'Jesús' en la Biblia
Damos gracias al Dios y Padre del Señor nuestro Jesús el Cristo, siempre orando por vosotros;
habiendo oído vuestra fe en el Cristo Jesús, y la caridad que tenéis para con todos los santos,
como lo habéis aprendido de Epafras, nuestro consiervo amado, el cual es para vosotros un fiel ministro de Cristo Jesús;
el cual nosotros anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando en toda sabiduría, para hacer a todo hombre perfecto en el Cristo Jesús;
Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesús el Cristo, andad en él;
Y todo lo que hagáis, sea de palabra, o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias al Dios y Padre por él.
y Jesús, el que se llama el Justo; los cuales son de la circuncisión, éstos solos son los que me ayudan en el Reino de Dios, y me han sido consuelo.
Pablo, Silvano, y Timoteo, a la Iglesia de los tesalonicenses congregada en Dios, el Padre, y en el Señor Jesús, el Cristo: Gracia y paz tengáis de Dios nuestro Padre y del Señor Jesús el Cristo.
sin cesar acordándonos de la obra de vuestra fe, y del trabajo y caridad, y del esperar con la esperanza del Señor nuestro, Jesús el Cristo, delante del Dios y Padre nuestro.
Y esperar a su Hijo de los cielos, al cual resucitó de los muertos: a Jesús, el cual nos libró de la ira que ha de venir.
Porque vosotros, hermanos, habéis sido imitadores en Cristo Jesús de las Iglesias de Dios que están en Judea; que habéis padecido también vosotros las mismas cosas de los de vuestra propia nación, como también ellos de los judíos;
los cuales también mataron al Señor Jesús y a sus propios profetas, y a nosotros nos han perseguido; y no agradan a Dios, y se oponen a todos los hombres;
Porque ¿cuál es nuestra esperanza, o gozo, o corona de que me gloríe? ¿No lo sois vosotros, delante del Señor nuestro Jesús el Cristo en su venida?
Mas el mismo Dios y Padre nuestro, y el Señor nuestro, Jesús el Cristo, encamine nuestro viaje a vosotros.
para que sean confirmados vuestros corazones en santidad, irreprensibles delante del Dios y Padre nuestro, para la venida del Señor nuestro, Jesús el Cristo, con todos sus santos.
Resta pues, hermanos, que os roguemos y exhortemos en el Señor Jesús, que de la manera que fuisteis enseñados de nosotros de cómo os conviene andar, y agradar a Dios, así vayáis creciendo.
Porque ya sabéis qué mandamientos os dimos por el Señor Jesús.
Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con él a los que durmieron en Jesús.
Porque no nos ha ordenado Dios para ira, sino para alcanzar salud por el Señor nuestro, Jesús el Cristo,
Dad gracias en todo; porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
Y el Dios de paz os santifique completamente; para que vuestro espíritu, alma y cuerpo sea guardado entero sin reprensión para la venida del Señor nuestro, Jesús el Cristo.
La gracia del Señor nuestro, Jesús el Cristo, sea con vosotros. Amén.
Pablo, y Silvano, y Timoteo, a la Iglesia de los tesalonicenses congregada en Dios nuestro Padre y en el Señor nuestro, Jesús el Cristo:
Gracia y paz tengáis de Dios nuestro Padre y del Señor Jesús el Cristo.
y a vosotros, que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús del cielo con los ángeles de su potencia,
con llama de fuego, para dar el pago a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al Evangelio del Señor nuestro, Jesús el Cristo;
para que el Nombre del Señor nuestro, Jesús el Cristo sea clarificado en vosotros, y vosotros en él, por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesús el Cristo.
Os rogamos, hermanos, en cuanto a la venida del Señor nuestro, Jesús el Cristo, y nuestro recogimiento a él,
a lo cual os llamó por nuestro Evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesús el Cristo.
Y el mismo Señor nuestro, Jesús el Cristo, y Dios y Padre nuestro, el cual nos amó, y nos dio la consolación eterna, y la buena esperanza por gracia,
Pero os denunciamos, hermanos, en el nombre del Señor nuestro, Jesús el Cristo, que os apartéis de todo hermano que anduviere fuera de orden, y no conforme a la doctrina que recibieron de nosotros;
Y a los tales denunciamos y rogamos en el Señor nuestro, Jesús el Cristo, que, trabajando con silencio, coman su pan.
La gracia de nuestro Señor Jesús el Cristo sea con todos vosotros. Amén.
Pablo, apóstol de Jesús el Cristo, por mandamiento de Dios Salvador nuestro, y del Señor Jesús el Cristo, esperanza nuestra.
A Timoteo, verdadero hijo en la fe: gracia, misericordia y paz de Dios nuestro Padre, y de Cristo Jesús, Señor nuestro.
Y doy gracias al que me fortificó, a Cristo Jesús, Señor nuestro, de que me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio;
Mas la gracia del Señor nuestro fue más abundante con la fe y amor que es en Cristo Jesús.
Palabra fiel y digna de ser recibida de todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.
Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Cristo Jesús mostrara primero en mí, toda su clemencia, para ejemplo de los que habían de creer en él para vida eterna.
Porque hay un solo Dios, asimismo un solo Mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús,
Porque los que bien ministraren, ganan para sí buen grado, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús.
Si esto propusieres a los hermanos, serás buen ministro de Jesús el Cristo, criado en las palabras de la fe y de la buena doctrina, la cual has alcanzado.
Te requiero delante de Dios y del Señor Jesús el Cristo, y de sus Angeles escogidos, que guardes estas cosas, sin perjuicio de nadie, no haciendo nada con parcialidad.
El que enseña otra cosa, y no se allega a las sanas palabras del Señor nuestro, Jesús el Cristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad;
Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Cristo Jesús, que testificó la buena profesión delante de Poncio Pilato,
que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta que aparezca nuestro Señor Jesús el Cristo,
Pablo, apóstol de Jesús el Cristo, por la voluntad de Dios, según la promesa de la vida que es en Cristo Jesús,
a Timoteo, amado hijo: gracia, misericordia, y paz de Dios el Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro.
que nos ha librado, y nos llamó a la santa vocación; no por nuestras obras, sino según el intento suyo y por la gracia, la cual nos es dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos;
mas ahora es manifestada por la venida de nuestro Salvador, Jesús el Cristo, el cual asimismo anuló la muerte, y sacó a luz la vida y la incorrupción por el Evangelio;
Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y caridad que es en Cristo Jesús.
Pues tú, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús.
Y tú pues, trabaja como fiel soldado de Jesús el Cristo.
Acuérdate que Jesús el Cristo, resucitó de los muertos, el cual fue de la simiente de David, conforme a mi Evangelio;
Por tanto, todo lo sufro por amor de los escogidos, para que ellos también consigan la salud que es en el Cristo Jesús con gloria eterna.
Y también todos los que quieren vivir píamente en Cristo Jesús, padecerán persecución.
y que sabes las Sagradas Escrituras desde la niñez, las cuales te pueden hacer sabio para la salud por la fe que es en Cristo Jesús.
Requiero yo, pues, delante de Dios, y del Señor Jesús el Cristo, que ha de juzgar a los vivos y los muertos en su manifestación y en su Reino.
El Señor Jesús el Cristo, sea con tu espíritu. La Gracia sea con vosotros. Amén.
Pablo, siervo de Dios, y apóstol de Jesús el Cristo, según la fe de los escogidos de Dios, y el conocimiento de la verdad que es según la piedad,
a Tito, verdadero hijo en la común fe: Gracia, misericordia, y paz del Dios Padre, y del Señor Jesús el Cristo, Salvador nuestro.
esperando aquella esperanza bienaventurada, y la manifestación gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro Jesús el Cristo.
el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesús el Cristo, nuestro Salvador,
Pablo, preso por causa de Cristo Jesús, y el hermano Timoteo, a Filemón amado, y ayudador nuestro;
Gracia y paz halléis del Dios nuestro Padre, y del Señor Jesús el Cristo.
Oyendo tu caridad, y la fe que tienes en el Señor Jesús, y para con todos los santos;
que la comunicación de tu fe sea eficaz, para conocimiento de todo el bien que está en vosotros, por Cristo Jesús.
ruego antes por la caridad porque soy tal, es a saber, Pablo ya anciano, y aun ahora preso por amor de Jesús, el Cristo;
Te saludan Epafras, mi compañero en la prisión por el Cristo Jesús.
La gracia de nuestro Señor Jesús el Cristo sea con vuestro espíritu, Amén.
Pero vemos a aquel Jesús coronado de gloria y de honra, quien fue hecho un poco menor que los ángeles por pasión de muerte, para que por la gracia de Dios gustara la muerte por todos.
Por tanto, hermanos, santos, participantes de la vocación celestial, considerad al Apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús,
Porque si Jesús \'
Por tanto, teniendo un gran Sumo Sacerdote, que penetró los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos esta profesión (de nuestra esperanza).
donde entró por nosotros nuestro precursor Jesús, hecho Sumo Sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.
Tanto de mejor testamento es hecho prometedor Jesús.
Por lo cual no entró Jesús en el santuario hecho de mano, (que es figura del verdadero,) sino en el mismo cielo para presentarse ahora por nosotros en la presencia de Dios.
En esa voluntad somos santificados por la ofrenda del cuerpo de Jesús, el Cristo, hecha UNA VEZ.
Así que, hermanos, teniendo atrevimiento para entrar en el Santuario por la sangre de Jesús el Cristo,
puestos los ojos en el Autor y Consumador de la fe, Jesús, el cual, habiéndole sido propuesto gozo, sufrió el madero, menospreciando la vergüenza, y fue sentado a la diestra del trono de Dios.
y a Jesús el Mediador del Nuevo Testamento; y a la sangre del esparcimiento que habla mejor que la de Abel.
Jesús el Cristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.
Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo por su propia sangre, padeció fuera de la puerta.
Y el Dios de paz que sacó de los muertos al Gran Pastor de las ovejas por la sangre del Testamento eterno, al Señor nuestro Jesús,
os haga perfectos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesús el Cristo, al cual es la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Jacobo, siervo de Dios y del Señor Jesús, el Cristo, a las doce tribus que están esparcidas, salud.
Hermanos míos, no tengáis la fe de nuestro Señor, Jesús el Cristo glorioso, en acepción de personas.
Pedro, apóstol de Jesús el Cristo, a los extranjeros esparcidos en Ponto, Galacia, Capadocia, Asia, y en Bitinia,
elegidos (según la presciencia de Dios Padre) en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesús el Cristo: Gracia y paz os sea multiplicada.
Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor, Jesús el Cristo, que según su grande misericordia nos ha engendrado de nuevo en esperanza viva, por la resurrección de Jesús el Cristo, de los muertos:
para que la prueba de vuestra fe, mucho más preciosa que el oro (el cual perece, mas sin embargo es probado con fuego), sea hallada en alabanza, gloria y honra, cuando Jesús el Cristo, fuere manifestado;
Por lo cual, teniendo los lomos de vuestro entendimiento ceñidos con templanza, esperad perfectamente en la gracia que os es presentada cuando Jesús el Cristo, os es manifestado,
vosotros también, como piedras vivas, son edificados una casa espiritual, y un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios por Jesús el Cristo.
A la figura de la cual el bautismo que ahora corresponde nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, mas dando testimonio de una buena conciencia delante de Dios,) por la resurrección de Jesús el Cristo,
Si alguno habla, hable como los oráculos de Dios; si alguno ministra, ministre conforme a la virtud que Dios suministra; para que en todas las cosas sea Dios glorificado por Jesús el Cristo, al cual es gloria e imperio para siempre jamás. Amén.
Mas el Dios de toda gracia, que nos ha llamado a su gloria eterna por Jesús el Cristo, después que hubiereis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, confirme, corrobore y establezca.
Saludaos unos a otros con beso de caridad. Paz sea con todos vosotros los que estáis en Jesús el Cristo. Amén.
Gracia y paz os sea multiplicada en el conocimiento de Dios, y de nuestro Señor Jesús.
Hijitos míos, estas cosas os escribo, para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, Abogado tenemos delante del Padre, a Jesús el Cristo Justo;
¿Quién es mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este tal es anticristo, que niega al Padre y al Hijo.
Resutados de la Búsqueda continuados...
Resultados de Búsqueda por Versiones
Resultados de Búsqueda por Libro
Artículos Relacionados
- Aprender de Jesús
- Clamando a Jesús
- Como un Niño Jesús
- Condenando a Jesús
- Cristo, nombres para
- Cómo Jesús conoce el corazón
- Discernimiento de Jesús
- El Niño Jesús
- El amor de Jesús, a los Santos
- El amor de Jesús, los ejemplos de
- El enojo de Jesús
- El nacimiento de Jesús
- Golpiza Jesús
- Imitando a Jesús
- Jesús
- Jesús acompañándoos
- Jesús afirma ser el Cristo
- Jesús cadáver
- Jesús como Hijo de David
- Jesús como Hijo del Hombre
- Jesús como Rey de reyes
- Jesús como alimento
- Jesús como el Hijo amado
- Jesús como esposo
- Jesús como nuestro maestro
- Jesús el profeta
- Jesús expulsando demonios
- Jesús reconoció como el Cristo
- La Herã de Jesús
- La gloria de Dios en Cristo Jesús
- La ley, la actitud de Cristo Jesús a
- Las multitudes en torno a Jesús
- Los Apóstoles, durante el ministerio terrenal de Jesús
- Los niños, con Jesús
- Los niños, en los milagros de Jesús
- No creer en Jesús
- Nombres y Títulos Para Cristo
- Obedeciendo a Jesús
- Pedir en el nombre de Jesús
- Profecías dice Jesús
- Restaurado en Cristo Jesús
- Sirviendo a Jesús
- Tardes para Jesús y Sus discípulos
- Tumba de Jesús
- Volver al Padre, Jesús
- Aquellos que Jesús sanó
- El nacimiento de Jesús
- El padre
- El rol de Jesús en la salvación
- El uso de parábolas por Jesús
- Encontrar la culpa en Jesús
- Hablar de Jesús
- La Biblia sobre ser como Jesús
- La destrucción de Jesús de sus enemigos
- La muerte de Jesús
- La oración de Jesús
- La sanación de Jesus
- La sanación de Jesús en el día de reposo
- La sangre de Jesús
- La visión de inspiración de Jesús
- Las afirmaciones de Jesús sobre el espíritu
- Llevar los hombres ante Jesús
- Recibir a Jesús como un invitado
- Toda la autoridad que se le ha otorgado a Jesús
- ¿Quién es Jesús?