1346 casos

'Había' en la Biblia

y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese; porque aún no había Jehová Dios hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra,

Formó, pues, Jehová Dios de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán, para que viese cómo les había de llamar; y de la manera que Adán llamó a los animales vivientes, ése es su nombre.

Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que entraron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos: Éstos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre.

Y entraron con Noé al arca, de dos en dos de toda carne en que había espíritu de vida.

Y los que entraron, macho y hembra de toda carne entraron, como le había mandado Dios. Y Jehová le cerró la puerta.

Y las aguas prevalecieron mucho en extremo sobre la tierra; y todas las altas montañas que había debajo de todos los cielos, fueron cubiertas.

Todo lo que tenía aliento de espíritu de vida en sus narices, de todo lo que había en la tierra, murió.

Y sucedió que al cabo de cuarenta días abrió Noé la ventana del arca que había hecho,

Y despertó Noé de su vino, y supo lo que había hecho con él su hijo el más joven;

Y volvió por sus jornadas de la parte del sur hacia Betel, hasta el lugar donde había estado antes su tienda entre Betel y Hai;

al lugar del altar que había hecho allí antes; e invocó allí Abram el nombre de Jehová.

Y Sarai, esposa de Abram, tomó a Agar su sierva egipcia, al cabo de diez años que había habitado Abram en la tierra de Canaán, y la dio a Abram su marido por esposa.

Y él cohabitó con Agar, la cual concibió; y cuando vio que había concebido, miraba con desprecio a su señora.

Entonces tomó Abraham a Ismael su hijo, y a todos los siervos nacidos en su casa, y a todos los comprados por su dinero, a todo varón entre los domésticos de la casa de Abraham, y circuncidó la carne del prepucio de ellos en aquel mismo día, como Dios le había dicho.

Y tomó mantequilla y leche, y el becerro que había aderezado, y lo puso delante de ellos; y él estaba junto a ellos debajo del árbol; y comieron.

Porque Jehová había cerrado completamente toda matriz de la casa de Abimelec, a causa de Sara esposa de Abraham.

Y visitó Jehová a Sara, como había dicho, e hizo Jehová con Sara como había hablado.

Y circuncidó Abraham a su hijo Isaac de ocho días, como Dios le había mandado.

Y añadió: ¿Quién dijera a Abraham que Sara había de dar de mamar a hijos? pues que le he dado un hijo en su vejez.

Y vio Sara al hijo de Agar la egipcia, el cual ésta le había dado a luz a Abraham, que se burlaba.

Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y le puso en el altar sobre la leña.

Y la heredad de Efrón que estaba en Macpela enfrente de Mamre, la heredad y la cueva que estaban en ella, y todos los árboles que había en la heredad, y en todo su término al derredor, quedaron asegurados

Así Abraham adquirió de los hijos de Het el campo y la cueva que había en él, como una propiedad para sepultura.

Y aconteció que antes que él acabase de hablar, he aquí Rebeca, que había nacido a Betuel, hijo de Milca, esposa de Nacor hermano de Abraham, la cual salía con su cántaro sobre su hombro.

Y la doncella era de muy hermoso aspecto, virgen, a la que varón no había conocido; la cual descendió a la fuente, y llenó su cántaro, y se volvía.

Y el hombre estaba maravillado de ella, callando, para saber si Jehová había prosperado o no su viaje.

Y me incliné, y adoré a Jehová, y bendije a Jehová, Dios de mi señor Abraham, que me había guiado por camino de verdad para tomar la hija del hermano de mi señor para su hijo.

Y había salido Isaac a orar al campo, a la hora de la tarde; y alzando sus ojos miró, y he aquí los camellos que venían.

porque había preguntado al criado: ¿Quién es este varón que viene por el campo hacia nosotros? Y el siervo había respondido: Éste es mi señor. Ella entonces tomó el velo, y se cubrió.

Entonces el criado contó a Isaac todo lo que había hecho.

Y cuando se cumplieron sus días para dar a luz, he aquí había mellizos en su vientre.

Y volvió a abrir Isaac los pozos de agua que habían abierto en los días de Abraham su padre, y que los filisteos habían cegado después de la muerte de Abraham; y los llamó por los nombres que su padre los había llamado.

Y Rebeca estaba oyendo, cuando hablaba Isaac a Esaú su hijo; y se fue Esaú al campo para cazar lo que había de traer.

Y entregó el guisado y el pan que había aderezado, en mano de Jacob su hijo.

Y aconteció, luego que hubo Isaac acabado de bendecir a Jacob, y apenas había salido Jacob de delante de Isaac su padre, que Esaú su hermano vino de su caza.

Y vio Esaú cómo Isaac había bendecido a Jacob, y le había enviado a Padan-aram, para tomar para sí esposa de allí; y que cuando le bendijo, le había mandado, diciendo: No tomarás esposa de las hijas de Canaán;

y que Jacob había obedecido a su padre y a su madre, y se había ido a Padan-aram.

y encontró con un lugar, y durmió allí porque ya el sol se había puesto; y tomó una de las piedras de aquel paraje y la puso de cabecera, y se acostó en aquel lugar.

Y miró, y vio un pozo en el campo: y he aquí tres rebaños de ovejas que yacían cerca de él; porque de aquel pozo abrevaban los ganados: y había una gran piedra sobre la boca del pozo.

Y viendo Lea que había dejado de dar a luz, tomó a Zilpa su sierva, y la dio a Jacob por esposa.

Y puso las varas que había mondado delante de los rebaños, en los canales de los abrevaderos del agua donde venían a beber las ovejas, las cuales concebían cuando venían a beber.

Miraba también Jacob el semblante de Labán, y veía que no era para con él como había sido antes.

Y puso en camino todo su ganado, y todos sus bienes que había adquirido, el ganado de su ganancia que había obtenido en Padan-aram, para volverse a Isaac su padre en la tierra de Canaán.

Alcanzó, pues, Labán a Jacob. Y Jacob había fijado su tienda en el monte, y Labán acampó con sus hermanos en el monte de Galaad.

En quien hallares tus dioses, no viva; delante de nuestros hermanos reconoce lo que yo tuviere tuyo, y llévatelo. Jacob no sabía que Raquel los había hurtado.

Y salió Dina la hija de Lea, la cual ésta había dado a luz a Jacob, a ver las hijas del país.

Y oyó Jacob que Siquem había amancillado a Dina su hija: y estando sus hijos con su ganado en el campo, calló Jacob hasta que ellos viniesen.

Y respondieron los hijos de Jacob a Siquem y a Hamor su padre con palabras engañosas, por cuanto él había amancillado a Dina su hermana.

Y no tardó el joven en hacer aquello, porque la hija de Jacob le había agradado; y él era el más honorable de toda la casa de su padre.

Tomaron sus ovejas y vacas y sus asnos, y lo que había en la ciudad y en el campo,

y todos sus bienes; se llevaron cautivos a todos sus niños y sus esposas, y saquearon todo lo que había en casa. 33 44

Y ellos respondieron ¿Había él de tratar a nuestra hermana como a una ramera?

Así dieron a Jacob todos los dioses ajenos que había en poder de ellos, y los zarcillos que estaban en sus orejas; y Jacob los escondió debajo de una encina, que estaba junto a Siquem.

Y partieron, y el terror de Dios fue sobre las ciudades que había en sus alrededores, y no siguieron tras los hijos de Jacob.

Y edificó allí un altar, y llamó el lugar El-Betel, porque allí le había aparecido Dios, cuando huía de su hermano.

Y se apareció otra vez Dios a Jacob, cuando se había vuelto de Padan-aram, y le bendijo.

Y se fue de él Dios, del lugar donde con él había hablado.

Y Jacob erigió una columna en el lugar donde había hablado con él, una columna de piedra, y derramó sobre ella libación, y echó sobre ella aceite.

Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar donde Dios había hablado con él, Betel.

Y partieron de Betel, y había aún como media legua de tierra para llegar a Efrata, cuando dio a luz Raquel, y hubo trabajo en su parto.

Y aconteció, que como había trabajo en su parto, le dijo la partera: No temas, que también tendrás este hijo.

Y Esaú tomó sus esposas, sus hijos y sus hijas, y todas las personas de su casa, y sus ganados, y todas sus bestias, y todos sus bienes que había adquirido en la tierra de Canaán, y se fue a otra tierra, lejos de su hermano Jacob.

y le tomaron y le echaron en el pozo; pero el pozo estaba vacío, no había agua en él.

Y sabiendo Onán que la simiente no había de ser suya, sucedía que cuando entraba a la esposa de su hermano vertía en tierra, por no dar simiente a su hermano.

Entonces ella se quitó los vestidos de su viudez, y se cubrió con un velo, y se arrebozó, y se puso a la puerta de las Aguas que está junto al camino de Timnat; porque veía que había crecido Sela, y ella no era dada a él por esposa.

Y cuando la vio Judá, pensó que era una ramera, porque ella había cubierto su rostro.

Y aconteció que al tiempo de dar a luz, he aquí había dos en su vientre.

Y sucedió que entró él un día en casa para hacer su oficio, y no había nadie de los de casa allí.

Y aconteció que cuando vio ella que le había dejado su ropa en sus manos, y había huido fuera,

Y el jefe de la cárcel entregó en mano de José todos los presos que había en aquella prisión; todo lo que hacían allí, él lo dirigía.

Y viendo el jefe de los panaderos que había interpretado para bien, dijo a José: También yo soñaba que veía tres canastillos blancos sobre mi cabeza;

Y en el canastillo más alto había de toda clase de pastelería para Faraón; y las aves las comían del canastillo de sobre mi cabeza.

Mas hizo ahorcar al jefe de los panaderos, como lo había interpretado José.

Y aconteció que a la mañana estaba agitado su espíritu; y envió e hizo llamar a todos los magos de Egipto, y a todos sus sabios: y les contó Faraón sus sueños, pero no había quien los declarase a Faraón.

Y comenzaron a venir los siete años del hambre, como José había dicho: y hubo hambre en todos los países, mas en toda la tierra de Egipto había pan.

Y el hambre estaba por toda la extensión del país. Entonces abrió José todo granero donde había, y vendía a los egipcios; porque había crecido el hambre en la tierra de Egipto.

Y toda la tierra venía a Egipto para comprar de José, porque por toda la tierra había crecido el hambre.

Y cuando Jacob vio que en Egipto había alimentos, Jacobo dijo a sus hijos: ¿Por qué os estáis mirando?

Y vinieron los hijos de Israel a comprar entre los que venían: porque había hambre en la tierra de Canaán.

Entonces se acordó José de los sueños que había tenido de ellos, y les dijo: Espías sois; por ver lo descubierto del país habéis venido.

Y ellos no sabían que los entendía José, porque había intérprete entre ellos.

Y vinieron a Jacob su padre en tierra de Canaán, y le contaron todo lo que les había acontecido, diciendo:

Resultados de Búsqueda por Versiones

Resultados de Búsqueda por Libro

Todos los Libros

Reina Valera Gómez (© 2010)