'Por' en la Biblia
Y salía á él toda la provincia de Judea, y los de Jerusalem; y eran todos, bautizados por él en el río de Jordán, confesando sus pecados.
Y aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fué bautizado por Juan en el Jordán.
Y vino luego su fama por toda la provincia alrededor de Galilea.
Y le dice: Mira, no digas á nadie nada; sino ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu limpieza lo que Moisés mandó, para testimonio á ellos.
Entonces vinieron á él unos trayendo un paralítico, que era traído por cuatro.
Decían: ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino solo Dios?
Y conociendo luego Jesús en su espíritu que pensaban así dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué pensáis estas cosas en vuestros corazones?
Y los discípulos de Juan, y de los Fariseos ayunaban; y vienen, y le dicen: ¿Por qué los discípulos de Juan y los de los Fariseos ayunan, y tus discípulos no ayunan?
Y aconteció que pasando él por los sembrados en sábado, sus discípulos andando comenzaron á arrancar espigas.
Entonces los Fariseos le dijeron: He aquí, ¿por qué hacen en sábado lo que no es lícito?
También les dijo: El sábado por causa del hombre es hecho; no el hombre por causa del sábado.
Y dijo á sus discípulos que le estuviese siempre apercibida la barquilla, por causa del gentío, para que no le oprimiesen.
Porque había sanado á muchos; de manera que caían sobre él cuantos tenían plagas, por tocarle.
A Simón, al cual puso por nombre Pedro;
Y los escribas que habían venido de Jerusalem, decían que tenía á Beelzebub, y que por el príncipe de los demonios echaba fuera los demonios.
Y les enseñaba por parábolas muchas cosas, y les decía en su doctrina:
Mas salido el sol, se quemó; y por cuanto no tenía raíz, se secó.
Y les dijo: A vosotros es dado saber el misterio del reino de Dios; mas á los que están fuera, por parábolas todas las cosas;
Mas no tienen raíz en sí, antes son temporales, que en levantándose la tribulación ó la persecución por causa de la palabra, luego se escandalizan.
Y á ellos dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe?
Porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, mas las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y los grillos desmenuzados; y nadie le podía domar.
Y clamando á gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes.
Y luego Jesús se lo permitió. Y saliendo aquellos espíritus inmundos, entraron en los puercos, y la manada cayó por un despeñadero en la mar; los cuales eran como dos mil; y en la mar se ahogaron.
Como oyó hablar de Jesús, llegó por detrás entre la compañía, y tocó su vestido.
Y entrando, les dice: ¿Por qué alborotáis y lloráis? La muchacha no es muerta, mas duerme.
Y llegado el sábado, comenzó á enseñar en la sinagoga; y muchos oyéndole, estaban atónitos, diciendo: ¿De dónde tiene éste estas cosas? ¿Y qué sabiduría es ésta que le es dada, y tales maravillas que por sus manos son hechas?
Y oyó el rey Herodes la fama de Jesús, porque su nombre se había hecho notorio; y dijo: Juan el que bautizaba, ha resucitado de los muertos, y por tanto, virtudes obran en él.
Porque el mismo Herodes había enviado, y prendido á Juan, y le había aprisionado en la cárcel á causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano; pues la había tomado por mujer.
Y respondiendo él, les dijo: Dadles de comer vosotros. Y le dijeron: ¿Que vayamos y compremos pan por doscientos denarios, y les demos de comer?
Y les mandó que hiciesen recostar á todos por partidas sobre la hierba verde.
Y se recostaron por partidas, de ciento en ciento, y de cincuenta en cincuenta.
Porque aun no habían considerado lo de los panes, por cuanto estaban ofuscados sus corazones.
Y le preguntaron los Fariseos y los escribas: ¿Por qué tus discípulos no andan conforme á la tradición de los ancianos, sino que comen pan con manos comunes?
Y no le dejáis hacer más por su padre ó por su madre,
Entonces le dice: Por esta palabra, ve; el demonio ha salido de tu hija.
Y volviendo á salir de los términos de Tiro, vino por Sidón á la mar de Galilea, por mitad de los términos de Decápolis.
Y gimiendo en su espíritu, dice: ¿Por qué pide señal esta generación? De cierto os digo que no se dará señal á esta generación.
Y salió Jesús y sus discípulos por las aldeas de Cesarea de Filipo. Y en el camino preguntó á sus discípulos, diciéndoles: ¿Quién dicen los hombres que soy yo?
Porque el que quisiere salvar su vida, la perderá; y el que perdiere su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.
¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
Y como él entró en casa, sus discípulos le preguntaron aparte: ¿Por qué nosotros no pudimos echarle fuera?
Y habiendo salido de allí, caminaron por Galilea; y no quería que nadie lo supiese.
Y respondiendo Jesús, les dijo: Por la dureza de vuestro corazón os escribió este mandamiento;
Por esto dejará el hombre á su padre y á su madre, y se juntará á su mujer.
Y Jesús le dijo: ¿Por qué me dices bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios.
Mas él, entristecido por esta palabra, se fué triste, porque tenía muchas posesiones.
Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que el rico entrar en el reino de Dios.
Y respondiendo Jesús, dijo: De cierto os digo, que no hay ninguno que haya dejado casa, ó hermanos, ó hermanas, ó padre, ó madre, ó mujer, ó hijos, ó heredades, por causa de mí y del evangelio,
Porque el Hijo del hombre tampoco vino para ser servido, mas para servir, y dar su vida en rescate por muchos.
Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? decid que el Señor lo ha menester: y luego lo enviará acá.
Y muchos tendían sus vestidos por el camino, y otros cortaban hojas de los árboles, y las tendían por el camino.
Y les enseñaba diciendo: ¿No está escrito que mi casa, casa de oración será llamada por todas las gentes? Mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.
Y lo oyeron los escribas y los príncipes de los sacerdotes, y procuraban cómo le matarían; porque le tenían miedo, por cuanto todo el pueblo estaba maravillado de su doctrina.
Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces.
Por tanto, os digo que todo lo que orando pidiereis, creed que lo recibiréis, y os vendrá.
Y volvieron á Jerusalem; y andando él por el templo, vienen á él los príncipes de los sacerdotes, y los escribas, y los ancianos;
Entonces ellos pensaron dentro de sí, diciendo: Si dijéremos, del cielo, dirá: ¿Por qué, pues, no le creísteis?
Y COMENZO á hablarles por parábolas: Plantó un hombre una viña, y la cercó con seto, y cavó un lagar, y edificó una torre, y la arrendó á labradores, y se partió lejos.
¿Ni aun esta Escritura habéis leído: La piedra que desecharon los que edificaban, Esta es puesta por cabeza de esquina;
Por el Señor es hecho esto, Y es cosa maravillosa en nuestros ojos?
Entonces él, como entendía la hipocresía de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis? Traedme la moneda para que la vea.
En la resurrección, pues, cuando resucitaren, ¿de cuál de ellos será mujer? porque los siete la tuvieron por mujer.
Entonces respondiendo Jesús, les dice: ¿No erráis por eso, porque no sabéis las Escrituras, ni la potencia de Dios?
Porque el mismo David dijo por el Espíritu Santo: Dijo el Señor á mi Señor: Siéntate á mi diestra, Hasta que ponga tus enemigos por estrado de tus pies.
Que devoran las casas de las viudas, y por pretexto hacen largas oraciones. Estos recibirán mayor juicio.
Mas vosotros mirad por vosotros: porque os entregarán en los concilios, y en sinagogas seréis azotados: y delante de presidentes y de reyes seréis llamados por causa de mí, en testimonio á ellos.
Y seréis aborrecidos de todos por mi nombre: mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo.
Empero cuando viereis la abominación de asolamiento, que fué dicha por el profeta Daniel, que estará donde no debe (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea huyan á los montes;
Y si el Señor no hubiese abreviado aquellos días, ninguna carne se salvaría; mas por causa de los escogidos que él escogió, abrevió aquellos días.
Y DOS días después era la Pascua y los días de los panes sin levadura: y procuraban los príncipes de los sacerdotes y los escribas cómo le prenderían por engaño, y le matarían.
Porque podía esto ser vendido por más de trescientos denarios, y darse á los pobres. Y murmuraban contra ella.
Mas Jesús dijo: Dejadla; ¿por qué la fatigáis? Buena obra me ha hecho;
Entonces ellos comenzaron á entristecerse, y á decirle cada uno por sí: ¿Seré yo? Y el otro: ¿Seré yo?
A la verdad el Hijo del hombre va, como está de él escrito; mas ay de aquel hombre por quien el Hijo del hombre es entregado! bueno le fuera á aquel hombre si nunca hubiera nacido.
Y les dice: Esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada.
Y LUEGO por la mañana, habiendo tenido consejo los príncipes de los sacerdotes con los ancianos, y con los escribas, y con todo el concilio, llevaron á Jesús atado, y le entregaron á Pilato.
Porque conocía que por envidia le habían entregado los príncipes de los sacerdotes.
Y á la hora de nona, exclamó Jesús á gran voz, diciendo: Eloi, Eloi, ¿lama sabachthani? que declarado, quiere decir: Dios mío, Díos mío, ¿por qué me has desamparado?
Mas como Jesús resucitó por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente á María Magdalena, de la cual había echado siete demonios.
Y les dijo: Id por todo el mundo; predicad el evangelio á toda criatura.
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