos e hijas.

Y vivió Heber, después que engendró a Peleg, cuatrocientos treinta años, y engendró hijos e hijas.

Y vivió Peleg, después que engendró a Reu, doscientos nueve años, y engendró hijos e hijas.

Y vivió Reu, después que engendró a Serug, doscientos siete años, y engendró hijos e hijas.

Y vivió Serug, después que engendró a Nacor, doscientos años, y engendró hijos e hijas.

Y vivió Nacor, después que engendró a Taré, ciento diecinueve años, y engendró hijos e hijas.

Y el SEÑOR dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde tú estás hacia el aquilón, y al mediodía, y al oriente y al occidente;

Mas también a la gente a quien servirán, juzgo yo; y después de esto saldrán con grande riqueza.

Y te daré a ti, y a tu simiente después de ti, la tierra de tus peregrinaciones, toda la tierra de Canaán, en heredad perpetua; y les seré por Dios.

Dijo de nuevo Dios a Abraham: Tú, empero, mi pacto guardarás, tú y tu simiente después de ti por sus generaciones.

Este será mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu simiente después de ti: Será circuncidado en vosotros todo macho.

Y respondió Dios: Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Isaac; y confirmaré mi pacto con él por alianza perpetua a su simiente después de él.

y traeré un bocado de pan, y sustentad vuestro corazón; después pasaréis, porque por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo. Y ellos dijeron: Haz así como has dicho.

Se rió, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite? Así mismo mi señor es ya viejo.

Después llamó Abimelec a Abraham y le dijo: ¿Qué nos has hecho? ¿Y en qué pequé yo contra ti, que has atraído sobre mí y sobre mi reino tan gran pecado? Lo que no debiste hacer has hecho conmigo.

Y aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí.

Y aconteció después de estas cosas, que fue dada nueva a Abraham, diciendo: He aquí que también Milca ha dado a luz hijos a Nacor tu hermano:

Y después de esto sepultó Abraham a Sara su mujer en la cueva de la heredad de Macpela enfrente de Mamre, que es Hebrón en la tierra de Canaán.

Y Sara, mujer de mi amo, dio a luz un hijo a mi señor después de su vejez, al cual ha dado todo cuanto tiene.

Entonces respondió su hermano y su madre: Espere la doncella con nosotros a lo menos diez días, y después irá.

Y sucedió, después de muerto Abraham, que Dios bendijo a Isaac su hijo; y habitó Isaac junto al pozo del Viviente que me ve.

Y después salió su hermano, trabada su mano al calcañar de Esaú; y fue llamado su nombre Jacob. Y era Isaac de edad de sesenta años cuando Rebeca los dio a luz.

Y sucedió que , después que él estuvo allí muchos días, Abimelec, rey de los filisteos, mirando por una ventana, vio a Isaac que jugaba con Rebeca su mujer.

Y después dio a luz una hija, y llamó su nombre Dina.

Y diréis también: He aquí tu siervo Jacob viene tras nosotros. Porque dijo: Apaciguaré su ira con el presente que va delante de mí, y después veré su rostro; por ventura le seré acepto.

Y vino Lea con sus niños, y se inclinaron; y después llegó José y Raquel, y también se inclinaron.

y la tierra que yo he dado a Abraham y a Isaac, la daré a ti; y a tu simiente después de ti daré la tierra.

Y después salió su hermano, el que tenía en su mano el hilo de grana, y llamó su nombre Zara.

Y aconteció después de esto, que la mujer de su señor alzó sus ojos sobre José, y dijo: Duerme conmigo.

Y aconteció después de estas cosas, que pecaron el maestresala del rey de Egipto, y el panadero, contra su señor el rey de Egipto.

Y he aquí otras siete espigas menudas y abatidas del solano, salían después de ellas.

Y que otras siete vacas subían después de ellas, flacas y de muy feo aspecto; tan extenuadas, que no he visto otras semejantes en toda la tierra de Egipto en fealdad.

y que otras siete espigas menudas, marchitas, abatidas del solano, subían después de ellas.

Y se apartó José de ellos, y lloró; después volvió a ellos, y les habló, y tomó de entre ellos a Simeón, y le aprisionó a vista de ellos.

Y besó a todos sus hermanos, y lloró sobre ellos; y después sus hermanos hablaron con él.

Y sucedió después de estas cosas, que fue dicho a José: He aquí tu padre está enfermo. Y él tomó consigo sus dos hijos Manasés y Efraín.

y me dijo: He aquí, yo te hago crecer, y te multiplicaré, y te pondré por estirpe de pueblos; y daré esta tierra a tu simiente después de ti por heredad perpetua.

y los que después de ellos has engendrado, serán tuyos; por el nombre de sus hermanos serán llamados en sus heredades.

Y se tornó José a Egipto, él y sus hermanos, y todos los que subieron con él a sepultar a su padre, después que lo hubo sepultado.

Después de esto Moisés y Aarón entraron al Faraón, y le dijeron: El SEÑOR Dios de Israel, dice así: Deja ir a mi pueblo a celebrarme fiesta en el desierto.

Y se cumplieron siete días después que el SEÑOR hirió el río.

Y subió la langosta sobre toda la tierra de Egipto, y se asentó en todos los términos de Egipto, en gran manera grave; antes de ella no hubo langosta semejante, ni después de ella vendrá otra tal;

Y el SEÑOR dijo a Moisés: Una plaga traeré aún sobre el Faraón, y sobre Egipto; después de la cual él os dejará ir de aquí; y seguramente os echará de aquí del todo.

Y descenderán a mí todos estos tus siervos, e inclinados delante de mí dirán: Sal tú, y todo el pueblo que está debajo de ti; y después de esto yo saldré. Y salió muy enojado de la presencia del Faraón.

mas todo siervo humano comprado por dinero, comerá de ella después que lo hubieres circuncidado.

Y partiendo de Elim toda la congregación de los hijos de Israel, vino al desierto de Sin, que está entre Elim y Sinaí, a los quince días del segundo mes después que salieron de la tierra de Egipto.

Y tomó Jetro, suegro de Moisés a Séfora la mujer de Moisés, después que él la envió,

Y estarán sobre Aarón y sobre sus hijos cuando entraren en el tabernáculo del testimonio, o cuando se llegaren al altar para servir en el santuario, para que no lleven pecado, y mueran. Estatuto perpetuo para él, y para su simiente después de él.

Después lo tomarás de sus manos, y lo harás arder sobre el altar sobre el holocausto, por olor agradable delante del SEÑOR. Es ofrenda encendida al SEÑOR.

Y las vestimentas santas, que son de Aarón, serán de sus hijos después de él, para ser ungidos con ellas, y para ser con ellas consagrados.

Y aconteció, que descendiendo Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, mientras descendía del monte, no sabía él que la tez de su rostro resplandecía, después que hubo hablado con El.

Y después se llegaron todos los hijos de Israel, a los cuales mandó todas las cosas que el SEÑOR le había dicho en el monte de Sinaí.

Después pondrás el altar del holocausto delante de la puerta del tabernáculo, del tabernáculo del testimonio.

Después harás llegar sus hijos, y les vestirás las túnicas.

y pondrá su mano sobre la cabeza de su ofrenda, y después la degollará delante del tabernáculo del testimonio; y los hijos de Aarón rociarán su sangre sobre el altar en derredor.

Después ofrecerá de ella su ofrenda, por ofrenda encendida al SEÑOR, el sebo que cubre los intestinos, y todo el sebo que está sobre las entrañas,

Después tomará el sacerdote con su dedo de la sangre de la expiación, y pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto; y derramará toda la sangre al cimiento del altar.

O si tocare a hombre inmundo en cualquiera inmundicia suya de que es inmundo, y no lo echare de ver; si después llegare a saberlo, habrá pecado.

También la persona que jurare, pronunciando con sus labios hacer mal o bien, en cualesquiera cosas que el hombre profiere con juramento, y él no lo supiere; si después lo entiende, será culpado en una de estas cosas .

Después se desnudará de sus vestimentas, y se pondrá otras vestiduras, y sacará las cenizas fuera del real al lugar limpio.

Y puso sobre él la túnica, y le ciñó con el cinto; le vistió después el manto, y puso sobre él el efod, y lo ciñó con el cinto del efod, y lo ajustó con él.

Después puso la mitra sobre su cabeza; y sobre la mitra delante de su rostro puso la plancha de oro, la corona de la santidad; como El SEÑOR había mandado a Moisés.

Después Moisés hizo llegar los hijos de Aarón, y les vistió las túnicas, y los ciñó con cintos, y les ajustó los chapeos (tiaras), como el SEÑOR lo había mandado a Moisés.

Después tomó todo el sebo que estaba sobre los intestinos, y el redaño del hígado, y los dos riñones, y el sebo de ellos, e hizo Moisés perfume sobre el altar.

Después hizo llegar el carnero del holocausto, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del carnero;

Después hizo llegar el otro carnero, el carnero de las consagraciones, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del carnero;

y después tomó el sebo, y la cola, y todo el sebo que estaba sobre los intestinos, y el redaño del hígado, y los dos riñones, y el sebo de ellos, y la espaldilla derecha;

Después tomó aquellas cosas Moisés de las manos de ellos, e hizo perfume en el altar sobre el holocausto; son las consagraciones en olor muy aceptable, ofrenda encendida al SEÑOR.

Después le presentaron el holocausto, por sus piezas, y la cabeza; y él hizo perfume sobre el altar.

Después alzó Aarón sus manos hacia el pueblo y los bendijo; y descendió de hacer la expiación, y el holocausto, y el sacrificio de la paz.

Y todo aquello sobre que cayere alguno de ellos después de muertos, será inmundo; así vaso de madera, como vestido, o piel, o saco, cualquier instrumento con que se hace obra, será metido en agua, y será inmundo hasta la tarde, y así será limpio.

Después el sacerdote le reconocerá al séptimo día la segunda vez; y si parece haberse oscurecido la llaga, y que no se ha extendido en la piel, entonces el sacerdote lo dará por limpio: era postilla; y lavará sus vestidos, y será limpio.

Mas si hubiere ido creciendo la postilla en la piel, después que fue mostrado al sacerdote para ser limpio, será visto otra vez del sacerdote;

Pero si la tiña se hubiere ido extendiendo en la piel después de su purificación,

Y el sacerdote mirará después que la plaga fuere lavada; y si pareciere que la plaga no ha mudado su aspecto, bien que no haya cundido la plaga, inmunda es; la quemarás al fuego; corrosión es penetrante, esté lo raído en la faz o en el revés de aquella cosa.

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