3838 casos en 6 traducciones

'Pero' en la Biblia

"Porque siervos somos; pero en nuestra servidumbre, nuestro Dios no nos ha abandonado, sino que ha extendido {Su} misericordia sobre nosotros ante los ojos de los reyes de Persia, dándonos ánimo para levantar la casa de nuestro Dios y para restaurar sus ruinas, y dándonos una muralla en Judá y en Jerusalén.

Y Secanías, hijo de Jehiel, uno de los hijos de Elam, respondió, y dijo a Esdras: Hemos sido infieles a nuestro Dios, y nos hemos casado con mujeres extranjeras de los pueblos de esta tierra; pero todavía hay esperanza para Israel a pesar de esto.

Levántate, porque {este} asunto es tu responsabilidad, pero estaremos contigo; anímate y haz{lo}.

Pero los desterrados sí lo hicieron. Y el sacerdote Esdras designó a hombres jefes de {casas} paternas por cada una de sus casas paternas, todos ellos por nombre. Y se reunieron el primer día del décimo mes para investigar el asunto.

pero {si} volvéis a mí y guardáis mis mandamientos y los cumplís, aunque vuestros desterrados estén en los confines de los cielos, de allí los recogeré y los traeré al lugar que he escogido para hacer morar allí mi nombre."

Y me levanté de noche, yo y unos pocos hombres conmigo, pero no informé a nadie lo que mi Dios había puesto en mi corazón que hiciera por Jerusalén, y no había ningún animal conmigo excepto el animal sobre el cual iba yo montado.

Pasé luego hacia la puerta de la Fuente y hacia el estanque del Rey, pero no había lugar para que pasara mi cabalgadura.

Pero cuando se enteraron Sanbalat horonita, Tobías el oficial amonita y Gesem el árabe, se burlaron de nosotros, nos despreciaron y dijeron: ¿Qué es esto que estáis haciendo? ¿Os rebeláis contra el rey?

Y yo les respondí, y les dije: El Dios del cielo nos dará éxito; por tanto, nosotros sus siervos nos levantaremos y edificaremos, pero vosotros no tenéis parte ni derecho ni memorial en Jerusalén.

A su lado hicieron también reparaciones los tecoítas, pero sus nobles no apoyaron la obra de sus señores.

Pero se decía en Judá: Desfallecen las fuerzas de los cargadores, y queda mucho escombro; nosotros no podemos reedificar la muralla.

Pero sucedió, que cuando vinieron los judíos que habitaban entre ellos, nos dieron aviso diez veces de todos los lugares de donde volvían a nosotros.

Mas los primeros capitanes que fueron antes de mí, cargaron al pueblo, y tomaron de ellos por el pan y por el vino sobre cuarenta siclos de plata; a más de esto, sus criados se enseñoreaban sobre el pueblo; pero yo no hice así, a causa del temor de Dios.

Sanbalat y Gesem me enviaron {un mensaje,} diciendo: Ven, reunámonos en Quefirim en el llano de Ono. Pero ellos tramaban hacerme daño.

Pero yo dije: ¿Huir un hombre como yo? ¿Acaso uno como yo entraría al templo para salvar su vida? No entraré.

Y la ciudad era espaciosa y grande, pero poco pueblo dentro de ella, y no había casas reedificadas.

Estos buscaron {en} su registro de genealogías pero no se hallaron, y fueron considerados inmundos {y excluidos} del sacerdocio.

Rehusaron escuchar, y no se acordaron de las maravillas que hiciste entre ellos; endurecieron su cerviz y eligieron un jefe para volver a su esclavitud en Egipto. Pero tú eres un Dios de perdón, clemente y compasivo, lento para la ira y abundante en misericordia, y no los abandonaste.

Entonces los entregaste en mano de sus enemigos, que los oprimieron, pero en el tiempo de su angustia clamaron a ti, y tú escuchaste desde el cielo, y conforme a tu gran compasión les diste libertadores que los libraron de mano de sus opresores.

Mas teniendo reposo, se volvían a hacer lo malo delante de ti; por lo cual los dejaste en mano de sus enemigos, que se enseñorearon de ellos; pero convertidos clamaban otra vez a ti, y tú desde los cielos los oías, y según tus miseraciones muchas veces los libraste.

Los amonestaste para que volvieran a tu ley, pero ellos obraron con soberbia y no escucharon tus mandamientos, sino que pecaron contra tus ordenanzas, las cuales si el hombre las cumple, por ellas vivirá. Y dieron la espalda en rebeldía, endurecieron su cerviz y no escucharon.

Pero por tus muchas misericordias no los consumiste, ni los dejaste; porque eres Dios clemente y misericordioso.

Pero tú eres justo en todo lo que ha venido sobre nosotros; porque rectamente has hecho, mas nosotros hemos hecho lo malo;

Pero ellos en su propio reino, con los muchos bienes que tú les diste, con la espaciosa y rica tierra que pusiste delante de ellos, no te sirvieron ni se convirtieron de sus malas obras.

Los jefes del pueblo habitaron en Jerusalén, pero el resto del pueblo echó suertes a fin de traer uno de cada diez para que habitara en Jerusalén, la ciudad santa, mientras los otros nueve {se quedarían} en las {otras} ciudades.

Pero los sirvientes del templo habitaban en Ofel; y Ziha y Gispa estaban encargados de los sirvientes del templo.

porque no recibieron a los hijos de Israel con pan y agua, sino que contrataron contra ellos a Balaam para maldecirlos; pero nuestro Dios convirtió la maldición en bendición.

Pero durante todo este {tiempo} yo no estaba en Jerusalén, porque en el año treinta y dos de Artajerjes, rey de Babilonia, yo había ido al rey; pero después de algún tiempo, pedí permiso al rey,

Pero una o dos veces, los mercaderes y vendedores de toda clase de mercancía pasaron la noche fuera de Jerusalén.

¿No pecó por esto Salomón, rey de Israel? Sin embargo, entre tantas naciones no hubo rey como él, y era amado por su Dios, y Dios le había hecho rey sobre todo Israel; pero aun a él le hicieron pecar las mujeres extranjeras.

Pero la reina Vasti rehusó venir al mandato del rey {transmitido} por los eunucos. Entonces el rey se enojó mucho y se encendió su furor en él.

Porque la conducta de la reina llegará a conocerse por todas las mujeres y hará que ellas miren con desdén a sus maridos, y digan: ``El rey Asuero ordenó que la reina Vasti fuera llevada a su presencia, pero ella no fue."

Pero el asunto llegó a conocimiento de Mardoqueo, y él se lo comunicó a la reina Ester, y Ester informó al rey en nombre de Mardoqueo.

Y todos los siervos del rey que estaban a la puerta del rey, se arrodillaban y adoraban a Amán, porque así lo había mandado el rey; pero Mardoqueo, ni se arrodillaba, ni lo adoraba.

Pero tuvo en poco meter mano sólo en Mardoqueo; pues ya le habían declarado el pueblo de Mardoqueo; y procuró Amán destruir a todos los judíos que había en el reino de Asuero, al pueblo de Mardoqueo.

Vinieron las doncellas de Ester y sus eunucos y se {lo} comunicaron, y la reina se angustió en gran manera. Y envió ropa para que Mardoqueo se vistiera y se quitara el cilicio de encima, pero él no {la} aceptó.

Porque si permaneces callada en este tiempo, alivio y liberación vendrán de otro lugar para los judíos, pero tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para una ocasión como ésta tú habrás llegado a ser reina?

Y salió Amán aquel día contento y alegre de corazón; pero cuando vio a Mardoqueo a la puerta del rey, que no se levantaba ni se movía de su lugar, se llenó de ira contra Mardoqueo.

Después Mardoqueo regresó a la puerta del rey, pero Amán se apresuró {a volver} a su casa, lamentándose, con la cabeza cubierta.

Y dejando de beber vino, el rey se levantó lleno de furor {y salió} al jardín del palacio; pero Amán se quedó para rogar por su vida a la reina Ester, porque vio que el mal había sido determinado contra él por el rey.

los diez hijos de Amán, hijo de Hamedata, enemigo de los judíos; pero no echaron mano a los bienes.

Los judíos que {se hallaban} en Susa se reunieron también el día catorce del mes de Adar y mataron a trescientos hombres en Susa, pero no echaron mano a los bienes.

Y los demás judíos que {se hallaban} en las provincias del rey se reunieron para defender sus vidas y librarse de sus enemigos; y mataron a setenta y cinco mil de los que los odiaban, pero no echaron mano a los bienes.

Pero los judíos que {se hallaban} en Susa se reunieron el trece y el catorce del mismo mes, y descansaron el {día} quince y lo proclamaron día de banquete y de regocijo.

Pero cuando esto llegó al conocimiento del rey, {éste} ordenó por carta que el perverso plan que había tramado contra los judíos recayera sobre su cabeza, y que él y sus hijos fueran colgados en la horca.

Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, {verás} si no te maldice en tu {misma} cara.

Oscurézcanse las estrellas de su alba; Que espere la luz pero no la tenga, Que tampoco vea el rayar de la aurora;

Si probáremos a hablarte, te será molesto; pero ¿quién podrá detener las palabras?

Pero ahora que te ha llegado a ti, te impacientas; te toca a ti, y te desalientas.

{Algo} se detuvo, pero no pude reconocer su aspecto; una figura {estaba} delante de mis ojos, {hubo} silencio, después oí una voz:

¿No les es arrancada la cuerda de su tienda? Mueren, pero sin sabiduría.'"

El atribulado merece recibir misericordia de su compañero; pero se ha abandonado el temor del Omnipotente.

pero fueron avergonzados por su esperanza; porque vinieron hasta ellas, y se hallaron confusos.

¿Cuán dolorosas son las palabras sinceras! Pero ¿qué prueba vuestro argumento?

Cuando me acuesto, digo: `` ¿Cuándo me levantaré?" Pero la noche sigue, y estoy dando vueltas continuamente hasta el amanecer.

El ojo del que me ve no me verá más; tus ojos {estarán} sobre mí, pero yo no existiré.

Entonces, ¿por qué no perdonas mi transgresión y quitas mi iniquidad? Porque ahora dormiré en el polvo; y tú me buscarás, pero ya no existiré.

El se apoyará sobre su casa, pero no permanecerá en pie; se asirá a ella, más no se afirmará.

Pero, ¡quién diera que Dios hablara, Que abriera Sus labios contra ti

{Pero} yo también tengo inteligencia como vosotros, no soy inferior a vosotros. ¿Y quién no sabe esto?

Pero quiero hablar al Todopoderoso, y deseo argumentar con Dios.

Pero el hombre muere y yace inerte. El hombre expira, ¿y dónde está?

Pero ahora me cuentas los pasos, y no das tregua a mi pecado.

Alcanzan honra sus hijos, pero él no {lo} sabe; o son humillados, pero él no lo percibe.

Pero ahora me ha fatigado; tú has asolado toda mi compañía.

Pero volved todos vosotros, y venid ahora, que no hallaré entre vosotros sabio.

Traga riquezas, pero las vomitará; de su vientre se las hará echar Dios.

Tal vez huya del arma de hierro, {pero} el arco de bronce lo atravesará.

Pero el hombre pudiente tuvo la tierra; y habitó en ella el honrado.

El había colmado de bienes sus casas, pero el consejo de los malos está lejos de mí.

He aquí, me adelanto, y El no está {allí,} retrocedo, pero no le puedo percibir;

pero no me hacen callar las tinieblas, ni la densa oscuridad {que} me cubre.

Entre sus paredes producen aceite; pisan los lagares, pero pasan sed.

De la ciudad claman los hombres, y las almas muertas dan voces, pero Dios no puso estorbo.

Pero El arrastra a los poderosos con su poder; cuando se levanta, nadie está seguro de la vida.

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Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso

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Reina Valera Gómez (© 2010)