397 casos

'Sacerdotes' en la Biblia

Solamente la tierra de los sacerdotes no compró, por cuanto los sacerdotes tenían ración del Faraón, y ellos comían su ración que el Faraón les daba; por eso no vendieron su tierra.

Entonces José lo puso por estatuto hasta hoy sobre la tierra de Egipto, señalando para el Faraón el quinto; excepto sólo la tierra de los sacerdotes, que no fue del Faraón.

Y también los sacerdotes que se acercan al SEÑOR, se santifiquen, para que el SEÑOR no haga en ellos estrago.

Y el SEÑOR le dijo: Ve, desciende, y subirás tú, y Aarón contigo; mas los sacerdotes y el pueblo no traspasen el término para subir al SEÑOR, para que no haga entre ellos estrago.

Harás que se acerquen a ti a Aarón tu hermano, y a sus hijos consigo, de entre los hijos de Israel, para que sean mis sacerdotes; a Aarón, Nadab y Abiú, Eleazar e Itamar, hijos de Aarón.

Los vestidos que harán serán estos: el pectoral, el efod, el manto, la túnica bordada, la mitra, y el cinturón. Hagan, pues, los santos vestidos a Aarón tu hermano, y a sus hijos, para que sean mis sacerdotes.

Y santificaré el tabernáculo del testimonio y el altar; santificaré asimismo a Aarón y a sus hijos, para que sean mis sacerdotes.

y los vestidos del servicio, y las santas vestiduras para Aarón el sacerdote, y las vestiduras de sus hijos, para que sean sacerdotes;

Y los ungirás como ungiste a su padre, y serán mis sacerdotes; y será que su unción les será por sacerdocio perpetuo por sus generaciones.

Entonces degollará el becerro en la presencia del SEÑOR; y los sacerdotes, hijos de Aarón, ofrecerán la sangre, y la rociarán alrededor sobre el altar, el cual está a la puerta del tabernáculo del testimonio.

Luego los sacerdotes, hijos de Aarón, acomodarán las piezas, la cabeza y el redaño, en orden sobre la leña que está sobre el fuego, que habrá encima del altar:

Y ha de degollarlo al lado del altar, al aquilón delante del SEÑOR; y los sacerdotes, hijos de Aarón, rociarán su sangre sobre el altar alrededor.

y la traerá a los sacerdotes, hijos de Aarón; y de ello tomará su puño lleno de su flor de harina y de su aceite, con todo su incienso, y el sacerdote hará perfume de ello sobre el altar; y esto será ofrenda encendida de olor muy aceptable al SEÑOR.

Y pondrá su mano sobre la cabeza de su ofrenda, y la degollará a la puerta del tabernáculo del testimonio; y los sacerdotes, hijos de Aarón, rociarán su sangre sobre el altar por todos sus lados.

Todo varón de entre los sacerdotes la comerá; será comida en el lugar santo; porque es cosa santísima.

Esta es la unción de Aarón y la unción de sus hijos, de las ofrendas encendidas al SEÑOR, desde el día en que él los consagró para ser sacerdotes del SEÑOR;

Cuando el hombre tuviere en la piel de su carne hinchazón, o postilla, o mancha blanca, y hubiere en la piel de su carne como llaga de lepra, será traído a Aarón el sacerdote, o a uno de los sacerdotes sus hijos;

y reconciliará el santuario santo, y el tabernáculo del testimonio; reconciliará también el altar, y a los sacerdotes, y a todo el pueblo de la congregación.

Y el SEÑOR dijo a Moisés: Habla a los sacerdotes hijos de Aarón, y diles que no se contaminen por un muerto en sus pueblos.

Estos son los nombres de los hijos de Aarón, sacerdotes ungidos; cuyas manos él llenó para administrar el sacerdocio.

Y los hijos de Aarón, los sacerdotes, tocarán las trompetas; y las tendréis por estatuto perpetuo por vuestras generaciones.

y vendrás a los sacerdotes levitas, y al juez que fuere en aquellos días, y preguntarás; y te enseñarán la palabra del juicio.

Y será, que cuando se asentare sobre el trono de su reino, se hará escribir copia de esta segunda ley en un libro en presencia de los sacerdotes levitas;

Los sacerdotes levitas, toda la tribu de Leví, no tendrán parte ni heredad con Israel; de las ofrendas encendidas al SEÑOR, y de la heredad de él comerán.

Y éste será el derecho de los sacerdotes de parte del pueblo, de los que ofrecieren en sacrificio buey o cordero; darán al sacerdote la espalda, las quijadas, y el cuajar.

entonces los dos hombres litigantes se presentarán delante del SEÑOR, delante de los sacerdotes y jueces que fueren en aquellos días;

Y vendrán los sacerdotes hijos de Leví, porque a ellos escogió el SEÑOR tu Dios para que le sirvan, y para bendecir en nombre del SEÑOR; y por el dicho de ellos se determinará todo pleito y toda llaga.

Guárdate de llaga de lepra, guardando diligentemente, y haciendo según todo lo que os enseñaren los sacerdotes levitas; cuidaréis de hacer como les he mandado.

Y Moisés, con los sacerdotes levitas, habló a todo Israel, diciendo: Atiende y escucha, Israel: hoy eres hecho pueblo del SEÑOR tu Dios.

y mandaron al pueblo, diciendo: Cuando viereis el arca del pacto del SEÑOR vuestro Dios, y los sacerdotes levitas que la llevan, vosotros partiréis de vuestro lugar, y marcharéis en pos de ella.

Y habló Josué a los sacerdotes, diciendo: Tomad el arca del pacto, y pasad delante del pueblo. Y ellos tomaron el arca del pacto, y fueron delante del pueblo.

Tú, pues, mandarás a los sacerdotes que llevan el arca del pacto, diciendo: Cuando hubiereis entrado hasta el borde del agua del Jordán, pararéis en el Jordán.

Y cuando las plantas de los pies de los sacerdotes que llevan el arca del SEÑOR Señoreador de toda la tierra, descansen en las aguas del Jordán, las aguas del Jordán serán cortadas; porque las aguas que descienden de arriba se detendrán en un montón.

Y aconteció, que partiendo el pueblo de sus tiendas para pasar el Jordán, y los sacerdotes delante del pueblo llevando el arca del pacto,

cuando los que llevaban el arca entraron en el Jordán, así como los pies de los sacerdotes que llevaban el arca fueron mojados a la orilla del agua, (porque el Jordán suele reverter sobre todos sus bordes todo el tiempo de la siega,)

Mas los sacerdotes que llevaban el arca del pacto del SEÑOR, estuvieron en seco, firmes en medio del Jordán, hasta que todo el pueblo hubo acabado de pasar el Jordán; y todo Israel pasó en seco.

y mandadles, diciendo: Tomaos de aquí del medio del Jordán, del lugar donde están firmes los pies de los sacerdotes, doce piedras, las cuales pasaréis con vosotros, y las asentaréis en el alojamiento donde habéis de tener la noche.

Josué también levantó doce piedras en medio del Jordán, en el lugar donde estuvieron los pies de los sacerdotes que llevaban el arca del pacto; y han estado allí hasta hoy.

Y los sacerdotes que llevaban el arca se pararon en medio del Jordán, hasta tanto que se acabó todo lo que el SEÑOR había mandado a Josué que hablara al pueblo, conforme a todas las cosas que Moisés había mandado a Josué; y el pueblo se dio prisa y pasó.

Y cuando todo el pueblo acabó de pasar, pasó también el arca del SEÑOR, y los sacerdotes, en presencia del pueblo.

Manda a los sacerdotes que llevan el arca del testimonio, que suban del Jordán.

Y Josué mandó a los sacerdotes, diciendo: Subid del Jordán.

Y aconteció que cuando los sacerdotes que llevaban el arca del pacto del SEÑOR, subieron de en medio del Jordán, y las plantas de los pies de los sacerdotes estuvieron en seco, las aguas del Jordán se volvieron a su lugar, corriendo como antes sobre todos sus bordes.

Y siete sacerdotes llevarán siete shofarot de jubileo delante del arca; y al séptimo día daréis siete vueltas a la ciudad, y los sacerdotes tocarán los shofarot.

Y llamando Josué hijo de Nun a los sacerdotes, les dijo: Llevad el arca del pacto, y siete sacerdotes lleven siete shofarot de jubileo delante del arca del SEÑOR.

Y así que Josué hubo hablado al pueblo, los siete sacerdotes, llevando los siete shofarot de jubileo, pasaron delante del arca del SEÑOR, y tocaron los shofarot; y el arca del pacto del SEÑOR los seguía.

Y los armados iban delante de los sacerdotes que tocaban los shofarot, y la congregación iba detrás del arca, andando y tocando trompetas.

Y los siete sacerdotes, llevando los siete shofarot de jubileo, fueron delante del arca del SEÑOR, andando siempre y tocando los shofarot; y los armados iban delante de ellos, y la congregación iba detrás del arca del SEÑOR; los sacerdotes andando y tocando los shofarot.

Y cuando los sacerdotes tocaron los shofarot la séptima vez, Josué dijo al pueblo: Gritad, porque el SEÑOR os ha entregado la ciudad.

Entonces el pueblo gritó, y los sacerdotes tocaron los shofarot; y aconteció que cuando el pueblo hubo oído la voz del shofar, dio el pueblo el grito con gran vocerío, y el muro cayó a plomo. El pueblo subió luego a la ciudad, cada uno derecho hacia adelante, y la tomaron.

Y todo Israel, y sus ancianos, oficiales, y jueces, estaban a uno y otro lado junto al arca, delante de los sacerdotes levitas que llevan el arca del pacto del SEÑOR; así los extranjeros como los naturales, la mitad de ellos estaba hacia el monte de Gerizim, y la otra mitad hacia el monte de Ebal; de la manera que Moisés, siervo del SEÑOR, lo había mandado antes, para que bendijeran al pueblo de Israel.

Todas las villas de los sacerdotes, hijos de Aarón, son trece con sus ejidos.

Y los hijos de Dan se levantaron imagen de talla; y Jonatán, hijo de Gersón, hijo de Manasés, él y sus hijos fueron sacerdotes a la tribu de Dan, hasta el día de la transmigración de la tierra.

Y subía aquel varón todos los años de su ciudad, a adorar y sacrificar al SEÑOR de los ejércitos en Silo, donde estaban dos hijos de Elí, Ofni y Finees, sacerdotes del SEÑOR.

Era la costumbre de los sacerdotes con el pueblo que, cuando alguno ofrecía sacrificio, venía el criado del sacerdote mientras la carne se cocía, trayendo en su mano un garfio de tres ganchos;

Por esta causa los sacerdotes de Dagón, y todos los que en el templo de Dagón entran, no pisan el umbral de Dagón en Asdod, hasta hoy.

Entonces los filisteos, llamando a los sacerdotes y adivinos, preguntaron: ¿Qué haremos del arca del SEÑOR? Declaradnos cómo la hemos de volver a enviar a su lugar.

Y el rey envió por el sacerdote Ahimelec hijo de Ahitob, y por toda la casa de su padre, los sacerdotes que estaban en Nob; y todos vinieron al rey.

Entonces dijo el rey a la gente de su guardia que estaba alrededor de él: Cercad y matad a los sacerdotes del SEÑOR; porque también la mano de ellos es también con David, pues sabiendo ellos que huía, no me lo descubrieron. Mas los siervos del rey no quisieron extender sus manos para matar alos sacerdotes del SEÑOR.

Entonces el rey dijo a Doeg: Vuelve tú, y arremete contra los sacerdotes. Y revolviéndose Doeg idumeo, arremetió contra los sacerdotes, y mató en aquel día ochenta y cinco varones que vestían efod de lino.

Y a Nob, ciudad de los sacerdotes, puso a espada; así a hombres como a mujeres, niños y mamantes, bueyes y asnos y ovejas, todo a espada.

y Sadoc hijo de Ahitob, y Ahimelec hijo de Abiatar, eran sacerdotes; y Seraías era escriba;

y Benaía hijo de Joiada, estaba a cargo de los cereteos y peleteos; y los hijos de David eran sacerdotes.

¿No estarán allí contigo Sadoc y Abiatar sacerdotes? Por tanto, todo lo que oyeres en la casa del rey, darás aviso de ello a Sadoc y a Abiatar sacerdotes.

Dijo luego Husai a Sadoc y a Abiatar sacerdotes: Así y así aconsejó Ahitofel a Absalón y a los ancianos de Israel; y yo aconsejé así y así.

Y el rey David envió a Sadoc y a Abiatar sacerdotes, diciendo: Hablad a los ancianos de Judá y decidles: ¿Por qué seréis vosotros los postreros en volver el rey a su casa, ya que la palabra de todo Israel ha venido al rey de volverle a su casa?

y Seba, el escriba; y Sadoc y Abiatar, los sacerdotes;

Benaía hijo de Joiada era sobre el ejército; y Sadoc y Abiatar eran los sacerdotes;

Y llevaron el arca del SEÑOR, y el tabernáculo del testimonio, y todos los vasos sagrados que estaban en el tabernáculo; los cuales llevaban los sacerdotes y levitas.

Y los sacerdotes metieron el arca del pacto del SEÑOR en su lugar, en el oráculo de la Casa, en el lugar santísimo, debajo de las alas de los querubines.

Y cuando los sacerdotes salieron del lugar santo, la nube llenó la Casa del SEÑOR.

Y los sacerdotes no pudieron estar para ministrar por causa de la nube; porque la gloria del SEÑOR había llenado la Casa del SEÑOR.

Hizo también casa de lugares altos, e hizo sacerdotes de entre lo más bajo del pueblo, que no eran de los hijos de Leví.

Entonces instituyó Jeroboam solemnidad en el mes octavo, a los quince del mes, conforme a la solemnidad que se celebraba en Judá; y sacrificó sobre un altar. Así hizo en Bet-el, sacrificando a los becerros que había hecho. Ordenó también en Bet-el sacerdotes de los lugares altos que él había fabricado.

él clamó contra el altar por palabra del SEÑOR, y dijo: Altar, altar, así dijo el SEÑOR: He aquí que a la casa de David nacerá un hijo, llamado Josías, el cual sacrificará sobre ti a los sacerdotes de los lugares altos que queman sobre ti incienso; y sobre ti quemarán huesos de hombres.

Después de esto no se tornó Jeroboam de su mal camino; antes volvió a hacer sacerdotes de los lugares altos de entre lo más bajo del pueblo, y quien quería se consagraba, y era de los sacerdotes de los lugares altos.

Mató entonces Jehú a todos los que habían quedado de la casa de Acab en Jezreel, y a todos sus principales, y a todos sus familiares, y a sus sacerdotes, hasta que no le quedó ninguno.

Llamadme, pues, luego a todos los profetas de Baal, a todos sus siervos, y a todos sus sacerdotes; que no falte ninguno, porque tengo un gran sacrifico para Baal; cualquiera que faltare, no vivirá. Esto hacía Jehú con astucia, para destruir a los que servían a Baal.

Y Joás dijo a los sacerdotes: Todo el dinero de las santificaciones que se suele traer a la Casa del SEÑOR, el dinero de las redenciones de los que pasan en cuenta, el dinero de las almas, cada cual según su tasa, y todo el dinero que cada uno de corazón metiere en la Casa del SEÑOR,

recíbanlo los sacerdotes, cada uno de sus familiares, los cuales reparen los portillos de la Casa dondequiera que se hallare abertura.

Pero el año veintitrés del rey Joás, no habían aún reparado los sacerdotes las aberturas de la Casa.

Llamando entonces el rey Joás al sacerdote Joiada y a los sacerdotes, les dijo: ¿Por qué no reparáis las aberturas de la Casa? Ahora pues, no toméis más el dinero de vuestros familiares, sino dadlo para reparar las aberturas del templo.

Y los sacerdotes consintieron en no tomar más dinero del pueblo, ni tener cargo de reparar las aberturas de la Casa.

Entonces el sacerdote Joiada tomó un arca, y le hizo en la tapa un agujero, y la puso junto al altar, a la mano derecha a la entrada del templo del SEÑOR; y los sacerdotes que guardaban la puerta, ponían allí todo el dinero que se metía en la Casa del SEÑOR.

Mas el dinero por el delito, y el dinero por los pecados, no se metía en la Casa del SEÑOR; porque era de los sacerdotes.

Y el rey de Asiria mandó, diciendo: Llevad allí a alguno de los sacerdotes que trajisteis de allá; y vayan, y habiten allí, y les enseñen el juicio del Dios de la tierra.

Y vino uno de los sacerdotes que habían transportado de Samaria, y habitó en Bet-el, y les enseñó cómo habían de temer al SEÑOR.

Y temían al SEÑOR; e hicieron del pueblo bajo sacerdotes para los lugares altos, quienes sacrificaban para ellos en las casas de los lugares altos.

Y envió a Eliacim el mayordomo, y a Sebna escriba, y a los ancianos de los sacerdotes, vestidos de cilicio a Isaías profeta hijo de Amós,

Y subió el rey a la Casa del SEÑOR con todos los varones de Judá, y con todos los moradores de Jerusalén, con los sacerdotes y profetas y con todo el pueblo, desde el más chico hasta el más grande; y leyó, a oídos de todos, todas las palabras del libro del pacto que había sido hallado en la Casa del SEÑOR.

Entonces mandó el rey al sumo sacerdote Hilcías, y a los sacerdotes de la segunda orden, y a los guardianes de la puerta, que sacaran del templo del SEÑOR todos los vasos que habían sido hechos para Baal, y para el bosque, y para todo el ejército del cielo; y los quemó fuera de Jerusalén en el campo de Cedrón, e hizo llevar las cenizas de ellos a Bet-el.

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