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'Es' en la Biblia

Y oyendo Balac que Balaam venía, salió á recibirlo á la ciudad de Moab, que está junto al término de Arnón, que es el cabo de los confines.

Porque desde la cumbre de las peñas lo veo, y desde los montes lo observo. He aquí, {es} un pueblo {que} mora aparte, y {que} no será contado entre las naciones.

No ha mirado iniquidad en Jacob, ni ha visto rebelión en Israel; el SEÑOR su Dios es con él, y consigna de rey en él.

Dios lo saca de Egipto; es para él como los cuernos del búfalo. Devorará a las naciones {que son} sus adversarios, y desmenuzará sus huesos, y {los} traspasará con sus saetas.

Y viendo al ceneo, tomó su parábola, y dijo: Fuerte es tu habitación, pon en la peña tu nido;

El se presentará delante del sacerdote Eleazar, quien inquirirá por él por medio del juicio del Urim delante del SEÑOR. A su palabra saldrán y a su palabra entrarán, él y todos los hijos de Israel con él, {es decir,} toda la congregación.

Y les dirás: Esta es la ofrenda encendida que ofreceréis al SEÑOR: dos corderos sin tacha de un año, cada día; será el holocausto continuo.

Es holocausto continuo, que fue hecho en el monte de Sinaí en olor grato, ofrenda encendida al SEÑOR.

Es el holocausto del sábado en cada sábado, además del holocausto continuo y su libación.

Y sus libaciones de vino, medio hin con cada becerro, y el tercio de un hin con cada carnero, y la cuarta de un hin con cada cordero. Este es el holocausto de cada mes por todos los meses del año.

Esto ofreceréis además del holocausto de la mañana, que es el holocausto continuo.

Y habló Moisés a los príncipes de las tribus de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que el SEÑOR ha mandado.

Y Eleazar el sacerdote dijo a los hombres de guerra que venían de la guerra: Esta es la ordenanza de la ley que el SEÑOR ha mandado a Moisés:

la tierra que el SEÑOR hirió delante de la congregación de Israel, es tierra de ganado, y tus siervos tienen ganado.

Esto es lo que vuestros padres hicieron cuando los envié de Cades-barnea a ver la tierra.

Y Moisés les dijo: Si los hijos de Gad y los hijos de Rubén, todos los que están armados para la batalla, cruzan con vosotros el Jordán en presencia del SEÑOR, y la tierra es sojuzgada delante de vosotros, entonces les daréis la tierra de Galaad en posesión;

Y partidos de Ezión-geber, acamparon en el desierto de Zin, que es Cades.

Manda a los hijos de Israel, y diles: Cuando hubiereis entrado en la tierra de Canaán, es a saber, la tierra que os ha de caer en heredad, la tierra de Canaán según sus términos;

``En cuanto a la frontera occidental, tendréis el mar Grande, esto es, {su} costa; esta será vuestra frontera occidental.

Y mandó Moisés a los hijos de Israel, diciendo: Esta es la tierra que heredaréis por suerte, la cual mandó el SEÑOR que diera a las nueve tribus, y a la media tribu;

Y si con instrumento de hierro lo hiriere y muriere, homicida es; el homicida morirá.

Y si con piedra de mano, de que pueda morir, le hiriere, y muriere, homicida es; el homicida morirá.

Y si con instrumento de palo de mano, de que pueda morir, le hiriere, y muriere, homicida es; el homicida morirá.

o por enemistad lo hirió con su mano, y murió; el heridor morirá; es homicida; el pariente vengador \'

``Además, no tomaréis rescate por la vida de un asesino que es culpable de muerte, sino que de cierto se le dará muerte;

Esto es lo que ha mandado el SEÑOR acerca de las hijas de Zelofehad, diciendo: Cásense como ellas lo deseen, pero en la familia de la tribu de su padre se casarán;

Y me respondisteis, y dijisteis: Bueno es hacer lo que has dicho.

Y entonces mandé a vuestros jueces, diciendo: Oíd entre vuestros hermanos, y juzgad justamente entre el hombre y su hermano, y el que le es extranjero.

Y tomaron en sus manos del fruto de la tierra, y nos lo trajeron, y nos dieron cuenta, y dijeron: Es buena la tierra que el SEÑOR nuestro Dios nos da.

¿A dónde subimos? Nuestros hermanos han hecho desfallecer nuestro corazón, diciendo: Este pueblo es mayor y más alto que nosotros, las ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo; y también vimos allí hijos de gigantes.

(Es también conocida como la tierra de los gigantes, {porque} antiguamente habitaban en ella gigantes, a los que los amonitas llaman zomzomeos,

Jair, hijo de Manasés, tomó toda la región de Argob hasta la frontera con Gesur y Maaca, y la llamó, {es decir a} Basán, según su propio nombre, Havot-jair, {como se llama} hasta hoy.)

No los temáis; que el SEÑOR vuestro Dios, él es el que pelea por vosotros.

Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque ésta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia en ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente esta nación grande es un pueblo sabio y entendido.

Y El os declaró su pacto, el cual os mandó poner por obra: {esto es,} los diez mandamientos, y los escribió en dos tablas de piedra.

Cuando hayáis engendrado hijos y nietos, y hayáis permanecido largo {tiempo} en la tierra, y os corrompáis y hagáis un ídolo en forma de cualquier cosa, y hagáis lo que es malo ante los ojos del SEÑOR vuestro Dios para provocarle a ira,

Desde Aroer, que está junto a la ribera del arroyo de Arnón, hasta el monte de Sión, que es Hermón;

y el séptimo, es sábado al SEÑOR tu Dios; ninguna obra harás tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni tu peregrino que está dentro de tus puertas; para que descanse tu siervo y tu sierva como tú.

Porque, ¿qué es toda carne, para que oiga la voz del Dios viviente que habla de en medio del fuego, como nosotros la oímos, y viva?

porque el SEÑOR tu Dios, que está en medio de ti, es Dios celoso, no sea que se encienda la ira del SEÑOR tu Dios contra ti, y El te borre de la faz de la tierra.

Y harás lo que es justo y bueno a los ojos del SEÑOR, para que te vaya bien, y para que entres y tomes posesión de la buena tierra que el SEÑOR juró {que daría} a tus padres,

y no meterás abominación en tu casa, para que no seas tú anatema como ella; del todo la aborrecerás y la abominarás; porque es anatema.

Sepas, pues, hoy, que el SEÑOR tu Dios es el que pasa delante de ti, fuego consumidor, que los destruirá y humillará delante de ti; y tú los echarás, y los destruirás luego, como el SEÑOR te ha dicho.

No digas en tu corazón cuando el SEÑOR tu Dios los haya echado de delante de ti: ``Por mi justicia el SEÑOR me ha hecho entrar para poseer esta tierra", sino {que es} a causa de la maldad de estas naciones {que} el SEÑOR las expulsa de delante de ti.

No es por tu justicia ni por la rectitud de tu corazón que vas a poseer su tierra, sino que por la maldad de estas naciones el SEÑOR tu Dios las expulsa de delante de ti, para confirmar el pacto que el SEÑOR juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.

Comprende, pues, que no {es} por tu justicia {que} el SEÑOR tu Dios te da esta buena tierra para poseerla, pues eres un pueblo de dura cerviz.

Y me habló el SEÑOR, diciendo: He visto ese pueblo, y he aquí, que él es pueblo duro de cerviz.

Y tomé a vuestro pecado, es a saber el becerro que habíais hecho, y lo quemé en el fuego, y lo desmenucé moliéndolo muy bien, hasta que fue reducido a polvo; y eché el polvo de él en el arroyo que descendía del monte.

Por lo cual Leví no tuvo parte ni heredad con sus hermanos; el SEÑOR es su heredad, como el SEÑOR tu Dios le dijo.)

Sin embargo, el SEÑOR se agradó de tus padres, los amó, y escogió a su descendencia después de ellos, {es decir,} a vosotros, de entre todos los pueblos, como {se ve} hoy.

El es tu alabanza, y él es tu Dios, que ha hecho contigo estas grandes y terribles cosas que tus ojos han visto.

Que la tierra a la cual entras para heredarla, no es como la tierra de Egipto de donde habéis salido, donde sembrabas tu simiente, y regabas con tu pie, como huerto de legumbres.

La tierra a la cual pasáis para heredarla, es tierra de montes y de vegas; de la lluvia del cielo ha de beber las aguas;

No te es permitido comer dentro de tus ciudades el diezmo de tu grano, de tu mosto, o de tu aceite, ni de los primogénitos de tus vacas o de tus ovejas, ni ninguna de las ofrendas votivas que prometas, ni tus ofrendas voluntarias, ni la ofrenda alzada de tu mano,

No la comerás, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, porque estarás haciendo lo que es justo delante del SEÑOR.

Escucha con cuidado todas estas palabras que te mando, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti para siempre, porque estarás haciendo lo que es bueno y justo delante del SEÑOR tu Dios.

entonces inquirirás, buscarás y preguntarás con diligencia. Y si es verdad {y} se comprueba que se ha hecho tal abominación en medio de ti,

Cuando escuchares a la voz del SEÑOR tu Dios, guardando todos sus mandamientos que yo te mando hoy, para hacer lo que es recto en ojos del SEÑOR tu Dios.

Mas si el camino es tan largo para ti, que seas incapaz de llevar {el diezmo} por estar lejos el lugar donde el SEÑOR tu Dios escoja para poner allí su nombre, cuando el SEÑOR tu Dios te haya bendecido,

Y ésta es la manera de la remisión: todo aquel que hizo préstamo de su mano, con que adeudó a su prójimo, lo soltará; no lo demandará más a su prójimo, o a su hermano; porque la remisión del SEÑOR es pregonada.

Si un hermano tuyo, hebreo o hebrea, te es vendido, te servirá por seis años, pero al séptimo año lo pondrás en libertad.

Pero si tiene algún defecto, {si es} cojo o ciego o con cualquier {otro} defecto grave, no lo sacrificarás al SEÑOR tu Dios.

y si te lo dicen y has oído {hablar} de ello, harás una investigación minuciosa. Y he aquí, si es verdad y es cierto el hecho que esta abominación ha sido cometida en Israel,

Si un caso es demasiado difícil para que puedas juzgar, {como} entre una clase de homicidio y otra, entre una clase de pleito y otra, o entre una clase de asalto y otra, siendo casos de litigio en tus puertas, te levantarás y subirás al lugar que el SEÑOR tu Dios escoja,

No tendrán, pues, heredad entre sus hermanos: el SEÑOR es su heredad, como él les ha dicho.

Porque es abominación al SEÑOR cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones el SEÑOR tu Dios los echó de delante de ti.

Esto es conforme a todo lo que pediste al SEÑOR tu Dios en Horeb el día de la asamblea, diciendo: ``No vuelva yo a oír la voz del SEÑOR mi Dios, no vuelva a ver este gran fuego, no sea que muera."

Cuando el profeta hablare en nombre del SEÑOR, y no fuere la tal cosa, ni viniere, es palabra que el SEÑOR no ha hablado; con soberbia la habló el tal profeta; no tengas temor de él.

Y éste es el caso del homicida que ha de huir allí, y vivirá: el que hiriere a su prójimo por yerro, que no le tenía enemistad desde ayer ni anteayer;

no sea que el vengador de la sangre en el furor de su ira persiga al homicida, y lo alcance porque el camino es largo, y le quite la vida aunque él no merecía la muerte, porque no lo había odiado anteriormente.

Y los jueces investigarán minuciosamente; y si el testigo es un testigo falso {y} ha acusado a su hermano falsamente,

Y los oficiales hablarán al pueblo, diciendo: `` ¿Quién es el hombre que ha edificado una casa nueva y no la ha estrenado? Que salga y regrese a su casa, no sea que muera en la batalla y otro la estrene.

`` ¿Quién es el hombre que ha plantado una viña y no ha tomado {aún} de su fruto? Que salga y regrese a su casa, no sea que muera en la batalla y otro goce de su fruto.

`` ¿Y quién es el hombre que está comprometido con una mujer y no se ha casado? Que salga y regrese a su casa, no sea que muera en la batalla y otro se case con ella."

Y volverán los alcaldes a hablar al pueblo, y dirán: ¿Quién es hombre medroso y cobarde de corazón? Vaya, y vuelva a su casa, y no apoque el corazón de sus hermanos, como su corazón.

Cuando pusieres cerco a alguna ciudad, peleando contra ella muchos días para tomarla, no destruyas su arboleda metiendo en ella hacha, porque de ella comerás; y no la talarás, (porque el árbol del campo es la vida del hombre) para emplearla en el cerco.

Mas el árbol que supieres que no es árbol para comer, lo destruirás y lo talarás, y edificarás baluarte contra la ciudad que pelea contigo, hasta sojuzgarla.

Y tú quitarás la culpa de sangre inocente de en medio de ti, cuando hicieres lo que es recto ante los ojos del SEÑOR.

Si un hombre tiene dos mujeres, una amada y otra aborrecida, y {tanto} la amada como la aborrecida le han dado hijos, si el primogénito es de la aborrecida,

será que, el día que hiciere heredar a sus hijos lo que tuviere, no podrá dar el derecho de primogenitura a los hijos de la amada en preferencia al hijo de la aborrecida, que es el primogénito;

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