5574 casos

'Por' en la Biblia

¿Vuela el gavilán por tu industria, Y extiende hacia el mediodía sus alas?

¿Se remonta el águila por tu mandamiento, Y pone en alto su nido?

He aquí que él tomará el río sin inmutarse: Y confíase que el Jordán pasará por su boca.

¿Tomarálo alguno por sus ojos en armadijos, Y horadará su nariz?

¿Hará concierto contigo Para que lo tomes por siervo perpetuo?

De su grandeza tienen temor los fuertes, Y á causa de su desfallecimiento hacen por purificarse.

El hierro estima por pajas, Y el acero por leño podrido.

Tiene toda arma por hojarascas, Y del blandir de la pica se burla.

Por debajo tiene agudas conchas; Imprime su agudez en el suelo.

¿Quién es el que oscurece el consejo sin ciencia? Por tanto yo denunciaba lo que no entendía; Cosas que me eran ocultas, y que no las sabía.

Y aconteció que después que habló Jehová estas palabras á Job, Jehová dijo á Eliphaz Temanita: Mi ira se encendió contra ti y tus dos compañeros: porque no habéis hablado por mí lo recto, como mi siervo Job.

Ahora pues, tomaos siete becerros y siete carneros, y andad á mi siervo Job, y ofreced holocausto por vosotros, y mi siervo Job orará por vosotros; porque de cierto á él atenderé para no trataros afrentosamente, por cuanto no habéis hablado por mí con rec

Por tanto no se levantarán los malos en el juicio, Ni los pecadores en la congregación de los justos.

Desbarátalos, oh Dios; Caigan de sus consejos: Por la multitud de sus rebeliones échalos, Porque se rebelaron contra ti.

Vuelve, oh Jehová, libra mi alma; Sálvame por tu misericordia.

Y te rodeará concurso de pueblo; Por cuyo amor vuélvete luego á levantar en alto.

Las aves de los cielos, y los peces de la mar; Todo cuanto pasa por los senderos de la mar.

Por haber sido mis enemigos vueltos atrás: Caerán y perecerán delante de ti.

¿Por qué irrita el malo á Dios? En su corazón ha dicho que no lo inquirirás.

Tú lo tienes visto: porque tú miras el trabajo, y la vejación, para vengar le por tu mano: A ti se acoge el pobre, Tú eres el amparo del huérfano.

Que dijeron: Por nuestra lengua prevaleceremos; Nuestros labios están con nosotros: ¿quién nos es señor?

Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, Por ver si había algún entendido, Que buscara á Dios.

Alegróse por tanto mi corazón, y se gozó mi gloria: También mi carne reposará segura.

Para las obras humanas, por la palabra de tus labios Yo me he guardado de las vías del destructor.

Nuestros pasos nos han cercado ahora: Puestos tienen sus ojos para echar nos por tierra.

Humo subió de su nariz, Y de su boca consumidor fuego; Carbones fueron por él encendidos.

Puso tinieblas por escondedero suyo, su pabellón en derredor de sí; Oscuridad de aguas, nubes de los cielos.

Y aparecieron las honduras de las aguas, Y descubriéronse los cimientos del mundo, A tu reprensión, oh Jehová, Por el soplo del viento de tu nariz.

Librásteme de contiendas de pueblo: Pusísteme por cabecera de gentes: Pueblo que yo no conocía, me sirvió.

La posteridad le servirá; Será ella contada por una generación de Jehová.

Bueno y recto es Jehová: Por tanto él enseñará á los pecadores el camino.

Porque tú, Jehová, por tu benevolencia has asentado mi monte con fortaleza. Escondiste tu rostro, fuí conturbado.

Por tanto á ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado. Jehová Dios mío, te alabaré para siempre.

Inclina á mí tu oído, líbrame presto; Séme por roca de fortaleza, por casa fuerte para salvarme.

Porque he oído afrenta de muchos; Miedo por todas partes, Cuando consultaban juntos contra mí, E ideaban quitarme la vida.

Por tanto en él se alegrará nuestro corazón, Porque en su santo nombre hemos confiado.

Al Músico principal: Masquil á los hijos de Coré. COMO el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.

Dios mío, mi alma está en mí abatida: Acordaréme por tanto de ti desde tierra del Jordán, Y de los Hermonitas, desde el monte de Mizhar.

Diré á Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo?

¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te conturbas en mí? Espera á Dios; porque aun le tengo de alabar; Es él salvamento delante de mí, y el Dios mío.

Pues que tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado? ¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo?

¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te conturbes en mí? Espera á Dios; porque aun le tengo de alabar; Es él salvamento delante de mí, y el Dios mío.

Porque no se apoderaron de la tierra por su espada, Ni su brazo los libró; Sino tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro, Porque te complaciste en ellos.

Por medio de ti sacudiremos á nuestros enemigos: En tu nombre atropellaremos á nuestros adversarios.

Pusístenos por vergüenza á nuestros vecinos, Por escarnio y por burla á los que nos rodean.

Pusístenos por proverbio entre las gentes, Por movimiento de cabeza en los pueblos.

Por la voz del que me vitupera y deshonra, Por razón del enemigo y del que se venga.

Empero por tu causa nos matan cada día; Somos tenidos como ovejas para el matadero.

Despierta; ¿por qué duermes, Señor? Despierta, no te alejes para siempre.

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