'Le' en la Biblia
- 1.Gé 2:15-Gé 28:1
- 2.Gé 28:6-Éx 3:2
- 3.Éx 3:12-Levítico 13:29
- 4.Levítico 13:37-Deuteronomio 15:12
- 5.Deuteronomio 15:14-Jueces 5:25
- 6.Jueces 5:26-Rut 3:5
- 7.Rut 3:6-1 Samuel 20:33
- 8.1 Samuel 20:34-2 Samuel 13:4
- 9.2 Samuel 13:5-1 Reyes 12:10
- 10.1 Reyes 12:13-2 Reyes 5:5
- 11.2 Reyes 5:10-1 Crónicas 7:16
- 12.1 Crónicas 10:3-2 Crónicas 25:7
- 13.2 Crónicas 25:15-Job 20:13
- 14.Job 20:24-Proverbios 12:14
- 15.Proverbios 14:7-Jeremías 21:1
- 16.Jeremías 21:9-Daniel 7:6
- 17.Daniel 7:10-Mateo 8:20
- 18.Mateo 8:21-Mateo 21:41
- 19.Mateo 21:44-Marcos 5:9
- 20.Marcos 5:10-Marcos 14:30
- 21.Marcos 14:44-Lucas 8:18
- 22.Lucas 8:20-Lucas 18:19
- 23.Lucas 18:22-Juan 3:4
- 24.Juan 3:9-Juan 10:4
- 25.Juan 10:13-Hechos 1:9
- 26.Hechos 1:11-Hechos 19:30
- 27.Hechos 20:3-Hebreos 7:1
- 28.Hebreos 7:21-Apocalipsis 22:3
Y el que le entregaba les había dado señal común, diciendo: Al que yo besare, aquel es: prendedle, y llevadle con seguridad.
Y como vino, se acercó luego a él, y le dijo: Maestro, Maestro. Y le besó.
Entonces ellos echaron en él sus manos, y le prendieron.
Y uno de los que estaban allí, sacando la espada, hirió al siervo del sumo sacerdote; y le cortó la oreja.
Pero un joven le seguía cubierto de una sábana sobre el cuerpo desnudo; y los mancebos le prendieron;
Pero Pedro le siguió de lejos hasta dentro del patio del sumo sacerdote; y estaba sentado con los servidores, y calentándose al fuego.
Nosotros le hemos oído decir: Yo derribaré este Templo, que es hecho de manos, y en tres días edificaré otro hecho sin manos.
Mas él callaba, y nada respondía. El sumo sacerdote le volvió a preguntar, y le dijo: ¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito?
Y Jesús le dijo: YO SOY; y veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra de la Potencia de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.
Habéis oído la blasfemia: ¿qué os parece? Y todos ellos le condenaron para ser culpado de muerte.
Y algunos comenzaron a escupir en él, y cubrir su rostro, y a darle bofetadas, y decirle: Profetiza. Y los servidores le herían de bofetadas.
Y el gallo cantó la segunda vez; y Pedro se acordó de las palabras que Jesús le había dicho: Antes que el gallo cante dos veces, me negarás tres veces. Y pensando en esto, lloraba.
Y luego por la mañana, habiendo tenido consejo los príncipes de los sacerdotes con los ancianos, y con los escribas, y con todo el concilio, llevaron a Jesús atado, y le entregaron a Pilato.
Y Pilato le preguntó: ¿Eres tú el Rey de los Judíos? Y respondiendo él, le dijo: Tú lo dices.
Y los príncipes de los sacerdotes le acusaban mucho.
Y le preguntó otra vez Pilato, diciendo: ¿No respondes algo? Mira de cuántas cosas te acusan.
Porque conocía que por envidia le habían entregado los príncipes de los sacerdotes.
Entonces los soldados le llevaron dentro del patio, es a saber al Pretorio; y convocaron toda la cuadrilla.
Y le vistieron de púrpura; y poniéndole una corona tejida de espinas,
Y le herían su cabeza con una caña, y escupían en él, y le adoraban hincadas las rodillas.
Y cuando le hubieron escarnecido, le desnudaron la ropa de púrpura, y le vistieron sus propios vestidos, y le sacaron para colgarle del madero.
Y le llevaron al lugar de Gólgota, que declarado quiere decir: Lugar de la Calavera.
Y le dieron a beber vino mezclado con mirra; mas él no lo tomó.
Y cuando le hubieron colgado del madero, repartieron sus vestidos echando suertes sobre ellos, qué llevaría cada uno.
Y era la hora de las tres cuando le colgaron del madero.
Y los que pasaban le denostaban, meneando sus cabezas, y diciendo: ¡Ah! Tú que derribas el Templo de Dios, y en tres días lo edificas,
El Cristo, Rey de Israel, descienda ahora del madero, para que veamos y creamos. También los que estaban colgados de maderos con él le denostaban.
Y corrió uno, y empapando una esponja en vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber, diciendo: Dejad, veamos si vendrá Elías a quitarle.
las cuales, estando aún él en Galilea, le habían seguido, y le servían; y otras muchas que juntamente con él habían subido a Jerusalén.
Y Pilato se maravilló que ya hubiera muerto; y haciendo venir al centurión, le preguntó si estaba ya muerto.
El cual compró una sábana, y quitándole, le envolvió en la sábana, y le puso en un sepulcro que estaba cavado en una peña, y revolvió la piedra a la puerta del sepulcro.
Más él les dijo: No os asustéis: buscáis a Jesús Nazareno a quien colgaron del madero; resucitado es, no está aquí; he aquí el lugar donde le pusieron.
Pero id, decid a sus discípulos y a Pedro, que él va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, como os dijo.
Finalmente se apareció a los once, estando sentados a la mesa, y les censuró su incredulidad y dureza de corazón, que no habían creído a los que le habían visto resucitado.
Y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso.
Mas el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te engendrará un hijo, y llamarás su nombre Juan.
Y respondiendo el ángel le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios; y soy enviado a hablarte, y a darte este evangelio.
Mas ella, cuando le vio, se turbó de sus palabras, y pensaba qué salutación sería ésta.
Entonces el ángel le dice: María, no temas, porque has hallado gracia cerca de Dios.
Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y le dará el Señor Dios el trono de David su padre;
Y respondiendo el ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la virtud del Altísimo te cubrirá; por lo cual también lo Santo que de ti nacerá, será llamado Hijo de Dios.
Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirán las cosas que le fueron dichas de parte del Señor.
Y su misericordia de generación a generación a los que le temen.
Y a Elisabet se le cumplió el tiempo de su alumbramiento, y dio a luz un hijo.
Y aconteció, que al octavo día vinieron para circuncidar al niño; y le llamaban con el nombre de su padre, Zacarías.
Y le dijeron: ¿Por qué? Nadie hay en tu parentela que se llame con este nombre.
Y hablaron por señas a su padre, cómo le quería llamar.
que sin temor librados de nuestros enemigos, le serviríamos
Y dio a luz a su hijo primogénito, y le envolvió en pañales, y le acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
Y pasados los ocho días para circuncidar al niño, llamaron su nombre JESÚS; el cual le fue puesto por el ángel antes que él fuera concebido en el vientre.
Y cuando se cumplieron los días de su purificación, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor,
Entonces él le tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, y dijo:
Y pensando que estaba en la compañía, anduvieron camino de un día; y le buscaban entre los parientes y entre los conocidos;
mas como no le hallaron, volvieron a Jerusalén buscándole.
Y aconteció, que después de tres días le hallaron en el Templo, sentado en medio de los doctores, oyéndoles y preguntándoles.
Y todos los que le oían, estaban fuera de sí de su entendimiento y de sus respuestas.
Y cuando le vieron, se sorprendieron; y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con dolor.
Y ellos le preguntaban, diciendo: ¿Pues qué haremos?
Y vinieron también publicanos para ser bautizados, y le dijeron: Maestro, ¿qué haremos?
Y le preguntaron también los soldados, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les dijo: No oprimáis, ni acuseis falsamente a nadie; y estad contentos con vuestros salarios.
Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se haga pan.
Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró todos los reinos de la redondez de la tierra en un momento de tiempo.
Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí es entregada, y a quien quiero la doy;
Y respondiendo Jesús, le dijo: Vete detrás de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor Dios tuyo adorarás, y a él solo servirás.
Y le llevó a Jerusalén, y le puso sobre las almenas del Templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo;
Y respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios.
Y le fue dado el libro del profeta Isaías; y cuando abrió el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
Y todos le daban testimonio, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José?
y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual la ciudad de ellos estaba edificada, para despeñarle.
Y Jesús le increpó, diciendo: Enmudece, y sal de él. Entonces el demonio, derribándole en medio, salió de él, y no le hizo daño alguno.
Y levantándose de la sinagoga, entró en casa de Simón; y la suegra de Simón estaba con una gran fiebre; y le rogaron por ella.
Y siendo ya de día salió, y se fue a un lugar desierto; y el pueblo le buscaba, y vinieron hasta él; y le detenían para que no se apartara de ellos.
Y entrado en uno de estos barcos, el cual era de Simón, le rogó que lo desviara de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde el barco a la multitud.
Y respondiendo Simón, le dijo: Maestro, habiendo trabajado toda la noche, nada hemos tomado; mas en tu palabra echaré la red.
Porque temor le había rodeado, y a todos los que estaban con él, de la presa de los peces que habían tomado;
Y como llegaron a tierra los barcos, dejándolo todo, le siguieron.
Y aconteció que estando en una ciudad, he aquí un hombre lleno de lepra, el cual viendo a Jesús, postrándose sobre el rostro, le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.
Entonces, extendiendo la mano, le tocó diciendo: Quiero; sé limpio. Y luego la lepra se fue de él.
Y él le mandó que no lo dijera a nadie; mas ve, le dijo, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu limpieza, como mandó Moisés, para que les conste.
Y no hallando por donde meterle a causa de la multitud, se subieron encima de la casa, y por el tejado le bajaron con el lecho, en medio, delante de Jesús;
el cual, viendo la fe de ellos, le dice: hombre, tus pecados te son perdonados.
Y después de estas cosas salió, y vio a un publicano llamado Leví, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme.
Y dejadas todas las cosas, levantándose, le siguió.
Entonces ellos le dijeron: ¿Por qué los discípulos de Juan ayunan muchas veces y hacen oraciones, y asimismo los de los fariseos, y tus discípulos comen y beben?
Y le acechaban los escribas y los fariseos, si sanaría en sábado, para hallar de qué acusarle.
Y al que te hiriere en la mejilla, dale también la otra; y al que te quitare la capa, ni aun el sayo le defiendas.
Y viniendo ellos a Jesús, le rogaron con diligencia, diciéndole: Porque es digno de concederle esto;
Lo cual oyendo Jesús, se maravilló de él, y vuelto, dijo a las personas que le seguían: Os digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe.
Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores.
Y los discípulos de Juan le dieron las nuevas de todas estas cosas; y llamó Juan a dos de sus discípulos,
Y le rogó uno de los fariseos, que comiera con él. Y entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa.
Y como vio esto el fariseo que le había convidado, habló entre sí, diciendo: Este, si fuera profeta, conocería quién y cuál es la mujer que le toca, que es pecadora.
Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él dice: Di, Maestro.
Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta;
y no teniendo ellos con qué pagar, soltó la deuda a ambos. Di, pues, ¿cuál de éstos le amará más?
Y respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel al cual soltó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado.
Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas al que se perdona poco, poco ama.
y Juana, mujer de Chuza, procurador de Herodes, y Susana, y otras muchas que le servían de sus haciendas.
Y sus discípulos le preguntaron, diciendo, qué era ésta parábola.
Mirad pues cómo oís; porque a cualquiera que tuviere, le será dado; y a cualquiera que no tuviere, aun lo que parece tener le será quitado.
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- 1.Gé 2:15-Gé 28:1
- 2.Gé 28:6-Éx 3:2
- 3.Éx 3:12-Levítico 13:29
- 4.Levítico 13:37-Deuteronomio 15:12
- 5.Deuteronomio 15:14-Jueces 5:25
- 6.Jueces 5:26-Rut 3:5
- 7.Rut 3:6-1 Samuel 20:33
- 8.1 Samuel 20:34-2 Samuel 13:4
- 9.2 Samuel 13:5-1 Reyes 12:10
- 10.1 Reyes 12:13-2 Reyes 5:5
- 11.2 Reyes 5:10-1 Crónicas 7:16
- 12.1 Crónicas 10:3-2 Crónicas 25:7
- 13.2 Crónicas 25:15-Job 20:13
- 14.Job 20:24-Proverbios 12:14
- 15.Proverbios 14:7-Jeremías 21:1
- 16.Jeremías 21:9-Daniel 7:6
- 17.Daniel 7:10-Mateo 8:20
- 18.Mateo 8:21-Mateo 21:41
- 19.Mateo 21:44-Marcos 5:9
- 20.Marcos 5:10-Marcos 14:30
- 21.Marcos 14:44-Lucas 8:18
- 22.Lucas 8:20-Lucas 18:19
- 23.Lucas 18:22-Juan 3:4
- 24.Juan 3:9-Juan 10:4
- 25.Juan 10:13-Hechos 1:9
- 26.Hechos 1:11-Hechos 19:30
- 27.Hechos 20:3-Hebreos 7:1
- 28.Hebreos 7:21-Apocalipsis 22:3