12365 casos

'La' en la Biblia

Tres veces cada año parecerá todo varón tuyo delante del SEÑOR tu Dios en el lugar que él escogiere: en la fiesta solemne de los panes cenceños, y en la fiesta solemne de las semanas, en la fiesta solemne de los tabernáculos. Y no parecerá vacío delante del SEÑOR:

Cada uno con el don de su mano, conforme a la bendición del SEÑOR tu Dios, que te hubiere dado.

La justicia, la justicia seguirás, para que vivas y heredes la tierra que el SEÑOR tu Dios te da.

que hubiere ido y servido a dioses ajenos, y se hubiere inclinado a ellos, o al sol, o a la luna, o a todo el ejército del cielo, lo cual yo no he mandado;

y te fuere dado aviso, y, después que oyeres y hubieres indagado bien, la cosa parece de verdad cierta, que tal abominación ha sido hecha en Israel;

entonces sacarás al hombre o a la mujer que hubiere hecho esta mala cosa, a la puerta de la ciudad, hombre o mujer, y los apedrearás con piedras, y así morirán.

La mano de los testigos será primero sobre él para matarlo, y después la mano de todo el pueblo; así quitarás el mal de en medio de ti.

y vendrás a los sacerdotes levitas, y al juez que fuere en aquellos días, y preguntarás; y te enseñarán la palabra del juicio.

Y harás según la palabra que ellos te enseñarán, los del lugar que el SEÑOR escogiere, y guardarás de hacer según todo lo que te enseñaren.

Según la palabra de la ley, que ellos te enseñaren, y según el juicio que te dijeren, harás: no te apartarás ni a diestra ni a siniestra de la palabra que te enseñaren.

Cuando hubieres entrado en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da, y la heredares, y habitares en ella, y dijeres: Pondré rey sobre mí, como todos los gentiles que están en mis alrededores;

Los sacerdotes levitas, toda la tribu de Leví, no tendrán parte ni heredad con Israel; de las ofrendas encendidas al SEÑOR, y de la heredad de él comerán.

Y éste será el derecho de los sacerdotes de parte del pueblo, de los que ofrecieren en sacrificio buey o cordero; darán al sacerdote la espalda, las quijadas, y el cuajar.

Las primicias de tu grano, de tu vino, y de tu aceite, y las primicias de la lana de tus ovejas le darás;

Cuando hubieres entrado en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellos gentiles.

Conforme a todas las cosas que pediste al SEÑOR tu Dios en Horeb el día de la asamblea, diciendo: No vuelva yo a oír la voz del SEÑOR mi Dios, ni vea yo más este gran fuego, para que no muera.

Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que el SEÑOR no hubiere hablado?

Cuando el profeta hablare en nombre del SEÑOR, y no fuere la tal cosa, ni viniere, es palabra que el SEÑOR no ha hablado; con soberbia la habló el tal profeta; no tengas temor de él.

te apartarás tres ciudades en medio de tu tierra que el SEÑOR tu Dios te da para que la heredes.

Y si el SEÑOR tu Dios ensanchare tu término, como lo juró a tus padres, y te diere toda la tierra que dijo a tus padres que había de dar;

para que no sea derramada sangre inocente en medio de tu tierra, que el SEÑOR tu Dios te da por heredad, y no sea sobre ti la sangre.

No le perdonará tu ojo; y quitarás de Israel la culpa de la sangre inocente, y te irá bien.

Cuando salieres a la guerra contra tus enemigos, y vieres caballos y carros, un pueblo más grande que tú, no tengas temor de ellos, que el SEÑOR tu Dios está contigo, el cual te sacó de tierra de Egipto.

Y los alcaldes hablarán al pueblo, diciendo: ¿Quién ha edificado casa nueva, y no la ha estrenado? Que se vaya, y vuelva a su casa, para que no muera por ventura en la batalla, y algún otro la estrene.

¿Y quién ha plantado viña, y no ha disfrutado de ella? Vaya, y vuelva a su casa, para que por ventura no muera en la batalla, y algún otro la disfrute.

¿Y quién se ha desposado con mujer, y no la ha tomado? Vaya, y vuelva a su casa, para que por ventura no muera en la batalla, y algún otro la tome.

Mas si no hiciere paz contigo, y emprendiere contigo guerra, y la cercares,

y el SEÑOR tu Dios la entregare en tu mano, entonces herirás a todo varón suyo a filo de espada.

Solamente las mujeres y los niños, y los animales, y todo lo que hubiere en la ciudad, todos sus despojos, tomarás para ti; y comerás del despojo de tus enemigos, los cuales el SEÑOR tu Dios te entregó.

Cuando pusieres cerco a alguna ciudad, peleando contra ella muchos días para tomarla, no destruyas su arboleda metiendo en ella hacha, porque de ella comerás; y no la talarás, (porque el árbol del campo es la vida del hombre) para emplearla en el cerco.

Mas el árbol que supieres que no es árbol para comer, lo destruirás y lo talarás, y edificarás baluarte contra la ciudad que pelea contigo, hasta sojuzgarla.

Cuando fuere hallado en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da para que la heredes, algún muerto echado en el campo, y no se supiere quién lo hirió,

y será, que los ancianos de aquella ciudad, de la ciudad más cercana al muerto, tomarán una becerra que no haya servido, que no haya traído yugo;

y los ancianos de aquella ciudad traerán la becerra a un valle áspero, que nunca haya sido arado ni sembrado, y cortarán la cerviz a la becerra allí en el valle.

Y todos los ancianos de aquella ciudad más cercana al muerto lavarán sus manos sobre la becerra degollada en el valle.

Reconcilia a tu pueblo Israel, al cual rescataste, oh SEÑOR; y no imputes la sangre inocente derramada en medio de tu pueblo Israel. Y la sangre les será perdonada.

Y tú quitarás la culpa de sangre inocente de en medio de ti, cuando hicieres lo que es recto ante los ojos del SEÑOR.

Cuando salieres a la guerra contra tus enemigos, y el SEÑOR tu Dios los entregare en tu mano, y tomares de ellos cautivos,

Y será, si no te agradare, que la has de dejar en su libertad; y no la venderás por dinero, ni mercadearás con ella, por cuanto la afligiste.

Cuando algún varón tuviere dos mujeres, la una amada y la otra aborrecida, y la amada y la aborrecida le hubieren dado a luz hijos, y el hijo primogénito fuere de la aborrecida;

será que, el día que hiciere heredar a sus hijos lo que tuviere, no podrá dar el derecho de primogenitura a los hijos de la amada en preferencia al hijo de la aborrecida, que es el primogénito;

mas al hijo de la aborrecida se reconocerá por primogénito, para darle doble porción de todo lo que le fuere hallado; porque aquel es el principio de su fuerza, el derecho de la primogenitura es suyo.

entonces lo tomarán su padre y su madre, y lo sacarán a los ancianos de su ciudad, y a la puerta del lugar suyo;

y dirán a los ancianos de la ciudad: Este nuestro hijo es contumaz y rebelde, no oye nuestra voz; es glotón y borracho.

Y así harás de su asno, así harás también de su vestido, y lo mismo harás con toda cosa perdida de tu hermano que se le perdiere, y tú la hallares; no podrás retraerte de ello.

Cuando hallares en el camino algún nido de ave en cualquier árbol, o sobre la tierra, con pollos o huevos, y estuviere la madre echada sobre los pollos o sobre los huevos, no tomes la madre con los hijos.

Dejarás ir a la madre, y tomarás los pollos para ti; para que te vaya bien, y prolongues tus días.

y le pusiere algunas faltas, y esparciere sobre ella mala fama, y dijere: Esta tomé por mujer, y me llegué a ella, y no la hallé virgen;

entonces el padre de la joven y su madre tomarán, y sacarán las señales de la virginidad de la doncella a los ancianos de la ciudad, en la puerta.

y, he aquí, él le pone tachas de algunas cosas, diciendo: No he hallado tu hija virgen; pero, he aquí las señales de la virginidad de mi hija. Y extenderán la sábana delante de los ancianos de la ciudad.

Entonces los ancianos de la ciudad tomarán al hombre y lo castigarán;

y le han de multar en cien ciclos de plata, los cuales darán al padre de la joven, por cuanto esparció mala fama sobre una virgen de Israel; y la ha de tener por mujer, y no podrá despedirla en todos sus días.

Mas si este negocio fue verdad, que no se hubiere hallado pruebas de virginidad para la joven,

entonces los sacaréis a ambos a la puerta de aquella ciudad, y los apedrearéis con piedras, y morirán; la joven porque no dio voces en la ciudad, y el hombre porque forzó a la mujer de su prójimo; así quitarás el mal de en medio de ti.

Mas si el hombre halló la joven desposada en la campo, y él la tomare, y se acostare con ella forzándola, morirá sólo el hombre que con ella se hubiere acostado;

y a la joven no harás nada; no hay en la joven pecado que merece la muerte; porque como cuando alguno se levanta contra su prójimo, y le quita la vida, así es esto.

Porque él la halló en el campo; dio voces la moza desposada, y no hubo quien la salvara.

Cuando alguno hallare una joven virgen, que no fuere desposada, y la tomare, y se acostare con ella, y fueren hallados;

entonces el hombre que se acostó con ella dará al padre de la joven cincuenta ciclos de plata, y ella será su mujer, por cuanto la afligió; no la podrá despedir en todos sus días.

No entrará bastardo en la congregación del SEÑOR; ni aun en la décima generación entrará en la congregación del SEÑOR.

No entrará amonita ni moabita en la congregación del SEÑOR; ni aun en la décima generación entrará en la congregación del SEÑOR para siempre;

Mas no quiso el SEÑOR tu Dios oír a Balaam; y el SEÑOR tu Dios te volvió la maldición en bendición, porque el SEÑOR tu Dios te amaba.

No procurarás la paz de ellos ni su bien en todos los días para siempre.

Los hijos que nacieren de ellos, en la tercera generación entrarán en la congregación del SEÑOR.

Y será que al declinar de la tarde se lavará con agua, y cuando fuere puesto el sol, entrará en el campamento.

No traerás precio de ramera, ni precio de perro (prostituto del culto pagano) a la casa del SEÑOR tu Dios por ningún voto; porque abominación es al SEÑOR tu Dios así lo uno como lo otro.

Del extraño tomarás logro, mas de tu hermano no lo tomarás, para que te bendiga el SEÑOR tu Dios en toda obra de tus manos sobre la tierra a la cual entras para heredarla.

Cuando entrares en la viña de tu prójimo, comerás uvas hasta saciar tu deseo; mas no pondrás en tu vaso.

Cuando entrares en la mies de tu prójimo, podrás cortar espigas con tu mano; mas no aplicarás hoz a la mies de tu prójimo.

Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si después no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa torpe, le escribirá carta de repudio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa.

Y si la aborreciere el postrer varón, y le escribiere carta de repudio, y se la entregare en su mano, y la despidiere de su casa; o si muriere el postrer varón que la tomó para sí por mujer,

no podrá su primer marido, que la despidió, volverla a tomar para que sea su mujer, después que fue inmunda; porque es abominación delante del SEÑOR, y no harás que la tierra peque que el SEÑOR tu Dios te da por heredad.

No tomarás en prenda la muela de molino, ni la de abajo ni la de arriba, porque sería prendar la vida.

Cuando fuere hallado alguno que haya secuestrado persona de sus hermanos los hijos de Israel, y hubiere mercadeado con ella, o la hubiere vendido, el tal ladrón morirá, y quitarás el mal de en medio de ti.

Fuera estarás, y el hombre a quien prestaste, te sacará afuera la prenda.

Sin falta le devolverás la prenda cuando el sol se ponga, para que duerma en su ropa, y te bendiga; y te será justicia delante del SEÑOR tu Dios.

Cuando segares tu mies en tu tierra, y olvidares alguna gavilla en el campo, no volverás a tomarla; del extranjero, o del huérfano, o de la viuda será; para que te bendiga el SEÑOR tu Dios en toda obra de tus manos.

Cuando sacudieres tus olivas, no recorrerás las ramas tras ti; del extranjero, del huérfano, y de la viuda será.

Cuando vendimiares tu viña, no rebuscarás tras ti; del extranjero, del huérfano, y de la viuda será.

Y si el hombre no quisiere tomar a su cuñada, irá entonces la cuñada a la puerta donde están los ancianos, y dirá: Mi cuñado no quiere suscitar nombre en Israel a su hermano; no quiere emparentar conmigo.

se acercará entonces su cuñada a él delante de los ancianos, y le descalzará el zapato de su pie, y le escupirá en el rostro, y hablará y dirá: Así será hecho al varón que no edificare la casa de su hermano.

Y su nombre será llamado en Israel: La casa del descalzado.

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