'Porque' en la Biblia

En el día de mi angustia te llamaré; porque tú me respondes.

Porque tú eres grande, y hacedor de maravillas; tú solo eres Dios.

Porque tu misericordia es grande sobre mí; y has librado mi alma de lo profundo del Seol.

Haz conmigo señal para bien, y véanla los que me aborrecen, y sean avergonzados; porque tú, SEÑOR, me ayudaste, y me consolaste.

Porque mi alma está harta de males, y mi vida llega al Seol.

Porque dije: Para siempre será edificada misericordia en los cielos; en ellos afirmarás tu verdad.

Porque ¿quién en los cielos se igualará con el SEÑOR? ¿Quién será semejante al SEÑOR entre los hijos de los poderosos?

Porque tú eres la gloria de su fortaleza; y por tu buena voluntad ensalzarás nuestro cuerno.

Porque el SEÑOR es nuestro escudo; y nuestro rey es el Santo de Israel.

Porque tus enemigos, oh SEÑOR, han deshonrado, porque tus enemigos han deshonrado los pasos de tu Ungido.

Porque mil años delante de tus ojos, son como el día de ayer, que pasó, y como la vela de la noche.

Porque con tu furor somos consumidos, y con tu ira somos conturbados.

Porque todos nuestros días declinan a causa de tu ira; acabamos nuestros años según la palabra.

Los días de nuestra edad son setenta años; y de los más valientes, ochenta años, y su fortaleza es molestia y trabajo; porque es cortado presto, y volamos.

Porque El te libra del lazo del cazador y de la pestilencia mortal.

Porque has puesto al SEÑOR, quien es mi esperanza; al Altísimo por tu habitación,

Porque a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos.

En las manos te llevarán, Porque tu pie no tropiece en piedra.

Porque en mí ha puesto su amor, yo entonces lo libraré; lo exaltaré, porque ha conocido mi nombre.

Porque tú, oh SEÑOR, me has alegrado con tus obras, cantaré con gozo ante las obras de tus manos.

Porque he aquí tus enemigos, oh SEÑOR, porque he aquí tus enemigos perecerán; serán disipados todos los que obran maldad.

Porque no dejará el SEÑOR su pueblo, ni desamparará a su heredad;

Porque el juicio volverá a ser justo, y todos los rectos de corazón lo seguirán.

Porque el SEÑOR es Dios grande; y Rey grande sobre todos los dioses.

Porque en su mano están las profundidades de la tierra, y las alturas de los montes son suyas.

Porque él es nuestro Dios; y nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Si hoy oyereis su voz,

Porque grande es el SEÑOR, y digno de suprema alabanza; terrible sobre todos los dioses.

Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos; mas el SEÑOR hizo los cielos.

delante del SEÑOR que vino; porque vino a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con su verdad.

Porque tú, SEÑOR, eres alto sobre toda la tierra; eres muy ensalzado sobre todos los dioses.

Cantad al SEÑOR canción nueva, porque ha hecho maravillas; su diestra lo ha salvado, y el brazo de su santidad.

delante del SEÑOR; porque vino a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con rectitud.

Ensalzad al SEÑOR nuestro Dios, y adorad al monte de su santidad; porque el SEÑOR nuestro Dios es santo.

Porque el SEÑOR es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones.

Porque mis días se han consumido como humo; y mis huesos son quemados como en hogar.

Porque cenizas he comido por pan, y con lágrimas he mezclado mi bebida,

a causa de tu enojo y de tu ira; porque me alzaste, y me arrojaste.

Tú levantándote, tendrás misericordia de Sion; porque es tiempo de tener misericordia de ella, porque el plazo es llegado.

Porque tus siervos amaron sus piedras, y del polvo de ella tuvieron compasión.

Porque el SEÑOR ha edificado a Sion, {y} se ha manifestado en su gloria.

Porque miró de lo alto de su santuario; el SEÑOR miró de los cielos a la tierra,

Porque cuenten en Sión el nombre de Jehová, Y su alabanza en Jerusalem,

Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen.

Porque él conoce nuestra condición; se acuerda que somos polvo.

Egipto se alegró en su salida; porque había caído sobre ellos su terror.

Porque se acordó de su santa palabra con Abraham su siervo.

Alelu-JAH. Alabad al SEÑOR, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia.

porque hicieron rebelar a su espíritu, como lo expresó con sus labios.

Alabad al SEÑOR, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia.

Porque sació al alma menesterosa, y llenó de bien al alma hambrienta.

porque fueron rebeldes a las palabras de Dios y despreciaron el consejo del Altísimo;

Porque quebrantó las puertas de bronce, y desmenuzó los cerrojos de hierro.

Porque Él habló, e hizo levantar el viento tempestuoso, que encrespa las olas.

Se alegran luego porque se reposaron; y él los guía al término de su voluntad.

Porque grande más que los cielos es tu misericordia, y hasta los cielos tu verdad.

Danos socorro en la angustia; porque mentirosa es la salvación del hombre.

porque boca de impío y boca de engañador se han abierto sobre mí; han hablado de mí con lengua mentirosa,

porque él no se acordó de mostrar misericordia, sino que persiguió al afligido, al necesitado y al de corazón decaído para matar{los}.

Y tú, oh DIOS el Señor, haz conmigo por amor de tu Nombre: Líbrame, porque tu misericordia es buena.

Porque yo soy pobre y necesitado; y mi corazón está herido dentro de mí.

Porque él se pondrá a la diestra del pobre en espíritu, para librar su alma de los que le juzgan.

Porque nunca será sacudido; para siempre será recordado el justo.

Amo al SEÑOR, porque ha oído mi voz y mis súplicas.

Porque ha inclinado a mí su oído, le invocaré en todos mis días.

Vuelve, oh alma mía, a tu reposo; porque el SEÑOR te ha hecho bien.

Porque has librado mi alma de la muerte, mis ojos de lágrimas, y mis pies de resbalar.

Así es oh SEÑOR, porque yo soy tu siervo, yo soy tu siervo, hijo de tu sierva; tú rompiste mis prisiones.

Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia; y la verdad del SEÑOR es para siempre. Alelu-JAH.

Alabad al SEÑOR, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia.

Te alabaré porque me has oído, y me fuiste por salud.

Alabad al SEÑOR, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia.

Aparta de mí, oprobio y menosprecio; porque tus testimonios he guardado.

Por el camino de tus mandamientos correré, porque tú ensancharás mi corazón.

Guíame por la senda de tus mandamientos, porque en ella tengo mi voluntad.

Quita de mí el oprobio que he temido, porque buenos son tus juicios.

Y no quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad; porque a tu juicio espero.

Y andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos.

Esta es mi consolación en mi aflicción, porque tu dicho me vivificó.

Esto tuve, porque guardaba tus mandamientos.

Bondad de sentido y sabiduría me enseña; porque tus mandamientos he creído.

Los que te temen, me verán, y se alegrarán; porque en tu palabra he esperado.

Vengan a mí tus misericordias, y viva; porque tu ley es mi deleite.

Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado; pero yo, meditaré en tus mandamientos.

Sea mi corazón íntegro en tus estatutos; Porque no sea yo avergonzado.

Porque estoy como el odre al humo; mas no he olvidado tus estatutos.

Por tu ordenación perseveran hasta hoy; porque todas ellas son tus siervos.

Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos; porque con ellos me has vivificado.

Tuyo soy yo, guárdame; porque he buscado tus mandamientos.

Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos; porque me son eternos.

Más que todos mis enseñadores he entendido; porque tus testimonios han sido mi meditación.

He entendido más que los ancianos, porque he guardado tus mandamientos.

De tus juicios no me aparté; porque tú me enseñaste.

Por heredad he tomado tus testimonios para siempre; porque son el gozo de mi corazón.

Apartaos de mí los malignos, porque guardaré los mandamientos de mi Dios.

Atropellaste a todos los que yerran de tus estatutos; porque su engaño es mentira.

Es tiempo de que actúe el SEÑOR, {porque} han quebrantado tu ley.

Mi boca abrí y suspiré; porque deseaba tus mandamientos.

Ríos de agua descendieron de mis ojos, porque no guardaban tu ley.

Mi celo me ha consumido; porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras.

RESH Mira mi aflicción, y líbrame; porque de tu ley no me he olvidado.