122 casos

'Lo' en la Biblia

Si no se convierte, Él afilará su espada: Ha tensado ya su arco, lo ha preparado.

¿Por qué irrita el malo a Dios? En su corazón ha dicho: Tú no lo inquirirás.

lo has visto; porque tú miras la maldad y la vejación, para cobrar venganza con tu mano: En ti se refugia el pobre, tú eres el amparo del huérfano.

para que no diga mi enemigo: Lo he vencido: Mis enemigos se alegrarán, si yo resbalare;

Salva, Jehová; que el Rey nos oiga el día que lo invoquemos.

«Salmo de David, cuando mudó su semblante delante de Abimelec, y él lo echó, y se fue» Bendeciré a Jehová en todo tiempo; su alabanza estará siempre en mi boca.

Que venga destrucción sobre él sin darse cuenta, y que la red que él escondió lo prenda; que caiga en esa misma destrucción.

Pero ellos se alegraron en mi adversidad, y se juntaron; se juntó contra mí gente despreciable, y yo no lo entendía; me despedazaban, y no cesaban;

Y ensancharon sobre mí su boca; dijeron: ¡Ea, ea, nuestros ojos lo han visto!

lo has visto, oh Jehová; no calles: Señor, no te alejes de mí.

No digan en su corazón: ¡Ea, alma nuestra! No digan: ¡Lo hemos devorado!

Jehová no lo dejará en sus manos, ni lo condenará cuando sea juzgado.

Enmudecí con silencio, me callé aun respecto de lo bueno; y se agravó mi dolor.

He predicado justicia en grande congregación; he aquí no he refrenado mis labios, Jehová, tú lo sabes.

Haré que tu nombre sea recordado en todas las generaciones; por lo cual te alabarán los pueblos eternamente y para siempre.

Como lo oímos, así hemos visto en la ciudad de Jehová de los ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios: Dios la afirmará para siempre. (Selah)

Observad atentamente su antemuro; mirad sus palacios; para que lo contéis a la generación venidera.

Contra ti, contra ti sólo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos: Para que seas reconocido justo en tu palabra, y tenido por puro en tu juicio.

Te alabaré para siempre por lo que has hecho; y esperaré en tu nombre, porque es bueno, delante de tus santos.

Porque no me afrentó un enemigo, lo cual habría soportado; ni se alzó contra mí el que me aborrecía, porque me hubiera ocultado de él:

Estará para siempre delante de Dios: Misericordia y verdad prepara para que lo guarden.

Venid, oíd todos los que teméis a Dios, y contaré lo que Él ha hecho a mi alma.

Subiste a lo alto, cautivaste la cautividad, tomaste dones para los hombres, y también para los rebeldes, para que habite entre ellos JAH Dios.

Sácame del lodo, y no sea yo sumergido; sea yo libertado de los que me aborrecen, y de lo profundo de las aguas.

Que la mesa delante de ellos se convierta en lazo, y lo que era para su bien les sea tropiezo.

Los humildes lo verán, y se gozarán. Buscad a Dios, y vivirá vuestro corazón.

Diciendo: Dios lo ha dejado: Perseguidle y tomadle, porque no hay quien le libre.

Y tu justicia, oh Dios, hasta lo excelso; Tú has hecho grandes cosas. Oh Dios, ¿quién como tú?

Su nombre será para siempre, perpetuado será su nombre mientras dure el sol; y benditas serán en él todas las naciones; lo llamarán bienaventurado.

Tú machacaste las cabezas del leviatán; lo diste por comida al pueblo de los desiertos.

de tras las paridas lo trajo, para que apacentase a Jacob su pueblo, y a Israel su heredad.

Por testimonio en José lo ha constituido, cuando salió por la tierra de Egipto; donde oí lenguaje que no entendía.

Él los hubiera sostenido con lo mejor del trigo; y de miel de la roca te hubiera saciado.

No lo avasallará enemigo, ni hijo de iniquidad lo quebrantará.

Yo también lo haré mi primogénito, alto sobre los reyes de la tierra.

Lo saquean todos los que pasan por el camino: Es oprobio a sus vecinos.

Embotaste asimismo el filo de su espada, y no lo levantaste en la batalla.

Regocíjese el campo, y todo lo que en él está: Entonces todos los árboles del bosque rebosarán de contento delante de Jehová:

Porque miró de lo alto de su santuario; Jehová miró desde los cielos a la tierra,

Lo puso por señor de su casa, y por gobernador de todas sus posesiones;

Y Él les dio lo que pidieron; mas envió flaqueza en sus almas.

Por lo que alzó su mano contra ellos, para derrocarlos en el desierto,

Por lo que quebrantó con trabajo sus corazones, cayeron y no hubo quien les ayudase;

Reina Valera Gómez (© 2010)