'Lo' en la Biblia
- 1.Gé 1:9-Gé 25:28
- 2.Gé 25:30-Gé 39:5
- 3.Gé 39:6-Éx 4:26
- 4.Éx 4:27-Éx 20:25
- 5.Éx 21:6-Éx 36:1
- 6.Éx 36:5-Levítico 8:16
- 7.Levítico 8:17-Levítico 17:3
- 8.Levítico 17:4-Números 7:1
- 9.Números 7:3-Números 24:19
- 10.Números 24:23-Deuteronomio 10:12
- 11.Deuteronomio 10:14-Deuteronomio 26:12
- 12.Deuteronomio 26:13-Josué 9:15
- 13.Josué 9:20-Jueces 9:40
- 14.Jueces 9:42-1 Samuel 5:3
- 15.1 Samuel 5:7-1 Samuel 19:13
- 16.1 Samuel 19:15-2 Samuel 3:25
- 17.2 Samuel 3:26-2 Samuel 19:39
- 18.2 Samuel 20:10-1 Reyes 11:12
- 19.1 Reyes 11:28-1 Reyes 22:7
- 20.1 Reyes 22:8-2 Reyes 12:5
- 21.2 Reyes 12:9-2 Reyes 23:21
- 22.2 Reyes 23:26-2 Crónicas 6:15
- 23.2 Crónicas 6:16-2 Crónicas 26:7
- 24.2 Crónicas 26:20-Nehemías 1:5
- 25.Nehemías 2:1-Job 3:25
- 26.Job 4:4-Job 33:3
- 27.Job 33:23-Salmos 35:22
- 28.Salmos 35:25-Salmos 94:12
- 29.Salmos 94:15-Proverbios 14:15
- 30.Proverbios 14:24-Eclesiastés 5:12
- 31.Eclesiastés 5:18-Isaías 17:8
- 32.Isaías 17:9-Isaías 44:14
- 33.Isaías 44:15-Jeremías 4:16
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- 37.Ezequiel 26:20-Daniel 4:26
- 38.Daniel 4:32-Jonás 1:15
- 39.Jonás 2:3-Mateo 6:23
- 40.Mateo 6:34-Mateo 20:7
- 41.Mateo 20:14-Mateo 28:20
- 42.Marcos 1:12-Marcos 10:38
- 43.Marcos 10:41-Lucas 4:29
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- 48.Juan 18:27-Hechos 10:29
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- 50.Hechos 22:28-Romanos 9:32
- 51.Romanos 10:6-1 Corintios 10:28
- 52.1 Corintios 10:30-Gálatas 1:1
- 53.Gálatas 1:9-Colosenses 4:7
- 54.Colosenses 4:8-Hebreos 4:13
- 55.Hebreos 5:1-1 Juan 1:1
- 56.1 Juan 1:2-Apocalipsis 22:9
¿Y por qué aun de vosotros mismos no juzgáis lo que es justo?
Y dijo esta parábola: Tenía uno una higuera plantada en su viña, y vino a buscar fruto en ella, y no lo halló.
Y dijo al viñero: He aquí tres años ha que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo; córtala, ¿por qué ocupará aún la tierra?
Entonces el Señor le respondió, y dijo: Hipócrita, cada uno de vosotros ¿no desata en sábado su buey o su asno del pesebre, y lo lleva a beber?
Entonces decía: ¿A qué es semejante el reino de Dios y con qué lo compararé?
Semejante es a un grano de mostaza, que tomándolo el hombre lo metió en su huerto; y creció, y fue hecho árbol grande, y las aves del cielo hicieron nidos en sus ramas.
Y aconteció que un día de reposo, Jesús entró para comer en casa de uno de los principales de los Fariseos, y ellos Lo estaban observando cuidadosamente.
Pero ellos guardaron silencio. Y El, tomándolo {de la mano,} lo sanó y lo despidió.
Y respondiendo a ellos dijo: ¿El asno o el buey de cuál de vosotros caerá en algún pozo, y no lo sacará luego en día de sábado?
Jesús dijo también al que Lo había convidado: ``Cuando ofrezcas una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos, no sea que ellos a su vez también te conviden y tengas ya tu recompensa.
Y el siervo dijo: ``Señor, se ha hecho lo que ordenaste, y todavía hay lugar."
Porque ¿cuál de vosotros, queriendo edificar una torre, no cuenta primero sentado los gastos, para ver si tiene lo que necesita para acabarla?
Para que después que haya puesto el fundamento, y no pueda acabarla, todos los que lo vieren, no comiencen a hacer burla de él,
Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.
Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y le comenzó a faltar.
Entonces fue y se acercó a uno de los ciudadanos de aquel país, y él lo mandó a sus campos a apacentar cerdos.
Y levantándose, vino a su padre. Y como aún estuviera lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.
y traed el becerro engordado, matad{lo,} y comamos y regocijémonos;
Y él le dijo: ``Tu hermano ha venido, y tu padre ha matado el becerro engordado porque lo ha recibido sano y salvo."
Y él le dijo: ``Hijo {mío,} tú siempre has estado conmigo, y todo lo mío es tuyo.
Entonces lo llamó y le dijo: `` ¿Qué es esto que oigo acerca de ti? Rinde cuentas de tu administración, porque no puedes ser más mayordomo."
Yo sé lo que haré para que cuando fuere quitado de la mayordomía, me reciban en sus casas.
El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto.
Pues si en las malas riquezas no fuisteis fieles. ¿Quién os confiará lo verdadero?
Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro?
Y les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación.
En el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio* a Abraham a lo lejos, y a Lázaro en su seno.
Entonces él dijo: ``Te ruego, pues, padre, que lo envíes a la casa de mi padre,
¿Da gracias al siervo porque hizo lo que le había sido mandado? Pienso que no.
Así también vosotros, cuando hubiereis hecho todo lo que os es mandado, decid: Siervos inútiles somos, porque lo que debíamos hacer, hicimos.
Y entrando en una aldea, le vinieron al encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a lo lejos,
Y dijo a sus discípulos: Días vendrán, cuando desearéis ver uno de los días del Hijo del hombre, y no lo veréis.
Porque como el relámpago, que resplandece de la región de debajo del cielo, resplandece en lo que está debajo del cielo, así también será el Hijo del hombre en su día.
Fue lo mismo que ocurrió en los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, construían;
Lo mismo acontecerá el día en que el Hijo del Hombre sea revelado.
Y dijo el Señor: Oíd lo que dice el juez injusto.
ayuno lo de dos comidas cada sábado, doy diezmos de todo lo que poseo.
Y traían a él los niños para que los tocara; lo cual viendo los discípulos les reñían.
Mas Jesús llamándolos, dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no lo impidáis; porque de los tales es el Reino de Dios.
Y él dijo: Todo esto lo he guardado desde {mi} juventud.
Y Jesús, oído esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
Y los que lo oían, dijeron: ¿Y quién podrá ser salvo?
Y él les dijo: Lo que es imposible para con los hombres, posible es para Dios.
Y Pedro dijo: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.
y Lo azotarán, y después Lo matarán, y al tercer día resucitará."
Pero ellos nada de estas cosas entendían, y esta palabra les era encubierta, y no sabían lo que decía.
Y los que iban delante lo reprendían para que se callara; pero él gritaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!
Jesús se detuvo y ordenó que se lo trajeran; y cuando estuvo cerca, le preguntó:
Y luego vio, y le seguía, glorificando a Dios; y todo el pueblo como lo vio, dio a Dios alabanza.
Corriendo delante, se subió a un árbol sicómoro y así Lo podría ver, porque Jesús estaba a punto de pasar por allí.
Entonces él se apresuró a descender y Lo recibió con gozo.
Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.
Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
Pero sus ciudadanos lo odiaban, y enviaron una delegación tras él, diciendo: ``No queremos que éste reine sobre nosotros."
Y aconteció, que vuelto él, habiendo tomado el reino, mandó llamar a sí a aquellos siervos a los cuales había dado el dinero, para saber lo que había negociado cada uno.
Y él le dice: Está bien, buen siervo; pues que en lo poco has sido fiel, tendrás potestad sobre diez ciudades.
porque tuve miedo de ti, que eres hombre recio; tomas lo que no pusiste, y siegas lo que no sembraste.
Entonces él le dijo: Mal siervo, de tu boca te juzgo. Sabías que yo era hombre recio, que quito lo que no puse, y que siego lo que no sembré;
¿por qué, no diste mi dinero al banco, y yo viniendo lo recibiera con el logro?
Pues yo os digo que a cualquiera que tuviere, le será dado; mas al que no tuviere, aun lo que tiene le será quitado.
diciendo: Id a la aldea que está enfrente, en la cual, al entrar, encontraréis un pollino atado sobre el cual nunca se ha montado nadie; desatadlo y traed{lo.}
Y si alguien os preguntare, ¿por qué lo desatáis? Le responderéis así: Porque el Señor lo necesita.
Entonces los enviados fueron y {lo} encontraron como El les había dicho.
Y ellos dijeron: Porque el Señor lo necesita.
Y lo trajeron a Jesús; y habiendo echado sus vestidos sobre el pollino, subieron a Jesús encima.
diciendo: ¡Bendito el Rey que viene en el nombre del Señor; paz en el cielo, y gloria en lo altísimo!
diciendo: ¡Oh si también tú conocieras, a lo menos en este tu día, lo que toca a tu paz! Mas ahora está encubierto a tus ojos.
y no encontraban la manera de hacerlo, porque todo el pueblo estaba pendiente de El, escuchando {lo que decía.}
Y al tiempo {de la vendimia} envió un siervo a los labradores para que le dieran {parte} del fruto de la viña; pero los labradores, después de golpearlo, lo enviaron con las manos vacías.
Volvió a enviar otro siervo; y ellos también a éste, después de golpearlo y ultrajarlo, lo enviaron con las manos vacías.
Volvió a enviar un tercero; y a éste también lo hirieron y echaron fuera.
Entonces el dueño de la viña dijo: `` ¿Qué haré? Enviaré a mi hijo amado; quizá a él lo respetarán."
Pero cuando los labradores lo vieron, razonaron entre sí, diciendo: ``Este es el heredero; matémoslo para que la heredad sea nuestra."
Y arrojándolo fuera de la viña, lo mataron. Por tanto, ¿qué les hará el dueño de la viña?
Vendrá, y destruirá á estos labradores, y dará su viña á otros. Y como ellos lo oyeron, dijeron: Dios nos libre!
Pero él mirándolos, dice: ¿Qué pues es lo que está escrito: La piedra que condenaron los edificadores, ésta fue por cabeza de esquina?
Todo el que caiga sobre esa piedra será hecho pedazos; y aquel sobre quien ella caiga, lo esparcirá como polvo.
Para sorprender a Jesús en alguna declaración, Lo acechaban, enviando espías que fingieran ser justos, y así Lo podrían entregar al poder y autoridad del gobernador.
Entonces les dijo: Pues dad a César lo que es de César; y lo que es de Dios, a Dios.
Y que los muertos hayan de resucitar, aun Moisés lo enseñó junto a la zarza, cuando llama al Señor, Dios de Abraham, y Dios de Isaac, y Dios de Jacob.
``David, por tanto, Lo llama `Señor.' ¿Cómo, pues, es El su hijo?"
porque todos éstos, de lo que les sobra echaron para las ofrendas de Dios; mas ésta de su pobreza echó todo el sustento que tenía.
y fue, y habló con los príncipes de los sacerdotes, y con los capitanes, de cómo se lo entregaría.
Fueron pues, y lo hallaron todo como les había dicho; y aparejaron el cordero de la pascua.
Y habiendo tomado pan, después de haber dado gracias, {lo} partió, y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.
Y a la verdad el Hijo del hombre va, según lo que está determinado; pero ¡ay de aquel hombre por el cual es entregado!
Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta {a la mesa,} o el que sirve? ¿No lo es el que se sienta {a la mesa?} Sin embargo, entre vosotros yo soy como el que sirve.
Yo pues os ordeno el Reino, como mi Padre me lo ordenó a mí,
Porque os digo, que es necesario que se cumpla todavía en mí aquello que está escrito: Y con los malos fue contado; porque lo que está escrito de mí, su cumplimiento tiene.
Saliendo Jesús, se encaminó, como de costumbre, hacia el Monte de los Olivos; y los discípulos también Lo siguieron.
Entonces se apareció un ángel del cielo, que Lo fortalecía.
Y viendo los que estaban con él lo que había de acontecer, le dijeron: Señor, ¿heriremos a espada?
Respondiendo Jesús, dijo: ¿Deteneos! Basta de esto. Y tocando la oreja {al siervo,} lo sanó.
Habiéndole arrestado, se lo llevaron y le condujeron a la casa del sumo sacerdote; mas Pedro {le} seguía de lejos.
Entonces él lo negó, diciendo: Mujer, no le conozco.
Y Pedro dijo: Hombre, no sé lo que dices. Y luego, estando él aún hablando, el gallo cantó.
Los hombres que tenían a Jesús bajo custodia, se burlaban de El y Lo golpeaban;
diciendo: ¿Eres tú el Cristo? Dínoslo. Y les dijo: Si os lo dijere, no creeríais;
Y dijeron todos: ¿Luego tú eres Hijo de Dios? Y él les dijo: Vosotros lo decís que YO SOY.
Entonces ellos dijeron: ¿Qué más testimonio deseamos? Porque nosotros lo hemos oído de su boca.
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