76 casos

'Para' en la Biblia

E iban sus hijos y hacían banquetes en sus casas, cada uno en su día; y enviaban á llamar sus tres hermanas, para que comiesen y bebiesen con ellos.

Acometieron los Sabeos, y tomáronlos, é hirieron á los mozos á filo de espada: solamente escapé yo para traerte las nuevas.

Aun estaba éste hablando, y vino otro que dijo: Fuego de Dios cayó del cielo, que quemó las ovejas y los mozos, y los consumió: solamente escapé yo solo para traerte las nuevas.

Todavía estaba éste hablando, y vino otro que dijo: Los Caldeos hicieron tres escuadrones, y dieron sobre los camellos, y tomáronlos, é hirieron á los mozos á filo de espada; y solamente escapé yo solo para traerte las nuevas.

Y he aquí un gran viento que vino del lado del desierto, é hirió las cuatro esquinas de la casa, y cayó sobre los mozos, y murieron; y solamente escapé yo solo para traerte las nuevas.

Y OTRO día aconteció que vinieron los hijos de Dios para presentarse delante de Jehová, y Satán vino también entre ellos pareciendo delante de Jehová.

Y Jehová dijo á Satán: ¿No has considerado á mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado de mal, y que aun retiene su perfección, habiéndome tú incitado contra él, para que lo arruinara sin caus

Y tomaba una teja para rascarse con ella, y estaba sentado en medio de ceniza.

Maldíganla los que maldicen al día, Los que se aprestan para levantar su llanto.

¿Por qué me previnieron las rodillas? ¿Y para qué las tetas que mamase?

De la mañana á la tarde son quebrantados, Y se pierden para siempre, sin haber quien lo considere.

He aquí lo que hemos inquirido, lo cual es así: Oyelo, y juzga tú para contigo.

Aburríme: no he de vivir yo para siempre; Déjáme, pues que mis días son vanidad.

¿Qué es el hombre, para que lo engrandezcas, Y que pongas sobre él tu corazón,

Yo soy impío, ¿Para qué trabajaré en vano?

Para que inquieras mi iniquidad, Y busques mi pecado,

¿No son mis días poca cosa? Cesa pues, y déjame, para que me conforte un poco.

Antes que vaya para no volver, A la tierra de tinieblas y de sombra de muerte;

Para siempre serás más fuerte que él, y él se va; Demudarás su rostro, y enviaráslo.

Tribulación y angustia le asombrarán, Y esforzaránse contra él como un rey apercibido para la batalla.

Tú me has arrugado; testigo es mi flacura, Que se levanta contra mí para testificar en mi rostro.

Pon ahora, dame fianza para litigar contigo: ¿Quién tocará ahora mi mano?

E hizo inflamar contra mí su furor, Y contóme para sí entre sus enemigos.

Que con cincel de hierro y con plomo Fuesen en piedra esculpidas para siempre!

Temed vosotros delante de la espada; Porque sobreviene el furor de la espada á causa de las injusticias, Para que sepáis que hay un juicio.

Con su estiércol perecerá para siempre: Los que le hubieren visto, dirán: ¿Qué es de él?

Todas tinieblas están guardadas para sus secretos: Fuego no soplado lo devorará; Su sucesor será quebrantado en su tienda.

¿Quién es el Todopoderoso, para que le sirvamos? ¿Y de qué nos aprovechará que oremos á él?

Que el malo es reservado para el día de la destrucción? Presentados serán en el día de las iras.

Allí el justo razonaría con él: Y escaparía para siempre de mi juez.

He aquí, como asnos monteses en el desierto, Salen á su obra madrugando para robar; El desierto es mantenimiento de sus hijos.

En las tinieblas minan las casas, Que de día para sí señalaron; No conocen la luz.

Yo os enseñaré en orden á la mano de Dios: No esconderé lo que hay para con el Omnipotente.

Esta es para con Dios la suerte del hombre impío, Y la herencia que los violentos han de recibir del Omnipotente.

Si sus hijos fueren multiplicados, serán para el cuchillo; Y sus pequeños no se hartarán de pan;

Porque ¿para qué yo habría menester la fuerza de sus manos, En los cuales había perecido con el tiempo?

Que cogían malvas entre los arbustos, Y raíces de enebro para calentarse.

Haste tornado cruel para mí: Con la fortaleza de tu mano me amenazas.

¿No hay quebrantamiento para el impío, Y extrañamiento para los que obran iniquidad?

Muela para otro mi mujer, Y sobre ella otros se encorven.

(Que ni aun entregué al pecado mi paladar, Pidiendo maldición para su alma;)

Para quitar al hombre de su obra, Y apartar del varón la soberbia.

Para apartar su alma del sepulcro, Y para iluminarlo con la luz de los vivientes.

Porque el oído prueba las palabras, Como el paladar gusta para comer.

Escojamos para nosotros el juicio, Conozcamos entre nosotros cuál sea lo bueno;

No carga pues él al hombre más de lo justo, Para que vaya con Dios á juicio.

Haciendo que no reine el hombre hipócrita Para vejaciones del pueblo.

No quitará sus ojos del justo; Antes bien con los reyes los pondrá en solio para siempre, Y serán ensalzados.

Despierta además el oído de ellos para la corrección, Y díce les que se conviertan de la iniquidad.

Así hace retirarse á todo hombre, Para que los hombres todos reconozcan su obra.

Asimismo por sus designios se revuelven las nubes en derredor, Para hacer sobre la haz del mundo, En la tierra, lo que él les mandara.

Para que ocupe los fines de la tierra, Y que sean sacudidos de ella los impíos?

Lo cual tengo yo reservado para el tiempo de angustia, Para el día de la guerra y de la batalla?

Para hartar la tierra desierta é inculta, Y para hacer brotar la tierna hierba?

¿Alzarás tú á las nubes tu voz, Para que te cubra muchedumbre de aguas?

¿Enviarás tú los relámpagos, para que ellos vayan? ¿Y diránte ellos: Henos aquí?

¿CAZARAS tú la presa para el león? ¿Y saciarás el hambre de los leoncillos,

Cuando están echados en las cuevas, O se están en sus guaridas para acechar?

¿Atarás tú al unicornio con su coyunda para el surco? ¿Labrará los valles en pos de ti?

Endurécese para con sus hijos, como si no fuesen suyos, No temiendo que su trabajo haya sido en vano:

¿Invalidarás tú también mi juicio? ¿Me condenarás á mí, para justificarte á ti?

Ciertamente los montes producen hierba para él: Y toda bestia del campo retoza allá.

¿Multiplicará él ruegos para contigo? ¿Hablaráte él lisonjas?

¿Hará concierto contigo Para que lo tomes por siervo perpetuo?

¿Jugarás tú con él como con pájaro, O lo atarás para tus niñas?

Ahora pues, tomaos siete becerros y siete carneros, y andad á mi siervo Job, y ofreced holocausto por vosotros, y mi siervo Job orará por vosotros; porque de cierto á él atenderé para no trataros afrentosamente, por cuanto no habéis hablado por mí con rec

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