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'Las' en la Biblia

Las praderas se visten de rebaños, y los valles se cubren de grano; dan voces de júbilo, sí, cantan.

Huyeron, huyeron reyes de ejércitos; Y las que se quedaban en casa partían los despojos.

Aunque seáis echados entre las ollas, seréis como las alas de la paloma cubierta de plata, y sus plumas con amarillez de oro.

Dijo el Señor: De Basán {los} haré volver; {los} haré volver de las profundidades del mar;

Bendecid a Dios en las congregaciones; al Señor, vosotros del linaje de Israel.

Reprende las fieras de las cañas, la manada de toros con los becerros de los pueblos, pisoteando las piezas de plata; El ha dispersado a los pueblos que se deleitan en la guerra.

Atribuid fortaleza a Dios; sobre Israel es su magnificencia, y su fortaleza está en las nubes.

Me he hundido en cieno profundo, y no hay donde hacer pie; he llegado a lo profundo de las aguas, y la corriente me anega.

Sácame del lodo, y no sea yo anegado; sea yo libertado de los que me aborrecen, y de lo profundo de las aguas.

Porque Dios guardará a Sion, y reedificará las ciudades de Judá; y habitarán allí, y la heredarán.

Vendré á las valentías del Señor Jehová: Haré memoria de sola tu justicia.

Los reyes de Tarsis y de las islas traerán presentes; los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán dones.

Será echado un puño de grano en tierra, en las cumbres de los montes; su fruto hará estruendo como el Líbano, y desde la ciudad reverdecerán como la hierba de la tierra.

Será su nombre para siempre, Perpetuaráse su nombre mientras el sol dure: Y benditas serán en él todas las gentes: Llamarlo han bienaventurado.

Por eso el pueblo de Dios vuelve a este lugar, y beben las aguas de la abundancia.

Dirige tus pasos hacia las ruinas eternas; todo lo que hay en el santuario lo ha dañado el enemigo.

Nombrado era, como si lo llevara al cielo, el que metía las hachas en el monte de la madera espesa para el edificio del santuario.

Dijeron en su corazón: Destruyámoslos de una vez; Han quemado todas las sinagogas de Dios en el tierra.

No entregues a las bestias el alma de tu tórtola; y no olvides para siempre la congregación de tus pobres.

No olvides las voces de tus enemigos; el alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.

Porque hay un cáliz en la mano del SEÑOR, y el vino fermenta, lleno de mixtura, y de éste El sirve; ciertamente lo sorberán hasta las heces {y} lo beberán todos los impíos de la tierra.

Ciertamente la ira del hombre te acarreará alabanza; tú reprimirás el resto de las iras.

Te vieron las aguas, oh Dios; te vieron las aguas, temieron; y temblaron los abismos.

En el mar fue tu camino, y tus sendas en las muchas aguas; y tus pisadas no fueron conocidas.

Escucha, pueblo mío, mi ley; inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca.

con el fin de poner su confianza en Dios, y no olvidar de las obras de Dios, y guardar sus mandamientos:

Los hijos de Efraín armados, flecheros, volvieron las espaldas en el día de la batalla.

Y mandó a las nubes de arriba, y abrió las puertas de los cielos,

Y las hizo caer en medio de su campamento, alrededor de sus tiendas.

E hirió a todo primogénito en Egipto, las primicias de las fuerzas en las tiendas de Cam.

Y echó los gentiles de delante de ellos, y les repartió una herencia con cuerdas; e hizo habitar en sus moradas a las tribus de Israel.

e hirió a sus enemigos en las partes posteriores; les dio perpetua afrenta.

Y edificó su santuario como las alturas, como la tierra que ha fundado para siempre.

de tras las paridas lo trajo, para que apacentara a Jacob su pueblo, y a Israel su heredad.

Salmo de Asaph. OH Dios, vinieron las gentes á tu heredad; El templo de tu santidad han contaminado; Pusieron á Jerusalem en montones.

Dieron los cuerpos de tus siervos por comida a las aves de los cielos; la carne de los tuyos a las bestias de la tierra.

No recuerdes contra nosotros las iniquidades antiguas; anticípanos pronto tus misericordias, porque estamos muy pobres.

Porque dirán las gentes: ¿Dónde está su Dios? Sea notoria en las gentes, delante de nuestros ojos, La venganza de la sangre de tus siervos, que fué derramada.

Y nosotros, pueblo tuyo y ovejas de tu prado, te daremos gracias para siempre; a todas las generaciones hablaremos de tu alabanza.

Hiciste venir una vid de Egipto: Echaste las gentes, y plantástela.

Levántate, oh Dios, juzga la tierra: Porque tú heredarás en todas las gentes.

las tiendas de los idumeos y de los ismaelitas, Moab y los agarenos;

que han dicho: Heredemos para nosotros las moradas de Dios.

Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos; escogí antes estar a la puerta en la Casa de mi Dios, que habitar en las moradas de maldad.

No hay nadie como tú entre los dioses, oh Señor, ni hay obras como las tuyas.

Porque grande es tu misericordia para conmigo, y has librado mi alma de las profundidades del Seol.

Me has puesto en la fosa más profunda, en lugares tenebrosos, en las profundidades.

¿Será conocida en las tinieblas tu maravilla, y tu justicia en la tierra del olvido?

Las misericordias del SEÑOR cantaré perpetuamente; de generación en generación haré notoria tu verdad con mi boca.

Para siempre confirmaré tu simiente, y edificaré tu trono por todas las generaciones. (Selah.)

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