10959 casos

'Los' en la Biblia

Entonces se levantaron, y en número de doce, pasaron de Benjamín de la parte de Is-boseth hijo de Saúl; y doce de los siervos de David.

Y hubo aquel día una batalla muy recia, y Abner y los hombres de Israel fueron vencidos de los siervos de David.

Y estaban allí los tres hijos de Sarvia: Joab, y Abisai, y Asael. Este Asael era suelto de pies como un corzo del campo.

Entonces Abner le dijo: Apártate á la derecha ó á la izquierda, y agárrate alguno de los mancebos, y toma para ti sus despojos. Pero Asael no quiso apartarse de en pos de él.

Y no queriendo él irse, hiriólo Abner con el regatón de la lanza por la quinta costilla, y salióle la lanza por las espaldas, y cayó allí, y murió en aquel mismo sitio. Y todos los que venían por aquel lugar donde Asael había caído y estaba muerto, se par

Y juntáronse los hijos de Benjamín en un escuadrón con Abner, y paráronse en la cumbre del collado.

Entonces Joab tocó el cuerno, y todo el pueblo se detuvo, y no siguió más á los de Israel, ni peleó más.

Y Abner y los suyos caminaron por la campiña toda aquella noche, y pasando el Jordán cruzaron por todo Bitrón, y llegaron á Mahanaim.

Joab también volvió de seguir á Abner, y juntando todo el pueblo, faltaron de los siervos de David diecinueve hombres, y Asael.

Mas los siervos de David hirieron de los de Benjamín y de los de Abner, trescientos y sesenta hombres, que murieron. Tomaron luego á Asael, y sepultáronlo en el sepulcro de su padre en Beth-lehem.

Y habló Abner con los ancianos de Israel, diciendo: Ayer y antes procurabais que David fuese rey sobre vosotros;

Ahora, pues, hacedlo; porque Jehová ha hablado á David, diciendo: Por la mano de mi siervo David libraré á mi pueblo Israel de mano de los Filisteos, y de mano de todos sus enemigos.

Y habló también Abner á los de Benjamín: y fué también Abner á Hebrón á decir á David todo el parecer de los de Israel y de toda la casa de Benjamín.

Vino pues Abner á David en Hebrón, y con él veinte hombres: y David hizo banquete á Abner y á los que con él habían venido.

Y he aquí los siervos de David y Joab, que venían del campo, y traían consigo gran presa. Mas Abner no estaba con David en Hebrón, que ya lo había él despedido, y él se había ido en paz.

Y saliéndose Joab de con David, envió mensajeros tras Abner, los cuales le volvieron desde el pozo de Sira, sin saberlo David.

Tus manos no estaban atadas, ni tus pies ligados con grillos: Caíste como los que caen delante de malos hombres. Y todo el pueblo volvió á llorar sobre él.

Que yo ahora aún soy tierno rey ungido; y estos hombres, los hijos de Sarvia, muy duros me son: Jehová dé el pago al que mal hace, conforme á su malicia.

Y tenía el hijo de Saúl dos varones, los cuales eran capitanes de compañía, el nombre de uno era Baana, y el del otro Rechâb, hijos de Rimmón Beerothita, de los hijos de Benjamín: (porque Beeroth era contada con Benjamín;

Y Jonathán, hijo de Saúl, tenía un hijo lisiado de los pies de edad de cinco años: que cuando la noticia de la muerte de Saúl y de Jonathán vino de Jezreel, tomóle su ama y huyó; y como iba huyendo con celeridad, cayó el niño y quedó cojo. Su nombre era M

Los hijos pues de Rimmón Beerothita, Rechâb y Baana, fueron y entraron en el mayor calor del día en casa de Is-boseth, el cual estaba durmiendo en su cámara la siesta.

¿Cuánto más á los malos hombres que mataron á un hombre justo en su casa, y sobre su cama? Ahora pues, ¿no tengo yo de demandar su sangre de vuestras manos, y quitaros de la tierra?

Entonces David mandó á los mancebos, y ellos los mataron, y cortáronles las manos y los pies, y colgáronlos sobre el estanque, en Hebrón. Luego tomaron la cabeza de Is-boseth, y enterráronla en el sepulcro de Abner en Hebrón.

Vinieron pues todos los ancianos de Israel al rey en Hebrón, y el rey David hizo con ellos alianza en Hebrón delante de Jehová; y ungieron á David por rey sobre Israel.

Entonces el rey y los suyos fueron á Jerusalem al Jebuseo que habitaba en la tierra; el cual habló á David, diciendo: Tú no entrarás acá, si no echares los ciegos y los cojos; diciendo: No entrará acá David.

Y dijo David aquel día: ¿Quién llegará hasta las canales, y herirá al Jebuseo, y á los cojos y ciegos, á los cuales el alma de David aborrece? Por esto se dijo: Ciego ni cojo no entrará en casa.

E Hiram rey de Tiro envió también embajadores á David, y madera de cedro, y carpinteros, y canteros para los muros, los cuales edificaron la casa de David.

Estos son los nombres de los que le nacieron en Jerusalem: Sammua, y Sobab, y Nathán, y Salomón,

Y oyendo los Filisteos que habían ungido á David por rey sobre Israel, todos los Filisteos subieron á buscar á David: lo cual como David oyó, vino á la fortaleza.

Y vinieron los Filisteos, y extendiéronse por el valle de Raphaim.

Entonces consultó David á Jehová, diciendo: ¿Iré contra los Filisteos? ¿los entregarás en mis manos? Y Jehová respondió á David: Ve, porque ciertamente entregaré los Filisteos en tus manos.

Y vino David á Baal-perasim, y allí los venció David, y dijo: Rompió Jehová mis enemigos delante de mí, como quien rompe aguas. Y por esto llamó el nombre de aquel lugar Baal-perasim.

Y los Filisteos tornaron á venir, y extendiéronse en el valle de Raphaim.

Y consultando David á Jehová, él le respondió: No subas; mas rodéalos, y vendrás á ellos por delante de los morales:

Y cuando oyeres un estruendo que irá por las copas de los morales, entonces te moverás; porque Jehová saldrá delante de ti á herir el campo de los Filisteos.

Y David lo hizo así, como Jehová se lo había mandado; é hirió á los Filisteos desde Gabaa hasta llegar á Gaza.

Y DAVID tornó á juntar todos los escogidos de Israel, treinta mil.

Y levantóse David, y fué con todo el pueblo que tenía consigo, de Baal de Judá, para hacer pasar de allí el arca de Dios, sobre la cual era invocado el nombre de Jehová de los ejércitos, que mora en ella entre los querubines.

Y cuando llegaron á la era de Nachôn, Uzza extendió la mano al arca de Dios, y túvola; porque los bueyes daban sacudidas.

Y como los que llevaban el arca de Dios habían andado seis pasos, sacrificaban un buey y un carnero grueso.

Y como David hubo acabado de ofrecer los holocaustos y pacíficos, bendijo al pueblo en el nombre de Jehová de los ejércitos.

Ciertamente no he habitado en casas desde el día que saqué á los hijos de Israel de Egipto hasta hoy, sino que anduve en tienda y en tabernáculo.

Y en todo cuanto he andado con todos los hijos de Israel, ¿he hablado palabra en alguna de las tribus de Israel, á quien haya mandado que apaciente mi pueblo de Israel, para decir: ¿Por qué no me habéis edificado casa de cedros?

Ahora pues, dirás así á mi siervo David: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo te tomé de la majada, de detrás de las ovejas, para que fueses príncipe sobre mi pueblo, sobre Israel;

Y he sido contigo en todo cuanto has andado, y delante de ti he talado todos tus enemigos, y te he hecho nombre grande, como el nombre de los grandes que son en la tierra.

Además yo fijaré lugar á mi pueblo Israel; yo lo plantaré, para que habite en su lugar, y nunca más sea removido, ni los inicuos le aflijan más, como antes,

Que sea engrandecido tu nombre para siempre, y dígase: Jehová de los ejércitos es Dios sobre Israel; y que la casa de tu siervo David sea firme delante de ti.

Porque tú, Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, revelaste al oído de tu siervo, diciendo: Yo te edificaré casa. Por esto tu siervo ha hallado en su corazón para hacer delante de ti esta súplica.

DESPUÉS de esto aconteció, que David hirió á los Filisteos, y los humilló: y tomó David á Methegamma de mano de los Filisteos.

Hirió también á los de Moab, y midiólos con cordel, haciéndolos echar por tierra; y midió con dos cordeles para muerte, y un cordel entero para vida; y fueron los Moabitas siervos debajo de tributo.

Y tomó David de ellos mil y setecientos de á caballo, y veinte mil hombres de á pie; y desjarretó David los caballos de todos los carros, excepto cien carros de ellos que dejó.

Y vinieron los Siros de Damasco á dar ayuda á Hadad-ezer rey de Soba; y David hirió de los Siros veinte y dos mil hombres.

Puso luego David guarnición en Siria la de Damasco, y fueron los Siros siervos de David sujetos á tributo. Y Jehová guardó á David donde quiere que fué.

Y tomó David los escudos de oro que traían los siervos de Hadad-ezer, y llevólos á Jerusalem.

Los cuales el rey David dedicó á Jehová, con la plata y el oro que tenía dedicado de todas las naciones que había sometido:

De los Siros, de los Moabitas, de los Ammonitas, de los Filisteos, de los Amalecitas, y del despojo de Hadad-ezer hijo de Rehob, rey de Soba.

Y ganó David fama cuando, volviendo de la rota de los Siros, hirió diez y ocho mil hombres en el valle de la sal.

Y puso guarnición en Edom, por toda Edom puso guarnición; y todos los Idumeos fueron siervos de David. Y Jehová guardó á David por donde quiera que fué.

Y Benahía hijo de Joiada, era sobre los Ceretheos y Peletheos; y los hijos de David eran los príncipes.

Y el rey dijo: ¿No ha quedado nadie de la casa de Saúl, á quien haga yo misericordia de Dios? Y Siba respondió al rey: Aun ha quedado un hijo de Jonathán, lisiado de los pies.

Tú pues le labrarás las tierras, tú con tus hijos, y tus siervos, y encerrarás los frutos, para que el hijo de tu Señor tenga con qué mantenerse; y Mephi-boseth el hijo de tu señor tenga con qué mantenerse; y Mephi-boseth el hijo de tu señor comerá siempr

Y respondió Siba al rey: Conforme á todo lo que ha mandado mi Señor el rey á su siervo, así lo hará tu siervo. Mephi-boseth, dijo el rey, comerá á mi mesa, como uno de los hijos del rey.

DESPUÉS de esto aconteció, que murió el rey de los hijos de Ammón: y reinó en lugar suyo Hanún su hijo.

Y dijo David: Yo haré misericordia con Hanún hijo de Naas, como su padre la hizo conmigo. Y envió David sus siervos á consolarlo por su padre. Mas llegados los siervos de David á la tierra de los hijos de Ammón,

Los príncipes de los hijos de Ammón dijeron á Hanún su señor: ¿Te parece que por honrar David á tu padre te ha enviado consoladores? ¿no ha enviado David sus siervos á ti por reconocer é inspeccionar la ciudad, para destruirla?

Entonces Hanún tomó los siervos de David, y rapóles la mitad de la barba, y cortóles los vestidos por la mitad hasta las nalgas, y despachólos.

Y viendo los hijos de Ammón que se habían hecho odiosos á David, enviaron los hijos de Ammón y tomaron á sueldo á los Siros de la casa de Rehob, y á los Siros de Soba, veinte mil hombres de á pie: y del rey de Maaca mil hombres, y de Is-tob doce mil hombr

Lo cual como oyó David, envió á Joab con todo el ejército de los valientes.

Y saliendo los hijos de Ammón, ordenaron sus escuadrones á la entrada de la puerta: mas los Siros de Soba, y de Rehob, y de Is-tob, y de Maaca, estaban de por sí en le campo.

Viendo pues Joab que había escuadrones delante y detrás de él, entresacó de todos los escogidos de Israel, y púsose en orden contra los Siros.

Entregó luego lo que quedó del pueblo en mano de Abisai su hermano, y púsolo en orden para encontrar á los Ammonitas.

Y dijo: Si los Siros me fueren superiores, tú me ayudarás; y si los hijos de Ammón pudieren más que tú, yo te daré ayuda.

Y acercóse Joab, y el pueblo que con él estaba, para pelear con los Siros; mas ellos huyeron delante de él.

Entonces los hijos de Ammón, viendo que los Siros habían huído, huyeron también ellos delante de Abisai, y entráronse en la ciudad. Y volvió Joab de los hijos de Ammón, y vínose á Jerusalem.

Mas viendo los Siros que habían caído delante de Israel, tornáronse á juntar.

Y envió Hadad-ezer, y sacó los Siros que estaban de la otra parte del río, los cuales vinieron á Helam, llevando por jefe á Sobach general del ejército de Hadad-ezer.

Y como fué dado aviso á David, juntó á todo Israel, y pasando el Jordán vino á Helam: y los Siros se pusieron en orden contra David, y pelearon con él.

Mas los Siros huyeron delante de Israel: é hirió David de los Siros la gente de setecientos carros, y cuarenta mil hombres de á caballo: hirió también á Sobach general del ejército, y murió allí.

Viendo pues todos los reyes que asistían á Hadad-ezer, como habían ellos sido derrotados delante de Israel, hicieron paz con Israel, y sirviéronle; y de allí adelante temieron los Siros de socorrer á los hijos de Ammón.

Y ACONTECIO á la vuelta de un año, en el tiempo que salen los reyes á la guerra, que David envió á Joab, y á sus siervos con él, y á todo Israel; y destruyeron á los Ammonitas, y pusieron cerco á Rabba: mas David se quedó en Jerusalem.

Mas Uría durmió á la puerta de la casa del rey con todos los siervos de su señor, y no descendió á su casa.

Y Uría respondió á David: El arca, é Israel y Judá, están debajo de tiendas; y mi señor Joab, y los siervos de mi señor sobre la haz del campo: ¿y había yo de entrar en mi casa para comer y beber, y á dormir con mi mujer? Por vida tuya, y por vida de tu a

Y David lo convidó, é hízole comer y beber delante de sí, hasta embriagarlo. Y él salió á la tarde á dormir en su cama con los siervos de su señor; mas no descendió á su casa.

Así fué que cuando Joab cercó la ciudad, puso á Uría en el lugar donde sabía que estaban los hombres más valientes.

Y saliendo luego los de la ciudad, pelearon con Joab, y cayeron algunos del pueblo de los siervos de David; y murió también Uría Hetheo.

Entonces envió Joab, é hizo saber á David todos los negocios de la guerra.

Y mandó al mensajero, diciendo: Cuando acabares de contar al rey todos los negocios de la guerra,

Y dijo el mensajero á David: Prevalecieron contra nosotros los hombres, que salieron á nosotros al campo, bien que nosotros les hicimos retroceder hasta la entrada de la puerta;

Pero los flecheros tiraron contra tus siervos desde el muro, y murieron algunos de los siervos del rey; y murió también tu siervo Uría Hetheo.

Y pasado el luto, envió David y recogióla á su casa: y fué ella su mujer, y parióle un hijo. Mas esto que David había hecho, fué desagradable á los ojos de Jehová.

¿Por qué pues tuviste en poco la palabra de Jehová, haciendo lo malo delante de sus ojos? A Uría Hetheo heriste á cuchillo, y tomaste por tu mujer á su mujer, y á él mataste con el cuchillo de los hijos de Ammón.

Mas por cuanto con este negocio hiciste blasfemar á los enemigos de Jehová, el hijo que te ha nacido morirá ciertamente.

Y levantándose los ancianos de su casa fueron á él para hacerlo levantar de tierra; mas él no quiso, ni comió con ellos pan.

Y Joab peleaba contra Rabba de los hijos de Ammón, y tomó la ciudad real.

Sacó además el pueblo que estaba en ella, y púsolo debajo de sierras, y de trillos de hierro, y de hachas de hierro; é hízolos pasar por hornos de ladrillos: y lo mismo hizo á todas las ciudades de los hijos de Ammón. Volvióse luego David con todo el pueb

Porque, ¿dónde iría yo con mi deshonra? Y aun tú serías estimado como uno de los perversos en Israel. Ruégote pues ahora que hables al rey, que no me negará á ti.

Y tenía ella sobre sí una ropa de colores, traje que las hijas vírgenes de los reyes vestían. Echóla pues fuera su criado, y cerró la puerta tras ella.

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