12318 casos

'La' en la Biblia

Él cubre la faz de su trono, y sobre él extiende su nube.

¿Oirá Dios su clamor cuando la tribulación sobre él viniere?

Yo os enseñaré por la mano de Dios; no esconderé lo que hay para con el Omnipotente.

Ésta es para con Dios la porción del impío, y la herencia que los violentos han de recibir del Omnipotente.

Si sus hijos fueren multiplicados, lo serán para la espada, y sus pequeños no se saciarán de pan;

él la preparará, pero el justo se vestirá de ella, y el inocente repartirá la plata.

Ciertamente la plata tiene sus veneros, y el oro lugar donde se refina.

El hierro se saca del polvo, y de la piedra es fundido el bronce.

A las tinieblas puso término, y examina todo a la perfección, las piedras que hay en la oscuridad y en la sombra de muerte.

De la tierra nace el pan, y debajo de ella está como convertida en fuego.

los cachorros de león no la han pisado, ni el fiero león pasó por ella.

Mas ¿dónde se hallala sabiduría? ¿Y dónde está el lugar de la inteligencia?

No conoce su valor el hombre, ni se halla en la tierra de los vivientes.

No se hará mención de coral ni de perlas: La sabiduría es mejor que las piedras preciosas.

¿De dónde, pues, vendrá la sabiduría? ¿Y dónde está el lugar de la inteligencia?

Porque Él mira hasta los fines de la tierra, y ve debajo de todo el cielo.

Cuando Él hizo ley a la lluvia, y camino al relámpago de los truenos:

Entonces la veía Él, y la manifestaba: La preparó y la descubrió también.

Cuando su lámpara resplandecía sobre mi cabeza, y por su luz yo caminaba a través de la oscuridad;

Cuando lavaba yo mis pasos con leche, y la roca me derramaba ríos de aceite!

Cuando yo salía a la puerta a juicio, cuando en la plaza preparaba mi asiento;

Los príncipes detenían sus palabras, ponían la mano sobre su boca;

La bendición del que se iba a perder venía sobre mí; y al corazón de la viuda daba alegría.

y quebraba los colmillos del inicuo, y de sus dientes hacía soltar la presa.

Y me esperaban como a la lluvia, y abrían su boca como a la lluvia tardía.

Si me reía con ellos, no lo creían; y no abatían la luz de mi rostro.

¿Y de qué me serviría la fuerza de sus manos, si el vigor de ellos ha perecido?

Por causa de la pobreza y del hambre andaban solos; huían a la soledad, a lugar tenebroso, asolado y desierto.

Habitaban en las barrancas de los arroyos, en las cavernas de la tierra, y en las rocas.

Hijos de viles, y hombres sin nombre, más bajos que la misma tierra.

A la mano derecha se levantaron los jóvenes; Empujaron mis pies, y prepararon contra mí los caminos de su destrucción.

Me derribó en el lodo, y soy semejante al polvo y a la ceniza.

Denegrido ando, y no por el sol; me he levantado en la congregación y he clamado.

Si mi corazón fue engañado acerca de mujer, y si estuve acechando a la puerta de mi prójimo:

Porque es fuego que devoraría hasta la destrucción, y desarraigaría toda mi hacienda.

(Porque desde mi juventud creció conmigo como con un padre, y desde el vientre de mi madre fui guía de la viuda);

si alcé contra el huérfano mi mano, porque vi que me ayudarían en la puerta;

porque tuve temor de la gran multitud, y el menosprecio de las familias me atemorizó, y callé, y no salí de mi puerta?

Entonces Eliú hijo de Baraquel, buzita, de la familia de Ram, se encendió en ira contra Job; se encendió en ira por cuanto él se justificaba más a sí mismo que a Dios. 567

Pero viendo Eliú que no había respuesta en la boca de aquellos tres varones, se encendió su ira.

Mis razones declararán la rectitud de mi corazón, y mis labios proferirán sabiduría pura.

De cierto tú dijiste a oídos míos, y yo oí la voz de tus palabras que decían:

Para quitar al hombre de su obra, y apartar del varón la soberbia.

Él libra su alma de la fosa, y su vida de perecer a espada.

que le hace que su vida aborrezca el pan, y su alma la comida suave.

Para apartar su alma del sepulcro, y para iluminarlo con la luz de los vivientes.

Porque el oído prueba las palabras, como el paladar gusta la comida.

Por tanto, varones entendidos, oídme; lejos esté de Dios la impiedad, y del Omnipotente la iniquidad.

¿Quién le dio autoridad sobre la tierra? ¿O quién puso en orden todo el mundo?

Si tienes entendimiento, oye esto: Escucha la voz de mis palabras.

Por tanto Él hará notorias las obras de ellos, cuando los trastorne en la noche, y sean quebrantados.

A causa de la multitud de las violencias clamarán, y se lamentarán por el poderío de los grandes.

que nos enseña más que a las bestias de la tierra, y nos hace sabios más que las aves del cielo?

entonces Él les mostrará la obra de ellos, y que prevalecieron sus transgresiones.

Despierta además el oído de ellos para la corrección, y les dice que se conviertan de la iniquidad.

Asimismo te apartará de la boca de la angustia a lugar espacioso, libre de todo apuro; y te aderezará mesa llena de grosura.

Mas tú has llenado el juicio del impío, en vez de sustentar el juicio y la justicia.

No anheles la noche, en que desaparecen los pueblos de su lugar.

Guárdate, no te vuelvas a la iniquidad; pues ésta escogiste más bien que la aflicción.

Acuérdate de engrandecer su obra, la cual contemplan los hombres.

Los hombres todos la ven; la mira el hombre de lejos.

Él reduce las gotas de las aguas, al derramarse la lluvia según el vapor;

¿Quién podrá comprender la extensión de las nubes, o el sonido estrepitoso de su tabernáculo?

Con las nubes encubre la luz, y le manda no brillar, interponiendo aquéllas.

Debajo de todos los cielos lo dirige, y su luz hasta los fines de la tierra.

Después del estruendo ruge su voz, truena Él con la voz de su majestad; y aunque sea oída su voz, no los detiene.

Él sella la mano de todo hombre, para que los hombres todos reconozcan su obra.

Regando también llega a disipar la densa nube, y con su luz esparce la niebla.

Asimismo por sus designios se revuelven las nubes en derredor, para hacer sobre la faz del mundo, en la tierra, lo que Él les mande.

¿Sabes tú cuándo Dios las pone en concierto, y hace resplandecer la luz de su nube?

¿Por qué están calientes tus ropas cuando Él aquieta la tierra con el viento del sur?

Y ahora no se puede mirar la luz esplendente en los cielos, luego que pasa el viento y los limpia,

viniendo de la parte del norte la dorada claridad. En Dios hay una majestad terrible.

y dije: Hasta aquí llegarás, y no pasarás adelante, y aquí parará la soberbia de tus olas?

¿Has mandado tú a la mañana en tus días? ¿Has mostrado al alba su lugar,

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