11244 casos

'Los' en la Biblia

Cuando yo quería curar a Israel, se descubrió la iniquidad de Efraín y las maldades de Samaria, porque practican el engaño; el ladrón entra, los bandidos despojan por fuera,

Con su maldad alegran al rey, y con sus mentiras a los príncipes.

En la fiesta de nuestro rey, los príncipes se enfermaron por el calor del vino; él extendió la mano a los escarnecedores,

Cuando vayan, tenderé sobre ellos mi red, como aves del cielo los haré caer; los castigaré conforme a lo anunciado a su congregación.

¿Ay de ellos, pues de mí se han alejado! Sobre ellos vendrá la destrucción, porque contra mí se han rebelado; yo los redimiría, pero ellos hablan mentiras contra mí.

Claman a mí: ¿Dios mío, {los de} Israel te conocemos!

aunque alquilen {aliados} entre las naciones, ahora los juntaré, y comenzarán a debilitarse a causa de la carga del rey de príncipes.

En cuanto a mis ofrendas de sacrificio, sacrifican la carne y se {la} comen, {pero} el SEÑOR no se ha complacido en ellas. Ahora se acordará de su iniquidad, y {los} castigará por sus pecados: ellos volverán a Egipto.

No harán libaciones de vino al SEÑOR, ni le serán gratos sus sacrificios. {Su pan} les {será} como pan de duelo, todos los que lo coman se contaminarán, porque su pan será {sólo} para ellos, no entrará en la casa del SEÑOR.

Pues, he aquí, se irán a causa de la destrucción; Egipto los recogerá, Menfis los sepultará. La ortiga poseerá sus tesoros de plata; cardos {crecerán} en sus tiendas.

Han llegado los días del castigo, han llegado los días de la retribución; ¿que lo sepa Israel! Un insensato es el profeta, un loco el hombre inspirado, a causa de la magnitud de tu culpa, y por {tu} mucha hostilidad.

Se han corrompido profundamente como en los días de Guibeá; El se acordará de su iniquidad, castigará sus pecados.

Aunque críen a sus hijos, se los quitaré hasta que no quede hombre alguno. Sí, ¡ay de ellos también cuando de ellos me aparte!

Toda su maldad está en Gilgal; allí, pues, los aborrecí. Por la maldad de sus hechos los expulsaré de mi casa, no los amaré más; todos sus príncipes son rebeldes.

Mi Dios los desechará porque no le han escuchado, y andarán errantes entre las naciones.

Israel es un viñedo frondoso, dando fruto para sí mismo; según la abundancia de su fruto, así multiplicaba los altares; cuanto más rica {era} su tierra, más hermosos hacían sus pilares {sagrados}.

Por el becerro de Bet-avén temerán los habitantes de Samaria. En verdad, por él hará duelo su pueblo, y sus sacerdotes idólatras se lamentarán a causa de él, porque de él se ha alejado su gloria.

También serán destruidos los lugares altos de Avén, el pecado de Israel; espinos y abrojos crecerán sobre sus altares. Entonces dirán a los montes: ¿Cubridnos!, y a los collados: ¡Caed sobre nosotros!

Desde los días de Guibeá has pecado, oh Israel; ¿allí se han quedado! ¿No los alcanzará en Guibeá la batalla contra los hijos de la iniquidad?

Cuando yo lo desee, los castigaré; y se juntarán pueblos contra ellos cuando sean castigados por su doble iniquidad.

Cuanto más los llamaban {los profetas}, tanto más se alejaban de ellos; seguían sacrificando a los Baales y quemando incienso a los ídolos.

Sin embargo yo enseñé a andar a Efraín, yo lo llevé en mis brazos; pero ellos no comprendieron que yo los sanaba.

Con cuerdas humanas los conduje, con lazos de amor, y fui para ellos como quien alza el yugo de sobre sus quijadas; me incliné {y} les di de comer.

La espada girará contra sus ciudades, destruirá sus cerrojos y {los} consumirá por causa de sus intrigas.

De Egipto vendrán temblando como aves, y de la tierra de Asiria como palomas, y yo los estableceré en sus casas --declara el SEÑOR.

sí, el SEÑOR, Dios de los ejércitos, el SEÑOR es su nombre.

Pero yo {he sido} el SEÑOR tu Dios desde la tierra de Egipto; de nuevo te haré habitar en tiendas, como en los días de la fiesta señalada.

¿Hay iniquidad {en} Galaad? Ciertamente son indignos. En Gilgal sacrifican toros, sí, sus altares son como montones de piedra en los surcos del campo.

Y ahora continúan pecando: se hacen imágenes fundidas, ídolos, con su plata, conforme a su pericia, todo ello obra de artífices. De ellos dicen: Que los hombres que sacrifican, besen los becerros.

Como osa privada de sus cachorros, me enfrentaré a ellos y les desgarraré el pecho, y allí los devoraré como leona, {como} los desgarraría una bestia salvaje.

¿Los libraré del poder del Seol? ¿Los redimiré de la muerte? ¿Dónde están, oh muerte, tus espinas? ¿Dónde está, oh Seol, tu aguijón? La compasión estará oculta a mi vista.

Aunque él florezca entre los juncos, vendrá el solano, viento del SEÑOR que sube del desierto, y su fuente se secará y su manantial se agotará; despojará {su} tesoro de todos los objetos preciosos.

Seré como rocío para Israel; florecerá como lirio, y extenderá sus raíces como {los cedros del} Líbano.

Brotarán sus renuevos, y será su esplendor como el del olivo, y su fragancia como {la de los cedros del} Líbano.

Los que moran a su sombra, cultivarán de nuevo el trigo y florecerán como la vid. Su fama {será} como la del vino del Líbano.

Efraín, ¿qué tengo yo que ver ya con los ídolos? Yo respondo y te cuido. Yo soy como un frondoso ciprés; de mí procede tu fruto.

Quien es sabio, que entienda estas cosas; {quien} es prudente, que las comprenda. Porque rectos son los caminos del SEÑOR, y los justos andarán por ellos; pero los transgresores tropezarán en ellos.

Oíd esto, ancianos, y prestad oído, habitantes todos de la tierra. ¿Ha acontecido cosa semejante en vuestros días, o en los días de vuestros padres?

Despertad, borrachos, y llorad, y gemid todos los que bebéis vino, a causa del vino dulce que os es quitado de la boca.

Han sido cortadas la ofrenda de cereal y la libación de la casa del SEÑOR. Están de duelo los sacerdotes, los ministros del SEÑOR.

La vid se seca, y se marchita la higuera; también el granado, la palmera y el manzano, todos los árboles del campo se secan. Ciertamente se seca la alegría de los hijos de los hombres.

Promulgad ayuno, convocad asamblea; congregad a los ancianos {y} a todos los habitantes de la tierra en la casa del SEÑOR vuestro Dios, y clamad al SEÑOR.

Las semillas se han secado bajo los terrones; los almacenes han sido asolados, los graneros derribados porque se secó el grano.

¿Cómo muge el ganado! Andan vagando los hatos de vacas porque no hay pasto para ellas; hasta los rebaños de ovejas sufren.

A ti clamo, oh SEÑOR, porque el fuego ha devorado los pastos del desierto, y la llama ha consumido todos los árboles del campo.

Aun las bestias del campo braman por ti, porque se han secado los arroyos de agua, y el fuego ha devorado los pastos del desierto.

Tocad trompeta en Sion, y sonad alarma en mi santo monte. Tiemblen todos los habitantes de la tierra, porque viene el día del SEÑOR, porque está cercano;

día de tinieblas y lobreguez, día nublado y de densa oscuridad. Como la aurora sobre los montes, se extiende un pueblo grande y poderoso; nunca ha habido {nada} semejante a él, ni tampoco lo habrá después por años de muchas generaciones.

Como estrépito de carros saltan sobre las cumbres de los montes, como el crepitar de llama de fuego que consume la hojarasca, como pueblo poderoso dispuesto para la batalla.

Ante él tiemblan los pueblos, palidecen todos los rostros.

Entre el pórtico y el altar, lloren los sacerdotes, ministros del SEÑOR, y digan: Perdona, oh SEÑOR, a tu pueblo, y no entregues tu heredad al oprobio, a la burla entre las naciones. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: ``Dónde está su Dios"?

No temáis, bestias del campo, porque los pastos del desierto han reverdecido, porque el árbol ha dado su fruto, la higuera y la vid han producido en abundancia.

Entonces os compensaré por los años que ha comido la langosta, el pulgón, el saltón y la oruga, mi gran ejército, que envié contra vosotros.

Y aun sobre los siervos y las siervas derramaré mi Espíritu en esos días.

Y sucederá que todo aquel que invoque el nombre del SEÑOR será salvo; porque en el monte Sion y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho el SEÑOR, y entre los sobrevivientes {estarán} los que el SEÑOR llame.

y habéis vendido los hijos de Judá y Jerusalén a los griegos para alejarlos de su territorio,

he aquí, yo los levantaré del lugar donde los vendisteis, y devolveré vuestra venganza sobre vuestra cabeza.

También venderé vuestros hijos y vuestras hijas a los hijos de Judá, y ellos los venderán a los sabeos, a una nación lejana --porque el SEÑOR {lo} ha dicho.

Proclamad esto entre las naciones: Preparaos para la guerra, despertad a los valientes; acérquense, suban todos los soldados.

El SEÑOR ruge desde Sion y desde Jerusalén da su voz, y tiemblan los cielos y la tierra. Pero el SEÑOR es refugio para su pueblo y fortaleza para los hijos de Israel.

Entonces sabréis que yo soy el SEÑOR vuestro Dios, que habito en Sion, mi santo monte. Y Jerusalén será santa, y los extranjeros no pasarán más por ella.

Y sucederá que en aquel día los montes destilarán vino dulce, las colinas manarán leche, y por todos los arroyos de Judá correrán las aguas; brotará un manantial de la casa del SEÑOR y regará el valle de Sitim.

Egipto será una desolación, y Edom será un desierto desolado, por la violencia hecha a los hijos de Judá, en cuya tierra han derramado sangre inocente.

Palabras de Amós, que fue uno de los pastores de Tecoa, {de lo} que vio en visión acerca de Israel en días de Uzías, rey de Judá, y en días de Jeroboam, hijo de Joás, rey de Israel, dos años antes del terremoto.

Y dijo: El SEÑOR ruge desde Sion, y desde Jerusalén da su voz; los pastizales de los pastores están de duelo, y se seca la cumbre del Carmelo.

Por eso enviaré fuego sobre la casa de Hazael, y consumirá los palacios de Ben-adad.

También extirparé al morador de Asdod, y al que empuña el cetro de Ascalón; desataré mi poder sobre Ecrón, y el remanente de los filisteos perecerá --dice el Señor DIOS.

Enviaré, pues, fuego sobre Temán, y consumirá los palacios de Bosra.

Así dice el SEÑOR: Por tres transgresiones de los hijos de Amón, y por cuatro, no revocaré su {castigo,} porque abrieron los vientres de las {mujeres} encinta de Galaad para ensanchar sus fronteras.

Así dice el SEÑOR: Por tres transgresiones de Moab, y por cuatro, no revocaré su {castigo}, porque quemó los huesos del rey de Edom hasta calcinarlos.

Enviaré, pues, fuego sobre Moab, que consumirá los palacios de Queriot, y Moab morirá entre el tumulto, entre gritos {de guerra} y sonido de trompeta.

Enviaré, pues, fuego sobre Judá, y consumirá los palacios de Jerusalén.

Los que pisotean en el polvo de la tierra la cabeza de los desvalidos, también tuercen el camino de los humildes. Un hombre y su padre se llegan a la misma joven profanando mi santo nombre;

sobre ropas empeñadas se tienden junto a cualquier altar, y el vino de los que han sido multados beben en la casa de su Dios.

Yo destruí al amorreo delante de ellos, cuya altura {era} como la altura de los cedros, y {era} fuerte como las encinas; yo destruí su fruto por arriba y su raíz por abajo.

Pero vosotros hicisteis beber vino a los nazareos, y a los profetas les ordenasteis, diciendo: No profeticéis.

Y aun el más intrépido entre los valientes huirá desnudo aquel día --declara el SEÑOR.

Proclamad en los palacios de Asdod y en los palacios de la tierra de Egipto, y decid: Congregaos en los montes de Samaria y ved los grandes tumultos dentro de ella y la opresión en medio suyo.

Así dice el SEÑOR: Como el pastor rescata de la boca del león dos patas o un pedazo de oreja, así serán rescatados los hijos de Israel que moran en Samaria, en la esquina de una cama y en el damasco de un sofá.

Oíd y testificad contra la casa de Jacob --declara el Señor DIOS, el Dios de los ejércitos.

Porque el día que yo castigue las transgresiones de Israel, castigaré también los altares de Betel; los cuernos del altar serán cortados y caerán a tierra.

Oíd esta palabra, vacas de Basán, que estáis en el monte de Samaria, las que oprimís a los pobres, quebrantáis a los menesterosos, y decís a vuestros maridos: Traed ahora, para que bebamos.

Pues he aquí el que forma los montes, crea el viento y declara al hombre cuáles son sus pensamientos, el que del alba hace tinieblas y camina sobre las alturas de la tierra: el SEÑOR, Dios de los ejércitos, es su nombre.

{consuma} a los que convierten el juicio en ajenjo y echan por tierra la justicia.

Buscad lo bueno y no lo malo, para que viváis; y así sea con vosotros el SEÑOR, Dios de los ejércitos, tal como habéis dicho.

Por tanto, así dice el SEÑOR, el Señor Dios de los ejércitos: En todas las plazas hay llanto, y en todas las calles dicen: ¡Ay! ¡Ay! Llaman a duelo al labrador, y a lamentación a los que saben plañir.

¿Ay de los que ansían el día del SEÑOR! ¿De qué os servirá el día del SEÑOR? {Será} tinieblas, y no luz;

Resultados de Búsqueda por Versiones

Resultados de Búsqueda por Libro

Todos los Libros

Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso