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'Que' en la Biblia

Y todos los pozos que los siervos de su padre habían cavado en los días de Abraham su padre, los filisteos {los} cegaron llenándolos de tierra.

Entonces Abimelec dijo a Isaac: Vete de aquí, porque tú eres mucho más poderoso que nosotros.

Isaac volvió a cavar los pozos de agua que habían sido cavados en los días de su padre Abraham, porque los filisteos los habían cegado después de la muerte de Abraham, y les puso los mismos nombres que su padre les había puesto.

Y les dijo Isaac: ¿Por qué habéis venido a mí, vosotros que me odiáis y me habéis echado de entre vosotros?

Y ellos respondieron: Vemos claramente que el SEÑOR ha estado contigo, así es que dijimos: ``Haya ahora un juramento entre nosotros, entre tú y nosotros, y hagamos un pacto contigo,

de que no nos harás ningún mal, así como nosotros no te hemos tocado y sólo te hemos hecho bien, y te hemos despedido en paz. Tú eres ahora el bendito del SEÑOR."

Y sucedió que aquel mismo día los siervos de Isaac llegaron y le informaron acerca del pozo que habían cavado, y le dijeron: Hemos hallado agua.

Y aconteció que siendo ya viejo Isaac, y sus ojos demasiado débiles para ver, llamó a Esaú, su hijo mayor, y le dijo: Hijo mío. Y él le respondió: Heme aquí.

y prepárame un buen guisado como a mí me gusta, y tráemelo para que yo coma, y que mi alma te bendiga antes que yo muera.

Rebeca habló a su hijo Jacob, diciendo: He aquí, oí a tu padre que hablaba con tu hermano Esaú, diciéndo{le:}

``Tráeme caza y prepárame un buen guisado para que coma y te bendiga en presencia del SEÑOR antes de mi muerte."

Ahora pues, hijo mío, obedéceme en lo que te mando.

Entonces {se lo} llevarás a tu padre, que comerá, para que te bendiga antes de su muerte.

Entonces Rebeca tomó las mejores vestiduras de Esaú, su hijo mayor, que tenía ella en la casa, y vistió a Jacob, su hijo menor;

y puso el guisado y el pan que había hecho en manos de su hijo Jacob.

Y Jacob dijo a su padre: Soy Esaú tu primogénito. He hecho lo que me dijiste. Levántate, te ruego. Siéntate y come de mi caza para que me bendigas.

E Isaac dijo a su hijo: ¿Cómo es que {la} has encontrado tan pronto, hijo mío? Y él respondió: Porque el SEÑOR tu Dios hizo que así me acaeciera.

Isaac entonces dijo a Jacob: Te ruego que te acerques para palparte, hijo mío, a ver si en verdad eres o no mi hijo Esaú.

Entonces dijo: Sírveme, y comeré de la caza de mi hijo para que yo te bendiga. Y le sirvió, y comió; le trajo también vino, y bebió.

Y su padre Isaac le dijo: Te ruego que te acerques y me beses, hijo mío.

Y él se acercó y lo besó; y al notar el olor de sus vestidos, lo bendijo, diciendo: He aquí, el olor de mi hijo es como el aroma de un campo que el SEÑOR ha bendecido.

Sírvante pueblos, y póstrense ante ti naciones; sé señor de tus hermanos, e inclínense ante ti los hijos de tu madre. Malditos los que te maldigan, y benditos los que te bendigan.

Y sucedió que tan pronto como Isaac había terminado de bendecir a Jacob, y apenas había salido Jacob de la presencia de su padre Isaac, su hermano Esaú llegó de su cacería.

Y también él hizo un buen guisado y {lo} trajo a su padre, y dijo a su padre: Levántese mi padre, y coma de la caza de su hijo, para que tú me bendigas.

Y tembló Isaac con estremecimiento muy grande, y dijo: ¿Quién fue entonces el que trajo caza, antes de que tú vinieras, y me la trajo y yo comí de todo, y lo bendije? Sí, y bendito será.

Pero Isaac respondió, y dijo a Esaú: He aquí, yo lo he puesto por señor tuyo, y le he dado por siervos a todos sus parientes; y con grano y mosto lo he sustentado. En cuanto a ti ¿qué haré, pues, hijo mío?

Y Esaú dijo a su padre: ¿No tienes más que una bendición, padre mío? Bendíceme, {bendíceme} también a mí, padre mío. Y Esaú alzó su voz y lloró.

Entonces su padre Isaac respondió, y le dijo: He aquí, lejos de la fertilidad de la tierra será tu morada, y lejos del rocío que baja del cielo.

Por tu espada vivirás, y a tu hermano servirás; mas acontecerá que cuando te impacientes, arrancarás su yugo de tu cerviz.

Y quédate con él algunos días hasta que se calme el furor de tu hermano;

hasta que la ira de tu hermano contra ti se calme, y olvide lo que le hiciste. Entonces enviaré y te traeré de allá. ¿Por qué he de sufrir la pérdida de vosotros dos en un mismo día?

Y Rebeca dijo a Isaac: Estoy cansada de vivir a causa de las hijas de Het; si Jacob toma mujer de las hijas de Het, como éstas, de las hijas de esta tierra, ¿para qué me servirá la vida?

Y el Dios Todopoderoso te bendiga, te haga fecundo y te multiplique, para que llegues a ser multitud de pueblos.

Y te dé también la bendición de Abraham, a ti y a tu descendencia contigo, para que tomes posesión de la tierra de tus peregrinaciones, la que Dios dio a Abraham.

Y vio Esaú que Isaac había bendecido a Jacob y lo había enviado a Padán-aram para tomar allí mujer para sí, {y que} cuando lo bendijo, le dio órdenes, diciendo: No tomarás para ti mujer de entre las hijas de Canaán,

y que Jacob había obedecido a su padre y a su madre, y se había ido a Padán-aram.

Vio, pues, Esaú que las hijas de Canaán no eran del agrado de su padre Isaac;

y Esaú fue a Ismael, y tomó por mujer, además de las mujeres que ya tenía, a Mahalat, hija de Ismael, hijo de Abraham, hermana de Nebaiot.

Y he aquí, el SEÑOR estaba sobre ella, y dijo: Yo soy el SEÑOR, el Dios de tu padre Abraham y el Dios de Isaac. La tierra en la que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia.

Y tuvo miedo y dijo: ¡Cuán imponente es este lugar! Esto no es más que la casa de Dios, y esta es la puerta del cielo.

Entonces hizo Jacob un voto, diciendo: Si Dios está conmigo y me guarda en este camino en que voy, y me da alimento para comer y ropa para vestir,

Pero ellos dijeron: No podemos, hasta que se junten todos los rebaños y quiten la piedra de la boca del pozo; entonces daremos de beber a las ovejas.

Y sucedió que cuando Jacob vio a Raquel, hija de Labán, hermano de su madre, y las ovejas de Labán, hermano de su madre, Jacob subió y quitó la piedra de la boca del pozo, y dio de beber al rebaño de Labán, hermano de su madre.

Y Jacob hizo saber a Raquel que él era pariente de su padre, y que era hijo de Rebeca; y ella corrió y se lo hizo saber a su padre.

Y sucedió que cuando Labán oyó las noticias de Jacob, hijo de su hermana, corrió a su encuentro, lo abrazó, lo besó y lo trajo a su casa. Entonces él contó a Labán todas estas cosas.

Y Labán dijo: Mejor es dártela a ti que dársela a otro hombre; quédate conmigo.

Y sucedió que al anochecer tomó a su hija Lea y se la trajo, y {Jacob} se llegó a ella.

Cuando fue de mañana, he aquí que era Lea. Y {Jacob} dijo a Labán: ¿Qué es esto que me has hecho? ¿No fue por Raquel que te serví? ¿Por qué, pues, me has engañado?

Y Labán respondió: No se acostumbra en nuestro lugar dar a la menor antes que a la mayor.

Cumple la semana {nupcial} de ésta, y te daremos también la otra por el servicio que habrás de rendirme aún otros siete años.

Concibió de nuevo y dio a luz un hijo, y dijo: Por cuanto el SEÑOR ha oído que soy aborrecida, me ha dado también este {hijo.} Así que le puso por nombre Simeón.

Concibió otra vez y dio a luz un hijo, y dijo: Ahora esta vez mi marido se apegará a mí, porque le he dado tres hijos. Así que le puso por nombre Leví.

Concibió una vez más y dio a luz un hijo, y dijo: Esta vez alabaré al SEÑOR; así que le puso por nombre Judá; y dejó de dar a luz.

Entonces se encendió la ira de Jacob contra Raquel, y dijo: ¿Estoy yo en lugar de Dios, que te ha negado el fruto de tu vientre?

Y ella dijo: Aquí está mi sierva Bilha; llégate a ella para que dé a luz sobre mis rodillas, para que por medio de ella yo también tenga hijos.

Viendo Lea que había dejado de dar a luz, tomó a su sierva Zilpa y la dio por mujer a Jacob.

Pero ella le respondió: ¿Te parece poco haberme quitado el marido? ¿{Me} quitarás también las mandrágoras de mi hijo? Y Raquel dijo: Que él duerma, pues, contigo esta noche a cambio de las mandrágoras de tu hijo.

Y le puso por nombre José, diciendo: Que el SEÑOR me añada otro hijo.

Y sucedió que cuando Raquel hubo dado a luz a José, Jacob dijo a Labán: Despídeme para que me vaya a mi lugar y a mi tierra.

Da{me} mis mujeres y mis hijos por los cuales te he servido, y déjame ir; pues tú {bien} sabes el servicio que te he prestado.

Pero Labán le respondió: Si ahora he hallado gracia ante tus ojos, {quédate conmigo;} me he dado cuenta de que el SEÑOR me ha bendecido por causa tuya.

Porque tenías poco antes de que yo viniera, y ha aumentado hasta ser multitud; y el SEÑOR te ha bendecido en todo lo que he hecho. Y ahora, ¿cuándo proveeré yo también para mi propia casa?

Y él respondió: ¿Qué te daré? Y Jacob dijo: No me des nada. Volveré a pastorear {y} a cuidar tu rebaño si {tan sólo} haces esto por mí:

Mi honradez responderá por mí el día de mañana, cuando vengas a ver acerca de mi salario. Todo lo que no sea moteado y manchado entre las cabras, y negro entre los corderos, {si es hallado} conmigo, se considerará robado.

Aquel {mismo} día apartó {Labán} los machos cabríos rayados o manchados y todas las cabras moteadas o manchadas, y todo lo que tenía algo de blanco, y de entre los corderos todos los negros, y lo puso {todo} al cuidado de sus hijos.

Y colocó las varas que había descortezado delante de los rebaños, en los canales, en los abrevaderos, donde los rebaños venían a beber; y se apareaban cuando venían a beber.

Además, sucedía que cada vez que los más robustos del rebaño se apareaban, Jacob ponía las varas a la vista del rebaño en los canales, para que se aparearan {frente} a las varas;

pero cuando el rebaño era débil, no {las} ponía, de manera que las {crías} débiles vinieron a ser de Labán y las robustas de Jacob.

Pero Jacob oyó las palabras de los hijos de Labán, que decían: Jacob se ha apoderado de todo lo que era de nuestro padre, y de lo que era de nuestro padre ha hecho toda esta riqueza.

y les dijo: Veo que el semblante de vuestro padre, no es {amigable} para conmigo como antes; pero el Dios de mi padre ha estado conmigo.

Y sucedió que por el tiempo cuando el rebaño estaba en celo, alcé los ojos y vi en sueños; y he aquí, los machos cabríos que cubrían las hembras {eran} rayados, moteados y abigarrados.

Y él dijo: ``Levanta ahora los ojos y ve que todos los machos cabríos que están cubriendo las hembras son rayados, moteados y abigarrados, pues yo he visto todo lo que Labán te ha hecho.

Ciertamente, toda la riqueza que Dios ha quitado de nuestro padre es nuestra y de nuestros hijos; ahora pues, todo lo que Dios te ha dicho, hazlo.

y puso en camino todo su ganado y todas las posesiones que había acumulado, el ganado adquirido que había acumulado en Padán-aram, para ir a Isaac su padre, a la tierra de Canaán.

Y mientras Labán había ido a trasquilar sus ovejas, Raquel robó los ídolos domésticos que eran de su padre.

Huyó, pues, con todo lo que tenía; y se levantó, cruzó el río {Eufrates} y se dirigió hacia la región montañosa de Galaad.

Y al tercer día, cuando informaron a Labán que Jacob había huido,

Entonces Labán dijo a Jacob: ¿Qué has hecho, engañándome y llevándote a mis hijas como {si fueran} cautivas de guerra?

¿Por qué huiste en secreto y me engañaste, y no me avisaste para que yo pudiera despedirte con alegría y cantos, con panderos y liras?

¿{Por qué} no me has permitido besar a mis hijos y a mis hijas? En esto has obrado neciamente.

Y ahora, ciertamente te has marchado porque añorabas mucho la casa de tu padre; {pero} ¿por qué robaste mis dioses?

Entonces Jacob respondió, y dijo a Labán: Porque tuve miedo, pues dije: ``No sea que me quites a tus hijas a la fuerza."

{Pero} aquel con quien encuentres tus dioses, no vivirá. En presencia de nuestros parientes indica lo que es tuyo entre mis cosas y llévate{lo.} Pues Jacob no sabía que Raquel los había robado.

Y ella dijo a su padre: No se enoje mi señor porque no pueda levantarme delante de ti, pues estoy con lo que es común entre las mujeres. Y él buscó, pero no encontró los ídolos domésticos.

Entonces se enojó Jacob y riñó con Labán; y respondiendo Jacob, dijo a Labán: ¿Cuál es mi transgresión? ¿Cuál es mi pecado para que tan enardecidamente me hayas perseguido?

Aunque has buscado en todos mis enseres, ¿qué has hallado de todos los enseres de tu casa? Pon{lo} delante de mis parientes y de tus parientes para que ellos juzguen entre nosotros dos.

Respondió Labán y dijo a Jacob: Las hijas son mis hijas, y los hijos mis hijos, y los rebaños mis rebaños, y todo lo que ves es mío. ¿Pero qué puedo yo hacer hoy a estas mis hijas, o a sus hijos que ellas dieron a luz?

Ahora bien, ven, hagamos un pacto tú y yo y que sirva de testimonio entre tú y yo.

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Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso