'Libro' en la Biblia
Libro de la generación de Jesús, el Cristo, hijo de David, hijo de Abraham.
Y de los muertos que hayan de resucitar, ¿no habéis leído en el libro de Moisés cómo le habló Dios en la zarza, diciendo: Yo Soy el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob?
como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías que dice: Voz del que clama en el desierto: Aparejad el camino del Señor, Haced derechas sus sendas.
Y le fue dado el libro del profeta Isaías; y cuando abrió el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
Y enrollando el libro, lo dio al ministro y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él.
Y el mismo David dice en el libro de los Salmos: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra,
También muchas otras señales, a la verdad, hizo Jesús en presencia de sus discípulos, que no están escritas en este libro.
Porque está escrito en el libro de los Salmos: Sea hecha desierta su habitación, y no haya quien more en ella; y: Tome otro su oficio.
y le libró de todas sus tribulaciones, y le dio gracia y sabiduría en la presencia de Faraón, rey de Egipto, el cual le puso por gobernador sobre Egipto, y sobre toda su casa.
Y Dios se apartó, y los entregó a que sirvieran al ejército del cielo; como está escrito en el libro de los profetas: ¿Me ofrecisteis víctimas y sacrificios en el desierto por cuarenta años, Casa de Israel?
el cual nos libró, y libra de tanta muerte; en el cual esperamos que aun nos librará;
Porque todos los que son de las obras de la ley, están bajo maldición. Porque escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas que están escritas en el libro de la ley, para hacerlas.
Asimismo te ruego también a ti, hermano compañero, ayuda a éstas que trabajaron juntamente conmigo en el Evangelio, con Clemente también, y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.
que nos libró de la potestad de las tinieblas, y nos traspasó en el Reino de su amado Hijo,
Y esperar a su Hijo de los cielos, al cual resucitó de los muertos: a Jesús, el cual nos libró de la ira que ha de venir.
persecuciones, sufrimientos, como los que me acaecieron en Antioquía, en Iconio {y} en Listra. ¡Qué persecuciones sufrí! Y de todas ellas me libró el Señor.
Porque habiendo leído Moisés todos los mandamientos de la Ley a todo el pueblo, tomando la sangre de los becerros y de los machos cabríos con agua, y lana de grana, e hisopo, roció a todo el pueblo, y juntamente al mismo libro,
Entonces dije: Heme aquí (en la cabecera del libro está escrito de mí) para que haga, oh Dios, tu voluntad.
y libró al justo Lot, el cual era perseguido de los abominables por la nefanda conversación de ellos;
que decía: YO SOY el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete Iglesias que están en Asia: a Efeso, a Esmirna, a Pérgamo, a Tiatira, a Sardis, a Filadelfia, y a Laodicea.
El que venciere, será así vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles.
Y vi en la mano derecha del que estaba sentado sobre el trono un libro escrito de dentro y de fuera, sellado con siete sellos.
Y vi un fuerte ángel predicando en alta voz: ¿Quién es digno de abrir el libro, y de desatar sus sellos?
Y ninguno podía, ni en el cielo, ni en la tierra, ni debajo de la tierra, abrir el libro, ni mirarlo.
Y yo lloraba mucho, porque no había sido hallado ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo.
Y uno de los ancianos me dice: No llores; he aquí el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, que ha vencido para abrir el libro, y desatar sus siete sellos.
Y él vino, y tomó el libro de la mano derecha de aquel que estaba sentado en el trono.
Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro animales y los veinticuatro ancianos cayeron sobre sus rostros delante del Cordero, teniendo cada uno arpas, y copas de oro llenas de perfumes, que son las oraciones de los santos;
y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro, y de abrir sus sellos; porque tú fuiste muerto, y nos has redimido para Dios con tu sangre, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;
Y el cielo se apartó como un libro que es envuelto; y todo monte e islas fueron movidas de sus lugares.
Y oí una voz del cielo que hablaba otra vez conmigo, y me decía: Anda ve, y toma el libro abierto en la mano del ángel que está sobre el mar y sobre la tierra.
Y todos los que moran en la tierra le adoraron, cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida del Cordero, el cual fue muerto desde el principio del mundo.
La bestia que has visto, fue, y ya no es; y ha de subir del abismo, y ha de ir a perdición; y los moradores de la tierra, (cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida desde la fundación del mundo,) se maravillarán viendo la bestia que era, y no es, aunque es.
Y vi los muertos, grandes y pequeños, que estaban delante de Dios; y los libros fueron abiertos; y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.
Y el que no fue hallado escrito en el libro de la vida, fue lanzado en el lago de fuego.
No entrará en ella ninguna cosa sucia, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están escritos en el libro de la vida del Cordero.
Y he aquí, vengo presto: Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.
Y él me dijo: Mira que no lo hagas, porque yo soy siervo contigo, y con tus hermanos los profetas, y con los que guardan las palabras de la profecía de este libro. Adora a Dios.
Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro; porque el tiempo está cerca.
Porque yo testifico a cualquiera que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios pondrá sobre él las plagas que están escritas en este libro.
Y si alguno disminuyere de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa Ciudad, y de las cosas que están escritas en este libro.