11244 casos

'Los' en la Biblia

Después de esto, sucedió que David derrotó a los filisteos y los sometió, y David tomó el mando de la ciudad principal de mano de los filisteos.

Y derrotó a Moab, y los midió con cordel, haciéndolos tenderse en tierra; y midió dos cordeles para dar{les} muerte, y un cordel entero para dejar{los} vivos. Y los moabitas fueron siervos de David, trayéndo{le} tributo.

David le tomó mil setecientos hombres de a caballo y veinte mil soldados de a pie; David desjarretó los caballos de los carros, pero dejó {suficientes} de ellos para cien carros.

Cuando vinieron los arameos de Damasco en ayuda de Hadad-ezer, rey de Soba, David mató a veintidós mil hombres de los arameos.

Entonces David puso guarniciones entre los arameos de Damasco, y los arameos fueron siervos de David, trayéndo{le} tributo. Y el SEÑOR ayudaba a David dondequiera que iba.

Tomó David los escudos de oro que llevaban los siervos de Hadad-ezer, y los trajo a Jerusalén.

de Aram y Moab, de los hijos de Amón, de los filisteos y de Amalec, y del botín de Hadad-ezer, hijo de Rehob, rey de Soba.

Puso guarniciones en Edom; por todo Edom puso guarniciones, y todos los edomitas fueron siervos de David. Y el SEÑOR daba la victoria a David dondequiera que iba.

Benaía, hijo de Joiada, {era jefe} de los cereteos y peleteos; y los hijos de David eran ministros principales.

Y tú, tus hijos y tus siervos cultivaréis la tierra para él, y le llevarás {los frutos} para que el nieto de tu señor tenga alimento; sin embargo, Mefiboset, nieto de tu señor, comerá siempre a mi mesa. Siba tenía quince hijos y veinte siervos.

Respondió Siba al rey: Conforme a todo lo que mi señor el rey mande a su siervo, así hará tu siervo. Y Mefiboset comió a la mesa de David como uno de los hijos del rey.

Mefiboset tenía un hijo pequeño que se llamaba Micaía. Todos los que moraban en la casa de Siba {eran} siervos de Mefiboset;

Sucedió después de esto que murió el rey de los hijos de Amón, y su hijo Hanún reinó en su lugar.

Y David dijo: Seré bondadoso con Hanún, hijo de Nahas, tal como su padre fue bondadoso conmigo. Envió, pues, David algunos de sus siervos para consolarlo por {la muerte de} su padre. Pero cuando los siervos de David llegaron a la tierra de los amonitas,

los príncipes de los amonitas dijeron a Hanún su señor: ¿Crees tú que David está honrando a tu padre porque te ha enviado consoladores? ¿No te ha enviado David sus siervos para reconocer la ciudad, para espiarla y conquistarla?

Entonces Hanún tomó a los siervos de David, les rasuró la mitad de la barba, les cortó los vestidos por la mitad hasta las caderas, y los despidió.

Cuando {le} avisaron a David, envió a encontrarlos, porque los hombres estaban sumamente avergonzados. Y el rey {les} dijo: Quedaos en Jericó hasta que os crezca la barba, y {después} volved.

Al ver los hijos de Amón que se habían hecho odiosos a David, los hijos de Amón mandaron a tomar a sueldo a los arameos de Bet-rehob y a los arameos de Soba, veinte mil soldados de a pie, y del rey de Maaca mil hombres, y de Is-tob doce mil hombres.

Cuando David se enteró, envió a Joab y a todo el ejército de los valientes.

Y los hijos de Amón salieron y se pusieron en orden de batalla a la entrada de la ciudad, mientras que los arameos de Soba y de Rehob y los {hombres} de Is-tob y de Maaca {estaban} aparte en el campo.

Viendo Joab que se le presentaba batalla por el frente y por la retaguardia, escogió de entre todos los mejores hombres de Israel, y {los} puso en orden de batalla contra los arameos.

Al resto del pueblo lo colocó al mando de su hermano Abisai y {lo} puso en orden de batalla contra los hijos de Amón.

Y dijo: Si los arameos son demasiado fuertes para mí, entonces tú me ayudarás, y si los hijos de Amón son demasiado fuertes para ti, entonces vendré en tu ayuda.

Entonces se acercó Joab con el pueblo que {estaba} con él para pelear contra los arameos, y {éstos} huyeron delante de él.

Cuando los hijos de Amón vieron que los arameos huían, ellos {también} huyeron delante de Abisai y entraron en la ciudad. Entonces Joab se volvió de {pelear} contra los hijos de Amón y vino a Jerusalén.

Al ver los arameos que habían sido derrotados por Israel, volvieron a concentrarse.

Hadad-ezer mandó sacar a los arameos que {estaban} al otro lado del río y fueron a Helam; y Sobac, comandante del ejército de Hadad-ezer, {iba} al frente de ellos.

Cuando se dio aviso a David, {éste} reunió a todo Israel, cruzó el Jordán y llegó a Helam. Los arameos se pusieron en orden de batalla para enfrentarse a David, y pelearon contra él.

Pero los arameos huyeron delante de Israel, y David mató a setecientos hombres de los carros de los arameos, y a cuarenta mil hombres de a caballo, e hirió a Sobac, comandante de su ejército, el cual murió allí.

Cuando todos los reyes, siervos de Hadad-ezer, vieron que habían sido derrotados por Israel, hicieron la paz con Israel y le sirvieron. Y los arameos tuvieron temor de ayudar más a los hijos de Amón.

Aconteció que en la primavera, en el tiempo cuando los reyes salen {a la batalla,} David envió a Joab y con él a sus siervos y a todo Israel, y destruyeron a los hijos de Amón y sitiaron a Rabá. Pero David permaneció en Jerusalén.

Pero Urías durmió a la entrada de la casa del rey con todos los siervos de su señor, y no bajó a su casa.

Y Urías respondió a David: El arca, Israel y Judá están bajo tiendas, y mi señor Joab y los siervos de mi señor acampan a campo abierto. ¿He de ir yo a mi casa para comer, beber y acostarme con mi mujer? Por tu vida y la vida de tu alma, que no haré tal cosa.

Y David lo convidó a comer y a beber con él, y lo embriagó. Al anochecer {Urías} salió a acostarse en su cama con los siervos de su señor, pero no descendió a su casa.

Y los hombres de la ciudad salieron y pelearon contra Joab, y algunos de los siervos de David cayeron, y murió también Urías hitita.

Joab envió a informar a David de todos los sucesos de la guerra,

y dio orden al mensajero, diciendo: Cuando hayas acabado de contar al rey todos los sucesos de la guerra,

Y el mensajero dijo a David: Los hombres prevalecieron contra nosotros y salieron al campo contra nosotros, pero los rechazamos hasta la entrada de la puerta.

Pero los arqueros tiraron contra tus siervos desde la muralla; y algunos de los siervos del rey han muerto, y también tu siervo Urías hitita ha muerto.

Cuando pasó el luto, David mandó traerla a su casa, y ella fue su mujer; y le dio a luz un hijo. Pero lo que David había hecho fue malo a los ojos del SEÑOR.

`` ¿Por qué has despreciado la palabra del SEÑOR haciendo lo malo a sus ojos? Has matado a espada a Urías hitita, y has tomado a su mujer para que sea mujer tuya, y lo has matado con la espada de los hijos de Amón.

Sin embargo, por cuanto con este hecho has dado ocasión de blasfemar a los enemigos del SEÑOR, ciertamente morirá el niño que te ha nacido.

Y los ancianos de su casa se pusieron a su lado para levantarlo del suelo, mas él no quiso, y no comió pan con ellos.

Sucedió que al séptimo día el niño murió; y los siervos de David temían informarle que el niño había muerto, pues se decían: He aquí, cuando el niño estaba {todavía} vivo, le hablábamos y no nos escuchaba. ¿Cómo, pues, vamos a decirle que el niño ha muerto? Puede hacer{se} daño.

Joab combatió contra Rabá de los hijos de Amón, y conquistó la ciudad real.

Y la gente que {había} en ella, la sacó y la puso {a trabajar} con sierras, con trillos de hierro y con hachas de hierro, también la puso a trabajar en los hornos de ladrillos. Así hizo a todas las ciudades de los hijos de Amón. Entonces regresó David con todo el pueblo {a} Jerusalén.

Pues, ¿adónde iría yo con mi deshonra? Y tú serías como uno de los insensatos de Israel. Ahora pues, te ruego que hables al rey, que él no me negará a ti.

Después de dos años, aconteció que teniendo Absalón esquiladores de ovejas en Baal-hazor, que está junto a Efraín, Absalón invitó a todos los hijos del rey.

Mas cuando Absalón le insistió, dejó ir con él a Amnón y a todos los hijos del rey.

Y los siervos de Absalón hicieron a Amnón tal como Absalón {les} había mandado. Entonces todos los hijos del rey se levantaron, y montándose cada uno en su mulo, huyeron.

Estando aún ellos en el camino, llegó a David el rumor que decía: Absalón ha dado muerte a todos los hijos del rey, y no ha quedado ni uno de ellos.

Entonces el rey se levantó, rasgó sus vestidos y se echó en tierra; y todos sus siervos estaban a su lado con los vestidos rasgados.

Y Jonadab, hijo de Simea, hermano de David, dijo: No crea mi señor que han dado muerte a todos los jóvenes, hijos del rey, pues sólo ha muerto Amnón; porque esto había sido determinado por decisión de Absalón desde el día en que Amnón violó a su hermana Tamar.

Ahora pues, no tome en serio mi señor el rey el rumor que dice: ``todos los hijos del rey murieron", porque sólo Amnón ha muerto.

Entre tanto Absalón había huido. Y el joven que estaba de atalaya alzó los ojos y miró, y he aquí, mucha gente que venía por el camino {que estaba} a sus espaldas del lado del monte.

Y Jonadab dijo al rey: He aquí, son los hijos del rey que vienen; conforme a la palabra de tu siervo, así ha sucedido.

Y aconteció que apenas había acabado de hablar, he aquí, los hijos del rey llegaron, alzaron su voz y lloraron; y también el rey y todos sus siervos lloraron muy amargamente.

Huyó Absalón y fue a Talmai, hijo de Amiud, rey de Gesur. Y {David} lloraba por su hijo todos los días.

Tu sierva tenía dos hijos; lucharon entre sí en el campo, y no habiendo quien los apartara, uno hirió al otro y lo mató.

Dijo, pues, a sus siervos: Mirad, el campo de Joab está junto al mío, y allí tiene cebada; id y prendedle fuego. Y los siervos de Absalón prendieron fuego al campo.

De esta manera Absalón trataba a todo israelita que venía al rey para juicio; así Absalón robó el corazón de los hombres de Israel.

Y Absalón envió por Ahitofel gilonita, consejero de David, desde Gilo su ciudad, cuando ofrecía los sacrificios. Y la conspiración se hacía fuerte porque constantemente aumentaba la gente que seguía a Absalón.

Entonces un mensajero vino a David, diciendo: El corazón de los hombres de Israel está con Absalón.

Y los siervos del rey le dijeron: He aquí, tus siervos {están listos para hacer} todo lo que nuestro señor el rey quiera.

Todos sus siervos pasaron junto a él, todos los cereteos, peleteos y todos los geteos, seiscientos hombres que habían venido con él desde Gat; {todos} pasaron delante del rey.

Entonces David dijo a Itai: Ve y pasa adelante. Así Itai geteo pasó con todos sus hombres y con todos los pequeños que {estaban} con él.

Y he aquí, Sadoc {pasó} también, y todos los levitas con él, llevando el arca del pacto de Dios. Y asentaron el arca de Dios, y Abiatar subió después que había terminado de pasar todo el pueblo {que salía} de la ciudad.

Y el rey dijo a Sadoc: Haz volver el arca de Dios a la ciudad, que si hallo gracia ante los ojos del SEÑOR, me hará volver y me mostrará tanto el arca como su morada.

Mirad, esperaré en los vados del desierto hasta que venga palabra vuestra para informarme.

Subía David la cuesta del {monte de los} Olivos, y mientras iba, lloraba con la cabeza cubierta y {los pies} descalzos. Y todo el pueblo que {iba} con él cubrió cada uno su cabeza, e iban llorando mientras subían.

{Alguien} dio aviso a David, diciendo: Ahitofel está entre los conspiradores con Absalón. Y David dijo: Oh SEÑOR, te ruego, haz necio el consejo de Ahitofel.

¿Y no están allí contigo Sadoc y Abiatar los sacerdotes? Por tanto, todo lo que oigas de la casa del rey lo comunicarás a los sacerdotes Sadoc y Abiatar.

Y el rey dijo a Siba: ¿Para qué tienes esto? Y Siba respondió: Los asnos son para que la familia del rey monte, y el pan y la fruta de verano para que los jóvenes coman, y el vino para que beba cualquiera que se fatigue en el desierto.

y tiraba piedras a David y a todos los siervos del rey David, aunque todo el pueblo y todos los {hombres} valientes {estaban} a su derecha y a su izquierda.

Entonces Absalón y todo el pueblo, los hombres de Israel, entraron en Jerusalén, y Ahitofel con él.

Respondió Husai a Absalón: No, pues a quien el SEÑOR, este pueblo y todos los hombres de Israel han escogido, de él seré, y con él me quedaré.

Y Ahitofel respondió a Absalón: Llégate a las concubinas de tu padre, a quienes él ha dejado para guardar la casa; entonces todo Israel sabrá que te has hecho odioso a tu padre, y las manos de todos los que están contigo se fortalecerán.

Y el plan agradó a Absalón y a todos los ancianos de Israel.

He aquí, él ahora se habrá escondido en una de las cuevas o en algún {otro} lugar; y sucederá que si en el primer {asalto} caen algunos de los tuyos, cualquiera que se entere, dirá: ``Ha habido una matanza en el pueblo que sigue a Absalón."

Y aun el valiente, cuyo corazón es como el corazón de un león, se desanimará completamente, pues todo Israel sabe que tu padre es un hombre poderoso y que todos los que están con él son valientes.

Iremos a él en cualquiera de los lugares donde se encuentre, y descenderemos sobre él como cae el rocío sobre la tierra; y de él y de todos los hombres que están con él no quedará ni uno.

Absalón y todos los hombres de Israel dijeron: El consejo de Husai arquita es mejor que el consejo de Ahitofel. Pues el SEÑOR había ordenado que se frustrara el buen consejo de Ahitofel para que el SEÑOR trajera calamidad sobre Absalón.

Dijo después Husai a los sacerdotes Sadoc y Abiatar: Esto es lo que Ahitofel aconsejó a Absalón y a los ancianos de Israel, y esto es lo que yo he aconsejado.

Ahora pues, enviad inmediatamente y avisad a David, diciendo: No pases la noche en los vados del desierto sino pasa al otro lado sin falta, no sea que el rey y el pueblo que está con él sean destruidos.

Pero un muchacho los vio y avisó a Absalón; así que los dos salieron rápidamente y fueron a la casa de un hombre en Bahurim que tenía un pozo en su patio, al cual descendieron.

Entonces los siervos de Absalón fueron a la casa de la mujer y dijeron: ¿Dónde están Ahimaas y Jonatán? Y la mujer les dijo: Ellos han pasado el arroyo. Buscaron, y al no encontrar{los,} regresaron a Jerusalén.

Llegando David a Mahanaim, Absalón pasó el Jordán y con él todos los hombres de Israel.

Cuando David llegó a Mahanaim, Sobi, hijo de Nahas de Rabá, de los hijos de Amnón, Maquir, hijo de Amiel de Lodebar, y Barzilai galaadita de Rogelim,

Y el rey mandó a Joab, a Abisai y a Itai, diciendo: Por amor a mí {tratad} bien al joven Absalón. Y todo el pueblo oyó cuando el rey mandó a todos los comandantes acerca de Absalón.

Allí fue derrotado el pueblo de Israel delante de los siervos de David, y la matanza aquel día allí fue grande: veinte mil hombres.

Y Absalón se encontró con los siervos de David; y Absalón iba montado en {su} mulo, y pasó el mulo debajo del espeso ramaje de una gran encina, y se le trabó la cabeza {a Absalón} en la encina, y quedó colgado entre el cielo y la tierra, mientras que el mulo que estaba debajo de él siguió de largo.

Cuando uno de los hombres vio {esto,} avisó a Joab, diciendo: He aquí, vi a Absalón colgado de una encina.

Respondió Joab: No malgastaré mi tiempo aquí contigo. Y tomando tres dardos en la mano, los clavó en el corazón de Absalón mientras todavía estaba vivo en medio de la encina.

David estaba sentado entre las dos puertas; y el atalaya subió al terrado de la puerta en el muro, y alzando los ojos miró, y he aquí, un hombre que corría solo.

Y Ahimaas dio voces, y dijo al rey: Todo está bien. Se postró rostro en tierra delante del rey, y dijo: Bendito es el SEÑOR tu Dios, que ha entregado a los hombres que levantaron sus manos contra mi señor el rey.

Dijo el rey al cusita: ¿Le va bien al joven Absalón? Y el cusita respondió: Sean como ese joven los enemigos de mi señor el rey, y todos los que se levantan contra ti para mal.

Entonces el rey se levantó y se sentó a la puerta. Y cuando avisaron a todo el pueblo, diciendo: He aquí, el rey está sentado a la puerta, entonces todo el pueblo vino delante del rey. Pero {los de} Israel habían huido, cada uno a su tienda.

Y todo el pueblo reñía en todas las tribus de Israel, diciendo: El rey nos ha librado de mano de nuestros enemigos y nos ha salvado de mano de los filisteos, pero ahora ha huido de la tierra, de Absalón.

Entonces el rey David envió {mensaje} a los sacerdotes Sadoc y Abiatar, diciendo: Hablad a los ancianos de Judá, y decidles: `` ¿Por qué sois los últimos en hacer volver al rey a su casa, ya que la palabra de todo Israel ha llegado al rey, a su casa?

``Sois mis hermanos; mi hueso y mi carne sois. ¿Por qué, pues, sois los últimos en hacer volver al rey?"

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Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso