'Los' en la Biblia

Porque sacaste prenda a tus hermanos sin causa, e hiciste desnudar las ropas de los desnudos.

A las viudas enviaste vacías, y los brazos de los huérfanos fueron quebrados.

¿Por ventura Dios no está en la altura de los cielos? ¡Mira la altura de las estrellas, cómo son altas!

¿Quieres tú guardar la senda antigua, que pisaron los varones perversos?

Los cuales fueron cortados antes de tiempo, cuyo fundamento fue derramado con un diluvio.

El les había llenado sus casas de bienes. Por tanto el consejo de los impíos está lejos de mí.

Verán los justos y se gozarán; y el inocente los escarnecerá, diciendo:

y pones {tu} oro en el polvo, y {el oro de} Ofir entre las piedras de los arroyos,

Cuando los otros fueren abatidos, dirás tú: Ensalzamiento habrá; y él salvará al humilde de ojos.

Puesto que no son ocultos los tiempos al Todopoderoso, ¿por qué los que le conocen no ven sus días?

Toman los términos, roban los ganados, y pacen los campos ajenos.

Se llevan el asno de los huérfanos; prenden el buey de la viuda.

Hacen apartar del camino a los pobres; y todos los pobres de la tierra se esconden de ellos.

Como asnos monteses en el desierto, Salen los pobres con afán en busca de alimento {Y} de pan para {sus} hijos en lugar desolado.

En el campo siegan su pasto, y los impíos vendimian la viña ajena.

De la inundación de los montes fueron humedecidos, y abrazan las peñas sin tener en qué cubrirse.

Quitan el pecho a los huérfanos, y de sobre el pobre toman la prenda.

Al desnudo hacen andar sin vestido, y a los hambrientos quitan las gavillas.

De dentro de sus paredes exprimen el aceite, pisan los lagares, y mueren de sed.

De la ciudad claman los hombres, y las almas muertas dan voces, pero Dios no puso estorbo.

Ellos son entre los rebeldes a la luz, nunca conocieron sus caminos, ni estuvieron en sus veredas.

Porque la mañana es a todos ellos como sombra de muerte; si son conocidos, terrores de sombra de muerte los toman.

La sequía y el calor arrebatan las aguas de la nieve; y el Seol a los pecadores.

El Misericordioso se olvidará de ellos; de ellos sentirán los gusanos dulzura; nunca más habrá de ellos memoria, y como un árbol será quebrantada la iniquidad.

Mas a los violentos adelantó con su poder; se levantó, y no fió a nadie en la vida.

Si algunos le dieron a crédito, y se afirmó en ellos; sus ojos tuvo puestos sobre los caminos de ellos.

Son exaltados por un poco de tiempo, mas desaparecen y son abatidos como todos los demás; serán encerrados, y cortados como cabezas de espigas.

Cosas inanimadas son formadas Debajo de las aguas, y los habitantes de ellas.

Desnudo está el Seol (región de los muertos) ante El, Y el Abadón (lugar de destrucción) no tiene cobertura.

Su espíritu adornó los cielos; su mano creó la serpiente huidora.

He aquí, estos son los bordes de sus caminos; ¿y cuán leve es la palabra que de El oímos! Pero su potente trueno, ¿quién lo puede comprender?

Esta es para con Dios la suerte del hombre impío, y la herencia que los violentos han de recibir del Omnipotente.

Los que de ellos quedaren, en muerte serán sepultados; y no llorarán sus viudas.

él {los} puede preparar, pero el justo {los} vestirá, y el inocente repartirá la plata.

Le alcanzan los terrores como una inundación; de noche le arrebata un torbellino.

{El hombre} pone fin a las tinieblas, y hasta los límites más remotos escudriña la roca que está en lobreguez y densa oscuridad.

Abren minas lejos de lo habitado, olvidado por el pie; suspendidos se balancean lejos de los hombres.

los cachorros de león no la han pisado, ni el fiero león pasó por ella.

En el pedernal puso su mano, y trastornó los montes de raíz.

De los peñascos cortó ríos, y sus ojos vieron todo lo preciado.

Detuvo los ríos en su nacimiento, e hizo salir a luz lo escondido.

El hombre nunca supo su valor, ni se halla en la tierra de los vivientes.

Porque encubierta está a los ojos de todo viviente, y a toda ave del cielo es oculta.

Porque él mira hasta los fines de la tierra, y ve debajo de todo el cielo.

cuando él hizo ley a la lluvia, y camino al relámpago de los truenos.

¡Quién me volviera como en los meses pasados, como en los días cuando Dios me guardaba,

como fue en los días de mi juventud, cuando Dios era familiar en mi tienda;

Los jóvenes me veían, y se escondían; y los viejos se levantaban, y estaban en pie.

Los príncipes detenían sus palabras; ponían la mano sobre su boca;

la voz de los principales se ocultaba, y su lengua se pegaba a su paladar;

cuando los oídos que me oían, me llamaban bienaventurado, y los ojos que me veían, me daban testimonio.

A los menesterosos era padre; y de la causa que no entendía, me informaba con diligencia.

Y quebraba los colmillos del inicuo, y de sus dientes hacía soltar la presa.

Les escogía el camino y me sentaba como jefe, y moraba como rey entre las tropas, como el que consuela a los que lloran.

Mas ahora los más mozos de días que yo, se ríen de mí; cuyos padres yo desdeñara ponerlos con los perros de mi ganado.

Porque ¿para qué yo habría menester la fuerza de sus manos, en los cuales pereció el tiempo?

Que cogían malvas entre los arbustos, y raíces de enebro para su comida.

Eran echados de entre los hombres, y todos les daban gritos como al ladrón.

Habitaban en las barrancas de los arroyos, en las cavernas de la tierra, y en las piedras.

Entre los matorrales clamaban; bajo las ortigas se reunían.

A la mano derecha se levantaron los jóvenes; empujaron mis pies, y pisaron sobre mí las sendas de su destrucción.

Mi senda derribaron, se aprovecharon de mi quebrantamiento, contra los cuales no hubo ayudador.

Contra mí se vuelven los terrores, como el viento persiguen mi honor, y como nube se ha disipado mi prosperidad.

De noche El traspasa mis huesos dentro de mí, y los {dolores} que me corroen no descansan.

Pues sé que a la muerte me llevarás, a la casa de reunión de todos los vivientes.

Mas él no extenderá la mano contra el sepulcro; ¿clamarán por ventura los sepultados cuando él los quebrantare?

He venido a ser hermano de los dragones, y compañero de los búhos.

Se ha convertido en duelo mi arpa, y mi flauta en voz de los que lloran.

¿Por ventura no hay quebrantamiento para el impío, e infortunio para los que obran iniquidad?

Porque es maldad é iniquidad, Que han de castigar los jueces.

Si estorbé el contento de los pobres, e hice desfallecer los ojos de la viuda;

¿Acaso no han dicho los hombres de mi tienda: `` ¿Quién puede hallar a alguno que no se haya saciado con su carne?"

Si encubrí, como los hombres mis prevaricaciones, Escondiendo en mi seno mi iniquidad;

¡quién me diera quien me oyere! He aquí mi señal es que el Omnipotente testificará por mí, aunque mi adversario me hubiera escrito los cargos.

Eliú había esperado para hablar a Job porque {los otros} eran de más edad que él.

Pero cuando vio Eliú que no había respuesta en la boca de los tres hombres, se encendió su ira.

Yo decía: Los días hablarán, y la muchedumbre de años declarará sabiduría.

Ciertamente espíritu hay en el hombre, e inspiración del Omnipotente los hace que entiendan.

No siempre los grandes son los sabios, ni los viejos entienden el derecho.

Pero él no ha dirigido {sus} palabras contra mí, Ni yo le responderé con los argumentos de ustedes.

Espantáronse, no respondieron más; Fuéronseles los razonamientos.

Dejadme hablar para que encuentre alivio, dejadme abrir los labios y responder.

Por sueño de visión nocturna, cuando el sueño cae sobre los hombres, cuando se adormecen sobre el lecho;

entonces revela al oído de los hombres, y les sella su instrucción;

Libra su alma de la fosa Y su vida de pasar al Seol (región de los muertos).

Su alma se acercará al sepulcro, y su vida a los enterradores.

se enternecerá su carne más que de niño, y volverá a los días de su juventud.

El mira sobre los hombres; y el que dijere: Pequé, y pervertí lo recto, y no me ha aprovechado;

He aquí, Dios hace todo esto a menudo con los hombres,

para apartar su alma de la huesa, e iluminarlo con la luz de los vivientes.

Oíd, sabios, mis palabras, y vosotros los que sabéis, prestadme atención.

Y va en compañía con los que obran iniquidad, y anda con los hombres maliciosos.

¿Por ventura se ha de llamar al rey: De Belial; y a los príncipes: Impíos?

En un momento mueren, y a media noche se alborotarán los pueblos, y pasarán, y sin mano será quitado el poderoso.

Porque sus ojos están puestos sobre los caminos del hombre, y ve todos sus pasos.

No hay tinieblas, ni sombra de muerte donde se encubran los que obran iniquidad.

El quebrantará a los fuertes sin pesquisa, y hará estar a otros en su lugar.

Por tanto él hará notorias las obras de ellos, cuando los trastornará en la noche, y serán quebrantados.

Como a malos los herirá en lugar donde sean vistos;

haciendo venir delante de sí el clamor del pobre, y él oye el clamor de los necesitados.