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'No' en la Biblia

Y si no fuere rescatada dentro de un año entero, la casa que estuviere en la ciudad amurallada quedará para siempre para aquel que la compró, y para sus descendientes; no saldrá en el jubileo.

Mas las casas de las aldeas que no tienen muro alrededor, serán estimadas como un campo de tierra; tendrán redención, y saldrán en el jubileo.

Mas la tierra de los ejidos de sus ciudades no se venderá, porque es perpetua posesión de ellos.

No tomarás usura de él, ni aumento; mas tendrás temor de tu Dios, y tu hermano vivirá contigo.

No le darás tu dinero a usura, ni tus víveres a ganancia.

Y cuando tu hermano empobreciere, estando contigo, y se vendiere a ti, no le harás servir como esclavo.

Porque me pertenecen, yo los saqué de la tierra de Egipto; y no serán vendidos a manera de esclavos.

Y los poseeréis por juro de heredad para vuestros hijos después de vosotros, como posesión hereditaria; para siempre os serviréis de ellos; pero en vuestros hermanos los hijos de Israel, no os enseñorearéis cada uno sobre su hermano con dureza.

Como con el tomado a salario anualmente hará con él; no se enseñoreará en él con aspereza delante de tus ojos.

Mas si no se redimiere en esos años, en el año del jubileo saldrá, él, y sus hijos con él.

Porque yo daré paz en la tierra, y dormiréis, y no habrá quien os espante; y haré quitar las malas bestias de vuestra tierra, y por vuestra tierra no pasará espada.

YO SOY vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para que no fuerais sus esclavos; y rompí las coyundas de vuestro yugo, y os he hecho andar con el rostro alto.

y si abominareis mis decretos, y vuestra alma menospreciare mis derechos, no poniendo por obra todos mis mandamientos, e invalidando mi pacto;

Y si aun con estas cosas no me oyereis, yo tornaré a castigaros siete veces más por vuestros pecados.

Y vuestra fuerza se consumirá en vano; que vuestra tierra no dará su aumento, y los árboles de la tierra no darán su fruto.

Y si anduviereis conmigo en oposición, y no me quisiereis oír, yo añadiré sobre vosotros siete veces más plagas según vuestros pecados.

Y si con estas cosas no fuereis corregidos, sino que anduviereis conmigo en oposición,

Cuando yo os quebrantare el sustento del pan, cocerán diez mujeres vuestro pan en un horno, y os devolverán vuestro pan por peso; y comeréis, y no os saciaréis.

Y si con esto no me oyereis, mas procediereis conmigo en oposición,

Todo el tiempo que estará asolada, reposará lo que no reposó en vuestros sábados mientras habitabais en ella.

Y tropezarán los unos con los otros, como si huyeran delante de la espada, aunque nadie los persiga; y no podréis resistir delante de vuestros enemigos.

Y aun con todo esto, estando ellos en tierra de sus enemigos, yo no los desecharé, ni los abominaré para consumirlos, invalidando mi pacto con ellos; porque YO SOY su Dios.

No será mudado ni trocado, bueno por malo, ni malo por bueno; y si se permutare un animal por otro, él y el dado por él en cambio serán del santuario.

Y si fuere algún animal inmundo, de que no se ofrece ofrenda al SEÑOR, entonces el animal será puesto delante del sacerdote,

Mas si él no redimiere la tierra, y la tierra se vendiere a otro, no la redimirá más;

Y si santificare alguno al SEÑOR la tierra que él compró, que no era de la tierra de su herencia,

Mas si fuere de los animales inmundos, lo rescatarán conforme a tu estimación, y añadirán sobre ella su quinto; y si no lo redimieren, se venderá conforme a tu estimación.

Pero ningún anatema, que alguno santificare al SEÑOR de todo lo que tuviere, de hombres y animales, y de las tierras de su posesión, no se venderá, ni se redimirá. Todo anatema será cosa santísima al SEÑOR.

Cualquier anatema de hombres que se consagrare no será rescatado; indefectiblemente morirá.

No mirará si es bueno o malo, ni lo trocará; y si lo trocare, ello y su trueque serán santificación; no se redimirá.

Pero los levitas, según la tribu de sus padres, no fueron contados entre ellos.

Solamente no contarás la tribu de Leví, ni tomarás la cuenta de ellos entre los hijos de Israel;

mas los levitas acamparán las suyas alrededor del tabernáculo del testimonio, para que no haya ira sobre la congregación de los hijos de Israel; y los levitas tendrán la guarda del tabernáculo del testimonio.

Mas los levitas no fueron contados entre los hijos de Israel; como el SEÑOR le mandó a Moisés.

Mas Nadab y Abiú murieron delante del SEÑOR, cuando ofrecieron fuego extraño delante del SEÑOR, en el desierto de Sinaí; y no tuvieron hijos; y Eleazar e Itamar ejercieron el sacerdocio delante de Aarón su padre.

Y tan pronto acaben Aarón y sus hijos de cubrir el santuario y todos los vasos del santuario, cuando el campamento se hubiere de mudar, vendrán después de ello los hijos de Coat para llevarlos; mas no tocarán cosa santa, porque morirán. Estas serán las cargas de los hijos de Coat en el tabernáculo del testimonio.

No cortaréis la tribu de las familias de Coat de entre los levitas;

mas esto haréis con ellos, para que vivan, y no mueran cuando llegaren al lugar santísimo: Aarón y sus hijos vendrán y los pondrán a cada uno en su ministerio, y en su cargo.

No entrarán para ver, cuando cubrieren las cosas santas; porque morirán.

Así hombres como mujeres echaréis, fuera del campamento los echaréis; para que no contaminen el campamento de aquellos entre los cuales yo habito.

Y si aquel varón no tuviere redentor al cual el delito sea restituido, el delito se restituirá al SEÑOR, al sacerdote, a más del carnero de las reconciliaciones, con el cual se hará reconciliación.

que alguno se hubiere echado con ella por ayuntamiento de simiente, y su marido no lo hubiera visto por haberse ella contaminado ocultamente, ni hubiere testigo contra ella, ni ella hubiere sido cogida en el acto;

si viniere sobre él espíritu de celo, y tuviere celos de su mujer, habiéndose ella contaminado; o viniere sobre él espíritu de celo, y tuviere celos de su mujer, no habiéndose ella contaminado;

entonces el marido traerá su mujer al sacerdote, y traerá su ofrenda con ella, la décima de un efa de harina de cebada; no echará sobre ella aceite, ni pondrá sobre ella incienso, porque es presente de celos, presente de recordación, que trae en memoria iniquidad.

Y el sacerdote la conjurará, y dirá a la mujer: Si ninguno hubiere dormido contigo, y si no te has apartado de tu marido a inmundicia, limpia seas de estas aguas amargas que traen maldición.

pero si te has desviado, {estando} sujeta a tu marido, y te has corrompido, y otro hombre que no es tu marido se ha llegado a ti',

Mas si la mujer no fuere inmunda, sino que estuviere limpia, ella será libre, y será fecunda.

se abstendrá de vino y de sidra; vinagre de vino, ni vinagre de sidra no beberá, ni beberá algún licor de uvas, ni tampoco comerá uvas frescas ni secas.

Todo el tiempo de su nazareato, de todo lo que se hace de vid de vino, desde los granillos hasta el hollejo, no comerá.

Todo el tiempo del voto de su nazareato no pasará navaja sobre su cabeza, hasta que sean cumplidos los días de su separación al SEÑOR, santo será; dejará crecer las guedejas del cabello de su cabeza.

Por su padre, ni por su madre, por su hermano, ni por su hermana, no se contaminará con ellos cuando murieren; porque consagración de su Dios tiene sobre su cabeza.

Mas a los hijos de Coat no les dio nada; porque el ministerio del santuario que les pertenecía lo llevaban sobre sí en sus hombros.

Y yo he dado en don los levitas a Aarón y a sus hijos de entre los hijos de Israel, para que sirvan el ministerio de los hijos de Israel en el tabernáculo del testimonio, y reconcilien a los hijos de Israel; para que no haya plaga en los hijos de Israel, al acercarse los hijos de Israel al santuario.

Pero servirán con sus hermanos en el tabernáculo del testimonio, para hacer la guarda, bien que no servirán en el ministerio. Así harás de los Levitas cuanto á sus oficios.

Y hubo varones que estaban inmundos a causa de muerto, y no pudieron hacer la pascua aquel día; y llegaron delante de Moisés y delante de Aarón aquel día;

No dejarán de él para la mañana, ni quebrarán hueso en él; conforme a toda la ordenanza de la pascua la harán.

Mas el que estuviere limpio, y no estuviere de viaje, si dejare de hacer la pascua, la tal persona será cortada de entre su pueblo; por cuanto no ofreció a su tiempo determinado la ofrenda del SEÑOR, el tal hombre llevará su pecado.

Y cuando la nube se detenía sobre el tabernáculo muchos días, entonces los hijos de Israel guardaban la ordenanza del SEÑOR y no partían.

O si dos días, o un mes, o un año, mientras la nube se detenía sobre el tabernáculo quedándose sobre él, los hijos de Israel estaban acampados y no se movían; mas cuando ella se alzaba, ellos se movían.

Pero cuando hubiereis de juntar la congregación, tocaréis, mas no con sonido de alarma.

Y él le dijo: Te ruego que no nos dejes; porque tú sabes como debemos de acampar en el desierto, y nos serás en lugar de ojos.

pero ahora no tenemos apetito. Nada hay para nuestros ojos excepto este maná.

Y Moisés oyó llorar al pueblo, por sus familias, cada uno a la puerta de su tienda; y la ira del SEÑOR se encendió en gran manera, y a Moisés no le agradó.

Y dijo Moisés al SEÑOR: ¿Por qué has hecho mal a tu siervo? ¿y por qué no he hallado gracia en tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre mí?

No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es demasiado pesado.

Y yo descenderé y hablaré allí contigo; y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo.

No comeréis un día, ni dos días, ni cinco días, ni diez días, ni veinte días;

Entonces el SEÑOR respondió a Moisés: ¿Se ha acortado la mano del SEÑOR? Ahora verás si te sucede mi dicho, o no.

Entonces el SEÑOR descendió en la nube, y le habló; y tomó del espíritu que estaba en él, y lo dio a los setenta varones ancianos; y fue que, al reposar sobre ellos el espíritu, profetizaron, y no cesaron.

Y habían quedado en el campamento dos de los varones, el uno se llamaba Eldad y el otro Medad, sobre los cuales también reposó el espíritu; estaban éstos entre los inscritos, mas no habían salido al tabernáculo; y comenzaron a profetizar en el campamento.

Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado el SEÑOR? ¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó el SEÑOR.

Y dijo Aarón a Moisés: Te ruego, señor mío, no pongas ahora sobre nosotros pecado; porque locamente lo hemos hecho, y hemos pecado.

No sea ella ahora como el que sale muerto del vientre de su madre, consumida la mitad de su carne.

Respondió el SEÑOR a Moisés: Pues si su padre hubiera escupido en su cara, ¿no se avergonzaría por siete días? Sea echada fuera del campamento por siete días, y después se reunirá.

Así María fue echada del campamento siete días; y el pueblo no pasó adelante hasta que se le reunió María.

y cuál sea la tierra, si es fértil o estéril, si en ella hay árboles o no; y esforzaos, y recoged del fruto de la tierra. Y el tiempo era el tiempo de las primeras uvas.

Mas los varones que subieron con él, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo; porque es más fuerte que nosotros.

¿Y por qué nos trae el SEÑOR a esta tierra para caer a espada y que nuestras mujeres y nuestros chiquitos sean por presa? ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto?

Por tanto, no seáis rebeldes contra el SEÑOR, ni temáis al pueblo de esta tierra, porque nuestro pan son; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está el SEÑOR; no los temáis.

Y el SEÑOR dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo me ha de irritar este pueblo? ¿Hasta cuándo no me ha de creer con todas las señales que he hecho en medio de ellos?

Yo los heriré de mortandad, y no les daré herencia, y de ti haré una nación más grande y más fuerte que ellos.

Porque no pudo el SEÑOR meter este pueblo en la tierra de la cual les había jurado, los mató en el desierto.

Porque todos los que vieron mi gloria y mis señales que he hecho en Egipto y en el desierto, y me han tentado ya diez veces, y no han oído mi voz,

no verán la tierra de la cual juré a sus padres; no, ninguno de los que me han irritado la verá.

vosotros a la verdad no entraréis en la tierra, por la cual alcé mi mano de haceros habitar en ella; exceptuando a Caleb hijo de Jefone, y a Josué hijo de Nun.

Mas Moisés dijo: ¿Por qué, entonces, quebrantáis el mandamiento del SEÑOR, si esto no {os} saldrá bien?

No subáis, porque el SEÑOR no está en medio de vosotros, no seáis heridos delante de vuestros enemigos.

Porque el amalecita y el cananeo están allí delante de vosotros, y caeréis a espada; pues por cuanto os habéis retraído de seguir al SEÑOR, también el SEÑOR no está con vosotros.

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