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'Pero' en la Biblia

Entonces Hazael dijo: Pero, ¿qué es tu siervo, {sino} un perro, para que haga tan enorme cosa? Y Eliseo respondió: El SEÑOR me ha mostrado que tú serás rey de Aram.

Pero al día siguiente Hazael tomó la manta, la empapó en agua y se la puso {al rey} sobre la cara, y murió. Y Hazael reinó en su lugar.

Entonces pasó Joram a Zair, y todos sus carros con él. Y aconteció que se levantó de noche y atacó a los edomitas que lo tenían cercado a él y a los capitanes de los carros, pero su ejército huyó a sus tiendas.

Pero se había vuelto el rey Joram a Jezreel, para curarse de las heridas que los sirios le habían hecho, peleando contra Hazael rey de Siria). Y Jehú dijo: Si es vuestra voluntad, ninguno escape de la ciudad, para ir a dar las nuevas en Jezreel.

Fue el jinete a su encuentro, y dijo: Así dice el rey: `` ¿Hay paz?" Y Jehú dijo: ¿Qué tienes tú que ver con la paz? Ven en pos de mí. Y el centinela avisó, diciendo: El mensajero llegó hasta ellos, pero no regresó.

Pero Joram volvió las riendas para huir, y dijo a Ocozías: `` ¡Traición, Ocozías!"

Pero Jehú entesó su arco con toda su fuerza e hirió a Joram en la espalda; y la flecha salió por su corazón y se desplomó en su carro.

Pero cuando fueron para sepultarla, no hallaron de ella más que la calavera, y los pies, y las palmas de las manos.

Pero ellos temieron en gran manera y dijeron: He aquí, los dos reyes no pudieron sostenerse delante de él; ¿cómo, pues, podremos sostenernos nosotros?

Y por la mañana, él salió, y estando en pie, dijo a todo el pueblo: Vosotros sois inocentes; he aquí, yo conspiré contra mi señor y lo maté, pero, ¿quién mató a todos éstos?

Llamad ahora a todos los profetas de Baal, a todos sus adoradores y a todos sus sacerdotes; que no falte ninguno, porque tengo un gran sacrificio para Baal; todo el que falte no vivirá. Pero Jehú lo hizo con astucia para poder destruir a los adoradores de Baal.

Pero Jehú no se cuidó de andar en la ley del SEÑOR, Dios de Israel, con todo su corazón, ni se apartó de los pecados con que Jeroboam hizo pecar a Israel.

Pero tomando Josaba hija del rey Joram, hermana de Ocozías, a Joás hijo de Ocozías, lo hurtó de entre los hijos del rey, que se mataban, y lo ocultó de delante de Atalía, a él y a su ama, en la cámara de las camas, y así no lo mataron.

Pero en el séptimo año Joiada mandó a buscar e hizo venir a los capitanes de centenas de los cariteos y de la guardia, y los hizo venir a él en la casa del SEÑOR. Entonces hizo un pacto con ellos en la casa del SEÑOR y los puso bajo juramento, y les mostró al hijo del rey.

Pero el sacerdote Joiada dio orden a los capitanes de centenas que estaban al mando del ejército, y les dijo: Sacadla de entre las filas, y al que la siga, matadlo a espada. Porque el sacerdote había dicho: No la matéis en la casa del SEÑOR.

Pero el año veintitrés del rey Joás, no habían aún reparado los sacerdotes las aberturas de la Casa.

Pero del dinero que se traía a la casa del SEÑOR, no se hicieron ni copas de plata, ni despabiladeras, ni tazones, ni trompetas, ni ninguna vasija de oro, ni vasijas de plata para la casa del SEÑOR;

Entonces el varón de Dios, enojado con él, le dijo: A herir cinco o seis veces, herirías a Siria, hasta no quedar ninguno; pero ahora tres veces herirás a Siria.

Pero Hazael, rey de Siria, afligió a Israel todo el tiempo de Joacaz.

Pero el SEÑOR tuvo piedad de ellos, y les tuvo compasión y se volvió a ellos a causa de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob, y no quiso destruirlos ni echarlos de su presencia hasta hoy.

E hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR, pero no como su padre David; hizo conforme a todo lo que su padre Joás había hecho.

Pero a los hijos de los asesinos no les dio muerte, conforme a lo que está escrito en el libro de la ley de Moisés, tal como el SEÑOR ordenó, diciendo: No se dará muerte a los padres por los hijos, ni se dará muerte a los hijos por los padres, sino que a cada uno se le dará muerte por su propio pecado.

Y Jeoás, rey de Israel, envió {mensaje} a Amasías, rey de Judá, diciendo: El cardo que estaba en el Líbano envió a decir al cedro que estaba en el Líbano, diciendo: ``Da tu hija por mujer a mi hijo." Pero pasó una fiera que estaba en el Líbano, y pisoteó el cardo.

Pero Amasías no quiso escuchar. Y subió Jeoás, rey de Israel; y él y Amasías, rey de Judá, se enfrentaron en Bet-semes, que pertenece a Judá.

Y conspiraron contra él en Jerusalén, y huyó a Laquis; pero lo persiguieron hasta Laquis y allí lo mataron.

Pero el SEÑOR no había decidido borrar el nombre de Israel de debajo del cielo, y los salvó por mano de Jeroboam, hijo de Jeoás.

Acaz {tenía} veinte años cuando comenzó a reinar, y reinó dieciséis años en Jerusalén; pero no hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR su Dios como su padre David {había hecho,}

Entonces Rezín, rey de Aram, y Peka, hijo de Remalías, rey de Israel, subieron a Jerusalén para {hacer} guerra y sitiaron a Acaz; pero no lo podían vencer.

Entonces el rey Acaz dio órdenes al sacerdote Urías, diciendo: Quema sobre el gran altar el holocausto de la mañana y la ofrenda de cereal de la tarde, el holocausto del rey y su ofrenda de cereal, con el holocausto de todo el pueblo de la tierra y con su ofrenda de cereal y sus libaciones; y rocía sobre él toda la sangre del holocausto y toda la sangre del sacrificio. Pero el altar de bronce será para mí para consultar.

Pero el rey de Asiria descubrió una conspiración de Oseas, quien había enviado mensajeros a So, rey de Egipto, y no había pagado tributo al rey de Asiria como {había hecho} año tras año; por tanto el rey de Asiria lo detuvo y lo encadenó en la cárcel.

Pero ellos no obedecieron, antes endurecieron su cerviz, como la cerviz de sus padres, los cuales no creyeron en Jehová su Dios.

Pero cada nación continuó haciendo sus propios dioses, y los pusieron en las casas de los lugares altos que los samaritanos habían hecho, cada nación en las ciudades en que habitaban.

También temían (reverenciaban) al SEÑOR pero nombraron de entre sí sacerdotes de los lugares altos, que oficiaban por ellos en las casas de los lugares altos.

Temían al SEÑOR pero servían a sus dioses conforme a la costumbre de las naciones de donde habían sido llevados al destierro.

Pero ellos no escucharon; antes hicieron según su costumbre antigua.

`Tú dices (pero sólo {son} palabras vanas): ``{Tengo} consejo y poder para la guerra." {Mas} ahora, ¿en quién confías que te has rebelado contra mí?

`Pero si me decís: ``Nosotros confiamos en el SEÑOR nuestro Dios," ¿no es El aquel cuyos lugares altos y cuyos altares Ezequías ha quitado y ha dicho a Judá y a Jerusalén: ``Adoraréis delante de este altar en Jerusalén"?

Pero el Rabsaces les dijo: ¿Acaso me ha enviado mi señor para hablar estas palabras {sólo} a tu señor y a ti, y no a los hombres que están sentados en la muralla, {condenados} a comer sus propios excrementos y beber su propia orina con vosotros?

hasta que yo venga y os lleve a una tierra como vuestra tierra, tierra de grano y de mosto, tierra de pan y de viñas, tierra de olivos y de miel, para que viváis y no muráis.' Pero no escuchéis a Ezequías porque os engaña, diciendo: `El SEÑOR nos librará.'

Pero el pueblo se quedó callado y no le respondió palabra alguna, porque la orden del rey era: No le respondáis.

Y ellos le dijeron: Así dice Ezequías: ``Este día es día de angustia, de reprensión y de desprecio, pues hijos están para nacer, pero no hay fuerzas para dar a luz.

``Pero conozco tu sentarte, tu salir y tu entrar, y tu furor contra mí.

Y Ezequías respondió: Fácil cosa es que la sombra decline diez grados; pero, no que la sombra vuelva atrás diez grados.

Pero ellos no escucharon, y Manasés los hizo extraviar para que hicieran lo malo más que las naciones que el SEÑOR había destruido delante de los hijos de Israel.

Pero el pueblo de la tierra mató a todos los que habían conspirado contra el rey Amón, y en su lugar el pueblo de la tierra hizo rey a su hijo Josías.

Pero al rey de Judá que os envió a consultar al SEÑOR, así le diréis: ``Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: `{En cuanto} a las palabras que has oído,

Pero los sacerdotes de los lugares altos no subían al altar del SEÑOR en Jerusalén, mas comían panes sin levadura entre sus hermanos.

En aquellos días el Faraón Necao rey de Egipto subió contra el rey de Asiria al río Eufrates, y salió contra él el rey Josías; pero aquel así que le vio, lo mató en Meguido.

Faraón Necao hizo rey a Eliaquim, hijo de Josías, en lugar de Josías su padre, y cambió su nombre por el de Joacim. Pero tomó a Joacaz y {lo} llevó a Egipto, y allí murió.

Pero Jehová envió contra él tropas de caldeos, tropas de sirios, tropas de moabitas y tropas de amonitas; los cuales envió contra Judá para que la destruyesen, conforme a la palabra de Jehová que había hablado por sus siervos los profetas.

Pero el ejército de los caldeos persiguió al rey y lo alcanzó en los llanos de Jericó, y todo su ejército se dispersó de su lado.

Pero el capitán de la guardia dejó a algunos de los más pobres del país para {que fueran} viñadores y labradores.

Pero sucedió que en el séptimo mes, Ismael, hijo de Netanías, hijo de Elisama, de la familia real, vino con diez hombres e hirió a Gedalías, y éste murió junto con los judíos y los caldeos que estaban con él en Mizpa.

Pero Gesur y Aram les tomaron las aldeas de Jair, con Kenat y sus aldeas, sesenta ciudades. Todos estos {fueron} los hijos de Maquir, padre de Galaad.

Y Simei tuvo dieciséis hijos y seis hijas, pero sus hermanos no tuvieron muchos hijos, ni se multiplicaron todas sus familias como los hijos de Judá.

Y los hijos de Rubén, primogénito de Israel (porque él era el primogénito, pero como violó el lecho de su padre, sus derechos de primogenitura fueron dados a los hijos de José, hijo de Israel; y no fue contado por primogénito.

Es cierto que Judá prevaleció sobre sus hermanos, y de él {procedió} el Príncipe, pero los derechos de primogenitura pertenecían a José).

Pero traicionaron al Dios de sus padres, y se prostituyeron con los dioses de los pueblos de la tierra, los cuales Dios había destruido delante de ellos.

pero dieron los campos de la ciudad y sus aldeas a Caleb, hijo de Jefone.

Entonces Saúl dijo a su escudero: Saca tu espada y traspásame con ella, no sea que vengan estos incircuncisos y hagan burla de mí. Pero su escudero no quiso, porque tenía mucho miedo. Por lo cual Saúl tomó su espada y se echó sobre ella.

Y los habitantes de Jebús dijeron a David: No entrarás aquí. Pero David capturó la fortaleza de Sion, es decir, la ciudad de David.

Entonces los tres se abrieron paso por el campamento de los filisteos, y sacando agua del pozo de Belén que {estaba} junto a la puerta, {se la} llevaron y {la} trajeron a David; pero David no quiso beberla, sino que la derramó para el SEÑOR,

De los treinta en el segundo {grupo,} él fue el más distinguido y llegó a ser capitán de ellos; pero no igualó a los tres {primeros.}

También mató a un egipcio, un hombre grande de cinco codos de estatura; y en la mano del egipcio {había} una lanza como un rodillo de tejedor, pero {Benaía} descendió a él con un palo, y arrebatando la lanza de la mano del egipcio, lo mató con su propia lanza.

He aquí, fue el más distinguido entre los treinta, pero no igualó a los tres; y David lo puso sobre su guardia.

Y salió David a su encuentro, y les habló, diciendo: Si venís a mí en paz para ayudarme, mi corazón se unirá con vosotros; pero si {venís} para entregarme a mis enemigos, ya que no hay maldad en mis manos, que el Dios de nuestros padres {lo} vea y decida.

Algunos de Manasés se pasaron también a David, cuando éste iba con los filisteos a la batalla contra Saúl. Pero {éstos} no les ayudaron, porque los príncipes de los filisteos, después de tomar consejo, lo despidieron, diciendo: A costa de nuestras cabezas se pasará a su señor Saúl.

Pero cuando llegaron a la era de Quidón, Uza extendió su mano para sostener el arca, porque los bueyes casi {la} volcaron.

Al oír los Filisteos que David había sido ungido rey sobre todo Israel, todos los Filisteos subieron en busca de David. Pero cuando David se enteró, salió contra ellos.

Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos; pero Jehová hizo los cielos.

Sucedió que cuando David {ya} moraba en su casa, dijo David al profeta Natán: He aquí, yo habito en una casa de cedro, pero el arca del pacto del SEÑOR está debajo de una tienda.

David le tomó mil carros y siete mil hombres de a caballo y veinte mil soldados de a pie; David desjarretó todos los caballos de los carros, pero dejó {suficientes} de ellos para cien carros.

Y David dijo: Seré bondadoso con Hanún, hijo de Nahas, porque su padre fue bondadoso conmigo. Envió, pues, David mensajeros para consolarlo por {la muerte de} su padre. Pero cuando los siervos de David llegaron a la tierra de los amonitas a {ver a} Hanún para consolarlo,

Pero los arameos huyeron delante de Israel, y David mató de los arameos a siete mil {hombres} de los carros y cuarenta mil hombres de a pie, también dio muerte a Sofac, comandante del ejército.

Y aconteció que en la primavera, en el tiempo en que los reyes salen {a la guerra,} Joab sacó el ejército y devastó la tierra de los hijos de Amón, y fue y puso sitio a Rabá; pero David se quedó en Jerusalén. Y Joab hirió a Rabá y la destruyó.

Pero Joab dijo: Añada el SEÑOR a su pueblo cien veces más de lo que son. Mas, oh rey, señor mío, ¿no son todos ellos siervos de mi señor? ¿Por qué procura esto mi señor? ¿Por qué ha de ser él motivo de culpa para Israel?

Pero entre ellos no hizo un censo de Leví ni de Benjamín, porque la orden del rey era detestable para Joab.

Entonces dijo David a Dios: He pecado gravemente al hacer esto. Pero ahora te ruego que quites la iniquidad de tu siervo, porque he obrado muy neciamente.

Respondió David a Gad: Estoy muy angustiado. Te ruego que me dejes caer en manos del SEÑOR, porque muy grandes son sus misericordias; pero no caiga yo en manos de hombre.

Y envió el SEÑOR el ángel a Jerusalén para destruirla; pero estando él destruyendo, miró el SEÑOR, y se arrepintió de aquel mal. Y dijo al ángel que destruía: Basta; detén tu mano. Y el ángel del SEÑOR estaba junto a la era de Ornán, el jebuseo.

Y David dijo a Dios: ¿No soy yo el que ordenó enumerar al pueblo? Ciertamente yo soy el que ha pecado y obrado muy perversamente, pero estas ovejas, ¿qué han hecho? Oh SEÑOR, Dios mío, te ruego que tu mano sea contra mí y contra la casa de mi padre, pero no contra tu pueblo, para que no haya plaga entre ellos.

Y volviéndose Ornán, vio al ángel, pero sus cuatro hijos {que estaban} con él se escondieron. Y Ornán estaba trillando trigo.

Pero el rey David dijo a Ornán: No, sino que ciertamente {lo} compraré por su justo precio; porque no tomaré para el SEÑOR lo que es tuyo, ni ofreceré un holocausto que no me cueste nada.

Pero David no pudo ir {allá,} delante de él, para consultar a Dios, porque estaba aterrado a causa de la espada del ángel del SEÑOR.

Pero vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: ``Tú has derramado sangre en abundancia, y has emprendido grandes guerras; no edificarás una casa a mi nombre, porque has derramado mucha sangre en la tierra delante de mí.

~`Pero te nacerá un hijo que será hombre de paz; Yo le daré paz de todos sus enemigos en derredor, pues Salomón (Pacífico) será su nombre y en sus días daré paz y reposo a Israel.

Jahat fue el primero y Zina el segundo; pero Jeús y Bería no tuvieron muchos hijos, por lo cual constituyeron una casa paterna, un grupo.

Pero {en cuanto a} Moisés el hombre de Dios, sus hijos fueron contados entre la tribu de Leví.

Y el hijo de Eliezer fue Rehabías el jefe; y Eliezer no tuvo más hijos, pero los hijos de Rehabías fueron muchos.

Pero Nadab y Abiú murieron antes que su padre y no tuvieron hijos. De modo que Eleazar e Itamar sirvieron como sacerdotes.

Pero David no enumeró a los de veinte años para abajo, porque el SEÑOR había dicho que El multiplicaría a Israel como las estrellas del cielo.

Joab, hijo de Sarvia, había comenzado a contar{los,} pero no acabó; y debido a esto, la ira cayó sobre Israel, y el número no fue incluido en el registro de las crónicas del rey David.

Pero Dios me dijo: ``No edificarás casa a mi nombre, porque eres hombre de guerra y has derramado mucha sangre."

Pero el SEÑOR el Dios de Israel me eligió de toda la casa de mi padre, para que perpetuamente fuera rey sobre Israel; porque de Judá escogió el capitán; y de la casa de Judá la casa de mi padre; y de entre los hijos de mi padre en mí tomó contentamiento para ponerme por rey sobre todo Israel;

Pero David había traído el arca de Dios de Quiriat-jearim al lugar que había preparado para ella, porque le había levantado una tienda en Jerusalén.

Biblia del Jubileo 2000 (Grátis) copyright

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Reina Valera Gómez (© 2010)