328 casos

'Mujer' en la Biblia

Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer;

Y aconteció que cuando estaba para entrar en Egipto, dijo a Sarai su esposa: He aquí, ahora conozco que eres mujer de hermoso parecer;

Y aconteció que cuando entró Abram en Egipto, los egipcios vieron que la mujer era muy hermosa.

La vieron también los príncipes de Faraón, y la alabaron delante de Faraón; y fue llevada la mujer a casa de Faraón:

Pero Dios vino a Abimelec en sueños de noche, y le dijo: He aquí muerto eres a causa de la mujer que has tomado, la cual es casada con marido.

Y el criado le respondió: Quizá la mujer no querrá venir en pos de mí a esta tierra: ¿volveré, pues, tu hijo a la tierra de donde saliste?

Y si la mujer no quisiere venir en pos de ti, serás libre de este mi juramento; solamente que no vuelvas allá a mi hijo.

Y yo dije a mi señor: Quizás la mujer no querrá seguirme.

y ella me respondiere: Bebe tú, y también para tus camellos sacaré agua; sea ésta la mujer que destinó Jehová para el hijo de mi señor.

Y Judá envió el cabrito de las cabras por mano de su amigo el adulamita, para que tomase la prenda de mano de la mujer; mas no la halló.

a la cual dijo la hija de Faraón: Lleva este niño, y críamelo, y yo te lo pagaré. Y la mujer tomó al niño, y lo crió.

sino que demandará cada mujer a su vecina y su huéspeda joyas de plata, joyas de oro, y vestiduras, las cuales pondréis sobre vuestros hijos y vuestras hijas, y despojaréis a Egipto.

Si algunos riñeren, e hiriesen a mujer embarazada, y ésta abortare, pero sin haber otro daño, será penado conforme a lo que le impusiere el marido de la mujer, y pagará según determinen los jueces.

Si un buey acorneare hombre o mujer, y a causa de ello muriere, el buey será apedreado, y no se comerá su carne; mas el dueño del buey será absuelto.

Pero si el buey ya había acorneado en el pasado, y a su dueño se le había amonestado, y no lo había guardado, y matare hombre o mujer, el buey será apedreado, y también su dueño morirá.

No habrá mujer que aborte, ni estéril en tu tierra; y yo cumpliré el número de tus días.

Entonces Moisés mandó pregonar por el campamento, diciendo: Ningún hombre ni mujer haga más obra para ofrecer para el santuario. Y así el pueblo fue impedido de ofrendar más;

Habla a los hijos de Israel, diciendo: La mujer cuando concibiere y diere a luz a varón, será inmunda siete días; conforme a los días que está separada por su menstruación será inmunda.

Y al hombre o mujer que le saliere llaga en la cabeza, o en la barba,

Asimismo el hombre o mujer, cuando en la piel de su carne tuviere manchas, manchas blancas,

Y cuando la mujer tuviere flujo de sangre, y su flujo fuere en su carne, siete días estará apartada; y cualquiera que la tocare, será inmundo hasta la tarde.

Y la mujer, cuando siguiere el flujo de su sangre por muchos días fuera del tiempo de su costumbre, o cuando tuviere flujo de sangre más de su costumbre; todo el tiempo del flujo de su inmundicia, será inmunda como en los días de su costumbre.

Y de la que padece su costumbre, y acerca del que tuviere flujo, sea hombre o mujer, y del hombre que durmiere con mujer inmunda.

La desnudez de la mujer y de su hija no descubrirás; no tomarás la hija de su hijo, ni la hija de su hija, para descubrir su desnudez; son parientas, es maldad.

Ni con ningún animal tendrás ayuntamiento amancillándote con él; ni mujer alguna se pondrá delante de animal para ayuntarse con él; es depravación.

Y cuando un hombre tuviere cópula con mujer, y ella fuere sierva desposada con alguno, y no estuviere rescatada, ni le hubiere sido dada libertad, ambos serán azotados: no morirán, por cuanto ella no es libre.

Y si una mujer se allegare a algún animal, para ayuntarse con él, a la mujer y al animal matarás; morirán indefectiblemente; su sangre será sobre ellos.

Y cualquiera que se acostare con mujer menstruosa, y descubriere su desnudez, su fuente descubrió, y ella descubrió la fuente de su sangre: ambos serán cortados de entre su pueblo.

Mujer viuda, o divorciada, o infame, o ramera, no tomará; sino tomará de su pueblo virgen por esposa.

Y el hijo de una mujer israelita, cuyo padre era un egipcio, salió entre los hijos de Israel; y el hijo de la israelita y un hombre de Israel riñeron en el campamento.

Y el hijo de la mujer israelita blasfemó el nombre de Jehová, y maldijo; entonces le llevaron a Moisés. Y su madre se llamaba Selomit, hija de Dibri, de la tribu de Dan.

Y si fuere de cinco años hasta veinte, tu estimación será, por el varón veinte siclos, y por la mujer diez siclos.

Y si fuere de un mes hasta cinco años, tu estimación será, por el varón cinco siclos de plata; y por la mujer será tu estimación tres siclos de plata.

Mas si fuere de sesenta años arriba, por el varón tu estimación será quince siclos, y por la mujer diez siclos.

Habla a los hijos de Israel: El hombre o la mujer que cometiere alguno de todos los pecados de los hombres, haciendo prevaricación contra Jehová, y delinquiere aquella persona;

Y hará el sacerdote estar en pie a la mujer delante de Jehová, y descubrirá la cabeza de la mujer, y pondrá sobre sus manos el presente de la recordación, que es el presente de celos; y el sacerdote tendrá en la mano las aguas amargas que acarrean maldición.

(El sacerdote conjurará a la mujer con juramento de maldición, y dirá a la mujer): Jehová te haga maldición y conjura en medio de tu pueblo, haciendo Jehová que tu muslo caiga, y que tu vientre se hinche;

y estas aguas que dan maldición entren en tus entrañas, y hagan hinchar tu vientre y caer tu muslo. Y la mujer dirá: Amén, amén.

y dará a beber a la mujer las aguas amargas que traen maldición; y las aguas que obran maldición entrarán en ella por amargas.

Después tomará el sacerdote de la mano de la mujer el presente de los celos, y lo mecerá delante de Jehová, y lo ofrecerá delante del altar.

Y tomará el sacerdote un puñado del presente, en memoria de ella, y lo quemará sobre el altar, y después dará a beber las aguas a la mujer.

Le dará, pues, a beber las aguas; y será, que si fuere inmunda y hubiere hecho traición contra su marido, las aguas que obran maldición entrarán en ella en amargura, y su vientre se hinchará, y caerá su muslo; y la mujer será maldición en medio de su pueblo.

Mas si la mujer no fuere inmunda, sino que estuviere limpia, ella será libre, y será fecunda.

Y aquel varón será libre de iniquidad, y la mujer llevará su pecado.

Habla a los hijos de Israel, y diles: El hombre, o la mujer, cuando se apartare haciendo voto de nazareo, para dedicarse a Jehová,

Y fue tras el varón de Israel a la tienda, y los alanceó a ambos, al varón de Israel, y a la mujer por su vientre. Y cesó la mortandad de los hijos de Israel.

Y el nombre de la mujer madianita muerta, era Cozbi, hija de Zur, príncipe de pueblos, padre de familia en Madián.

Mas la mujer, cuando hiciere voto a Jehová, y se ligare con obligación en casa de su padre, en su juventud;

Matad pues ahora todos los varones entre los niños: matad también toda mujer que haya conocido varón carnalmente.

Cuando se hallare entre ti, en alguna de tus ciudades que Jehová tu Dios te da, hombre, o mujer, que haya hecho mal en ojos de Jehová tu Dios traspasando su pacto,

entonces sacarás al hombre o mujer que hubiere hecho esta mala cosa, a tus puertas, hombre o mujer, y los apedrearás con piedras, y así morirán.

y le atribuyere algunas faltas, y esparciere sobre ella mala fama y dijere: Tomé a esta mujer y me llegué a ella, y no la hallé virgen;

Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa vergonzosa, le escribirá carta de divorcio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa.

Te desposarás con mujer, y otro varón se acostará con ella; edificarás casa, y no habitarás en ella; plantarás viña, y no la vendimiarás.

No sea que haya entre vosotros varón, o mujer, o familia, o tribu, cuyo corazón se aparte hoy de Jehová nuestro Dios, para ir y servir a los dioses de aquellas naciones; no sea que haya entre vosotros raíz que eche veneno y ajenjo;

Y Josué, hijo de Nun, envió desde Sitim dos espías secretamente, diciéndoles: Andad, reconoced la tierra, y a Jericó. Y ellos fueron, y entraron en casa de una mujer ramera que se llamaba Rahab, y posaron allí.

Pero la mujer había tomado los dos hombres, y los había escondido; y dijo: Verdad que hombres vinieron a mí, mas no supe de dónde eran.

Mas Josué dijo a los dos hombres que habían reconocido la tierra: Entrad en casa de la mujer ramera, y haced salir de allá a la mujer, y a todo lo que fuere suyo, como lo jurasteis.

Y gobernaba en aquel tiempo a Israel una mujer, Débora, profetisa, esposa de Lapidot;

Y ella dijo: Iré contigo; mas no será tu honra en el camino que vas; porque en mano de mujer venderá Jehová a Sísara. Y levantándose Débora fue con Barac a Cedes.

Pero una mujer dejó caer un pedazo de una rueda de molino sobre la cabeza de Abimelec y le quebró el cráneo.

Y luego llamó él a su escudero, y le dijo: Saca tu espada y mátame, para que no se diga de mí: Una mujer lo mató. Y su escudero le atravesó, y murió.

Y la esposa de Galaad también le había dado hijos; los cuales cuando fueron grandes, echaron fuera a Jefté, diciéndole: No heredarás en la casa de nuestro padre, porque eres hijo de otra mujer.

Y el Ángel de Jehová apareció a esta mujer, y le dijo: He aquí que tú eres estéril, y no has dado a luz; mas concebirás y darás a luz un hijo.

Y la mujer vino y lo contó a su marido, diciendo: Un varón de Dios vino a mí, cuyo aspecto era como el aspecto de un Ángel de Dios, terrible en gran manera; y no le pregunté de dónde ni quién era, ni tampoco Él me dijo su nombre.

Y Dios oyó la voz de Manoa: y el Ángel de Dios volvió otra vez a la mujer, estando ella en el campo; mas su marido Manoa no estaba con ella.

Y la mujer corrió prontamente, y lo declaró a su marido, diciendo: Mira que se me ha aparecido aquel varón que vino a mí el otro día.

Y se levantó Manoa, y siguió a su esposa; y así que llegó al varón, le dijo: ¿Eres tú aquel varón que habló a la mujer? Y Él dijo: Yo soy.

Y el Ángel de Jehová respondió a Manoa: La mujer se guardará de todas las cosas que yo le dije:

Y descendiendo Sansón a Timnat, vio en Timnat a una mujer de las hijas de los filisteos.

Y subió, y lo declaró a su padre y a su madre, diciendo: Yo he visto en Timnat a una mujer de las hijas de los filisteos; os ruego que me la toméis por esposa.

Y su padre y su madre le dijeron: ¿No hay mujer entre las hijas de tus hermanos, ni en todo mi pueblo, para que vayas tú a tomar esposa de los filisteos incircuncisos? Y Sansón respondió a su padre: Tómala para mí, porque ésta agradó a mis ojos.

Vino pues, y habló a la mujer que había agradado a Sansón.

Después de esto aconteció que se enamoró de una mujer en el valle de Sorec, la cual se llamaba Dalila.

Y cuando ya amanecía, vino la mujer y cayó delante de la puerta de la casa de aquel hombre donde su señor estaba, hasta que se hizo de día.

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