'La' en la Biblia
Y ellos se casaron con mujeres moabitas; el nombre de una {era} Orfa y el nombre de la otra Rut. Y habitaron allí unos diez años.
Murieron también los dos, Mahlón y Quelión, y la mujer quedó privada de sus dos hijos y de su marido.
Entonces se levantó con sus nueras para regresar de la tierra de Moab, porque ella había oído en la tierra de Moab que el SEÑOR había visitado a su pueblo dándole alimento.
Salió, pues, del lugar donde estaba, y sus dos nueras con ella, y se pusieron en camino para volver a la tierra de Judá.
Y Noemí dijo a sus dos nueras: Id, volveos cada una a la casa de vuestra madre. Que el SEÑOR tenga misericordia de vosotras como vosotras la habéis tenido con los muertos y conmigo.
Que el SEÑOR os conceda que halléis descanso, cada una en la casa de su marido. Entonces las besó, y ellas alzaron sus voces y lloraron,
¿esperaríais por eso hasta que fueran mayores? ¿Dejaríais vosotras de casaros por eso? No, hijas mías, porque eso es más difícil para mí que para vosotras, pues la mano del SEÑOR se ha levantado contra mí.
Donde tú mueras, {allí} moriré, y allí seré sepultada. Así haga el SEÑOR conmigo, y aún peor, si {algo, excepto} la muerte, nos separa.
Caminaron, pues, las dos hasta que llegaron a Belén. Y sucedió que cuando llegaron a Belén, toda la ciudad se conmovió a causa de ellas, y las {mujeres} decían: ¿{No} es ésta Noemí?
Y volvió Noemí, y con ella su nuera Rut la moabita, regresando así de los campos de Moab. Llegaron a Belén al comienzo de la siega de la cebada.
Y tenía Noemí un pariente de su marido, un hombre de mucha riqueza, de la familia de Elimelec, el cual se llamaba Booz.
Y Rut la moabita dijo a Noemí: Te ruego que me dejes ir al campo a recoger espigas en pos de aquel a cuyos ojos halle gracia. Y ella le respondió: Ve, hija mía.
Partió, pues, y fue y espigó en el campo en pos de los segadores; y aconteció que fue a la parte del campo que pertenecía a Booz, que {era} de la familia de Elimelec.
Y el siervo a cargo de los segadores respondió y dijo: Es la joven moabita que volvió con Noemí de la tierra de Moab.
Y ella dijo: ``Te ruego que me dejes espigar y recoger tras los segadores entre las gavillas." Y vino y ha permanecido desde la mañana hasta ahora; {sólo} se ha sentado en la casa por un momento.
Y Booz le respondió, y dijo: Todo lo que has hecho por tu suegra después de la muerte de tu esposo me ha sido informado en detalle, y {cómo} dejaste a tu padre, a tu madre y tu tierra natal, y viniste a un pueblo que antes no conocías.
Y a la hora de comer Booz le dijo: Ven acá para que comas del pan y mojes tu pedazo de pan en el vinagre. Así pues ella se sentó junto a los segadores; y él le sirvió grano tostado, y ella comió hasta saciarse y {aún} le sobró.
Cuando ella se levantó para espigar, Booz ordenó a sus siervos, diciendo: Dejadla espigar aun entre las gavillas y no la avergoncéis.
También sacaréis a propósito para ella {un poco de grano} de los manojos y {lo} dejaréis para que ella {lo} recoja, y no la reprendáis.
Y {lo} tomó y fue a la ciudad, y su suegra vio lo que había recogido. Y sacó también lo que le había sobrado después de haberse saciado y se lo dio a Noemí.
Entonces Rut la moabita dijo: Además, él me dijo: ``Debes estar cerca de mis siervos hasta que hayan terminado toda mi cosecha."
Y ella se quedó cerca de las criadas de Booz espigando hasta que se acabó la cosecha de cebada y de trigo. Y vivía con su suegra.
Ahora pues, ¿no es Booz nuestro pariente, con cuyas criadas estabas? He aquí, él avienta cebada en la era esta noche.
Lávate, pues, úngete y ponte tu {mejor} vestido y baja a la era; {pero} no te des a conocer al hombre hasta que haya acabado de comer y beber.
Descendió, pues, a la era e hizo todo lo que su suegra le había mandado.
Entonces él dijo: Bendita seas del SEÑOR, hija mía. Has hecho tu última bondad mejor que la primera, al no ir en pos de {los} jóvenes, ya sean pobres o ricos.
Ahora hija mía, no temas. Haré por ti todo lo que {me} pidas, pues todo mi pueblo en la ciudad sabe que eres una mujer virtuosa.
Quédate esta noche, y cuando venga la mañana, si él quiere redimirte, bien, que te redima. Pero si no quiere redimirte, entonces yo te redimiré, vive el SEÑOR. Acuéstate hasta la mañana.
Y ella se acostó a sus pies hasta la mañana, y se levantó antes que una {persona} pudiera reconocer a otra; y él dijo: Que no se sepa que ha venido mujer a la era.
Dijo además: Dame el manto que tienes puesto y sujétalo. Y ella lo sujetó, y él midió seis {medidas} de cebada y se {las} puso encima. Entonces ella entró en la ciudad.
Y Booz subió a la puerta y allí se sentó, y he aquí que el pariente más cercano de quien Booz había hablado iba pasando, y le dijo: Eh, tú, ven acá y siéntate. Y él vino y se sentó.
Y {Booz} tomó diez hombres de los ancianos de la ciudad, y {les} dijo: Sentaos aquí. Y ellos se sentaron.
Entonces dijo al pariente más cercano: Noemí, que volvió de la tierra de Moab, tiene que vender la parte de la tierra que pertenecía a nuestro hermano Elimelec.
Y pensé informarte, diciéndo{te:} ``Cómpra{la} en presencia de los que están {aquí} sentados, y en presencia de los ancianos de mi pueblo. Si {la} vas a redimir, redíme{la}; y si no, díme{lo} para que yo {lo} sepa; porque no hay otro aparte de ti que {la} redima, y yo después de ti." Y él dijo: {La} redimiré.
Entonces Booz dijo: El día que compres el campo de manos de Noemí, debes adquirir también a Rut la moabita, viuda del difunto, a fin de conservar el nombre del difunto en su heredad.
Y el pariente más cercano respondió: No puedo redimir{la} para mí mismo, no sea que perjudique mi heredad. Redíme{la} para ti; {usa} tú mi derecho de redención, pues yo no puedo redimir{la.}
Y {la costumbre} en tiempos pasados en Israel tocante a la redención y el intercambio {de tierras} para confirmar cualquier asunto era ésta: uno se quitaba la sandalia y se la daba al otro; y esta era la {manera de} confirmar en Israel.
El pariente más cercano dijo a Booz: Cómpra{la} para ti. Y se quitó la sandalia.
Entonces Booz dijo a los ancianos y a todo el pueblo: Vosotros sois testigos hoy que he comprado de la mano de Noemí todo lo que pertenecía a Elimelec y todo lo que pertenecía a Quelión y a Mahlón.
Además, he adquirido a Rut la moabita, la viuda de Mahlón, para que sea mi mujer a fin de preservar el nombre del difunto en su heredad, para que el nombre del difunto no sea cortado de sus hermanos, ni del atrio de su lugar {de nacimiento;} vosotros sois testigos hoy.
Y todo el pueblo que {estaba} en el atrio, y los ancianos, dijeron: Testigos {somos.} Haga el SEÑOR a la mujer que entra en tu casa como a Raquel y a Lea, las cuales edificaron la casa de Israel; y que tú adquieras riquezas en Efrata y seas célebre en Belén.
Además, sea tu casa como la casa de Fares, el que Tamar dio a luz a Judá, por medio de la descendencia que el SEÑOR te dará de esta joven.