11244 casos

'Los' en la Biblia

A cargo de los olivares y sicómoros en la Sefela {estaba} Baal-hanán gederita; y a cargo de los depósitos de aceite {estaba} Joás.

A cargo del ganado que pastaba en Sarón {estaba} Sitrai saronita; y a cargo del ganado en los valles {estaba} Safat, hijo de Adlai.

A cargo de los camellos {estaba} Obil ismaelita; y a cargo de las asnas {estaba} Jehedías meronotita.

También Jonatán, hombre de entendimiento, tío de David, {era} consejero y escriba; y Jehiel, hijo de Hacmoni, instruía a los hijos del rey.

David reunió en Jerusalén a todos los oficiales de Israel, los jefes de las tribus, los comandantes de las divisiones que servían al rey, los comandantes de millares, los comandantes de centenas y los administradores de toda la hacienda y del ganado del rey y de sus hijos, con los oficiales y los poderosos, es decir, a todos los hombres valientes.

Sin embargo, el SEÑOR, Dios de Israel, me escogió de toda la casa de mi padre para ser rey de Israel para siempre. Porque El escogió a Judá para ser jefe; y de la casa de Judá, la casa de mi padre; y entre los hijos de mi padre, El se agradó de mí para hacer{me} rey sobre todo Israel.

De manera que ahora, en presencia de todo Israel, asamblea del SEÑOR, y a oídos de nuestro Dios, guardad y buscad todos los mandamientos del SEÑOR vuestro Dios para que poseáis la buena tierra y {la} dejéis como heredad a vuestros hijos después de vosotros para siempre.

y el plano de todo lo que tenía en mente para los atrios de la casa del SEÑOR y para todas las cámaras alrededor, para los almacenes de la casa de Dios y para los almacenes de las cosas consagradas;

también para las clases de los sacerdotes y de los levitas y para toda la obra del servicio de la casa del SEÑOR y para todos los utensilios del servicio en la casa del SEÑOR;

para los {utensilios} de oro, el peso del oro para todos los utensilios para toda clase de servicio; para los utensilios de plata, el peso {de la plata} para todos los utensilios para toda clase de servicio;

y el peso {del oro} para los candelabros de oro y sus lámparas de oro, con el peso de cada candelabro y sus lámparas; y {el peso de la plata} para los candelabros de plata, con el peso de cada candelabro y sus lámparas conforme al uso de cada candelabro;

y para cada mesa, el oro por peso para las mesas de los panes de la proposición; y la plata para las mesas de plata;

y los garfios, los tazones, y los jarros de oro puro; y para las tazas de oro con el peso de cada taza; y para las tazas de plata con el peso de cada taza;

y oro acrisolado por peso para el altar del incienso; y oro para el diseño del carro, {es decir,} de los querubines, que extendían {sus alas} y cubrían el arca del pacto del SEÑOR.

Y he aquí, {tienes} las clases de los sacerdotes y los levitas para todo el servicio de la casa de Dios; y todo voluntario con alguna habilidad estará contigo en toda la obra para toda clase de servicio. También los oficiales y todo el pueblo estarán completamente a tus órdenes.

{es decir,} tres mil talentos de oro, del oro de Ofir, y siete mil talentos de plata acrisolada para revestir las paredes de los edificios;

de oro para las {cosas de} oro, y de plata para las {cosas de} plata, es decir, para toda la obra hecha por los artesanos. ¿Quién, pues, está dispuesto a dar su ofrenda hoy al SEÑOR?

Entonces los jefes de las {casas} paternas, y los jefes de las tribus de Israel, y los jefes de millares y de centenares, con los supervisores sobre la obra del rey, ofrecieron voluntariamente {sus donativos};

Y todos los que tenían piedras {preciosas} las dieron al tesoro de la casa del SEÑOR a cargo de Jehiel gersonita.

Y bendijo David al SEÑOR en presencia de toda la asamblea. Y David dijo: Bendito eres, oh SEÑOR, Dios de Israel, nuestro padre por los siglos de los siglos.

Tuya es, oh SEÑOR, la grandeza y el poder y la gloria y la victoria y la majestad, en verdad, todo lo que hay en los cielos y en la tierra; tuyo es el dominio, oh SEÑOR, y tú te exaltas como soberano sobre todo.

y da a mi hijo Salomón un corazón perfecto para que guarde tus mandamientos, tus testimonios y tus estatutos, para que {los} cumpla todos y edifique el templo, para el cual he provisto.

Y todos los oficiales, los hombres valientes, y también todos los hijos del rey David juraron obediencia al rey Salomón.

Y el SEÑOR engrandeció en gran manera a Salomón ante los ojos de todo Israel, y le confirió un reinado glorioso como nunca había tenido ningún rey en Israel antes de él.

Los hechos del rey David, desde el primero hasta el último, están escritos en las crónicas del vidente Samuel, en las crónicas del profeta Natán y en las crónicas del vidente Gad,

con todo su reinado, su poder y {todos} los acontecimientos que vinieron sobre él, sobre Israel y sobre todos los reinos de aquellas tierras.

Y Salomón habló a todo Israel, a los comandantes de miles y de cientos, a los jueces y a todos los príncipes de todo Israel, jefes de {casas} paternas.

Y dijo Dios a Salomón: Por cuanto esto estaba en tu corazón, y no has pedido riquezas, ni bienes, ni gloria, ni la vida de los que te odian, ni aun has pedido larga vida, sino que has pedido para ti sabiduría y conocimiento para poder gobernar a mi pueblo sobre el cual te he hecho rey,

sabiduría y conocimiento te han sido concedidos. Y te daré riquezas y bienes y gloria, tales como no las tuvieron ninguno de los reyes que fueron antes de ti, ni los que vendrán después de ti.

Y juntó Salomón carros y hombres de a caballo; y tenía mil cuatrocientos carros y doce mil hombres de a caballo, y los apostó en las ciudades de los carros, y en Jerusalén, junto al rey.

El rey hizo la plata y el oro {tan común} en Jerusalén como las piedras, e hizo los cedros tan abundantes como los sicómoros en el llano.

Los caballos de Salomón eran importados de Egipto y de Coa, y los mercaderes del rey los adquirían de Coa por cierto precio.

Y se importaba un carro de Egipto por seiscientos {siclos} de plata, y un caballo por ciento cincuenta, y de la misma manera {los} exportaban a todos los reyes de los hititas y a los reyes de Aram.

Y designó Salomón setenta mil hombres para llevar cargas, ochenta mil para labrar {piedra} en los montes y tres mil seiscientos para dirigirlos.

He aquí, voy a edificar una casa al nombre del SEÑOR mi Dios, para consagrársela, para quemar incienso aromático delante de El, {para colocar} continuamente el pan de la proposición y para ofrecer holocaustos por la mañana y por la tarde, en los días de reposo, en las lunas nuevas y en las fiestas señaladas del SEÑOR nuestro Dios; esto {será ordenanza} perpetua en Israel.

Pero ¿quién será capaz de edificarle una casa, cuando los cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerle? ¿Quién soy yo para que le edifique una casa, aunque sólo sea para quemar {incienso} delante de El?

Ahora pues, envíame un hombre diestro para trabajar en oro, en plata, en bronce, en hierro, y en {material de} púrpura, carmesí y violeta, y que sepa hacer grabados, para {trabajar} con los expertos que tengo en Judá y en Jerusalén, los cuales mi padre David proveyó.

Y he aquí, daré a tus siervos, los trabajadores que cortan la madera, veinte mil coros de trigo en grano, y veinte mil coros de cebada, y veinte mil batos de vino, y veinte mil batos de aceite.

Y añadió Hiram: Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, que ha hecho los cielos y la tierra, que ha dado al rey David un hijo sabio, dotado de prudencia y entendimiento, que edificará una casa para el SEÑOR y un palacio real para sí.

hijo de una mujer de las hijas de Dan y cuyo padre es de Tiro, el cual sabe trabajar en oro, en plata, en bronce, en hierro, en piedra, en madera {y} en {material de} púrpura, violeta, lino y carmesí, y {sabe} hacer toda clase de grabados y cualquier diseño que se le asigne, {para trabajar} con tus expertos y con los expertos de mi señor David, tu padre.

Ahora pues, envíe mi señor a sus siervos el trigo, la cebada, el aceite y el vino, de los cuales ha hablado.

Y contó Salomón todos los extranjeros que {estaban} en la tierra de Israel, después del censo que su padre David había tomado; y se hallaron ciento cincuenta y tres mil seiscientos.

Puso setenta mil de ellos a llevar cargas, ochenta mil a labrar {piedras} en los montes y tres mil seiscientos {como} capataces para hacer trabajar al pueblo.

Estos son los cimientos que Salomón puso para la edificación de la casa de Dios. La longitud en codos, conforme a la medida antigua, {era de} sesenta codos, y la anchura de veinte codos.

También revistió de oro la casa: las vigas, los umbrales, sus paredes y sus puertas; y esculpió querubines en las paredes.

El peso de los clavos era {de} cincuenta siclos de oro. También revistió de oro los aposentos altos.

Entonces hizo dos querubines de obra tallada en la habitación del lugar santísimo y los revistió de oro.

Y las alas de los dos querubines medían veinte codos; el ala de uno, de cinco codos, tocaba la pared de la casa, y {su} otra ala, de cinco codos, tocaba el ala del otro querubín.

Y {había} figuras {como} de bueyes debajo de él {y} todo alrededor, diez en {cada} codo, rodeando por completo el mar. Los bueyes {estaban} en dos hileras, fundidos en una sola pieza.

Hizo también diez pilas para lavar, y puso cinco a la derecha y cinco a la izquierda para lavar las cosas para el holocausto; pero el mar {era} para que los sacerdotes se lavaran en él.

Entonces hizo los diez candelabros de oro según su diseño y {los} puso en el templo, cinco a la derecha y cinco a la izquierda.

Después hizo el atrio de los sacerdotes, el gran atrio y las puertas para el atrio, y revistió las puertas de bronce.

Hiram hizo también los calderos, las palas y los tazones. Así terminó Hiram la obra que hizo para el rey Salomón en la casa de Dios:

las dos columnas, los tazones y los capiteles en lo alto de las dos columnas, y las dos mallas para cubrir los dos tazones de los capiteles que {estaban} encima de las columnas,

y las cuatrocientas granadas para las dos mallas, dos hileras de granadas para cada malla, para cubrir los dos tazones de los capiteles que {estaban} sobre las columnas.

Los calderos, las palas, los garfios y todos sus utensilios los hizo Hiram-abí para el rey Salomón, para la casa del SEÑOR, de bronce pulido.

El rey los fundió en la llanura del Jordán, en la tierra arcillosa entre Sucot y Seredata.

los candelabros con sus lámparas de oro puro, para que ardieran frente al santuario interior en la manera designada;

y las despabiladeras, los tazones, las cucharas y los incensarios de oro puro. La entrada de la casa, sus puertas interiores para el lugar santísimo y las puertas de la casa para la nave {eran también} de oro.

Así fue terminada toda la obra que Salomón hizo para la casa del SEÑOR. Y Salomón trajo las cosas consagradas por su padre David, es decir, la plata, el oro y todos los utensilios, {y los} puso en los tesoros de la casa de Dios.

Entonces Salomón reunió en Jerusalén a los ancianos de Israel, a todos los jefes de las tribus {y} a los principales de las casas paternas de los hijos de Israel, para subir el arca del pacto del SEÑOR de la ciudad de David, la cual es Sion.

Y se reunieron ante el rey todos los hombres de Israel en la fiesta del mes séptimo.

Cuando llegaron todos los ancianos de Israel, los levitas alzaron el arca;

y llevaron el arca y la tienda de reunión y todos los utensilios sagrados que {estaban} en la tienda; los sacerdotes levitas los llevaron.

Los sacerdotes trajeron el arca del pacto del SEÑOR a su lugar, al santuario interior de la casa, al lugar santísimo, bajo las alas de los querubines.

Porque los querubines extendían las alas sobre el lugar del arca, y los querubines cubrían el arca y sus barras por encima.

Pero las barras eran tan largas que los extremos de las barras del arca se podían ver delante del santuario interior, mas no se podían ver {desde} afuera; y allí están hasta hoy.

En el arca no había más que las dos tablas que Moisés puso {allí} en Horeb, donde el SEÑOR hizo {pacto} con los hijos de Israel cuando salieron de Egipto.

Y sucedió que cuando los sacerdotes salieron del lugar santo (porque todos los sacerdotes que estaban presentes se habían santificado sin tener en cuenta las clases),

todos los levitas cantores, Asaf, Hemán, Jedutún y sus hijos y sus parientes, vestidos de lino fino, con címbalos, arpas y liras, {estaban} de pie al oriente del altar, y con ellos ciento veinte sacerdotes que tocaban trompetas.

Cuando los trompeteros y los cantores, al unísono, se hacían oír a una voz alabando y glorificando al SEÑOR, cuando levantaban sus voces acompañados por trompetas y címbalos e instrumentos de música, cuando alababan al SEÑOR {diciendo:} Ciertamente {El es} bueno porque su misericordia es para siempre, entonces la casa, la casa del SEÑOR, se llenó de una nube,

y los sacerdotes no pudieron quedarse a ministrar a causa de la nube, porque la gloria del SEÑOR llenaba la casa de Dios.

Y he puesto allí el arca, en la cual está el pacto que el SEÑOR hizo con los hijos de Israel.

Pero, ¿morará verdaderamente Dios con los hombres en la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener, cuánto menos esta casa que yo he edificado.

Y escucha las súplicas de tu siervo y de tu pueblo Israel cuando oren hacia este lugar; escucha tú desde el lugar de tu morada, desde los cielos; escucha y perdona.

escucha tú desde los cielos y obra y juzga a tus siervos, castigando al impío, haciendo recaer su conducta sobre su cabeza, y justificando al justo dándole conforme a su justicia.

escucha tú desde los cielos y perdona el pecado de tu pueblo Israel, y hazlos volver a la tierra que diste a ellos y a sus padres.

Cuando los cielos estén cerrados y no haya lluvia por haber ellos pecado contra ti, y oren hacia este lugar y confiesen tu nombre, y se vuelvan de su pecado cuando tú los aflijas,

escucha tú {desde} los cielos y perdona el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel; sí, enséñales el buen camino por el que deben andar, y envía lluvia sobre tu tierra, la que diste a tu pueblo por heredad.

Si hay hambre en la tierra, si hay pestilencia, si hay tizón o añublo, langosta o saltamontes, si sus enemigos los sitian en la tierra de sus ciudades, cualquier plaga o cualquier enfermedad {que haya},

escucha tú desde los cielos, el lugar de tu morada, y perdona y da a cada uno conforme a todos sus caminos, ya que conoces su corazón (porque sólo tú conoces el corazón de los hijos de los hombres),

para que te teman y anden en tus caminos todos los días que vivan sobre la faz de la tierra que diste a nuestros padres.

escucha tú desde los cielos, desde el lugar de tu morada, y haz conforme a todo lo que el extranjero te pida, para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre, para que te teman, como {te teme} tu pueblo Israel, y para que sepan que tu nombre es invocado sobre esta casa que he edificado.

Cuando salga tu pueblo a la batalla contra sus enemigos, por {cualquier} camino que los envíes, y oren a ti vueltos hacia esta ciudad que has escogido, y {hacia} la casa que he edificado a tu nombre,

escucha desde los cielos su oración y su súplica, y hazles justicia.

Cuando pequen contra ti (pues no hay hombre que no peque) y estés airado contra ellos, y los entregues delante del enemigo, y éstos los lleven cautivos a una tierra, lejana o cercana,

escucha tú desde los cielos, desde el lugar de tu morada, su oración y sus súplicas, hazles justicia y perdona a tu pueblo que ha pecado contra ti.

Y cuando Salomón terminó de orar, descendió fuego desde el cielo y consumió el holocausto y los sacrificios, y la gloria del SEÑOR llenó la casa.

Los sacerdotes no podían entrar en la casa del SEÑOR, porque la gloria del SEÑOR llenaba la casa del SEÑOR.

Y todos los hijos de Israel, viendo descender el fuego y la gloria del SEÑOR sobre la casa, se postraron rostro en tierra sobre el pavimento y adoraron y alabaron al SEÑOR, {diciendo:} Ciertamente El es bueno; ciertamente su misericordia es para siempre.

Los sacerdotes estaban en sus debidos lugares, también los levitas con los instrumentos de música para el SEÑOR, los cuales había hecho el rey David para alabar al SEÑOR (porque para siempre es su misericordia), cuando David ofrecía alabanza por medio de ellos. Los sacerdotes tocaban trompetas frente a ellos, y todo Israel estaba de pie.

Salomón consagró también la parte central del atrio que {estaba} delante de la casa del SEÑOR, pues allí había ofrecido los holocaustos y la grosura de las ofrendas de paz, porque el altar de bronce que Salomón había hecho no podía contener el holocausto, la ofrenda de cereal y la grosura.

Si cierro los cielos para que no haya lluvia, o si mando la langosta a devorar la tierra, o si envío la pestilencia entre mi pueblo,

pues ahora he escogido y consagrado esta casa para que mi nombre esté allí para siempre, y mis ojos y mi corazón estarán allí todos los días.

Pero si vosotros os apartáis y abandonáis mis estatutos y mis mandamientos que he puesto delante de vosotros, y vais y servís a otros dioses y los adoráis,

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