17107 casos en 6 traducciones

'Que' en la Biblia

Y vio también una viuda pobrecilla, que echaba allí dos centavos.

porque todos éstos, de lo que les sobra echaron para las ofrendas de Dios; mas ésta de su pobreza echó todo el sustento que tenía.

Estas cosas que veis, días vendrán que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida.

Y le preguntaron, diciendo: Maestro, ¿cuándo será esto? ¿Y qué señal habrá cuando estas cosas hayan de comenzar a ser hechas?

Pero cuando oyereis guerras y sediciones, no os espantéis; porque es necesario que estas cosas sean hechas primero; mas aún no será el fin.

Entonces los que estuvieren en Judea, huyan a los montes; y los que estuvieren en medio de ella, váyanse; y los que en las otras regiones, no entren en ella.

Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada de los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles sean cumplidos.

Cuando ya brotan, viéndolos, de vosotros mismos entendéis que el verano está ya cerca.

Así también vosotros, cuando viereis hacerse estas cosas, entended que está cerca el Reino de Dios.

Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra.

Y estaba cerca el día de la fiesta de los panes sin levadura, que se llama la Pascua.

Llegó el día {de la fiesta} de los panes sin levadura en que debía sacrificarse {el cordero de} la Pascua.

Y envió a Pedro y a Juan, diciendo: Id, aparejadnos el cordero de la pascua para que comamos.

Y ellos le dijeron: ¿Dónde quieres que aparejemos?

Y él les dijo: He aquí cuando entrareis en la ciudad, os encontrará un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle hasta la casa donde entrare,

Y les dijo: En gran manera he deseado comer con vosotros este cordero de la pascua antes que padezca;

Porque os digo, que no beberé más del fruto de la vid, hasta que el Reino de Dios venga.

Asimismo también tomó y les dio el vaso, después que hubo cenado, diciendo: Este vaso es el Nuevo Testamento en mi sangre, que por vosotros se derrama.

Y a la verdad el Hijo del hombre va, según lo que está determinado; pero ¡ay de aquel hombre por el cual es entregado!

Ellos entonces comenzaron a preguntar entre sí, cuál de ellos sería el que había de hacer esto.

Entonces él les dijo: Los reyes de los gentiles se enseñorean de ellos; y los que sobre ellos tienen potestad, son llamados bienhechores;

Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Y yo soy entre vosotros como el que sirve.

Porque os digo, que es necesario que se cumpla todavía en mí aquello que está escrito: Y con los malos fue contado; porque lo que está escrito de mí, su cumplimiento tiene.

y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y orad para que no entréis en tentación.

Estando él aún hablando, he aquí una multitud; y el que se llamaba Judas, uno de los doce, iba delante de ellos; y llegó a Jesús para besarle.

Y viendo los que estaban con él lo que había de acontecer, le dijeron: Señor, ¿heriremos a espada?

Y Jesús dijo a los que habían venido a él, a los príncipes de los sacerdotes, y a los capitanes del Templo, y a los ancianos: ¿Cómo a ladrón habéis salido con espadas y con bastones?

Después que encendieron una hoguera en medio del patio, y de sentarse juntos, Pedro se sentó entre ellos.

Y cuando una criada le vio que estaba sentado al fuego, se fijó en él, y dijo: Y éste con él estaba.

Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro; y Pedro se acordó de la palabra del Señor como le había dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces.

y cubriéndole, herían su rostro, y le preguntaban, diciendo: Profetiza quién es el que te hirió.

Entonces ellos dijeron: ¿Qué más testimonio deseamos? Porque nosotros lo hemos oído de su boca.

Y como entendió que era de la jurisdicción de Herodes, le remitió a Herodes, el cual también estaba en Jerusalén en aquellos días.

Y Herodes, viendo a Jesús, se alegró mucho, porque hacía mucho que deseaba verle; porque había oído de él muchas cosas, y tenía esperanza que le vería hacer alguna señal.

les dijo: Me habéis presentado a éste por hombre que desvía al pueblo; y he aquí, preguntando yo delante de vosotros, no he hallado culpa alguna en este hombre de aquellas de que le acusáis.

Ni tampoco Herodes, pues nos lo ha remitido de nuevo; y he aquí que nada ha hecho que merezca la muerte.

Y él les dijo la tercera vez: ¿Por qué? ¿Qué mal ha hecho éste? Ninguna culpa de muerte he hallado en él; le castigaré, pues, y le soltaré.

Mas ellos instaban a grandes voces, pidiendo que fuera colgado de un madero. Y las voces de ellos y de los príncipes de los sacerdotes crecían.

Entonces Pilato juzgó que se hiciera lo que ellos pedían;

y les soltó a aquel que había sido echado en la cárcel por sedición y una muerte, al cual habían pedido; y entregó a Jesús a la voluntad de ellos.

Y llevándole, tomaron a un Simón cireneo, que venía del campo, y le pusieron encima el madero para que la llevara tras Jesús.

Y llevaban también a otros dos, que eran malhechores, para ser muertos con El.

Y el pueblo estaba {allí} mirando; y aun los gobernantes se mofaban de El, diciendo: A otros salvó; que se salve a sí mismo si este es el Cristo de Dios, su Escogido.

Y uno de los malhechores que estaban colgados, le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros.

Pero el otro le contestó, y reprendiéndole, dijo: ¿Ni siquiera temes tú a Dios a pesar de que estás bajo la misma condena?

Y nosotros, a la verdad, justamente padecemos; porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo.

Y toda la multitud de los que estaban presentes en este espectáculo, viendo lo que había acontecido, se volvían hiriendo sus pechos.

Mas todos sus conocidos, y las mujeres que le habían seguido desde Galilea, estaban lejos mirando estas cosas.

(el cual no había asentido al plan y al proceder de los demás) {que era} de Arimatea, ciudad de los judíos, {y} que esperaba el reino de Dios.

Y quitado, lo envolvió en una sábana, y le puso en un sepulcro que era labrado de piedra, en el cual ninguno aún había sido puesto.

Y viniendo también las mujeres que le habían seguido de Galilea, vieron el sepulcro, y cómo fue puesto su cuerpo.

Y el primero de los sábados, muy de mañana, vinieron al monumento, trayendo las drogas aromáticas que habían aparejado, y algunas otras mujeres con ellas.

Y encontraron {que} la piedra {había sido} removida del sepulcro,

Y aconteció, que estando ellas espantadas de esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes;

y como tuvieran ellas temor, y bajaran el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?

No está aquí, mas ha resucitado; acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea,

diciendo: Es necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea colgado en un madero, y resucite al tercer día.

Y eran María Magdalena, y Juana, y María madre de Jacobo, y las demás que estaban con ellas, las que dijeron estas cosas a los apóstoles.

Pero levantándose Pedro, corrió al sepulcro; y cuando miró dentro, vio sólo los lienzos allí echados; y se fue maravillado entre sí de lo que había sucedido.

Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una aldea que estaba de Jerusalén sesenta estadios, llamada Emaús.

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