'Dijo' en la Biblia
- 1.Gé 1:3-Gé 21:12
- 2.Gé 21:16-Gé 31:3
- 3.Gé 31:5-Gé 44:16
- 4.Gé 44:18-Éx 10:16
- 5.Éx 10:21-Números 12:14
- 6.Números 13:17-Deuteronomio 33:20
- 7.Deuteronomio 33:22-Jueces 8:19
- 8.Jueces 8:20-Rut 3:1
- 9.Rut 3:9-1 Samuel 15:24
- 10.1 Samuel 15:28-1 Samuel 26:15
- 11.1 Samuel 26:17-2 Samuel 14:2
- 12.2 Samuel 14:4-1 Reyes 1:33
- 13.1 Reyes 1:36-1 Reyes 20:14
- 14.1 Reyes 20:18-2 Reyes 5:15
- 15.2 Reyes 5:17-1 Crónicas 11:2
- 16.1 Crónicas 11:17-Esdras 5:15
- 17.Esdras 10:2-Isaías 38:3
- 18.Isaías 39:3-Daniel 1:10
- 19.Daniel 1:11-Mateo 5:43
- 20.Mateo 8:4-Mateo 20:13
- 21.Mateo 20:17-Marcos 5:30
- 22.Marcos 5:33-Lucas 1:35
- 23.Lucas 1:38-Lucas 12:18
- 24.Lucas 12:20-Lucas 22:58
- 25.Lucas 22:60-Juan 8:21
- 26.Juan 8:25-Juan 20:21
- 27.Juan 20:22-Hechos 22:10
- 28.Hechos 22:13-Apocalipsis 22:10
Entonces Jesús le dijo*: Mira, no se lo digas a nadie, sino ve, muéstrate al sacerdote y presenta la ofrenda que ordenó Moisés, para {que les sirva de} testimonio a ellos.
Y {Jesús} le dijo*: Yo iré y lo sanaré.
Pero el centurión respondió y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; mas solamente di la palabra y mi criado quedará sano.
Al oír{lo} Jesús, se maravilló y dijo a los que {le} seguían: En verdad os digo que en Israel no he hallado en nadie una fe tan grande.
Entonces Jesús dijo al centurión: Vete; así como has creído, te sea hecho. Y el criado fue sanado en esa {misma} hora.
para que se cumpliera lo que fue dicho por medio del profeta Isaías cuando dijo: EL MISMO TOMO NUESTRAS FLAQUEZAS Y LLEVO NUESTRAS ENFERMEDADES.
Y un escriba se {le} acercó y le dijo: Maestro, te seguiré adondequiera que vayas.
Y Jesús le dijo*: Las zorras tienen madrigueras y las aves del cielo nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.
Otro de los discípulos le dijo: Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre.
Pero Jesús le dijo*: Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos.
Y El les dijo*: ¿Por qué estáis amedrentados, hombres de poca fe? Entonces se levantó, reprendió a los vientos y al mar, y sobrevino una gran calma.
Entonces El les dijo: ¿Id! Y ellos salieron y entraron en los cerdos; y he aquí que la piara entera se precipitó por un despeñadero al mar, y perecieron en las aguas.
Y le trajeron un paralítico echado en una camilla; y Jesús, viendo la fe de ellos, dijo al paralítico: Anímate, hijo, tus pecados te son perdonados.
Y Jesús, conociendo sus pensamientos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones?
Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados (entonces dijo* al paralítico): Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.
Cuando Jesús se fue de allí, vio a un hombre llamado Mateo, sentado en la oficina de los tributos, y le dijo*: ¿Sígueme! Y levantándose, le siguió.
Al oír El {esto,} dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos.
Y Jesús les dijo: ¿Acaso los acompañantes del novio pueden estar de luto mientras el novio está con ellos? Pero vendrán días cuando el novio les será quitado, y entonces ayunarán.
Pero Jesús, volviéndose y viéndola, dijo: Hija, ten ánimo, tu fe te ha sanado. Y al instante la mujer quedó sana.
{les} dijo: Retiraos, porque la niña no ha muerto, sino que está dormida. Y se burlaban de El.
Y después de haber entrado en la casa, se acercaron a El los ciegos, y Jesús les dijo*: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos le respondieron*: Sí, Señor.
Entonces dijo* a sus discípulos: La mies es mucha, pero los obreros pocos.
Y respondiendo Jesús, les dijo: Id y contad a Juan lo que oís y veis:
En aquel tiempo, hablando Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a sabios e inteligentes, y las revelaste a los niños.
Pero El les dijo: ¿No habéis leído lo que hizo David cuando él y sus compañeros tuvieron hambre,
Y El les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros que tenga una sola oveja, si ésta se le cae en un hoyo en día de reposo, no le echa mano y la saca?
Entonces dijo* al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fue restaurada, sana como la otra.
para que se cumpliera lo que fue dicho por medio del profeta Isaías, cuando dijo:
Y conociendo {Jesús} sus pensamientos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no se mantendrá en pie.
Pero respondiendo El, les dijo: Una generación perversa y adúltera demanda señal, y ninguna señal se le dará, sino la señal de Jonás el profeta;
Y alguien le dijo: He aquí, tu madre y tus hermanos están afuera deseando hablar contigo.
Pero respondiendo El al que se lo decía, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos?
Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: ¿He aquí mi madre y mis hermanos!
Y respondiendo El, les dijo: Porque a vosotros se os ha concedido conocer los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no se les ha concedido.
El les dijo: ``Un enemigo ha hecho esto". Y los siervos le dijeron*: `` ¿Quieres, pues, que vayamos y la recojamos?"
Pero él dijo*: ``No, no sea que al recoger la cizaña, arranquéis el trigo junto con ella.
Les dijo otra parábola: El reino de los cielos es semejante a la levadura que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina hasta que todo quedó fermentado.
para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta, cuando dijo: ABRIRE MI BOCA EN PARABOLAS; HABLARE DE COSAS OCULTAS DESDE LA FUNDACION DEL MUNDO.
Y respondiendo El, dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre,
Y El les dijo: Por eso todo escriba que se ha convertido en un discípulo del reino de los cielos es semejante al dueño de casa que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas.
Y se escandalizaban a causa de El. Pero Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su casa.
y dijo a sus sirvientes: Este es Juan el Bautista. El ha resucitado de entre los muertos, y por eso es que poderes milagrosos actúan en él.
Ella, instigada por su madre, dijo*: Dame aquí, en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista.
Pero Jesús les dijo: No hay necesidad de que se vayan; dadles vosotros de comer.
El {les} dijo: Traédmelos acá.
Respondiéndole Pedro, dijo: Señor, si eres tú, mándame que vaya a ti sobre las aguas.
Y El dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, caminó sobre las aguas, y fue hacia Jesús.
Y al instante Jesús, extendiendo la mano, lo sostuvo y le dijo*: Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?
Y respondiendo El, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios a causa de vuestra tradición?
Porque Dios dijo: ``HONRA A {tu} PADRE Y A {tu} MADRE," y: ``QUIEN HABLE MAL DE {su} PADRE O DE {su} MADRE, QUE MUERA."
¿Hipócritas! Bien profetizó Isaías de vosotros cuando dijo:
Y llamando junto a sí a la multitud, les dijo: Oíd y entended:
Pero El contestó y dijo: Toda planta que mi Padre celestial no haya plantado, será desarraigada.
Respondiendo Pedro, le dijo: Explícanos la parábola.
Y El dijo: ¿También vosotros estáis aún faltos de entendimiento?
Y respondiendo El, dijo: No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
Y El respondió y dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echár{selo} a los perrillos.
Pero ella dijo: Sí, Señor; pero también los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos.
Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Oh mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas. Y su hija quedó sana desde aquel momento.
Entonces Jesús, llamando junto a sí a sus discípulos, {les} dijo: Tengo compasión de la multitud, porque hace ya tres días que están conmigo y no tienen qué comer; y no quiero despedirlos sin comer, no sea que desfallezcan en el camino.
Jesús entonces les dijo*: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos respondieron: Siete, y unos pocos pececillos.
Pero respondiendo El, les dijo: Al caer la tarde decís: ``{Hará} buen tiempo, porque el cielo está rojizo."
Y Jesús les dijo: Estad atentos y guardaos de la levadura de los fariseos y saduceos.
Pero Jesús, dándose cuenta, dijo: Hombres de poca fe, ¿por qué discutís entre vosotros que no tenéis pan?
El les dijo*: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
Y Jesús, respondiendo, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque {esto} no te {lo} reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
Pero volviéndose El, dijo a Pedro: ¿Quítate de delante de mí, Satanás! Me eres piedra de tropiezo; porque no estás pensando en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.
Entonces Pedro, tomando la palabra, dijo a Jesús: Señor, bueno es estarnos aquí; si quieres, haré aquí tres enramadas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
Entonces se {les} acercó Jesús, y tocándolos, dijo: Levantaos y no temáis.
Y respondiendo El, dijo: Elías ciertamente viene, y restaurará todas las cosas;
Cuando llegaron a la multitud, se le acercó un hombre, que arrodillándose delante de El, dijo:
Respondiendo Jesús, dijo: ¿Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar? Traédmelo acá.
Y El les dijo*: Por vuestra poca fe; porque en verdad os digo que si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: ``Pásate de aquí allá", y se pasará; y nada os será imposible.
Mientras andaban juntos por Galilea, Jesús les dijo: El Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres.
El dijo*: Sí. Y cuando él llegó a casa, Jesús se le anticipó, diciendo: ¿Qué te parece, Simón? ¿De quiénes cobran tributos o impuestos los reyes de la tierra, de sus hijos o de los extraños?
Y cuando respondió: De los extraños, Jesús le dijo: Entonces los hijos están exentos.
y dijo: En verdad os digo que si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.
Entonces se {le} acercó Pedro, y le dijo: Señor, ¿cuántas veces pecará mi hermano contra mí que yo haya de perdonarlo? ¿Hasta siete veces?
Jesús le dijo*: No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
Entonces, llamándolo su señor, le dijo*: ``Siervo malvado, te perdoné toda aquella deuda porque me suplicaste.
Y respondiendo {Jesús,} dijo: ¿No habéis leído que aquel que {los} creó, desde el principio LOS HIZO VARON Y HEMBRA,
El les dijo*: Por la dureza de vuestro corazón, Moisés os permitió divorciaros de vuestras mujeres; pero no ha sido así desde el principio.
Pero El les dijo: No todos pueden aceptar este precepto, sino {sólo} aquellos a quienes les ha sido dado.
Pero Jesús dijo: Dejad a los niños, y no les impidáis que vengan a mí, porque de los que son como éstos es el reino de los cielos.
Y he aquí se le acercó uno y dijo: Maestro, ¿qué bien haré para obtener la vida eterna?
Y El le dijo: ¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? {Sólo} Uno es bueno; pero si deseas entrar en la vida, guarda los mandamientos.
El le dijo*: ¿Cuáles? Y Jesús respondió: NO MATARAS; NO COMETERAS ADULTERIO; NO HURTARAS; NO DARAS FALSO TESTIMONIO;
El joven le dijo*: Todo esto lo he guardado; ¿qué me falta todavía?
Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, ve {y} vende lo que posees y da a los pobres, y tendrás tesoro en los cielos; y ven, sígueme.
Y Jesús dijo a sus discípulos: En verdad os digo que es difícil que un rico entre en el reino de los cielos.
Pero Jesús, mirándo{los,} les dijo: Para los hombres eso es imposible, pero para Dios todo es posible.
Entonces respondiendo Pedro, le dijo: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué, pues, recibiremos?
Y Jesús les dijo: En verdad os digo que vosotros que me habéis seguido, en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, os sentaréis también sobre doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.
y a éstos les dijo: ``Id también vosotros a la viña, y os daré lo que sea justo." Y ellos fueron.
Y saliendo como a la {hora} undécima, encontró a otros parados, y les dijo*: `` ¿Por qué habéis estado aquí parados todo el día sin trabajar?"
Ellos le dijeron*: ``Porque nadie nos contrató." El les dijo*: ``Id también vosotros a la viña."
Y al atardecer, el señor de la viña dijo* a su mayordomo: ``Llama a los obreros y págales {su} jornal, comenzando por los últimos hasta los primeros."
Pero respondiendo él, dijo a uno de ellos: ``Amigo, no te hago ninguna injusticia; ¿no conviniste conmigo en un denario?
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