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'Dijo' en la Biblia

Y con todo esto, la rebelde su hermana Judá nunca se tornó a mí de todo su corazón, sino mentirosamente, dijo el SEÑOR.

Y me dijo el SEÑOR: Se ha justificado su alma la rebelde Israel en comparación de la desleal Judá.

Ve, y clama estas palabras hacia el aquilón, y di: Vuélvete, oh rebelde Israel, dijo el SEÑOR; no haré caer mi ira sobre vosotros, porque Misericordioso soy, dijo el SEÑOR, ni guardaré para siempre el enojo.

Y acontecerá, que cuando os multiplicareis y creciereis en la tierra, en aquellos días, dijo el SEÑOR, no se dirá más: Arca del Pacto del SEÑOR; ni vendrá al pensamiento, ni se acordarán de ella, ni la visitarán, ni se hará más.

Si volvieres a mí, oh Israel, dijo el SEÑOR, tendrás reposo; y si quitares de delante de mí tus abominaciones, no pasarás a cautividad.

¿No había de hacer visitación sobre esto? Dijo el SEÑOR. De una gente como ésta ¿no se había de vengar mi alma?

Por tanto, así dijo el SEÑOR Dios de los ejércitos: Porque hablasteis esta palabra, he aquí yo pongo en tu boca mis palabras por fuego, y a este pueblo por leños, y los consumirá.

Porque así dijo el SEÑOR de los ejércitos: Cortad árboles, y extended baluarte junto a Jerusalén; ésta es la ciudad que toda ella ha de ser visitada; violencia hay en medio de ella.

Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: Del todo rebuscarán como a vid el resto de Israel; torna tu mano como vendimiador a los cestos.

Así dijo el SEÑOR: He aquí que viene pueblo de tierra del aquilón, y gente grande se levantará de los cantones de la tierra.

Así dijo el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel: Mejorad vuestros caminos y vuestras obras, y os haré morar en este lugar.

¿Es por ventura cueva de ladrones delante de vuestros ojos esta Casa, sobre la cual es llamado mi nombre? He aquí que también yo veo, dijo el SEÑOR.

Ahora, pues, por cuanto habéis vosotros hecho todas estas obras, dijo el SEÑOR, y bien que os hablé, madrugando para hablar, no oísteis, y os llamé, y no respondisteis;

¿Por ventura me provocarán ellos a ira, dijo el SEÑOR, y no antes a ellos mismos para confusión de sus rostros?

Por tanto, dijo el Señor DIOS: He aquí que mi furor y mi ira se derrama sobre este lugar, sobre los hombres, sobre los animales, sobre los árboles del campo, y sobre los frutos de la tierra; y se encenderá, y no se apagará.

Así dijo el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel: Añadid vuestros holocaustos sobre vuestros sacrificios, y comed carne.

Porque los hijos de Judá han hecho lo malo ante mis ojos, dijo el SEÑOR; pusieron sus abominaciones en la Casa sobre la cual mi nombre fue llamado, contaminándola.

Por tanto, he aquí vendrán días, dijo el SEÑOR, que no se diga más, Tofet, ni valle de Ben-Hinom, sino Valle de la Matanza; y serán enterrados en Tofet, por no haber lugar.

En aquel tiempo, dijo el SEÑOR: Sacarán los huesos de los reyes de Judá, y los huesos de sus príncipes, y los huesos de los sacerdotes, y los huesos de los profetas, y los huesos de los moradores de Jerusalén, fuera de sus sepulcros;

Y se escogerá la muerte antes que la vida todo el resto que quedare de esta mala generación, en todos los lugares a donde arrojaré yo a los que quedaren, dijo el SEÑOR de los ejércitos.

Les dirás asimismo: Así dijo el SEÑOR: ¿Por ventura el que cae, nunca se levanta? ¿El que se aparta, nunca torna?

Los cortaré del todo, dijo el SEÑOR. No hay uvas en la vid, ni higos en la higuera, y se caerá la hoja; y lo que les he dado pasará de ellos.

Porque he aquí que yo envío sobre vosotros serpientes, basiliscos, contra los cuales no hay encantamiento; y os morderán, dijo el SEÑOR.

E hicieron que su lengua, como su arco, tirara mentira; y no se fortalecieron por verdad en la tierra; porque de mal en mal procedieron, y me han desconocido, dijo el SEÑOR.

Por tanto, así dijo el SEÑOR de los ejércitos: He aquí que yo los fundiré, y los ensayaré; porque ¿cómo he de hacer por la hija de mi pueblo?

¿No los he de visitar sobre estas cosas? Dijo el SEÑOR. ¿De tal gente no se vengará mi alma?

Y dijo el SEÑOR: Porque dejaron mi ley, la cual di delante de ellos, y no escucharon mi voz, ni caminaron por ella;

por tanto, así dijo el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que a este pueblo yo les daré a comer ajenjo, y les daré a beber aguas de hiel.

Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: Considerad con atención, y llamad endecheras que vengan; y enviad por las sabias que vengan;

Habla: Así dijo el SEÑOR: Los cuerpos de los hombres muertos caerán como estiércol sobre la faz del campo, y como manojo tras el segador, que no hay quien lo recoja.

He aquí que vienen días, dijo el SEÑOR, y visitaré a todo circuncidado junto con el de prepucio:

Porque así dijo el SEÑOR: He aquí que esta vez arrojaré con honda los moradores de la tierra, y he de afligirlos, para que lo hallen.

Y les dirás tú: Así dijo el SEÑOR Dios de Israel: Maldito el varón que no oyere las palabras de este Pacto,

Y el SEÑOR me dijo: Pregona todas estas palabras en las ciudades de Judá y en las plazas de Jerusalén, diciendo: Oíd las palabras de este Pacto, y ponedlas por obra.

Y me dijo el SEÑOR: Conjuración se ha hallado en los varones de Judá, y en los moradores de Jerusalén.

Por tanto, así dijo el SEÑOR: He aquí yo traigo sobre ellos mal del cual no podrán salir; y clamarán a mí, y no los oiré.

Por tanto, así dijo el SEÑOR acerca de los varones de Anatot, que buscan tu alma, diciendo: No profetices en nombre del SEÑOR, y no morirás a nuestras manos;

por tanto, así dijo el SEÑOR de los ejércitos: He aquí que yo los visito; los jóvenes morirán a espada; sus hijos y sus hijas morirán de hambre;

Así dijo el SEÑOR contra todos mis malos vecinos, que tocan la heredad que hice heredar a mi pueblo Israel: He aquí que yo los arrancaré de su tierra, y arrancaré de en medio de ellos la casa de Judá.

Así me dijo el SEÑOR: Ve, y cómprate un cinto de lino, y cíñelo sobre tus lomos, y no lo meterás en agua.

Y sucedió que al cabo de muchos días me dijo el SEÑOR: Levántate, y ve al Eufrates, y toma de allí el cinto que te mandé escondieras allá.

Les dirás, pues, esta palabra: Así dijo el SEÑOR, Dios de Israel: Se llenará de vino todo odre. Y ellos te dirán: ¿Por ventura no sabemos que todo odre se llenará de vino?

Entonces les has de decir: Así dijo el SEÑOR: He aquí que yo lleno de embriaguez a todos los moradores de esta tierra, y a los reyes que están sentados por David sobre su trono, y a los sacerdotes y los profetas, y todos a los moradores de Jerusalén;

Esta será tu suerte, la porción de tus medidas de parte mía, dijo el SEÑOR; porque te olvidaste de mí, y confiaste en la mentira.

Así dijo el SEÑOR a este pueblo: Así amaron moverse, ni detuvieron sus pies; por tanto, el SEÑOR no los tiene en su voluntad; ahora se acordará de la iniquidad de ellos, y visitará su pecado.

Me dijo entonces el SEÑOR: En falso profetizan los profetas en mi nombre; no los envié, ni les mandé, ni les hablé; visión mentirosa, adivinación, vanidad, y engaño de su corazón os profetizan.

Por tanto, así dijo el SEÑOR sobre los profetas que profetizan en mi nombre, los cuales yo no envié, y que dicen: Espada ni hambre no habrá en esta tierra. Con espada y con hambre serán consumidos los tales profetas.

Y me dijo el SEÑOR: Si Moisés y Samuel se pusieran delante de mí, mi voluntad no será con este pueblo; échalos de delante de mí, y salgan.

Y será que si te preguntaren: ¿A dónde saldremos? Les dirás: Así dijo el SEÑOR: El que a muerte, a muerte; el que a espada, a espada; el que a hambre, a hambre; y el que a cautividad, a cautividad.

Y visitaré sobre ellos cuatro géneros de males, dijo el SEÑOR: espada para matar, y perros para despedazar, y aves del cielo y bestias de la tierra, para devorar y para disipar.

Se enflaqueció la que dio a luz siete; se llenó de dolor su alma; su sol se le puso siendo aún de día; se avergonzó y se llenó de confusión; y lo que de ella quedare, lo entregaré a espada delante de sus enemigos, dijo el SEÑOR.

Dijo el SEÑOR: De cierto tus reliquias serán en bien; de cierto haré que el enemigo te salga a recibir en el tiempo trabajoso, y en el tiempo de angustia.

Por tanto, así dijo el SEÑOR: Si te convirtieres, yo te convertiré, y delante de mí estarás; y si sacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos.

Y te daré a este pueblo por fuerte muro de bronce, y pelearán contra ti, y no te vencerán; porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte, dijo el SEÑOR.

Entonces la palabra del SEÑOR vino a mí, y me dijo:

Porque así dijo el SEÑOR acerca de los hijos y de las hijas que nacieren en este lugar, y de sus madres que los den a luz, y de los padres que los engendraren en esta tierra.

Porque así dijo el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo haré cesar en este lugar, delante de vuestros ojos y en vuestros días, toda voz de gozo y toda voz de alegría, toda voz de esposo y toda voz de esposa.

Pero he aquí, vienen días, dijo el SEÑOR, que no se dirá más: Vive el SEÑOR, que hizo subir a los hijos de Israel de tierra de Egipto;

Así me dijo el SEÑOR: Ve, y ponte a la puerta de los hijos del pueblo, por la cual entran y salen los reyes de Judá, y a todas las puertas de Jerusalén,

Así dijo el SEÑOR: Guardaos por vuestras vidas, y no traigáis carga en el día del sábado, para meter por las puertas de Jerusalén;

Porque será, si vosotros me oyereis, dijo el SEÑOR, no metiendo carga por las puertas de esta ciudad en el día del sábado, sino que santificareis el día del sábado, no haciendo en él ninguna obra;

Ahora, pues, habla ahora a todo hombre de Judá, y a los moradores de Jerusalén, diciendo: Así dijo el SEÑOR: He aquí que yo dispongo mal contra vosotros, y trazo contra vosotros designios; conviértase ahora cada uno de su mal camino, y mejorad vuestros caminos y vuestras obras.

Por tanto, así dijo el SEÑOR: Preguntad ahora a los gentiles, quién oyó tal. Gran fealdad hizo la virgen de Israel.

Así dijo el SEÑOR: Ve, y compra una vasija de barro del alfarero, y lleva contigo alguno de los ancianos del pueblo, y de los ancianos de los sacerdotes;

Por tanto, he aquí vienen días, dijo el SEÑOR, que este lugar no se llamará más Tofet, ni Valle de Ben-Hinom, sino Valle de la Matanza.

y les dirás: Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: Así quebraré a este pueblo y a esta ciudad, como quien quiebra un vaso de barro, que no se puede más restaurar; y en Tofet se enterrarán, porque no habrá otro lugar para enterrar.

Y volvió Jeremías de Tofet, adonde le envió el SEÑOR a profetizar, y se paró en el atrio de la Casa del SEÑOR, y dijo a todo el pueblo.

Así dijo el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí yo traigo sobre esta ciudad y sobre todas sus villas todo el mal que hablé contra ella; porque han endurecido su cerviz, para no oír mis palabras.

Y el día siguiente Pasur sacó a Jeremías del calabozo. Y le dijo Jeremías: El SEÑOR no ha llamado tu nombre Pasur \'

Porque así dijo el SEÑOR: He aquí yo te pondré en espanto a ti, y a todos los que bien te quieren, y caerán por la espada de sus enemigos, y tus ojos lo verán; y a todo Judá entregaré en mano del rey de Babilonia, y los transportará a Babilonia, y los herirá a espada.

Y Jeremías les dijo: Diréis así a Sedequías:

Así dijo el SEÑOR Dios de Israel: He aquí yo vuelvo atrás las armas de guerra que están en vuestras manos, y con que vosotros peleáis con el rey de Babilonia; y los caldeos que os tienen cercados fuera de la muralla, yo los juntaré en medio de esta ciudad.

Y después, así dijo el SEÑOR: entregaré a Sedequías rey de Judá, y a sus criados, y al pueblo, y a los que quedaren en la ciudad de la pestilencia, y de la espada, y del hambre, en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, y en mano de sus enemigos, y en mano de los que buscan sus almas; y él los herirá a filo de espada; no los perdonará, ni los recibirá a merced, ni tendrá de ellos misericordia.

Y a este pueblo dirás: Así dijo el SEÑOR: He aquí que yo pongo delante de vosotros camino de vida y camino de muerte.

Casa de David, así dijo el SEÑOR: Juzgad de mañana juicio, y librad al oprimido de mano del opresor; para que mi ira no salga como fuego, y se encienda, y no haya quien apague, por la maldad de vuestras obras.

Yo os visitaré conforme al fruto de vuestras obras, dijo el SEÑOR, y haré encender fuego en su breña, y consumirá todo lo que está alrededor de ella.

Así dijo el SEÑOR: Desciende a la casa del rey de Judá, y habla allí esta palabra,

Mas si no oyereis estas palabras, por mí juré, dijo el SEÑOR, que esta Casa será desierta.

Porque así dijo el SEÑOR sobre la casa del rey de Judá: Galaad tú a mí, oh cabeza del Líbano; si yo no te pusiere en soledad, y ciudades inhabitables.

Porque así dijo el SEÑOR, de Salum hijo de Josías, rey de Judá, que reina por Josías su padre: El que saliere de este lugar, no volverá acá más;

Por tanto, así dijo el SEÑOR, de Joacim hijo de Josías, rey de Judá: No lo llorarán, diciendo: ¡Ay, hermano mío! Y ¡ay, hermana! Ni lo lamentarán, diciendo: ¡Ay, señor! ¡Ay, su grandeza!

Así dijo el SEÑOR: Escribid que será este varón privado de generación, hombre a quien nada sucederá prósperamente en todos los días de su vida; porque ningún hombre de su simiente que se sentare sobre el trono de David, y que se enseñoreare sobre Judá, será jamás dichoso.

Por tanto, así dijo el SEÑOR Dios de Israel a los pastores que apacientan mi pueblo: Vosotros derramasteis mis ovejas, y las espantasteis, y no las habéis visitado; he aquí yo visito sobre vosotros la maldad de vuestras obras, dijo el SEÑOR.

Y pondré sobre ellas pastores que las apacienten; y no temerán más, ni se amedrentarán, ni serán menoscabadas, dijo el SEÑOR.

Por tanto, he aquí que vienen días, dijo el SEÑOR, y no dirán más: Vive el SEÑOR que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra de Egipto;

Biblia del Jubileo 2000 (Grátis) copyright

Las citas bíblicas son tomadas Nueva Biblia de los Hispanos © 2005 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso