'Ellos' en la Biblia
los contados de ellos, de la tribu de Rubén, fueron cuarenta y seis mil quinientos.
los contados de ellos, de la tribu de Simeón, cincuenta y nueve mil trescientos.
los contados de ellos, de la tribu de Gad, cuarenta y cinco mil seiscientos cincuenta.
los contados de ellos, de la tribu de Judá, setenta y cuatro mil seiscientos.
los contados de ellos, de la tribu de Isacar, cincuenta y cuatro mil cuatrocientos.
los contados de ellos, de la tribu de Zabulón, cincuenta y siete mil cuatrocientos.
los contados de ellos, de la tribu de Efraín, cuarenta mil quinientos.
los contados de ellos, de la tribu de Manasés, treinta y dos mil doscientos.
los contados de ellos, de la tribu de Benjamín, treinta y cinco mil cuatrocientos.
los contados de ellos, de la tribu de Dan, sesenta y dos mil setecientos.
los contados de ellos, de la tribu de Aser, cuarenta y un mil quinientos.
los contados de ellos, de la tribu de Neftalí, cincuenta y tres mil cuatrocientos.
Pero los levitas, según la tribu de sus padres, no fueron contados entre ellos.
Solamente no contarás la tribu de Leví, ni tomarás la cuenta de ellos entre los hijos de Israel;
mas tú pondrás a los levitas en el tabernáculo del testimonio, y sobre todos sus vasos, y sobre todas las cosas que les pertenecen; ellos llevarán el tabernáculo y todos sus vasos, y ellos servirán en él, y asentarán sus tiendas alrededor del tabernáculo.
Su hueste, con los contados de ellos, setenta y cuatro mil seiscientos.
Su hueste, con los contados de ellos, cincuenta y nueve mil trescientos.
Su hueste, con los contados de ellos, cuarenta y cinco mil seiscientos cincuenta.
Su hueste, con los contados de ellos, cuarenta mil quinientos.
Su hueste, con los contados de ellos, treinta y dos mil doscientos.
Su hueste, con los contados de ellos, treinta y cinco mil cuatrocientos.
Su hueste, con los contados de ellos, sesenta y dos mil setecientos.
Su hueste, con los contados de ellos, cuarenta y un mil quinientos.
Su hueste, con los contados de ellos, cincuenta y tres mil cuatrocientos.
Los contados de ellos, conforme a la cuenta de todos los varones de un mes arriba, los contados de ellos fueron siete mil quinientos.
Y a cargo de ellos estará el arca, y la mesa, y el candelero, y los altares, y los vasos del santuario con que ministran, y el velo, con todo su servicio.
Y los contados de ellos, conforme a la cuenta de todos los varones de un mes arriba, fueron seis mil doscientos.
Y el SEÑOR dijo a Moisés: Cuenta todos los primogénitos varones de los hijos de Israel de un mes arriba, y toma la cuenta de los nombres de ellos.
Y darás a Aarón y a sus hijos el dinero por los rescates de los que de ellos exceden.
mas esto haréis con ellos, para que vivan, y no mueran cuando llegaren al lugar santísimo: Aarón y sus hijos vendrán y los pondrán a cada uno en su ministerio, y en su cargo.
y las cortinas del atrio, y el pabellón de la puerta del atrio, que está sobre el tabernáculo y sobre el altar alrededor, y sus cuerdas, y todos los instrumentos de su servicio, y todo lo que está hecho para ellos; así servirán.
Este es el servicio de las familias de los hijos de Gersón en el tabernáculo del testimonio; y la guarda de ellos será por mano de Itamar, hijo de Aarón sacerdote.
Y fueron los contados de ellos por sus familias, dos mil setecientos cincuenta.
los contados de ellos por sus familias, por las casas de sus padres, fueron dos mil seiscientos treinta.
los contados de ellos, por sus familias, fueron tres mil doscientos.
los contados de ellos fueron ocho mil quinientos ochenta.
Por su padre, ni por su madre, por su hermano, ni por su hermana, no se contaminará con ellos cuando murieren; porque consagración de su Dios tiene sobre su cabeza.
Tómalo de ellos, y será para el servicio del tabernáculo del testimonio; y lo darás a los levitas, a cada uno conforme a su ministerio.
Y así les harás para expiarlos: rocía sobre ellos el agua de la expiación, y haz pasar la navaja sobre toda su carne, y lavarán sus vestidos, y serán expiados.
Y Moisés, y Aarón, y toda la congregación de los hijos de Israel, hicieron de los levitas conforme a todas las cosas que mandó el SEÑOR a Moisés acerca de los levitas; así hicieron de ellos los hijos de Israel.
Y así vinieron después los levitas para servir en su ministerio en el tabernáculo del testimonio, delante de Aarón y delante de sus hijos; de la manera que mandó el SEÑOR a Moisés acerca de los levitas, así hicieron con ellos.
Al dicho del SEÑOR los hijos de Israel partían; y al dicho del SEÑOR asentaban el campamento; todos los días que la nube estaba sobre el tabernáculo, ellos quedaban reposados.
Y era que cuando la nube se detenía desde la tarde hasta la mañana, y a la mañana la nube se levantaba, ellos partían; o si había estado el día, y a la noche la nube se levantaba, entonces partían.
O si dos días, o un mes, o un año, mientras la nube se detenía sobre el tabernáculo quedándose sobre él, los hijos de Israel se estaban acampados y no se movían; mas cuando ella se alzaba, ellos se movían.
Luego comenzaron a marchar los coatitas llevando el santuario; y entre tanto que ellos llegaban, los otros asentaron el tabernáculo.
Así partieron del monte del SEÑOR, camino de tres días; y el arca del pacto del SEÑOR fue delante de ellos camino de tres días, buscándoles reposo.
Y la nube del SEÑOR iba sobre ellos de día, desde que partieron del campamento.
Y aconteció que el pueblo se quejó a oídos del SEÑOR; y lo oyó el SEÑOR, y se enardeció su furor, y se encendió en ellos fuego del SEÑOR y consumió en el extremo del campamento.
Y llamó a aquel lugar Tabera; porque el fuego del SEÑOR se encendió en ellos.
Y el vulgo que se mezcló con ellos tuvo deseo, y volvieron, y aun lloraron los hijos de Israel, y dijeron: ¡Quién nos diera a comer carne!
Y yo descenderé y hablaré allí contigo; y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo.
¿Se degollarán para ellos ovejas y bueyes que les basten? ¿o se juntarán para ellos todos los peces del mar para que tengan abasto?
Entonces el SEÑOR descendió en la nube, y le habló; y tomó del espíritu que estaba en él, y lo puso en los setenta varones ancianos; y fue que, al reposar sobre ellos el espíritu, profetizaron, y no cesaron.
Y Moisés le respondió: ¿Tienes tú celos por mí? Mas quién diese que todo el pueblo del SEÑOR fuese profeta, que el SEÑOR diese su espíritu sobre ellos.
Aún estaba la carne entre los dientes de ellos, antes que fuese mascada, cuando el furor del SEÑOR se encendió en el pueblo, e hirió el SEÑOR al pueblo con una plaga muy grande.
Y luego dijo el SEÑOR a Moisés, a Aarón, y a María: Salid vosotros tres al tabernáculo del testimonio. Y salieron ellos tres.
Entonces el furor del SEÑOR se encendió en ellos; y se fue.
Envía tú hombres que reconozcan la tierra de Canaán, la cual yo doy a los hijos de Israel; de cada tribu de sus padres enviaréis un varón, cada uno príncipe entre ellos.
Y ellos subieron, y reconocieron la tierra desde el desierto de Zin hasta Rehob, entrando en Hamat.
También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes: y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos también a ellos.
Por tanto, no seáis rebeldes contra el SEÑOR, ni temáis al pueblo de esta tierra, porque nuestro pan son; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está el SEÑOR; no los temáis.
Y el SEÑOR dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo me ha de irritar este pueblo? ¿Hasta cuándo no me ha de creer con todas las señales que he hecho en medio de ellos?
Yo los heriré de mortandad, y los destruiré, y de ti haré una nación más grande y más fuerte que ellos.
Y Moisés respondió al SEÑOR: Lo oirán luego los egipcios, porque de en medio de ellos sacaste a este pueblo con tu fortaleza;
y dirán los habitantes de esta tierra, los cuales ya han oído que tú, oh SEÑOR, estabas en medio de este pueblo, que ojo a ojo aparecías tú, oh SEÑOR, y que tu nube estaba sobre ellos, y que de día ibas delante de ellos en columna de nube, y de noche en columna de fuego;
Mas vuestros chiquitos, de los cuales dijisteis que serían por presa, yo los introduciré, y ellos conocerán la tierra que vosotros despreciasteis.
Y vuestros hijos andarán pastoreando en el desierto cuarenta años, y ellos llevarán vuestras fornicaciones, hasta que vuestros cuerpos sean consumidos en el desierto.
Conforme al número así haréis con cada uno, según el número de ellos.
Y reconciliará el sacerdote a toda la congregación de los hijos de Israel; y les será perdonado, porque yerro es; y ellos traerán sus ofrendas, ofrenda encendida al SEÑOR, y sus expiaciones delante del SEÑOR, por sus yerros.
Y será perdonado a toda la congregación de los hijos de Israel, y al extranjero que mora entre ellos, por cuanto es yerro de todo el pueblo.
El natural entre los hijos de Israel, y el extranjero que habitare entre ellos, una misma ley tendréis para el que hiciere algo por yerro.
y se juntaron contra Moisés y Aarón, y les dijeron: Basta ya de vosotros, porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está el SEÑOR; ¿por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación del SEÑOR?
y poned fuego en ellos, y poned en ellos sahumerio delante del SEÑOR mañana; y será que el varón a quien el SEÑOR escogiere, aquel será el santo; esto os baste, hijos de Leví.
Y envió Moisés a llamar a Datán y Abiram, hijos de Eliab; mas ellos respondieron: No iremos allá.
Entonces Moisés se enojó en gran manera, y dijo al SEÑOR: No mires a su presente; ni aun un asno he tomado de ellos, ni a ninguno de ellos he hecho mal.
Después dijo Moisés a Coré: Tú y todo tu séquito, poneos mañana delante del SEÑOR; tú, y ellos, y Aarón;
y tomad cada uno su incensario, y poned sahumerio en ellos, y allegad delante del SEÑOR cada uno su incensario, doscientos cincuenta incensarios; tú también, y Aarón, cada uno con su incensario.
Y tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, y pusieron también en ellos sahumerio, y se pusieron a la puerta del tabernáculo del testimonio con Moisés y Aarón.
Ya Coré había hecho juntar contra ellos toda la congregación a la puerta del tabernáculo del testimonio; entonces la gloria del SEÑOR apareció a toda la congregación.
Y ellos se echaron sobre sus rostros, y dijeron: Dios, Dios de los espíritus de toda carne, ¿no es un varón el que pecó? ¿Y te airarás contra toda la congregación?
Si como mueren todos los hombres murieren éstos, o si fueren ellos visitados a la manera de todos los hombres, el SEÑOR no me envió.
Y aconteció, que al acabar él de hablar todas estas palabras, se rompió la tierra que estaba debajo de ellos;
y abrió la tierra su boca, y los tragó a ellos, y a sus casas; a todos los hombres de Coré, y a toda su hacienda.
Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al infierno, y los cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación.
Y todo Israel, los que estaban en derredor de ellos, huyeron al estruendo de ellos; porque decían: Por ventura no nos trague la tierra.
los incensarios de estos pecadores contra sus almas; y harán de ellos planchas extendidas para cubrir el altar; por cuanto ofrecieron con ellos delante del SEÑOR, son santificados; y serán por señal a los hijos de Israel.
Apartaos de en medio de esta congregación, y los consumiré en un momento. Y ellos se echaron sobre sus rostros.
Habla a los hijos de Israel, y toma de ellos una vara por cada casa de los padres, de todos los príncipes de ellos, doce varas conforme a las casas de sus padres; y escribirás el nombre de cada uno sobre su vara.
Y Moisés habló a los hijos de Israel, y todos los príncipes de ellos le dieron varas; cada príncipe por las casas de sus padres una vara, por todas doce varas; y la vara de Aarón estaba entre las varas de ellos.
Entonces Moisés sacó todas las varas de delante del SEÑOR a todos los hijos de Israel; y ellos lo vieron, y tomaron cada uno su vara.
Y tendrán tú guarda, y la guarda de todo el tabernáculo; mas no llegarán a los vasos santos ni al altar, para que no mueran ellos y vosotros.
Esto será tuyo de la ofrenda de las cosas santas, reservadas del fuego; toda ofrenda de ellos, todo presente suyo, y toda expiación por el pecado de ellos, que me han de presentar, será cosa muy santa para ti y para tus hijos.
Las primicias de todas las cosas de la tierra de ellos, las cuales traerán al SEÑOR, serán tuyas; todo limpio en tu casa comerá de ellas.
Mas el primogénito de vaca, y el primogénito de oveja, y el primogénito de cabra, no redimirás; santificados son; la sangre de ellos rociarás sobre el altar, y quemarás la grosura de ellos, ofrenda encendida es para el SEÑOR en olor grato.
Y la carne de ellos será tuya; como el pecho de la mecedura y como la espaldilla derecha, será tuya.
Y el SEÑOR dijo a Aarón: De la tierra de ellos no tendrás heredad, ni entre ellos tendrás parte. Yo soy tu parte y tu heredad en medio de los hijos de Israel.
Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del tabernáculo del testimonio.
Mas los levitas harán el servicio del tabernáculo del testimonio, y ellos llevarán su iniquidad por estatuto perpetuo por vuestras edades; y no poseerán heredad entre los hijos de Israel.
Así hablarás a los levitas, y les dirás: Cuando tomareis de los hijos de Israel los diezmos que os he dado de ellos por vuestra heredad, vosotros presentaréis de ellos en ofrenda al SEÑOR el diezmo de los diezmos.
Así ofreceréis también vosotros ofrenda al SEÑOR de todos vuestros diezmos que hubiereis recibido de los hijos de Israel; y daréis de ellos ofrenda al SEÑOR, a Aarón el sacerdote.
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