'Provincias' en la Biblia
Tuvo también Manasés en Isacar y en Aser a Bet-seán y sus aldeas, e Ibleam y sus aldeas, y los moradores de Dor y sus aldeas, y los moradores de Endor y sus aldeas, y los moradores de Taanac y sus aldeas, y los moradores de Meguido y sus aldeas; tres provincias.
Y respondió Acab: ¿Por mano de quién? Y él dijo: Así dice Jehová: Por mano de los jóvenes de los príncipes de las provincias. Y dijo Acab: ¿Quién comenzará la batalla? Y él respondió: Tú.
Entonces él pasó revista a los jóvenes de los príncipes de las provincias, los cuales fueron doscientos treinta y dos. Luego pasó revista a todo el pueblo, a todos los hijos de Israel, que fueron siete mil.
Y los jóvenes de los príncipes de las provincias salieron primero. Y había Benadad enviado quien le dio aviso, diciendo: Han salido hombres de Samaria.
Salieron, pues, de la ciudad los jóvenes de los príncipes de las provincias, y en pos de ellos el ejército.
Sacaban también caballos para Salomón, de Egipto y de todas las provincias.
para que busque en el libro de las historias de nuestros padres; y hallarás en el libro de las historias, y sabrás que esta ciudad es una ciudad rebelde y perjudicial a los reyes y a las provincias, y que de tiempo antiguo forman en medio de ella rebeliones; por lo que esta ciudad fue destruida.
y que reyes fuertes hubo en Jerusalén, quienes señorearon en todas las provincias que están más allá del río; y que se les pagaba tributo, impuesto y rentas.
Y aconteció en los días de Asuero (el Asuero que reinó desde la India hasta Etiopía sobre ciento veintisiete provincias);
en el tercer año de su reinado hizo banquete a todos sus príncipes y siervos, teniendo delante de él a los más poderosos de Persia y de Media, gobernadores y príncipes de provincias,
Y dijo Memucán delante del rey y de los príncipes: No solamente contra el rey ha pecado la reina Vasti, sino contra todos los príncipes, y contra todos los pueblos que hay en todas las provincias del rey Asuero.
pues envió cartas a todas las provincias del rey, a cada provincia conforme a su lenguaje, y a cada pueblo conforme a su lenguaje, diciendo que todo hombre fuese señor en su casa; y que se publicase esto según la lengua de cada pueblo.
y ponga el rey personas en todas las provincias de su reino, que junte todas las jóvenes vírgenes de buen parecer en Susán residencia regia, en la casa de las mujeres, al cuidado de Hegai, eunuco del rey, guarda de las mujeres, y que les den sus atavíos para purificarse;
Hizo luego el rey gran banquete a todos sus príncipes y siervos, el banquete de Esther; y alivió de impuestos a las provincias, e hizo y dio mercedes conforme a la generosidad del rey.
Y dijo Amán al rey Asuero: Hay un pueblo esparcido y dividido entre los pueblos en todas las provincias de tu reino, y sus leyes son diferentes de las de todo pueblo, y no observan las leyes del rey; y al rey nada le beneficia el dejarlos vivir.
Y fueron enviadas cartas por medio de los correos a todas las provincias del rey, para destruir, y matar, y exterminar a todos los judíos, jóvenes y ancianos, niños y mujeres, en un mismo día, en el día trece del mes duodécimo, que es el mes de Adar, y para apoderarse de su despojo.
Todos los siervos del rey, y el pueblo de las provincias del rey saben, que cualquier hombre o mujer que entra al rey al patio de adentro sin ser llamado, hay una sola ley para él: Debe morir; salvo aquel a quien el rey extendiere el cetro de oro, el cual vivirá; y yo no he sido llamada para entrar al rey estos treinta días.
Y dijo: Si place al rey, y si he hallado gracia delante de él, y si la cosa es recta delante del rey, y agradable yo en sus ojos, sea escrito para revocar las cartas del designio de Amán hijo de Amadata agageo, que escribió para destruir a los judíos que están en todas las provincias del rey.
Entonces fueron llamados los escribanos del rey en el mes tercero, que es Siván, a veintitrés del mismo; y se escribió conforme a todo lo que mandó Mardoqueo, a los judíos, a los sátrapas, a los capitanes y a los príncipes de las provincias que había desde la India hasta Etiopía, ciento veintisiete provincias; a cada provincia según su escritura, y a cada pueblo conforme a su lengua, a los judíos también conforme a su escritura y lengua.
en un mismo día en todas las provincias del rey Asuero, en el día trece del mes duodécimo, que es el mes de Adar.
Los judíos se juntaron en sus ciudades en todas las provincias del rey Asuero, para echar mano sobre los que habían procurado su mal; y nadie pudo contra ellos, porque el temor de ellos había caído sobre todos los pueblos.
Y todos los príncipes de las provincias, los sátrapas, capitanes, y oficiales del rey ayudaban a los judíos; porque el temor de Mardoqueo había caído sobre ellos.
Pues Mardoqueo era grande en la casa del rey, y su fama iba por todas las provincias; y el varón Mardoqueo iba engrandeciéndose más y más.
Y dijo el rey a la reina Esther: En Susán, capital del reino, los judíos han matado y destruido a quinientos hombres, y a diez hijos de Amán; ¿qué habrán hecho en las otras provincias del rey? ¿Cuál, pues, es tu petición? Y te será concedida; ¿o qué más es tu demanda? y será hecho.
En cuanto a los otros judíos que estaban en las provincias del rey, también se juntaron y se pusieron en defensa de su vida, y tuvieron reposo de sus enemigos, y mataron de sus contrarios a setenta y cinco mil; mas en el despojo no metieron su mano.
Y escribió Mardoqueo estas cosas, y envió cartas a todos los judíos que estaban en todas las provincias del rey Asuero, cercanos y distantes,
y que estos dos días serían recordados y celebrados por todas las generaciones, familias, provincias y ciudades; y que estos días de Purim no dejarían de celebrarse entre los judíos, ni su memoria cesaría entre su simiente.
Y envió Mardoqueo cartas a todos los judíos, a las ciento veintisiete provincias del rey Asuero, con palabras de paz y de verdad,
Acumulé también plata y oro, y tesoro preciado de reyes y de provincias; me hice de cantores y cantoras, y de los deleites de los hijos de los hombres, y de toda clase de instrumentos de música.
¡Cómo está sentada sola la ciudad populosa! La grande entre las naciones se ha vuelto como viuda; La princesa entre las provincias es hecha tributaria.
Y arremetieron contra él las gentes de las provincias de su alrededor, y extendieron sobre él su red; y en su foso fue capturado.
Y envió el rey Nabucodonosor a juntar los grandes, los asistentes y capitanes, oidores, receptores, los del consejo, presidentes, y a todos los gobernadores de las provincias, para que viniesen a la dedicación de la estatua que el rey Nabucodonosor había levantado.
Fueron, pues, reunidos los príncipes, los asistentes y capitanes, los jueces, los tesoreros, los consejeros, los presidentes, y todos los gobernadores de las provincias, a la dedicación de la estatua que el rey Nabucodonosor había levantado; y estaban en pie delante de la estatua que había levantado el rey Nabucodonosor.