3074 casos

'Es' en la Biblia

Esto es lo que respondo al Faraón. Lo que Dios hace, lo ha mostrado al Faraón.

Y el suceder el sueño al Faraón dos veces, significa que la cosa es firme de parte de Dios, y que Dios se apresura a hacerla.

Y José les dijo: Eso es lo que os he dicho, afirmando que sois espías.

Entonces Rubén les respondió, diciendo: ¿No os hablé yo y dije: No pequéis ofensa contra el joven; y no escuchasteis? He aquí también su sangre es requerida.

Y dijo a sus hermanos: Mi dinero se me ha devuelto, y aun helo aquí en mi saco. Se les sobresaltó entonces el corazón, y espantados dijeron el uno al otro: ¿Qué es esto que nos ha hecho Dios?

Entonces Israel su padre les respondió: Pues que así es, hacedlo; tomad de lo mejor de la tierra en vuestros vasos, y llevad a aquel varón un presente, un poco de bálsamo, y un poco de miel, aromas y mirra, nueces y almendras.

Y alzando él sus ojos vio a Benjamín su hermano, hijo de su madre, y dijo: ¿Es éste vuestro hermano menor, de quien me hablasteis? Y dijo: Dios tenga misericordia de ti, hijo mío.

Y pusieron para él aparte, y separadamente para ellos, y aparte para los egipcios que con él comían; porque los egipcios no pueden comer pan con los hebreos, lo cual es abominación a los egipcios.

¿No es ésta en la que bebe mi señor, y por la que suele adivinar? Habéis hecho mal en lo que hicisteis.

Y les dijo José: ¿Qué obra es ésta que habéis hecho? ¿No sabéis que un hombre como yo sabe adivinar?

Y le dieron las nuevas, diciendo: José vive aún; y él es señor en toda la tierra de Egipto. Y su corazón desmayó; pues no les creía.

Y cuando Faraón os llamare y dijere: ¿cuál es vuestro oficio?

Y el Faraón dijo a sus hermanos: ¿Cuál es vuestro oficio? Y ellos respondieron a Faraón: Pastores de ovejas son tus siervos, así nosotros como nuestros padres.

Dijeron además al Faraón: Por morar en esta tierra hemos venido; porque no hay pasto para las ovejas de tus siervos, pues el hambre es grave en la tierra de Canaán; por tanto, te rogamos ahora que habiten tus siervos en la tierra de Gosén.

Y acabado aquel año, vinieron a él el segundo año, y le dijeron: No encubriremos a nuestro señor que el dinero ciertamente se ha acabado; también el ganado es ya de nuestro señor; nada ha quedado delante de nuestro señor sino nuestros cuerpos y nuestra tierra.

Porque cuando yo venía de Padan-aram, se me murió Raquel en la tierra de Canaán, en el camino, como media legua de tierra viniendo a Efrata; y la sepulté allí en el camino de Efrata, que es Belén.

Y dijo José a su padre: No así, padre mío, porque éste es el primogénito; pon tu diestra sobre su cabeza.

Maldito su furor, que es fuerte; y su ira, que es dura; yo los apartaré en Jacob, y los esparciré en Israel.

Y viendo los moradores de la tierra, los cananeos, el llanto en la era de Atad, dijeron: Llanto grande es este de los egipcios: por eso fue llamado su nombre Abel-mizraim, que está al otro lado del Jordán.

He aquí, el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros.

Y cuando la abrió, vio al niño; y he aquí que el niño lloraba. Y teniendo compasión de él, dijo: De los niños de los hebreos es éste.

Y dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros; y si ellos me preguntan: ¿Cuál es su nombre? ¿Qué les responderé?

Y dijo más Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: El SEÑOR Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi Nombre para siempre, y este es mi memorial por todos los siglos.

Y el SEÑOR le dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara.

Dijo también el Faraón: He aquí el pueblo de la tierra es ahora mucho, y vosotros les hacéis cesar de sus tareas.

Este es aquel Aarón y aquel Moisés, a los cuales el SEÑOR dijo: Sacad a los hijos de Israel de la tierra de Egipto por sus ejércitos.

Entonces los magos dijeron al Faraón: Dedo de Dios es éste. Mas el corazón del Faraón se endureció, y no los escuchó; como el SEÑOR lo había dicho.

Y le respondió Moisés: Saliendo yo de la ciudad extenderé mis manos al SEÑOR, y los truenos cesarán, y no habrá más granizo; para que sepas que del SEÑOR es la tierra.

No será así: id ahora vosotros los varones, y servid al SEÑOR; porque esto es lo que vosotros demandasteis. Y los echaron de delante del Faraón.

Y así habéis de comerlo: ceñidos vuestros lomos, vuestros zapatos en vuestros pies, y vuestro bordón en vuestra mano; y lo comeréis apresuradamente: ésta es la Pascua del SEÑOR.

Y cuando os dijeren vuestros hijos: ¿Qué es este vuestro servicio?

Vosotros responderéis: Esta es la víctima de la Pascua del SEÑOR, el cual pasó las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió a los egipcios, y libró nuestras casas. Entonces el pueblo se inclinó y adoró.

Esta es noche de guardar al SEÑOR, por haberlos sacado en ella de la tierra de Egipto. Esta noche deben guardar al SEÑOR todos los hijos de Israel por sus edades.

Y cuando mañana te preguntare tu hijo, diciendo: ¿Qué es esto? Le dirás: El SEÑOR nos sacó con mano fuerte de Egipto, de casa de servidumbre;

¿No es esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir a los egipcios? Que mejor nos fuera servir a los egipcios, que morir nosotros en el desierto.

El SEÑOR es mi fortaleza, y mi canción, él me es por salud; éste es mi Dios, y a éste prepararé habitación; Dios de mi padre, y a éste ensalzaré.

Y viéndolo los hijos de Israel, se dijeron unos a otros: Este es Maná ¿Qué es esto? porque no sabían qué era. Entonces Moisés les dijo: Este es el pan que el SEÑOR os da para comer.

Esto es lo que el SEÑOR ha mandado: Recogeréis de él cada hombre según pudiere comer; un gomer por cabeza, conforme al número de vuestras personas, tomaréis cada uno para los que están en su tienda.

Y él les dijo: Esto es lo que ha dicho el SEÑOR: Mañana es el santo sábado del reposo del SEÑOR; lo que hubiereis de cocer, cocedlo hoy, y lo que hubiereis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana.

Y dijo Moisés: Comedlo hoy, porque hoy es sábado del SEÑOR; hoy no lo hallaréis en el campo.

En los seis días lo recogeréis; mas el séptimo día es sábado, en el cual no se hallará.

Y dijo Moisés: Esto es lo que el SEÑOR ha mandado: Llenarás un gomer de él para que se guarde para vuestros descendientes, a fin de que vean el pan que yo os di a comer en el desierto, cuando yo os saqué de la tierra de Egipto.

Ahora conozco que el SEÑOR es grande más que todos los dioses; porque en lo que se ensoberbecieron prevaleció contra ellos.

Y viendo el suegro de Moisés todo lo que él hacía con el pueblo, dijo: ¿Qué es esto que haces tú con el pueblo? ¿Por qué te sientas tú solo, y todo el pueblo está delante de ti desde la mañana hasta la tarde?

Desfallecerás del todo, tú, y también este pueblo que está contigo; porque el trabajo es demasiado pesado para ti; no podrás hacerlo tú solo.

Sobre todo negocio de fraude, sobre buey, sobre asno, sobre oveja, sobre vestido, sobre toda cosa perdida, cuando uno dijere: Esto es mío, la causa de ambos vendrá delante de los jueces; y el que los jueces condenaren, pagará el doble a su prójimo.

porque sólo aquello es su cubierta, es aquel el vestido para cubrir sus carnes, en el que ha de dormir; y será que cuando él a mí clamare, yo entonces le oiré, porque soy misericordioso.

Y quemarás todo el carnero sobre el altar: es holocausto al SEÑOR, olor grato, es ofrenda encendida al SEÑOR.

Luego tomarás del carnero el sebo, y la cola, y el sebo que cubre los intestinos, y el redaño del hígado, y los dos riñones, y el sebo que está sobre ellos, y la espaldilla derecha; porque es carnero de consagraciones.

Después lo tomarás de sus manos, y lo harás arder sobre el altar sobre el holocausto, por olor agradable delante del SEÑOR. Es ofrenda encendida al SEÑOR.

Y tomarás el pecho del carnero de las consagraciones, el cual es de Aarón, y lo mecerás por ofrenda mecida delante del SEÑOR; y será porción tuya.

y será para Aarón y para sus hijos por fuero perpetuo de los hijos de Israel, porque es separado; y será apartado de los hijos de Israel de sus sacrificios pacíficos, separación de ellos será para el SEÑOR.

Y si sobrare algo de la carne de las consagraciones y del pan hasta la mañana, quemarás al fuego lo que hubiere sobrado; no se comerá, porque es cosa santa.

Y esto es lo que ofrecerás sobre el altar: dos corderos de un año cada día, continuamente.

Esto dará cualquiera que pasare por la cuenta: medio siclo conforme al siclo del santuario. El siclo es de veinte óbolos; la mitad de un siclo será la ofrenda al SEÑOR.

Y tú has de tomar de las principales especias; de mirra excelente quinientos siclos, y de canela aromática la mitad, esto es, doscientos cincuenta, y de cálamo aromático doscientos cincuenta,

Sobre carne de hombre no será untado, ni haréis otro semejante, conforme a su composición, santo es; por santo habéis de tenerlo vosotros.

Y tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo: Con todo eso vosotros guardaréis mis sábados, porque es señal entre mí y vosotros por vuestras edades, para que sepáis que yo soy el SEÑOR que os santifico.

Así que guardaréis el sábado, porque santo es a vosotros; los que lo profanaren, de cierto morirán; porque cualquiera que hiciere obra alguna en él, aquella alma será cortada de en medio de su pueblo.

Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo el SEÑOR los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó, y reposó.

Dijo más el SEÑOR a Moisés: Yo he visto a este pueblo, que por cierto es pueblo de dura cerviz.

Y él respondió: No es alarido de respuesta de fuertes, ni alarido de respuesta de flacos; alarido de cantar oigo yo.

Y respondió Aarón: No se enoje mi señor; tú conoces al pueblo, que es inclinado al mal.

se puso Moisés a la puerta del campamento, y dijo: ¿Quién es del SEÑOR? Júntese conmigo. Y se juntaron con él todos los hijos de Leví.

Ahora, pues, si he hallado ahora gracia en tus ojos, te ruego que me muestres tu camino, para que te conozca, para que halle gracia en tus ojos; y mira que tu pueblo es esta gente.

Y dijo: Si ahora, Señor, he hallado gracia en tus ojos, vaya ahora el Señor en medio de nosotros; porque este es pueblo de dura cerviz; y perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y poséenos.

Todo lo que abre matriz, mío es; y de tu ganado todo primerizo de vaca o de oveja que fuere macho.

Y habló Moisés a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que el SEÑOR ha mandado, diciendo:

las vestiduras del servicio para ministrar en el santuario; es a saber, las santas vestiduras de Aarón el sacerdote, y las vestiduras de sus hijos para servir en el sacerdocio.

Y lo restante del presente será de Aarón y de sus hijos; es cosa santísima de las ofrendas encendidas del SEÑOR.

Y lo restante del presente será de Aarón y de sus hijos; es cosa santísima de las ofrendas encendidas del SEÑOR.

Y el sacerdote hará perfume de ello sobre el altar; y esto será vianda de ofrenda encendida de olor muy aceptable al SEÑOR. Todo el sebo es del SEÑOR.

Y sacará el novillo fuera del campamento, y lo quemará como quemó el primer novillo; es el pecado de la congregación.

Y cuando pecare el príncipe, e hiciere por yerro algo contra alguno de todos los mandamientos del SEÑOR su Dios, sobre cosas que no se han de hacer, y es culpable;

Y pondrá su mano sobre la cabeza del macho cabrío, y lo degollará en el lugar donde se degüella el holocausto delante del SEÑOR; es pecado.

Y si alguna persona del pueblo de la tierra cometiere pecado por yerro, haciendo algo contra alguno de los mandamientos del SEÑOR en cosas que no se han de hacer, y es culpable;

O si tocare a hombre inmundo en cualquier inmundicia suya de que es inmundo, y no lo echare de ver; si después llegare a saberlo, será culpable.

Y los traerá al sacerdote, el cual ofrecerá primero el que es como el pecado, y desunirá su cabeza de su cuello, mas no la apartará del todo;

y rociará de la sangre del pecado sobre la pared del altar; y lo que sobrare de la sangre lo exprimirá al cimiento del altar; es pecado.

Mas si su posibilidad no alcanzare para dos tórtolas, o dos palominos, el que pecó traerá por su ofrenda la décima parte de un efa de flor de harina por su pecado. No pondrá sobre ella aceite, ni sobre ella pondrá incienso, porque es pecado.

La traerá, pues, al sacerdote, y el sacerdote tomará de ella su puño lleno, en memoria suya, y hará perfume sobre el altar sobre las otras ofrendas encendidas al SEÑOR; es pecado.

Finalmente, si una persona pecare haciendo alguna de todas aquellas cosas que por mandamiento del SEÑOR no se han de hacer, sin hacerlo a sabiendas, es culpable, y llevará su iniquidad.

Es por su culpa, y ciertamente es culpable contra el SEÑOR.

entonces será que cuando ha pecado y es culpable, restituirá aquello que robó, o por el daño de la calumnia, o el depósito que se le encomendó, o lo perdido que halló,

Manda a Aarón y a sus hijos diciendo: Esta es la ley del holocausto: (es holocausto, porque se quema sobre el altar toda la noche hasta la mañana, y el fuego del altar arderá en él:)

Y ésta es la ley del presente: Lo ofrecerán los hijos de Aarón delante del SEÑOR, ante el altar.

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