14223 casos

'Que' en la Biblia

Diciendo: Pablo, no temas; es menester que seas presentado delante de César; y he aquí, Dios te ha dado todos los que navegan contigo.

Por tanto, oh varones, tened buen ánimo; porque yo confío en Dios que será así como me ha dicho;

Si bien es menester que demos en una isla.

Y venida la décimacuarta noche, y siendo llevados por el mar Adriático, los marineros á la media noche sospecharon que estaban cerca de alguna tierra;

Y habiendo temor de dar en lugares escabrosos, echando cuatro anclas de la popa, deseaban que se hiciese de día.

Entonces procurando los marineros huir de la nave, echado que hubieron el esquife á la mar, aparentando como que querían largar las anclas de proa,

Y como comenzó á ser de día, Pablo exhortaba á todos que comiesen, diciendo: Este es el décimocuarto día que esperáis y permanecéis ayunos, no comiendo nada.

Por tanto, os ruego que comáis por vuestra salud: que ni aun un cabello de la cabeza de ninguno de vosotros perecerá.

Y como se hizo de día, no conocían la tierra; mas veían un golfo que tenía orilla, al cual acordaron echar, si pudiesen, la nave.

Entonces el acuerdo de los soldados era que matasen los presos, porque ninguno se fugase nadando.

Mas el centurión, queriendo salvar á Pablo, estorbó este acuerdo, y mandó que los que pudiesen nadar, se echasen los primeros, y saliesen á tierra;

Y los demás, parte en tablas, parte en cosas de la nave. Y así aconteció que todos se salvaron saliendo á tierra.

Y CUANDO escapamos, entonces supimos que la isla se llamaba Melita.

Empero ellos estaban esperando cuándo se había de hinchar, ó caer muerto de repente; mas habiendo esperado mucho, y viendo que ningún mal le venía, mudados, decían que era un dios.

Y aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebres y de disentería: al cual Pablo entró, y después de haber orado, le puso las manos encima, y le sanó:

Y esto hecho, también otros que en la isla tenían enfermedades, llegaban, y eran sanados:

Donde habiendo hallado hermanos, nos rogaron que quedásemos con ellos siete días; y luego vinimos á Roma;

Y como llegamos á Roma, el centurión entregó los presos al prefecto de los ejércitos, mas á Pablo fué permitido estar por sí, con un soldado que le guardase.

Y aconteció que tres días después, Pablo convocó á los principales de los Judíos; á los cuales, luego que estuvieron juntos, les dijo: Yo, varones hermanos, no habiendo hecho nada contra el pueblo, ni contra los ritos de la patria, he sido entregado preso

Mas contradiciendo los Judíos, fuí forzado á apelar á César; no que tenga de qué acusar á mi nación.

Así que, por esta causa, os he llamado para veros y hablaros; porque por la esperanza de Israel estoy rodeado de esta cadena.

Entonces ellos le dijeron: Nosotros ni hemos recibido cartas tocante á tí de Judea, ni ha venido alguno de los hermanos que haya denunciado ó hablado algún mal de ti.

Mas querríamos oir de ti lo que sientes; porque de esta secta notorio nos es que en todos lugares es contradicha.

Pablo empero, quedó dos años enteros en su casa de alquiler, y recibía á todos los que á él venían,

Mas no quiero, hermanos, que ingnoréis que muchas veces me he propuesto ir á vosotros (empero hasta ahora he sido estorbado), para tener también entre vosotros algún fruto, como entre los demás Gentiles.

Así que, cuanto á mí, presto estoy á anunciar el evangelio también á vosotros que estáis en Roma.

Y del mismo modo también los hombres, dejando el uso natural de las mujeres, se encendieron en sus concupiscencias los unos con los otros, cometiendo cosas nefandas hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la recompensa que convino á su extravío.

POR lo cual eres inexcusable, oh hombre, cuaquiera que juzgas: porque en lo que juzgas á otro, te condenas á ti mismo; porque lo mismo haces, tú que juzgas.

Mas sabemos que el juicio de Dios es según verdad contra los que hacen tales cosas.

¿Y piensas esto, oh hombre, que juzgas á los que hacen tales cosas, y haces las mismas, que tú escaparás del juicio de Dios.?

Porque todos lo que sin ley pecaron, sin ley también perecerán; y todos los que en la ley pecaron, por la ley serán juzgados:

Y confías que eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas,

¿Tú, que te jactas de la ley, con infracción de la ley deshonras á Dios?

De manera que, si el incircunciso guardare las justicias de la ley, ¿no será tenida su incircuncisión por circuncisión?

Y lo que de su natural es incircunciso, guardando perfectamente la ley, te juzgará á ti, que con la letra y con la circuncisión eres rebelde á la ley.

Porque no es Judío el que lo es en manifiesto; ni la circuncisión es la que es en manifiesto en la carne:

¿QUÉ, pues, tiene más el Judío? ¿ó qué aprovecha la circuncisión?,

¿Pues qué si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿la incredulidad de ellos habrá hecho vana la verdad de Dios?

En ninguna manera; antes bien sea Dios verdadero, mas todo hombre mentiroso; como está escrito: Para que seas justificado en tus dichos, Y venzas cuando de ti se juzgare.

Y si nuestra iniquidad encarece la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Será injusto Dios que da castigo?(ablo como hombre.)

Empero si la verdad de Dios por mi mentira creció á gloria suya, ¿por qué aun así yo soy juzgado como pecador?

¿Y por qué no decir (como somos blasfemados, y como algunos dicen que nosotros decimos): Hagamos males para que vengan bienes? la condenación de los cuales es justa.

¿Qué pues? ¿Somos mejores que ellos? En ninguna manera: porque ya hemos acusado á Judíos y á Gentiles, que todos están debajo de pecado.

Empero sabemos que todo lo que la ley dice, á los que están en la ley lo dice, para que toda boca se tape, y que todo el mundo se sujete á Dios:

Con la mira de manifestar su justicia en este tiempo: para que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.

¿QUÉ, pues, diremos que halló Abraham nuestro padre según la carne?

Porque ¿qué dice la Escritura? Y creyó Abraham á Dios, y le fué atribuído á justicia.

¿Es pues esta bienaventuranza solamente en la circuncisión ó también en la incircuncisión? porque decimos que á Abraham fué contada la fe por justicia.

Y recibió la circuncisión por señal, por sello de la justicia de la fe que tuvo en la incircuncisión: para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, para que también á ellos les sea contado por justicia;

Y padre de la circuncisión, no solamente á los que son de la circuncisión, más también á los que siguen las pisadas de la fe que fué en nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado.

Porque no por la ley fué dada la promesa á Abraham ó á su simiente, que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe.

Porque si los que son de la ley son los herederos, vana es la fe, y anulada es la promesa.

(Como está escrito: Que por padre de muchas gentes te he puesto) delante de Dios, al cual creyó; el cual da vida á los muertos, y llama las cosas que no son, como las que son.

Y no solamente por él fué escrito que le haya sido imputado;

Sino también por nosotros, á quienes será imputado, esto es, á los que creemos en el que levantó de los muertos á Jesús Señor nuestro,

No obstante, reinó la muerte desde Adam hasta Moisés, aun en los que no pecaron á la manera de la rebelión de Adam; el cual es figura del que había de venir.

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