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'No' en la Biblia

Desde los días de Gabaa has pecado, oh Israel; allí estuvieron; no los tomó la batalla en Gabaa contra los inicuos.

Yo con todo eso guiaba en pies al mismo Efraín, tomándolos de sus brazos; y no conocieron que yo los cuidaba.

Mas yo soy el SEÑOR tu Dios desde la tierra de Egipto; por tanto no conocerás Dios fuera de mí, ni otro salvador sino a mí.

Dolores de mujer de parto le vendrán; es un hijo ignorante, porque ya hace tiempo que no debería detenerse al punto mismo de nacer.

No nos librará Assur; no subiremos sobre caballos, ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: Dioses nuestros; porque en ti el huérfano alcanzará misericordia.

¿No es quitado el mantenimiento de delante de nuestros ojos, la alegría y el placer de la Casa de nuestro Dios?

¡Cuánto gimen las bestias! ¡Cuán turbados anden los bueyes de los hatos, porque no tienen pastos! También son condenados los rebaños de las ovejas.

Como valientes correrán, como hombres de guerra subirán la muralla; y cada cual irá en sus caminos, y no torcerán sus sendas.

Ninguno apretará a su compañero, cada uno irá por su carrera; y aun cayendo sobre la espada no se herirán.

Entre la entrada y el altar, lloren los sacerdotes, ministros del SEÑOR, y digan: Perdona, oh SEÑOR, a tu pueblo, y no pongas en oprobio tu heredad, para que los gentiles se enseñoreen de ella. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios?

Tierra, no temas; alégrate y gózate, porque el SEÑOR hizo grandes cosas.

Animales del campo, no temáis; porque los pastos del desierto reverdecerán, porque los árboles llevarán su fruto, la higuera y la vid darán sus frutos.

Y conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy el SEÑOR vuestro Dios, y no hay otro; y mi pueblo nunca jamás será avergonzado.

Y conoceréis que yo soy el SEÑOR vuestro Dios, que habito en Sion, monte de mi santidad; y será Jerusalén santa, y extraños no pasarán más por ella.

Y limpiaré la sangre de los que no limpié; porque el SEÑOR mora en Sion.

Así dijo el SEÑOR: Por tres pecados de Gaza, y por el cuarto, no la convertiré; porque llevó cautiva toda la cautividad, para entregarlos a Edom.

Así dijo el SEÑOR: Por tres pecados de Tiro, y por el cuarto, no la convertiré; porque entregaron la cautividad entera a Edom, y no se acordaron del concierto de hermanos.

Así dijo el SEÑOR: Por tres pecados de Edom, y por el cuarto, no la convertiré; porque persiguió a espada a su hermano, y rompió sus misericordias; y con su furor le ha robado siempre, y ha guardado perpetuamente el enojo.

Así dijo el SEÑOR: Por tres pecados de Moab, y por el cuarto, no la convertiré; porque quemó los huesos del rey de Idumea hasta tornarlos en cal.

Así dijo el SEÑOR: Por tres pecados de Judá, y por el cuarto, no la convertiré; porque menospreciaron la ley del SEÑOR, y no guardaron sus ordenanzas; y sus mentiras los hicieron errar, en pos de las cuales anduvieron sus padres.

Y levanté de vuestros hijos para profetas, y de vuestros jóvenes para que fueran nazareos. ¿No es esto así, hijos de Israel dijo el SEÑOR?

Mas vosotros disteis de beber vino a los nazareos; y a los profetas mandasteis, diciendo: No profeticéis.

y la huida perecerá del ligero, y el fuerte no esforzará su fuerza, ni el valiente librará su alma;

Y el que toma el arco no estará en pie, ni escapará el ligero de pies, ni el que cabalga en caballo salvará su vida.

¿Bramará el león en el monte sin hacer presa? ¿Dará el leoncillo su bramido desde su morada, si no prendiere?

¿Caerá el ave en el lazo sobre la tierra, sin haber armador? ¿Se alzará el lazo de la tierra, si no se ha prendido algo?

Yo también os di limpieza de dientes en todas vuestras ciudades, y falta de pan en todos vuestros pueblos; mas no os tornasteis a mí, dijo el SEÑOR.

Y también yo os detuve la lluvia tres meses antes de la siega; e hice llover sobre una ciudad, y sobre otra ciudad no hice llover; sobre una parte llovió; y la parte sobre la cual no llovió, se secó.

Y venían dos o tres ciudades a una ciudad para beber agua, y no se saciaban; con todo, no os tornasteis a mí, dijo el SEÑOR.

Os herí con {viento} abrasador y con añublo; y la oruga ha devorado vuestros muchos huertos y viñedos, vuestras higueras y vuestros olivos; pero no os habéis vuelto a mí --declara el SEÑOR.

Envié entre vosotros mortandad al modo que en Egipto: maté á cuchillo vuestros mancebos, con cautiverio de vuestros caballos; é hice subir el hedor de vuestros reales hasta vuestras narices: empero no os tornasteis á mí, dice Jehová.

Trastornéos, como cuando Dios trastornó á Sodoma y á Gomorra, y fuisteis como tizón escapado del fuego: mas no os tornasteis á mí, dice Jehová.

Cayó la virgen de Israel, no más podrá levantarse; dejada fue sobre su tierra, no hay quien la levante.

y no busquéis a Bet-el ni entréis en Gilgal, ni paséis a Beerseba; porque Gilgal será llevada en cautiverio, y Bet-el será deshecha.

Buscad al SEÑOR, y vivid; no sea que hienda, como fuego, a la Casa de José, y la consuma, sin haber en Bet-el quien lo apague.

Buscad lo bueno, y no lo malo, para que viváis; porque así el SEÑOR Dios de los ejércitos será con vosotros, como decís.

Y si me ofreciereis vuestros holocaustos y vuestros presentes, no los recibiré; ni miraré a los sacrificios pacíficos de vuestros engordados.

los que beben vino en tazones, y se ungen con los ungüentos más preciosos; y no se afligen por el quebrantamiento de José.

Y su tío tomará a cada uno, y le quemará para sacar los huesos de casa; y dirá al que estará en los rincones de la casa: ¿Hay aún alguno contigo? Y dirá: No. Y dirá aquel : Calla, que no conviene hacer memoria del nombre del SEÑOR.

Los que os alegráis en nada; los que decís: ¿No nos hemos adquirido cuernos con nuestra fortaleza?

Se arrepintió el SEÑOR de esto: No será, dijo el SEÑOR.

Se arrepintió el SEÑOR de esto: No será esto tampoco, dijo el Señor DIOS.

Jehová entonces me dijo: ¿Qué ves, Amós? Y dije: Una plomada de albañil. Y el Señor dijo: He aquí, Yo pongo plomada de albañil en medio de mi pueblo Israel: No le pasaré más:

Entonces Amasías sacerdote de Bet-el envió a decir a Jeroboam, rey de Israel: Amós se ha conjurado contra ti en medio de la Casa de Israel; la tierra no puede ya sufrir todas sus palabras.

y no profetices más en Bet-el, porque es santuario del rey, y cabecera del reino.

Entonces respondió Amós, y dijo a Amasías: No soy profeta, ni soy hijo de profeta, sino que soy boyero, y cogedor de higos silvestres;

Ahora, pues, oye palabra del SEÑOR. Tú dices: No profetices contra Israel, ni hables contra la casa de Isaac:

Y dijo: ¿Qué ves, Amós? Y dije: Un canastillo de fruta de verano. Y díjome Jehová: Venido ha el fin sobre mi pueblo Israel; no le pasaré más.

El SEÑOR juró por la gloria de Jacob: No me olvidaré para siempre de todas sus obras.

¿No se ha de estremecer la tierra sobre esto? ¿Y todo habitador de ella no llorará? Y subirá toda como un río, y será arrojada, y será hundida como el río de Egipto.

Vi al Señor que estaba sobre el altar, y dijo: Hiere el umbral, y estremézcanse las puertas; y córtales en piezas la cabeza de todos; y al postrero de ellos mataré a espada; no habrá de ellos quien se fugue, ni quien escape.

Y si fueren en cautiverio delante de sus enemigos, allí mandaré a la espada, y los matará; y pondré sobre ellos mis ojos para mal, y no para bien.

Hijos de Israel, ¿no me sois vosotros, como hijos de etíopes, dijo el SEÑOR? ¿No hice yo subir a Israel de la tierra de Egipto, y a los palestinos de Caftor, y a los sirios de Kir?

He aquí los ojos del Señor DIOS están contra el reino pecador, y yo lo asolaré de la faz de la tierra; mas no destruiré del todo la casa de Jacob, dice el SEÑOR.

Porque he aquí yo mandaré, y haré que la Casa de Israel sea zarandeada entre todos los gentiles, como se zarandea el grano en un harnero, y no cae un granito a tierra.

A espada morirán todos los pecadores de mi pueblo, que dicen: No se acercará, ni se anticipará el mal por causa nuestra.

Los plantaré en su tierra, y no serán arrancados jamás de la tierra que les he dado --dice el SEÑOR tu Dios.

¿Entraron por ventura ladrones a ti, o robadores de noche? (¡Cómo has sido destruido!) ¿No hurtarán lo que les bastaba? Pues si entraran a ti vendimiadores, aun dejarán algún rebusco.

Hasta el término te hicieron llegar todos tus aliados; te han engañado los varones de tu paz, prevalecieron contra ti; los que comían tu pan, pusieron la llaga debajo de ti; no hay en ello inteligencia.

¿No haré que perezcan en aquel día, dijo el SEÑOR, los sabios de Edom, y la inteligencia del monte de Esaú?

Pues no debiste tú estar mirando en el día de tu hermano, el día en que fue extrañado; no te habías de alegrar de los hijos de Judá en el día que se perdieron, ni habías de ensanchar tu boca en el día de la angustia;

No habías de haber entrado por la puerta de mi pueblo en el día de su quebrantamiento; no, no habías tú de haber mirado su mal el día de su quebranto, ni haber echado mano á sus bienes el día de su calamidad.

No te apostes en la encrucijada para exterminar a sus fugitivos, y no entregues a sus sobrevivientes en el día de su angustia.

De la manera que vosotros bebisteis en mi santo monte, beberán, todos los gentiles de continuo; beberán, y engullirán, y serán como si no hubieran sido.

Entonces la casa de Jacob será un fuego, y la casa de José una llama, y rastrojo la casa de Esaú. Los quemarán y los consumirán, y no quedará sobreviviente {alguno} de la casa de Esaú --porque el SEÑOR ha hablado.

Y el maestre de la nave se llegó a él, y le dijo: ¿Qué tienes, dormilón? Levántate, y clama a tu Dios; por ventura él tendrá compasión de nosotros, y no pereceremos.

Y aquellos hombres trabajaron por tornar la nave a tierra; mas no pudieron, porque el mar iba a más, y se embravecía sobre ellos.

Y clamaron al SEÑOR, y dijeron: Te rogamos ahora, SEÑOR, que no perezcamos nosotros por el alma de este hombre, ni pongas sobre nosotros la sangre inocente; porque tú, SEÑOR, has hecho como has querido.

E hizo pregonar y anunciar en Nínive, por mandato del rey y de sus grandes, diciendo: Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna; no se les dé pasto, ni beban agua;

¿Quién sabe si se convertirá y se arrepentirá Dios, y se convertirá del furor de su ira, y no pereceremos?

Y oró al SEÑOR, y dijo: Ahora, oh SEÑOR, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me precaví huyendo a Tarsis; porque sabía yo que tú eres Dios clemente y compasivo, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal.

Y le dijo el SEÑOR: Tuviste tú piedad de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció,

Todo esto por la rebelión de Jacob, y por los pecados de la casa de Israel. ¿Cuál es la rebelión de Jacob? ¿No es Samaria? ¿Y cuáles son los lugares altos de Judá? ¿No es Jerusalén?

No lo digáis en Gat, ni lloréis mucho; revuélcate en el polvo por Bet-le-afra.

Pásate desnuda con vergüenza, oh moradora de Safir: la moradora de Zaanán no salió al llanto de Betesel; tomará de vosotros su tardanza.

Por tanto, así dijo el SEÑOR: He aquí, yo pienso sobre esta familia un mal, del cual no sacaréis vuestros cuellos, ni andaréis erguidos; porque el tiempo será malo.

Por tanto, no tendrás quien eche cordel para suerte en la congregación del SEÑOR.

No profeticéis, dicen a los que profetizan; no les profeticen que los ha de comprender la vergüenza.

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