14292 casos

'Que' en la Biblia

Entonces sus siervos le dijeron: Que se busque para mi señor el rey una joven virgen para que atienda al rey y sea quien lo cuide; que ella se acueste en tu seno y entrará en calor mi señor el rey.

Entretanto Adonías, hijo de Haguit, se ensalzaba diciendo: Yo seré rey. Y preparó para sí carros y hombres de a caballo y cincuenta hombres que corrieran delante de él.

Su padre nunca lo había contrariado preguntándole: ¿Por qué has hecho esto? Era también hombre de muy hermoso parecer, y había nacido después de Absalón.

Y había consultado con Joab, hijo de Sarvia, y con el sacerdote Abiatar, que respaldaban a Adonías.

Pero el sacerdote Sadoc, Benaía, hijo de Joiada, el profeta Natán, Simei, Rei y los valientes que tenía David, no estaban con Adonías.

Y Adonías sacrificó ovejas, bueyes y animales cebados junto a la piedra de Zohélet, que está al lado de En-rogel; e invitó a todos sus hermanos, los hijos del rey, y a todos los hombres de Judá, siervos del rey.

Entonces Natán habló a Betsabé, madre de Salomón, diciendo: ¿No has oído que Adonías, hijo de Haguit, se ha hecho rey y que David nuestro señor no {lo} sabe?

Ahora pues, ven, voy a darte un consejo para que salves tu vida y la vida de tu hijo Salomón.

Ve ahora mismo al rey David y dile: `` ¿No has jurado tú, oh rey mi señor, a tu sierva, diciendo: `Ciertamente tu hijo Salomón será rey después de mí y se sentará en mi trono'? ¿Por qué, pues, se ha hecho rey Adonías?"

Entonces Betsabé se inclinó y se postró ante el rey. Y el rey dijo: ¿Qué deseas?

Y en cuanto a ti, mi señor el rey, los ojos de todo Israel están sobre ti, para que les hagas saber quién ha de sentarse en el trono de mi señor el rey después de él.

Pues sucederá que en cuanto mi señor el rey duerma con sus padres, yo y mi hijo Salomón seremos tenidos por culpables.

Y he aquí que mientras ella estaba aún hablando con el rey, entró el profeta Natán.

Y el rey juró, diciendo: Vive el SEÑOR, que ha redimido mi vida de toda angustia,

que ciertamente como te juré por el SEÑOR, Dios de Israel, diciendo: ``Tu hijo Salomón será rey después de mí, y él se sentará sobre mi trono en mi lugar", así lo haré hoy mismo.

Que allí el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo unjan como rey sobre Israel; y tocad trompeta y decid: `` ¿Viva el rey Salomón!"

Después subiréis tras él, y él vendrá, se sentará en mi trono y reinará en mi lugar; porque lo he escogido para que sea príncipe sobre Israel y sobre Judá.

Como el SEÑOR ha estado con mi señor el rey, así esté con Salomón, y haga su trono más grande que el trono de mi señor el rey David.

Entonces el sacerdote Sadoc, el profeta Natán, Benaía, hijo de Joiada, los cereteos y los peleteos, descendieron e hicieron que Salomón montara en la mula del rey David, y lo llevaron a Gihón.

Luego todo el pueblo subió tras él; y el pueblo tocaba flautas y se regocijaba con gran alegría, de modo que la tierra se estremecía con su sonido.

Y {lo} oyó Adonías y todos los invitados que {estaban} con él cuando habían terminado de comer. Al oír Joab el sonido de la trompeta, dijo: ¿Por qué hace la ciudad tal alboroto?

Y el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo han ungido rey en Gihón, y de allí han subido gozosos y se ha alborotado la ciudad. Este es el ruido que habéis oído.

y aun los siervos del rey han ido a bendecir a nuestro señor el rey David, diciendo: ``Que tu Dios haga el nombre de Salomón más célebre que tu nombre y su trono más grande que tu trono." Y el rey ha adorado en el lecho.

El rey también ha dicho así: Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, que ha concedido que se siente hoy en mi trono un descendiente mío mientras mis ojos {lo} ven.

Y avisaron a Salomón, diciéndo{le:} He aquí, Adonías tiene miedo del rey Salomón, y se ha asido de los cuernos del altar, diciendo: ``Que el rey Salomón me jure hoy que no matará a espada a su siervo."

Entonces el rey Salomón envió que lo hicieran descender del altar. Y él vino y se postró ante el rey Salomón, y Salomón le dijo: Vete a tu casa.

Guarda los mandatos del SEÑOR tu Dios, andando en sus caminos, guardando sus estatutos, sus mandamientos, sus ordenanzas y sus testimonios, conforme a lo que está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas y dondequiera que vayas,

para que el SEÑOR cumpla la promesa que me hizo, diciendo: ``Si tus hijos guardan su camino, andando delante de mí con fidelidad, con todo su corazón y con toda su alma, no te faltará hombre sobre el trono de Israel."

También sabes lo que me hizo Joab, hijo de Sarvia, lo que hizo a los dos comandantes de los ejércitos de Israel, a Abner, hijo de Ner, y a Amasa, hijo de Jeter, a los cuales mató; también derramó sangre de guerra en {tiempo de} paz. Y puso sangre de guerra en el cinturón que lo ceñía y en las sandalias que tenía en sus pies.

Haz, pues, conforme a tu sabiduría, y no permitas que sus canas desciendan al Seol en paz.

Mas muestra bondad a los hijos de Barzilai galaadita, y que estén entre los que comen a tu mesa; porque ellos me ayudaron cuando huía de tu hermano Absalón.

Y he aquí, está contigo Simei, hijo de Gera, benjamita de Bahurim; él fue el que me maldijo con una terrible maldición el día que yo iba a Mahanaim. Mas cuando descendió a mi encuentro en el Jordán, le juré por el SEÑOR, diciendo: ``No te mataré a espada."

Pero ahora, no lo dejes sin castigo, porque eres hombre sabio; sabrás lo que debes hacer con él y harás que desciendan sus canas con sangre al Seol.

Los días que David reinó sobre Israel {fueron} cuarenta años: siete años reinó en Hebrón, y treinta y tres años reinó en Jerusalén.

Y añadió: Tengo algo que decirte. Y ella dijo: Habla.

Y él dijo: Tú sabes que el reino era mío y que todo Israel esperaba que yo fuera rey; pero el reino ha cambiado {de manos} y ha venido a ser de mi hermano, porque {por voluntad} del SEÑOR era suyo.

El entonces dijo: Te ruego que hables al rey Salomón, pues él no te lo negará, para que me dé por mujer a Abisag sunamita.

Y ella dijo: Que se dé a Abisag sunamita por mujer a tu hermano Adonías.

El rey Salomón respondió, y dijo a su madre: ¿Por qué pides a Abisag sunamita para Adonías? Pide para él también el reino, pues es mi hermano mayor, y con él están el sacerdote Abiatar y Joab, hijo de Sarvia.

Ahora pues, vive el SEÑOR que me ha confirmado y me ha puesto en el trono de mi padre David, y que me ha hecho una casa como había prometido, que Adonías morirá hoy mismo.

Entonces dijo el rey al sacerdote Abiatar: Vete a Anatot, a tu campo, porque mereces morir; pero no te daré muerte en esta ocasión porque llevaste el arca del Señor DIOS delante de mi padre David, y porque fuiste afligido con todas las cosas con que mi padre fue afligido.

Así Salomón privó a Abiatar de ser sacerdote del SEÑOR, para que se cumpliera la palabra que el SEÑOR había hablado acerca de la casa de Elí en Silo.

Y se le informó al rey Salomón que Joab había huido a la tienda del SEÑOR, y que estaba junto al altar. Entonces Salomón envió a Benaía, hijo de Joiada, diciendo: Ve y arremete contra él.

Y el rey le dijo: Haz como él ha dicho; arremete contra él, {mátalo} y entiérralo, para que quites de mí y de la casa de mi padre la sangre que Joab derramó sin causa.

El SEÑOR hará volver su sangre sobre su propia cabeza, porque él arremetió contra dos hombres más justos y mejores que él y los mató a espada sin que mi padre David {lo} supiera: a Abner, hijo de Ner, comandante del ejército de Israel, y a Amasa, hijo de Jeter, comandante del ejército de Judá.

Porque el día que salgas y pases el torrente Cedrón, ten por cierto que sin duda morirás; tu sangre recaerá sobre tu cabeza.

Pero aconteció al cabo de tres años, que dos de los siervos de Simei huyeron a Aquis, hijo de Maaca, rey de Gat. Le avisaron a Simei, diciéndo{le:} He aquí, tus siervos están en Gat.

Pero informaron a Salomón que Simei había ido de Jerusalén hasta Gat y había vuelto.

Entonces el rey envió a llamar a Simei y le dijo: ¿No te hice jurar por el SEÑOR y te advertí seriamente, diciendo: ``El día que salgas y vayas a cualquier parte, ten por seguro que ciertamente morirás"? Y tú me dijiste: ``La palabra que he oído es buena."

¿Por qué, entonces, no guardaste el juramento del SEÑOR y el mandamiento que te impuse?

Dijo además el rey a Simei: Tú sabes todo el mal que hiciste a mi padre David, que tú reconoces en tu corazón; el SEÑOR, pues, hará recaer tu mal sobre tu propia cabeza.

Sólo que el pueblo sacrificaba en los lugares altos, porque en aquellos días aún no se había edificado casa al nombre del SEÑOR.

Y en Gabaón el SEÑOR se apareció a Salomón de noche en sueños, y Dios {le} dijo: Pide lo que {quieras que} yo te dé.

Entonces Salomón dijo: Tú has usado de gran misericordia con tu siervo David mi padre, según él anduvo delante de ti con fidelidad, justicia y rectitud de corazón hacia ti; y has guardado para él esta gran misericordia, en que le has dado un hijo que se siente en su trono, como {sucede} hoy.

Tu siervo está en medio de tu pueblo al cual escogiste, un pueblo inmenso que no se puede numerar ni contar por {su} multitud.

Y fue del agrado a los ojos del Señor que Salomón pidiera esto.

Y Dios le dijo: Porque has pedido esto y no has pedido para ti larga vida, ni has pedido para ti riquezas, ni has pedido la vida de tus enemigos, sino que has pedido para ti inteligencia para administrar justicia,

he aquí, he hecho conforme a tus palabras. He aquí, te he dado un corazón sabio y entendido, de modo que no ha habido ninguno como tú antes de ti, ni se levantará ninguno como tú después de ti.

También te he dado lo que no has pedido, tanto riquezas como gloria, de modo que no habrá entre los reyes ninguno como tú en todos tus días.

Salomón se despertó y vio que había sido un sueño. Entró en Jerusalén y se puso delante del arca del pacto del SEÑOR; ofreció holocaustos e hizo ofrendas de paz, y también dio un banquete para todos sus siervos.

Por ese tiempo dos mujeres {que eran} rameras, vinieron al rey y se presentaron delante de él.

Y sucedió que al tercer día después de dar yo a luz, esta mujer también dio a luz; estábamos juntas, nadie de fuera estaba con nosotras en la casa, solamente nosotras dos.

Cuando me levanté al amanecer para dar el pecho a mi hijo, he aquí que estaba muerto; pero cuando lo observé con cuidado por la mañana, vi que no era mi hijo, el que yo había dado a luz.

Entonces la otra mujer dijo: No, pues mi hijo es el que vive y tu hijo es el muerto. Pero la primera mujer dijo: No, tu hijo es el muerto y mi hijo es el que vive. Así hablaban ellas delante del rey.

Entonces el rey dijo: Esta dice: ``Este es mi hijo que está vivo y tu hijo es el muerto"; y la otra dice: ``No, porque tu hijo es el muerto y mi hijo es el que vive."

Cuando todo Israel oyó del juicio que el rey había pronunciado, temieron al rey, porque vieron que la sabiduría de Dios estaba en él para administrar justicia.

Salomón tenía doce oficiales sobre todo Israel, los cuales abastecían al rey y a su casa. Cada uno tenía que hacerlo un mes en el año.

Baana, hijo de Ahilud, {en} Taanac y Meguido y todo Bet-seán, que está junto a Saretán, más abajo de Jezreel, desde Bet-seán hasta Abel-mehola, hasta el otro lado de Jocmeam;

Ben-geber en Ramot de Galaad (las aldeas de Jair, hijo de Manasés, que están en Galaad {eran} de él: la región de Argob que está en Basán, sesenta grandes ciudades con muros y cerrojos de bronce {eran} de él);

Geber, hijo de Uri, en la tierra de Galaad, la región de Sehón, rey de los amorreos, y de Og, rey de Basán; {él era} el único gobernador que {estaba} en aquella tierra.

Judá e Israel {eran} tan numerosos como la arena que está en abundancia a {la orilla del} mar; comían, bebían y se alegraban.

Y los gobernadores abastecían, cada uno un mes, al rey Salomón y a todos los que venían a la mesa del rey Salomón; no dejaban que faltara nada.

Dios dio a Salomón sabiduría, gran discernimiento y amplitud de corazón como la arena que está a la orilla del mar.

Porque era más sabio que todos los hombres, {más} que Etán ezraíta, Hemán, Calcol y Darda, hijos de Mahol; y su fama fue {conocida} por todas las naciones de alrededor.

Disertó sobre los árboles, desde el cedro que está en el Líbano hasta el hisopo que crece en la pared; también habló de ganados, aves, reptiles y peces.

Y venían de todos los pueblos para oír la sabiduría de Salomón, de parte de todos los reyes de la tierra que habían oído de su sabiduría.

Hiram, rey de Tiro, envió sus siervos a Salomón, cuando oyó que lo habían ungido rey en lugar de su padre, pues Hiram siempre había sido amigo de David.

Tú sabes que mi padre David no pudo edificar una casa al nombre del SEÑOR su Dios a causa de las guerras en que se vio envuelto, hasta que el SEÑOR puso a sus enemigos bajo las plantas de sus pies.

Ahora pues, ordena que me corten cedros del Líbano, y mis siervos estarán con tus siervos; y te daré salarios para tus siervos conforme a todo lo que tú digas, pues sabes que no hay nadie entre nosotros que sepa labrar madera como los sidonios.

Y sucedió que cuando Hiram oyó las palabras de Salomón, se alegró mucho y dijo: Bendito sea hoy el SEÑOR, que ha dado a David un hijo sabio sobre este pueblo tan numeroso.

Y envió Hiram {respuesta} a Salomón, diciendo: He oído {el mensaje} que me enviaste; haré lo que tú quieras en cuanto a las maderas de cedro y de ciprés.

Mis siervos {las} bajarán desde el Líbano hasta el mar; y haré de ellas balsas {para ir} por mar hasta el lugar adonde me indiques, y allí haré que las desaten y tú te {las} llevarás. Entonces cumplirás mi deseo dando alimento a mi casa.

Dio, pues, Hiram a Salomón todo lo que deseaba de las maderas de cedro y de ciprés.

Salomón tenía setenta mil {hombres} que llevaban las cargas, y ochenta mil canteros en las montañas,

además de los tres mil trescientos oficiales de Salomón que {estaban} al frente de la obra {y} que gobernaban la gente que hacía el trabajo.

Y sucedió que en el año cuatrocientos ochenta después que los hijos de Israel salieron de la tierra de Egipto, en el cuarto año del reinado de Salomón sobre Israel, en el mes de Zif, que es el segundo mes, comenzó él a edificar la casa del SEÑOR.

La casa que el rey Salomón edificó para el SEÑOR {tenía} sesenta codos de largo, veinte {codos} de ancho y treinta codos de alto.

{En cuanto a} esta casa que estás edificando, si tú andas en mis estatutos, cumples mis ordenanzas y guardas todos mis mandamientos andando en ellos, yo cumpliré mi palabra contigo, la cual hablé a David tu padre,

Revistió de oro toda la casa, hasta que toda la casa estuvo terminada. También revistió de oro todo el altar que estaba junto al santuario interior.

Colocó los querubines en medio de la casa interior; las alas de los querubines se extendían de modo que el ala del uno tocaba {una} pared y el ala del otro querubín tocaba la otra pared. Sus {otras dos} alas se tocaban ala con ala en el centro de la casa.

y en el año undécimo, en el mes de Bul, que es el mes octavo, la casa fue acabada en todas sus partes y conforme a todos sus planos. La edificó, pues, en siete años.

Estaba cubierta de cedro sobre las cámaras laterales que estaban sobre las cuarenta y cinco columnas, quince en cada hilera.

Y la casa donde él había de morar, {en} otro atrio dentro del pórtico, era de la misma hechura. Hizo también una casa como este pórtico para la hija de Faraón que Salomón había tomado {por mujer}.

El gran atrio {tenía} en derredor tres hileras de piedras talladas y una hilera de vigas de cedro, igual que el atrio interior de la casa del SEÑOR y el pórtico de la casa.

{Había} redes de obra de malla y trenzas de obra de cadenilla para los capiteles que estaban en la cima de las columnas; siete para un capitel y siete para el otro capitel.

Así hizo las columnas y dos hileras alrededor de la malla que cubría los capiteles que estaban sobre las granadas; y así hizo para el otro capitel.

Los capiteles que {estaban} en las cabezas de las columnas del pórtico tenían forma de lirios, {y medían} cuatro codos.

Y {había} también capiteles sobre las dos columnas, junto a la protuberancia que {estaba} al lado de la malla; y {había} doscientas granadas en hileras alrededor de los dos capiteles.

y en los bordes que {estaban} entre las molduras {había} leones, bueyes y querubines; y en las molduras {había} un pedestal arriba, y debajo de los leones y bueyes {había} guirnaldas a bajo relieve.

Hiram hizo también los calderos, las palas y los tazones. Así terminó Hiram toda la obra que hizo para el rey Salomón {en} la casa del SEÑOR:

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Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso