1666 casos

'Pues' en la Biblia

Oíd, pues, mujeres, la palabra del SEÑOR, y reciba vuestro oído la palabra de su boca; enseñad la lamentación a vuestras hijas y la endecha cada una a su vecina.

Porque las costumbres de los pueblos son vanidad; pues un leño del bosque es cortado, {lo} trabajan las manos de un artífice con la azuela;

así, pues, dice el SEÑOR de los ejércitos: He aquí, voy a castigarlos. Los jóvenes morirán a espada, sus hijos e hijas morirán de hambre,

Si corriste con los de a pie y te cansaron, ¿cómo, pues, vas a competir con los caballos? Si caes en tierra de paz, ¿cómo te irá en la espesura del Jordán?

Han sembrado trigo y han segado espinos, se han esforzado sin provecho alguno. Avergonzaos, pues, de vuestras cosechas a causa de la ardiente ira del SEÑOR.

Compré, pues, el cinturón conforme a la palabra del SEÑOR, y me lo puse en la cintura.

Fui, pues, y lo escondí junto al Eufrates como el SEÑOR me había mandado.

Fui, pues, al Eufrates y cavé, tomé el cinturón del lugar donde lo había escondido, y he aquí, el cinturón estaba podrido; no servía para nada.

El suelo está agrietado, pues no ha habido lluvia sobre la tierra; los labradores, avergonzados, se han cubierto la cabeza.

Así dice el SEÑOR de este pueblo: ¡Cómo les ha gustado vagar! No han refrenado sus pies. El SEÑOR, pues, no los acepta; ahora se acordará El de su iniquidad y castigará sus pecados.

También el pueblo a quien profetizan estará tirado por las calles de Jerusalén a causa del hambre y de la espada; no habrá quien los entierre a ellos, ni a sus mujeres, ni a sus hijos, ni a sus hijas, pues derramaré sobre ellos su maldad.

Reconocemos, oh SEÑOR, nuestra impiedad, la iniquidad de nuestros padres, pues hemos pecado contra ti.

¿Hay entre los ídolos de las naciones alguno que haga llover? ¿O pueden los cielos {solos} dar lluvia? ¿No eres tú, oh SEÑOR, nuestro Dios? En ti, pues, esperamos, porque tú has hecho todas estas cosas.

Los aventaré con el bieldo en las puertas del país; {los} privaré de hijos, destruiré a mi pueblo, {pues} no se arrepintieron de sus caminos.

Porque así dice el SEÑOR: No entres en casa de duelo, ni vayas a lamentar, ni los consueles; pues he retirado mi paz de este pueblo --declara el SEÑOR--, la misericordia y la compasión.

``Por tanto, yo os arrojaré de esta tierra a una tierra que no habéis conocido, ni vosotros ni vuestros padres; y allí serviréis a otros dioses día y noche, pues no os mostraré clemencia."

Ahora pues, habla a los hombres de Judá y a los habitantes de Jerusalén, diciendo: ``Así dice el SEÑOR: `He aquí, estoy preparando una calamidad contra vosotros y tramando un plan contra vosotros. Volveos, pues, cada uno de su mal camino y enmendad vuestros caminos y vuestras obras.'"

``Pues bien, mi pueblo me ha olvidado, queman incienso a dioses vanos, y se han desviado de sus caminos, de las sendas antiguas, para andar por senderos, no por calzada,

¿Acaso se paga mal por bien? Pues han cavado fosa para mí. Recuerda cómo me puse delante de ti para hablar bien en favor de ellos, para apartar de ellos tu furor.

Porque cada vez que hablo, grito; proclamo: ¡Violencia, destrucción! Pues la palabra del SEÑOR ha venido a ser para mí oprobio y escarnio cada día.

Pero el SEÑOR está conmigo como campeón temible; por tanto, mis perseguidores tropezarán y no prevalecerán. Quedarán muy avergonzados, pues no han triunfado, {tendrán} afrenta perpetua que nunca será olvidada.

Oh SEÑOR de los ejércitos, que pruebas al justo, que ves las entrañas y el corazón, vea yo tu venganza sobre ellos, pues a ti he encomendado mi causa.

Porque la tierra está llena de adúlteros; porque a causa de la maldición se ha enlutado la tierra, se han secado los pastos del desierto. Pues es mala la carrera de ellos y su poderío no es recto.

Y no os acordaréis más de la profecía del SEÑOR, porque la palabra de cada uno le será por profecía, pues habéis pervertido las palabras del Dios viviente, del SEÑOR de los ejércitos, nuestro Dios.

``(Pues también a ellos los harán esclavos muchas naciones y grandes reyes, y les pagaré conforme a sus hechos y conforme a la obra de sus manos)."

Tú, pues, profetizarás contra ellos todas estas palabras, y les dirás: ``El SEÑOR rugirá desde lo alto, y dará su voz desde su santa morada; rugirá fuertemente contra su rebaño. Dará gritos como los que pisan {las uvas} contra todos los habitantes de la tierra.

¿Acaso le dieron muerte Ezequías, rey de Judá, y todo Judá? ¿No temió él al SEÑOR y suplicó el favor del SEÑOR, y el SEÑOR se arrepintió del mal que había pronunciado contra ellos? Nosotros, pues, estamos cometiendo un gran mal contra nosotros mismos.

`Vosotros, pues, no escuchéis a vuestros profetas, a vuestros adivinos, a vuestros soñadores, a vuestros agoreros ni a vuestros hechiceros que os hablan, diciendo: ``No serviréis al rey de Babilonia."

No escuchéis, pues, las palabras de los profetas que os hablan, diciendo: ``No serviréis al rey de Babilonia", porque os profetizan mentira.

Pues así dice el SEÑOR: ``Cuando se le hayan cumplido a Babilonia setenta años, yo os visitaré y cumpliré mi buena palabra de haceros volver a este lugar.

(pues así dice el SEÑOR acerca del rey que se sienta sobre el trono de David, y acerca de todo el pueblo que habita en esta ciudad, vuestros hermanos que no fueron con vosotros al destierro),

Oíd, pues, la palabra del SEÑOR, vosotros todos los desterrados, a quienes he enviado de Jerusalén a Babilonia.

`Pues entonces ¿por qué no has reprendido a Jeremías de Anatot que os profetiza?

``Porque yo estoy contigo" --declara el SEÑOR-- ``para salvarte; pues acabaré con todas las naciones entre las que te he esparcido, pero no acabaré contigo, sino que te castigaré con justicia; de ninguna manera te dejaré sin castigo."

Así dice el SEÑOR: Reprime tu voz del llanto, y tus ojos de las lágrimas; hay pago para tu trabajo --declara el SEÑOR--, pues volverán de la tierra del enemigo.

¿No es Efraín mi hijo amado? ¿No es un niño encantador? Pues siempre que hablo contra él, lo recuerdo aún más; por eso mis entrañas se conmueven por él, ciertamente tendré de él misericordia --declara el SEÑOR.

Y no tendrán que enseñar más cada uno a su prójimo y cada cual a su hermano, diciendo: ``Conoce al SEÑOR", porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande --declara el SEÑOR-- pues perdonaré su maldad, y no recordaré más su pecado.

Ahora pues, así dice el SEÑOR, Dios de Israel, en cuanto a esta ciudad de la cual vosotros decís: ``Va a ser entregada en mano del rey de Babilonia por la espada, por el hambre y por la pestilencia."

``Mientras {ellos} vienen a pelear contra los caldeos y a llenarlas con los cadáveres de los hombres que herí en mi ira y en mi furor, pues yo había escondido mi rostro de esta ciudad a causa de toda su maldad,

mientras el ejército del rey de Babilonia peleaba contra Jerusalén y contra todas las ciudades que quedaban en Judá, {es decir,} Laquis y Azeca, pues {sólo} éstas quedaban como ciudades fortificadas entre las ciudades de Judá.

Llamó, pues, Jeremías a Baruc, hijo de Nerías, y Baruc escribió al dictado de Jeremías, en un rollo, todas las palabras que el SEÑOR le había hablado.

Ve, pues, y lee en el rollo que has escrito al dictado mío, las palabras del SEÑOR a oídos del pueblo, en la casa del SEÑOR un día de ayuno. Y también las leerás a oídos de todos {los de} Judá que vienen de sus ciudades.

``Pues aunque hubierais derrotado a todo el ejército de los caldeos que peleaba contra vosotros, y {sólo} quedaran heridos entre ellos, se levantaría cada uno en su tienda, y prenderían fuego a esta ciudad."

Pero Jeremías dijo: ¡No es verdad! No voy a pasarme a los caldeos. Sin embargo él no le hizo caso. Apresó, pues, Irías a Jeremías y lo llevó a los oficiales.

Entró, pues, Jeremías en el calabozo, es decir, en la celda abovedada; allí permaneció Jeremías muchos días.

¿Dónde, pues, están vuestros profetas que os profetizaban, diciendo: ``El rey de Babilonia no vendrá contra vosotros, ni contra esta tierra"?

Entonces dijeron los oficiales al rey: Den muerte ahora a este hombre, porque él desanima a los hombres de guerra que quedan en esta ciudad y a todo el pueblo diciéndoles tales palabras; pues este hombre no busca el bien de este pueblo, sino el mal.

Y el rey Sedequías dijo: He aquí, él está en vuestras manos; pues el rey nada puede {hacer} contra vosotros.

Tomó, pues, el capitán de la guardia a Jeremías, y le dijo: El SEÑOR tu Dios decretó esta calamidad contra este lugar,

Fueron, pues, a Gedalías en Mizpa, junto con Ismael, hijo de Netanías, y Johanán y Jonatán, hijos de Carea, y Seraías, hijo de Tanhumet, y los hijos de Efai netofatita, y Jezanías, hijo de un maacateo, ellos y sus hombres.

Pero diez hombres que se encontraban entre ellos, dijeron a Ismael: No nos mates; pues tenemos escondidos en el campo, depósitos de trigo, cebada, aceite y miel. Y él se contuvo y no los mató como a sus compañeros.

Después Ismael tomó cautivo a todo el resto del pueblo que {estaba} en Mizpa, a las hijas del rey y a todo el pueblo que había quedado en Mizpa, a los cuales Nabuzaradán, capitán de la guardia, había puesto bajo el mando de Gedalías, hijo de Ahicam. Los tomó, pues, cautivos Ismael, hijo de Netanías, y fue a pasarse a los hijos de Amón.

`Así pues, todos los hombres que se obstinen en ir a Egipto para residir allí, morirán a espada, de hambre y de pestilencia; no les quedará sobreviviente ni quien escape del mal que voy a traer sobre ellos.'"

Porque os engañáis a vosotros mismos, pues fuisteis vosotros los que me enviasteis al SEÑOR vuestro Dios, diciendo: Ruega por nosotros al SEÑOR nuestro Dios, y lo que el SEÑOR nuestro Dios diga, nos lo haces saber y lo haremos.

Ahora pues, sabedlo bien, que moriréis a espada, de hambre y de pestilencia en el lugar adonde deseáis ir a residir.

No obedeció, pues, Johanán, hijo de Carea, ni ninguno de los capitanes de las tropas, ni nadie del pueblo, la voz del SEÑOR, de quedarse en la tierra de Judá,

y entraron en la tierra de Egipto (pues no escucharon la voz del SEÑOR) y se adentraron hasta Tafnes.

``Ahora pues, así dice el SEÑOR Dios de los ejércitos, el Dios de Israel: ` ¿Por qué os hacéis un daño tan grande a vosotros mismos cortando de entre vosotros a hombre y mujer, niño y lactante de en medio de Judá, sin que os quede remanente,

Porque aquel día es para el Señor, DIOS de los ejércitos, día de venganza, para vengarse de sus enemigos; la espada devorará y se saciará y se empapará con su sangre; pues habrá una matanza para el Señor, DIOS de los ejércitos, en la tierra del norte, junto al río Eufrates.

Se oye su sonido como el de una serpiente, pues {el enemigo} avanza como un ejército; con hachas, como leñadores, vienen contra ella.

Tú no temas, siervo mío Jacob --declara el SEÑOR-- porque yo estoy contigo; pues acabaré con todas las naciones adonde te he expulsado, pero no acabaré contigo, sino que te castigaré con justicia; de ninguna manera te dejaré sin castigo.

¿Cómo ha sido destrozado! ¡{Cómo} ha gemido! ¡Cómo ha vuelto la espalda Moab avergonzado! Moab será, pues, objeto de burla y de terror para todos los que lo rodean.

A la sombra de Hesbón se paran sin fuerzas los fugitivos; pues ha salido fuego de Hesbón, y una llama de en medio de Sehón, que ha consumido las sienes de Moab y los cráneos de los hijos del tumulto.

Acerca de los hijos de Amón. Así dice el SEÑOR: ¿No tiene hijos Israel? ¿No tiene heredero? ¿Por qué, pues, Milcom se ha apoderado de Gad y su pueblo se ha establecido en sus ciudades?

Pues así dice el SEÑOR: He aquí, los que no estaban condenados a beber la copa, ciertamente {la} beberán, ¿y serás tú absuelto por completo? No serás absuelto, sino que ciertamente {la} beberás.

Pues he aquí, pequeño te he hecho entre las naciones, menospreciado entre los hombres.

Huid de en medio de Babilonia, y salve cada uno su vida. No perezcáis por su culpa, pues este es el tiempo de la venganza del SEÑOR; El le dará su pago.

Y no tomarán de ti piedra angular, ni piedra para cimientos, pues desolación eterna serás --declara el SEÑOR.

Escribió, pues, Jeremías en un solo rollo toda la calamidad que había de venir sobre Babilonia, {es decir,} todas estas palabras que han sido escritas acerca de Babilonia.

El SEÑOR es justo, pues me he rebelado contra su mandamiento. Oíd ahora, pueblos todos, y ved mi dolor: mis vírgenes y mis jóvenes han ido al cautiverio.

Ha caído la corona de nuestra cabeza. ¿Ay de nosotros, pues hemos pecado!

Porque yo te he asignado un número de días igual a los años de su iniquidad, trescientos noventa días; tú cargarás, pues, con la iniquidad de la casa de Israel.

Entré, pues, y miré; y he aquí, {había} toda clase de reptiles y bestias {y} cosas abominables, y todos los ídolos de la casa de Israel estaban grabados en el muro por todo alrededor.

Matad a viejos, jóvenes, doncellas, niños y mujeres hasta el exterminio, pero no toquéis a ninguno sobre quien esté la señal. Comenzaréis por mi santuario. Comenzaron, pues, con los ancianos que {estaban} delante del templo.

Por tanto, diles: ``Así dice el Señor DIOS: `Haré cesar este proverbio para que ya no lo usen como proverbio en Israel.' Diles, pues: `Se acercan los días y el cumplimiento de toda visión.

di, {pues,} a los que {lo} recubren con cal, que caerá; vendrá una lluvia torrencial y caeréis vosotras, piedras de granizo, y se desencadenará un viento huracanado.

Ni aun Samaria ha cometido ni la mitad de tus pecados, pues tú has multiplicado tus abominaciones más que ellas, y has hecho aparecer justas a tus hermanas con todas las abominaciones que has cometido.

También tú, carga con tu ignominia ya que has hecho juicios favorables de tus hermanas. A causa de tus pecados, en los que obraste en forma más abominable que ellas, ellas son más justas que tú. Tú pues, avergüénzate también y carga con tu ignominia, ya que hiciste parecer justas a tus hermanas.

``Pues ha despreciado el juramento al romper el pacto; he aquí, juró fidelidad pero hizo todas estas cosas. No escapará."

`Los saqué, pues, de la tierra de Egipto y los llevé al desierto.

y los declaré inmundos en sus ofrendas, pues hicieron pasar {por el fuego} a todos sus primogénitos, a fin de llenarlos de terror, para que supieran que yo soy el SEÑOR.'"

Tú, pues, hijo de hombre, profetiza y bate palmas; sea la espada duplicada {y} triplicada, la espada para los muertos. Es la espada de la gran víctima, que los tiene rodeados,

Pero fue para los judíos como vaticinio falso a sus ojos, {pues} habían hecho juramentos solemnes. Pero él {les} hará recordar {su} iniquidad y serán apresados.

He derramado, pues, mi indignación sobre ellos; con el fuego de mi furor los he consumido; he hecho recaer su conducta sobre sus cabezas --declara el Señor DIOS.

Y no abandonó sus prostituciones de Egipto; pues con ella {muchos} en su juventud se habían acostado, y acariciaron sus senos virginales y derramaron sobre ella su pasión.

Ellos descubrieron su desnudez, se llevaron a sus hijos y a sus hijas, y a ella la mataron a espada. Y vino a ser ejemplo para las mujeres, pues se ejecutaron juicios contra ella.

También me dijo el SEÑOR: Hijo de hombre, ¿juzgarás a Aholá y a Aholibá? Hazles saber, pues, sus abominaciones.

``Os servirá, pues, Ezequiel de señal; según todo lo que él ha hecho, haréis vosotros; cuando {esto} suceda, sabréis que yo soy el Señor DIOS."'

`A causa de la abundancia de tu comercio te llenaste de violencia, y pecaste; yo, pues, te he expulsado por profano del monte de Dios, y te he eliminado, querubín protector, de en medio de las piedras de fuego.

``Fortaleceré, pues, los brazos del rey de Babilonia, pero los brazos de Faraón caerán. Entonces sabrán que yo soy el SEÑOR, cuando ponga mi espada en la mano del rey de Babilonia y él la esgrima contra la tierra de Egipto.

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