12837 casos

'La' en la Biblia

El látigo es para el caballo, la brida para el asno, y la vara para la espalda de los necios.

{Como} espina {que} se clava en la mano de un borracho, tal es el proverbio en boca de los necios.

El perezoso dice: Hay un león en el camino; hay un león en medio de la plaza.

El perezoso mete la mano en el plato, {pero} se fatiga de llevársela a la boca.

Cruel es el furor e inundación la ira; pero ¿quién se mantendrá ante los celos?

El hombre saciado aborrece la miel, pero para el hombre hambriento todo lo amargo es dulce.

Tómale la ropa al que sale fiador del extraño; y tómale prenda por la mujer desconocida.

El crisol es para la plata y el horno para el oro, y al hombre {se le prueba} por la alabanza que recibe.

{Cuando} la hierba desaparece se ve el retoño, y se recogen las hierbas de los montes;

Por la transgresión de la tierra, muchos son sus príncipes; pero por el hombre entendido {y} de conocimiento permanece estable.

Los que abandonan la ley alaban a los impíos, pero los que guardan la ley luchan contra ellos.

Cuando los justos triunfan, grande es la gloria, pero cuando los impíos se levantan, los hombres se esconden.

El pobre y el opresor tienen esto en común: el SEÑOR da la luz a los ojos de ambos.

Cuando aumentan los impíos, aumenta la transgresión, pero los justos verán su caída.

¿Quién subió al cielo y descendió? ¿Quién recogió los vientos en sus puños? ¿Quién envolvió las aguas en su manto? ¿Quién estableció todos los confines de la tierra? ¿Cuál es su nombre o el nombre de su hijo? Ciertamente tú lo sabes.

gente cuyos dientes son espadas, y sus muelas cuchillos, para devorar a los pobres de la tierra, y a los menesterosos de entre los hombres.

La sanguijuela tiene dos hijas, {que dicen:} ¡Da{me!} ¡Da{me!} Hay tres cosas que no se saciarán, {y} una cuarta que no dirá: ¡Basta!

el camino del águila en el cielo, el camino de la serpiente sobre la roca, el camino del barco en medio del mar, y el camino del hombre en la doncella.

Por tres cosas tiembla la tierra, y por una cuarta no se puede sostener:

por la mujer odiada cuando se casa, y por la sierva cuando suplanta a su señora.

Si has sido necio en ensalzarte, o si has tramado {el mal, pon} la mano sobre tu boca;

porque batiendo la leche se saca mantequilla, y apretando la nariz sale sangre, y forzando la ira se produce contienda.

Yo me dije: He aquí, yo he engrandecido y aumentado la sabiduría más que todos los que estuvieron antes de mí sobre Jerusalén; mi corazón ha contemplado mucha sabiduría y conocimiento.

Y apliqué mi corazón a conocer la sabiduría y a conocer la locura y la insensatez; me di cuenta de que esto también es correr tras el viento.

Consideré en mi mente cómo estimular mi cuerpo con el vino, mientras mi mente {me} guiaba con sabiduría, y cómo echar mano de la insensatez, hasta que pudiera ver qué hay de bueno bajo el cielo que los hijos de los hombres hacen en los contados días de su vida.

Y me engrandecí y superé a todos los que me precedieron en Jerusalén; también la sabiduría permaneció conmigo.

Y de todo cuanto mis ojos deseaban, nada les negué, ni privé a mi corazón de ningún placer, porque mi corazón gozaba de todo mi trabajo, y ésta fue la recompensa de toda mi labor.

Yo volví, pues, a considerar la sabiduría, la locura y la insensatez, porque ¿qué {hará} el hombre que venga después del rey {sino} lo que ya ha sido hecho?

Y yo vi que la sabiduría sobrepasa a la insensatez, como la luz a las tinieblas.

El sabio {tiene} ojos en su cabeza, mas el necio anda en tinieblas. Pero yo sé también que ambos corren la misma suerte.

Entonces me dije: Como la suerte del necio, así también será la mía. ¿Para qué, pues, me aprovecha haber sido tan sabio? Y me dije: También esto es vanidad.

Y aborrecí la vida, porque me era penosa la obra que se hace bajo el sol, pues todo es vanidad y correr tras el viento.

Porque a la persona que le agrada, El le ha dado sabiduría, conocimiento y gozo; mas al pecador le ha dado la tarea de recoger y amontonar para dárselo al que agrada a Dios. Esto también es vanidad y correr tras el viento.

He visto la tarea que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que en ella se ocupen.

Aun he visto más bajo el sol: {que} en el lugar del derecho, está la impiedad, y en el lugar de la justicia, está la iniquidad.

Porque la suerte de los hijos de los hombres y la suerte de los animales es la misma: como muere el uno así muere el otro. Todos tienen un mismo aliento {de vida;} el hombre no tiene ventaja sobre los animales, porque todo es vanidad.

Y he visto que todo trabajo y toda {obra} hábil que se hace, es {el resultado de} la rivalidad entre el hombre y su prójimo. También esto es vanidad y correr tras el viento.

Entonces yo me volví y observé la vanidad bajo el sol:

Porque ha salido de la cárcel para reinar, aunque nació pobre en su reino.

No tenía fin la multitud de todos los que lo seguían, {y ni} aun los que vendrán después estarán contentos con él; pues también esto es vanidad y correr tras el viento.

Guarda tus pasos cuando vas a la casa de Dios, y acércate a escuchar en vez de ofrecer el sacrificio de los necios, porque éstos no saben que hacen el mal.

No te des prisa en hablar, ni se apresure tu corazón a proferir palabra delante de Dios. Porque Dios está en el cielo y tú en la tierra; por tanto sean pocas tus palabras.

No permitas que tu boca te haga pecar, y no digas delante del mensajero {de Dios} que fue un error. ¿Por qué ha de enojarse Dios a causa de tu voz y destruir la obra de tus manos?

Si ves la opresión del pobre y la negación del derecho y de la justicia en la provincia, no te sorprendas del hecho, porque un oficial vigila sobre {otro} oficial, y {hay oficiales} superiores sobre ellos.

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Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso