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'Para' en la Biblia

Para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo, hasta la sangre de Zacarías, hijo de Berequías, al cual matasteis entre el Templo y el altar.

Mas las prudentes respondieron, diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id antes a los que venden, y comprad para vosotras.

Y decían: No en el día de fiesta, para que no se haga alboroto en el pueblo.

Pero al ver {esto,} los discípulos se indignaron, y decían: ¿Para qué este desperdicio?

De cierto os digo, que dondequiera que este Evangelio fuere predicado en todo el mundo, también será dicho para memoria de ella, lo que ésta ha hecho.

Y el primer día de la fiesta de los panes sin levadura, vinieron los discípulos a Jesús, diciéndole: ¿Dónde quieres que aderecemos para ti para comer la Pascua?

En aquel momento Jesús dijo a la muchedumbre: ¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas y garrotes para arrestarme? Cada día solía sentarme en el templo para enseñar, y no me prendisteis.

Mas Pedro le seguía de lejos hasta el patio del sumo sacerdote; y entrando, estaba sentado con los criados, para ver el fin.

y las dieron para el campo del alfarero, como me ordenó el Señor.

Y después que le hubieron escarnecido, le desnudaron el manto, y le vistieron de sus vestidos, y le llevaron para colgarle en el madero.

Y saliendo, hallaron a un cireneo, que se llamaba Simón; a éste obligaron para que llevara su madero.

Y después que le hubieron colgado del madero, repartieron sus vestidos, echando suertes, para que se cumpliera lo que fue dicho por el profeta: Se repartieron mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes.

Y muchas mujeres que habían seguido a Jesús desde Galilea para servirle, estaban allí, mirando de lejos;

Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el día tercero; para que no vengan sus discípulos de noche, y lo hurten, y digan al pueblo: Resucitó de los muertos. Y será el postrer error peor que el primero.

Entonces Jesús les dice: No temáis: id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea, y allí me verán.

Y les dice: Vamos a los lugares vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido.

Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de perdonar los pecados, (dice al paralítico):

Y dijo a sus discípulos que le tuvieran siempre apercibida la barquilla, por causa de la multitud, para que no le oprimieran.

para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan; para que no se conviertan, y les sean perdonados los pecados.

También les dijo: ¿Viene la lámpara para ser puesta debajo del almud, o debajo de la cama? ¿No viene para ser puesta en el candelero?

Porque nada hay oculto, si no es para que sea manifestado; ni {nada} ha estado en secreto, sino para que salga a la luz.

Si alguno tiene oídos para oír, oiga.

porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, pero él había roto las cadenas y destrozado los grillos, y nadie era tan fuerte como para dominarlo.

y le rogaron todos aquellos demonios, diciendo: Envíanos a los puercos para que entremos en ellos.

Los que apacentaban los puercos huyeron, y dieron aviso en la ciudad y en los campos. Y salieron para ver qué era aquello que había acontecido.

Y entrando él en el barco, le rogaba el que había sido fatigado del demonio, para estar con él.

Hablando aún él, vinieron de casa del príncipe de la sinagoga, diciendo: Tu hija es muerta; ¿para qué fatigas más al Maestro?

Y les mandó que no llevaran nada para el camino, sino solamente báculo; ni alforja, ni pan, ni dinero en la bolsa;

Y todos aquellos que no os recibieren ni os oyeren, saliendo de allí, sacudid el polvo que está debajo de vuestros pies, en testimonio a ellos. De cierto os digo que será más tolerable para los de Sodoma y Gomorra en el día del juicio, que para aquella ciudad.

Y El les dijo*: Venid, apartaos de los demás a un lugar solitario y descansad un poco. (Porque había muchos que iban y venían, y ellos no tenían tiempo ni siquiera para comer.)

envíalos para que vayan a los cortijos y aldeas de alrededor, y compren para sí pan; porque no tienen qué comer.

Y tomados los cinco panes y los dos peces, mirando al cielo, bendijo, y partió los panes, y dio a sus discípulos para que los pusieran delante; y repartió a todos los dos peces.

Y volviendo de la plaza, si no se lavaren, no comen. Y muchas otras cosas hay, que tomaron para guardar, como las lavaduras de los vasos de beber, y de los jarros, y de los vasos de metal, y de los lechos.)

Les decía también: Bien; invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición.

Si alguno tiene oídos para oír, oiga.

Sus discípulos le respondieron: ¿Dónde podrá alguien {encontrar lo suficiente para} saciar de pan a éstos aquí en el desierto?

Entonces mandó* a la multitud que se recostara en el suelo; y tomando los siete panes, después de dar gracias, {los} partió y {los} iba dando a sus discípulos para que {los} pusieran delante {de la gente;} y ellos {los} sirvieron a la multitud.

Entonces respondiendo Pedro, dice a Jesús: Maestro, bien será que nos quedemos aquí, y hagamos tres tabernáculos: para ti uno, y para Moisés otro, y para Elías otro;

Y se guardaron para sí lo dicho, discutiendo entre sí qué significaría resucitar de entre los muertos.

y muchas veces le echa en el fuego y en aguas, para matarle; mas, si puedes algo, ayúdanos, teniendo misericordia de nosotros.

Y saliendo él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para poseer la vida eterna?

Jesús, mirando en derredor, dijo* a sus discípulos: ¿Qué difícil será para los que tienen riquezas entrar en el reino de Dios!

pero el que os sentéis a mi derecha o a {mi} izquierda, no es mío el concederlo, sino que es para quienes ha sido preparado.

Y muchos lo reprendían para que se callara, pero él gritaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!

Y entró en Jerusalén, {llegó} al templo, y después de mirar todo a su alrededor, salió para Betania con los doce, siendo ya avanzada la hora.

Entonces Jesús respondiendo, dijo a la higuera: Nunca más coma nadie fruto de ti para siempre. Y lo oyeron sus discípulos.

Y les enseñaba, diciendo: ¿No está escrito: ``MI CASA SERA LLAMADA CASA DE ORACION PARA TODAS LAS NACIONES"? Pero vosotros la habéis hecho CUEVA DE LADRONES.

Y le dicen: ¿Con qué facultad haces estas cosas? ¿Y quién te ha dado esta facultad para hacer estas cosas?

Y envió un siervo a los labradores, al tiempo, para que tomara de los labradores del fruto de la viña.

porque todos ellos echaron de lo que les sobra, pero ella, de su pobreza echó todo lo que poseía, todo lo que tenía para vivir.

Pero estad alerta; porque os entregarán a los tribunales y seréis azotados en las sinagogas, y compareceréis delante de gobernadores y reyes por mi causa, para testimonio a ellos.

y el que estuviere sobre la casa, no descienda a la casa, ni entre para tomar algo de su casa;

Y el que estuviere en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa.

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