'No' en la Biblia

Porque ellos no duermen a menos que hagan el mal, y pierden el sueño si no han hecho caer {a alguno.}

El camino de los impíos es como las tinieblas, no saben en qué tropiezan.

que no se aparten de tus ojos, guárdalas en medio de tu corazón.

No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; aparta tu pie del mal.

No considera la senda de la vida; sus senderos son inestables, {y} no {lo} sabe.

Ahora pues, hijos {míos,} escuchadme, y no os apartéis de las palabras de mi boca.

Aleja de la extraña tu camino, y no te acerques a la puerta de su casa;

no sea que des tu vigor a otros y tus años al cruel;

no sea que se sacien los extraños de tus bienes, y tu esfuerzo {vaya} a casa del extranjero;

No he escuchado la voz de mis maestros, ni he inclinado mi oído a mis instructores.

Sean para ti solo, y no para los extraños contigo.

no des sueño a tus ojos ni adormecimiento a tus párpados;

Por tanto su desgracia vendrá de repente; al instante será quebrantado, y no habrá remedio.

Hijo mío, guarda el mandamiento de tu padre, y no abandones la enseñanza de tu madre;

No codicies su hermosura en tu corazón, ni dejes que te cautive con sus párpados.

Así es el que se llega a la mujer de su prójimo; cualquiera que la toque no quedará sin castigo.

No se desprecia al ladrón si roba para saciarse cuando tiene hambre;

El que comete adulterio no tiene entendimiento; destruye su alma el que lo hace.

Heridas y vergüenza hallará, y su afrenta no se borrará.

Porque los celos enfurecen al hombre, y no perdonará en el día de la venganza.

No aceptará ningún rescate, ni se dará por satisfecho aunque {le} des muchos presentes.

Es alborotadora y rebelde, sus pies no permanecen en casa;

Porque mi marido no está en casa, se ha ido a un largo viaje;

hasta que una flecha le traspasa el hígado; como el ave que se precipita en la trampa, y no sabe que esto {le costará} la vida.

No se desvíe tu corazón hacia sus caminos, no te extravíes en sus sendas.

¿No clama la sabiduría, y levanta su voz la prudencia?

Conforme a la justicia son todas las palabras de mi boca, no hay en ellas nada torcido ni perverso.

Recibid mi instrucción y no la plata, y conocimiento antes que el oro escogido;

porque mejor es la sabiduría que las joyas, y todas las cosas deseables no pueden compararse con ella.

Cuando no había abismos fui engendrada, cuando no había manantiales abundantes en aguas.

cuando El no había hecho aún la tierra y los campos, ni el polvo primero del mundo.

cuando al mar puso sus límites para que las aguas no transgredieran su mandato, cuando señaló los cimientos de la tierra,

Escuchad la instrucción y sed sabios, y no {la} menospreciéis.

No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca; reprende al sabio, y te amará.

La mujer insensata es alborotadora, es simple y no sabe nada.

Pero él no sabe que allí están los muertos, {que} sus invitados están en las profundidades del Seol.

Tesoros mal adquiridos no aprovechan, mas la justicia libra de la muerte.

El SEÑOR no permitirá que el justo padezca hambre, pero rechazará la avidez de los impíos.

La bendición del SEÑOR es la que enriquece, y El no añade tristeza con ella.

Cuando pasa el torbellino, ya no existe el impío, pero el justo {tiene} cimiento eterno.

El justo nunca será conmovido, mas los impíos no habitarán en la tierra.

Donde no hay buen consejo, el pueblo cae, pero en la abundancia de consejeros está la victoria.

Ciertamente el malvado no quedará sin castigo, mas la descendencia de los justos será librada.

El hombre no se afianzará por medio de la impiedad, y la raíz de los justos no será removida.

Los impíos son derribados y ya no existen, pero la casa de los justos permanecerá.

El indolente no asa su presa, pero la posesión más preciosa del hombre es la diligencia.

En la senda de la justicia está la vida, y en {su} camino no hay muerte.

El hijo sabio {acepta} la disciplina de {su} padre, pero el escarnecedor no escucha la reprensión.

El rescate de la vida de un hombre está en sus riquezas, pero el pobre no oye amenazas.

Donde no hay bueyes, el pesebre está limpio, pero mucho rendimiento {se obtiene} por la fuerza del buey.

El testigo veraz no mentirá, pero el testigo falso habla mentiras.

El escarnecedor busca sabiduría, y no la {halla,} pero para el hombre entendido el conocimiento es fácil.

Apártate de la presencia del necio, porque {en él} no discernirás palabras de conocimiento.

El corazón conoce su propia amargura, y un extraño no comparte su alegría.

¿No se perderán los que traman el mal?; pero misericordia y verdad {recibirán} los que planean el bien.

En el corazón del prudente reposa la sabiduría, pero en medio de los necios no se da a conocer.

Los labios de los sabios esparcen conocimiento, pero no así el corazón de los necios.

El escarnecedor no ama al que lo reprende, ni se allegará a los sabios.

Abominación al SEÑOR es todo el que es altivo de corazón; ciertamente no quedará sin castigo.

Oráculo {hay} en los labios del rey; en el juicio no debe errar su boca.

El hombre violento incita a su prójimo, y lo guía por camino que no es bueno.

El que se mofa del pobre afrenta a su Hacedor; el que se regocija de la desgracia no quedará sin castigo.

No convienen al necio las palabras elocuentes; mucho menos al príncipe los labios mentirosos.

Al que devuelve mal por bien, el mal no se apartará de su casa.

¿De qué sirve el precio en la mano del necio para comprar sabiduría cuando no tiene entendimiento?

El que engendra un necio, para su tristeza {lo engendra,} y el padre del necio no tiene alegría.

Ciertamente no es bueno multar al justo, {ni} golpear a los nobles {por} su rectitud.

El necio no se deleita en la prudencia, sino sólo en revelar su corazón.

No es bueno mostrar preferencia por el impío, para ignorar al justo en el juicio.

El testigo falso no quedará sin castigo, y el que cuenta mentiras no escapará.

El testigo falso no quedará sin castigo, y el que cuenta mentiras perecerá.

Al necio no le sienta la vida de lujo; mucho menos a un siervo gobernar a los príncipes.

Corrige a tu hijo mientras hay esperanza, pero no desee tu alma causarle la muerte.

El vino es escarnecedor, la bebida fuerte alborotadora, y cualquiera que con ellos se embriaga no es sabio.

Desde el otoño, el perezoso no ara, pide en la cosecha, y no hay nada.

No ames el sueño, no sea que te empobrezcas; abre tus ojos {y} te saciarás de pan.

El que anda murmurando revela secretos, por tanto no te asocies con el chismoso.

La herencia adquirida de prisa al principio, no será bendecida al final.

No digas: Yo pagaré mal por mal; espera en el SEÑOR, y El te salvará.

Pesas desiguales son abominación al SEÑOR, y una balanza falsa no es buena.

El alma del impío desea el mal; su prójimo no halla favor a sus ojos.

El que cierra su oído al clamor del pobre, también él clamará y no recibirá respuesta.

El que ama el placer será pobre; el que ama el vino y los ungüentos no se enriquecerá.

No vale sabiduría, ni entendimiento, ni consejo, frente al SEÑOR.

Enseña al niño el camino en que debe andar, y aun cuando sea viejo no se apartará de él.

¿No te he escrito cosas excelentes de consejo y conocimiento,

No robes al pobre, porque es pobre, ni aplastes al afligido en la puerta;

No te asocies con el hombre iracundo; ni andes con el hombre violento,

no sea que aprendas sus maneras, y tiendas lazo para tu vida.

No estés entre los que dan fianzas, entre los que salen de fiadores de préstamos.

Si no tienes con qué pagar, ¿por qué han de quitarte la cama de debajo de ti?

No muevas el lindero antiguo que pusieron tus padres.

¿Has visto un hombre diestro en su trabajo? Estará delante de los reyes; no estará delante de hombres sin importancia.

No desees sus manjares, porque es alimento engañoso.

No te fatigues en adquirir riquezas, deja de pensar {en ellas}.

Cuando pones tus ojos en ella, ya no está. Porque {la riqueza} ciertamente se hace alas, como águila que vuela {hacia} los cielos.

No comas el pan del egoísta, ni desees sus manjares;

pues como piensa dentro de sí, así es. El te dice: Come y bebe, pero su corazón no está contigo.

No hables a oídos del necio, porque despreciará la sabiduría de tus palabras.

No muevas el lindero antiguo, ni entres en la heredad de los huérfanos,