'Sangre' en la Biblia
Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares, ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino, a fin de que viva, el impío morirá por su pecado, pero su sangre demandaré de tu mano.
Y cuando el justo se apartare de su justicia, e hiciere maldad, y pusiere yo tropiezo delante de él, él morirá, porque tú no le amonestaste; en su pecado morirá, y sus justicias que había hecho no vendrán en memoria; pero su sangre demandaré de tu mano.
Enviaré, pues, sobre vosotros hambre, y malas bestias que te destruyan; y pestilencia y sangre pasarán por ti, y meteré sobre ti espada. Yo Jehová he hablado.
Y me dijo: La maldad de la casa de Israel y de Judá es grande sobremanera, pues la tierra está llena de sangre, y la ciudad está llena de perversidad; porque han dicho: Jehová ha dejado la tierra, y Jehová no ve.
O si pestilencia enviare sobre esa tierra, y derramare mi ira sobre ella en sangre, para cortar de ella hombres y bestias,
Y yo pasé junto a ti, y te vi sucia en tus sangres. Y cuando estabas en tu propia sangre, te dije: ¡Vive! Sí, cuando estabas en tu sangre, te dije: ¡Vive!
Y te lavé con agua, y lavé tu sangre de encima de ti, y te ungí con aceite;
Y con todas tus abominaciones y tus prostituciones no te has acordado de los días de tu juventud, cuando estabas desnuda y descubierta, cuando estabas envuelta en tu sangre.
Así dice Jehová el Señor: Por cuanto fue descubierta tu suciedad, y tu desnudez ha sido manifestada a tus amantes con tus prostituciones, y a todos los ídolos de tus abominaciones, y en la sangre de tus hijos, los cuales les diste;
Y yo te juzgaré por las leyes de las adúlteras, y de las que derraman sangre; y te daré en sangre de ira y de celo.
Mas si engendrare hijo ladrón, derramador de sangre, o que haga alguna cosa de éstas,
diere a usura y prestare a interés; ¿vivirá éste? No vivirá. Todas estas abominaciones hizo, de cierto morirá; su sangre será sobre él.
Tu madre es como una vid en tu sangre, plantada junto a las aguas, dando fruto y echando vástagos a causa de las muchas aguas.
Serás pasto para el fuego; tu sangre quedará en medio de la tierra, y no habrá más memoria de ti; porque yo Jehová he hablado.
Y tú, hijo de hombre, ¿no juzgarás tú, no juzgarás tú a la ciudad derramadora de sangre, y le mostrarás todas sus abominaciones?
Dirás, pues: Así dice Jehová el Señor: ¡Ciudad derramadora de sangre en medio de sí, para que venga su hora, y que hizo ídolos contra sí misma para contaminarse!
En tu sangre que derramaste has pecado, y te has contaminado en tus ídolos que hiciste; y has hecho acercar tus días, y has llegado al término de tus años; por tanto, te he dado en oprobio a las naciones, y en escarnio a todas las tierras.
He aquí que los príncipes de Israel, cada uno según su poder, estuvieron en ti para derramar sangre.
Calumniadores hubo en ti para derramar sangre; y sobre los montes comieron en ti; hicieron en medio de ti perversidades.
Precio recibieron en ti para derramar sangre; interés y usura tomaste, y a tus prójimos defraudaste con violencia; te olvidaste de mí, dice Jehová el Señor.
Y he aquí, que golpeé mi mano a causa de tu avaricia que cometiste, y a causa de la sangre que derramaste en medio de ti.
Sus príncipes en medio de ella como lobos que arrebataban presa, derramando sangre, para destruir las almas, para obtener ganancia deshonesta.
Porque han adulterado, y hay sangre en sus manos, y han cometido adulterio con sus ídolos; y aun sus hijos que habían dado a luz para mí, hicieron pasar por el fuego, quemándolos.
Por tanto, hombres justos las juzgarán por la ley de las adúlteras, y por la ley de las que derraman sangre; porque son adúlteras, y sangre hay en sus manos.
Porque su sangre está en medio de ella; sobre una roca alisada la derramó; no la derramó sobre la tierra para que fuese cubierta con polvo.
Habiendo, pues, hecho subir la ira para hacer venganza, yo pondré su sangre sobre la roca alisada, para que no sea cubierta.
Porque pestilencia enviaré a ella, y sangre en sus calles; y caerán muertos en medio de ella; con espada contra ella por todos lados; y sabrán que yo soy Jehová.
Y regaré de tu sangre la tierra donde nadas, hasta los montes; y los ríos se llenarán de ti.
cualquiera que oyere el sonido de la trompeta, y no se apercibiere, y viniendo la espada lo tomare, su sangre será sobre su cabeza.
El sonido de la trompeta oyó, y no se apercibió; su sangre será sobre él; mas el que se apercibiere, librará su vida.
Pero si el atalaya viere venir la espada, y no tocare la trompeta, y el pueblo no se apercibiere, y viniendo la espada, tomare de él a alguno; por causa de su pecado fue tomado, pero demandaré su sangre de mano del atalaya.
Cuando yo dijere al impío: Impío, de cierto morirás; si tú no hablares para que se guarde el impío de su camino, el impío morirá por su pecado, pero su sangre yo la demandaré de tu mano.
Por tanto, diles: Así dice Jehová el Señor: ¿Coméis con sangre, y a vuestros ídolos alzáis vuestros ojos, y sangre derramáis, y poseeréis vosotros la tierra?
Por cuanto tuviste enemistad perpetua, y derramaste la sangre de los hijos de Israel con el poder de la espada en el tiempo de su aflicción, en el tiempo extremadamente malo;
por tanto, vivo yo, dice Jehová el Señor, que a sangre te destinaré, y sangre te perseguirá; y porque la sangre no aborreciste, sangre te perseguirá.
Y derramé mi ira sobre ellos por la sangre que derramaron sobre la tierra; porque con sus ídolos la contaminaron.
Y yo haré juicio contra él con pestilencia y con sangre; y haré llover sobre él, sobre sus tropas, y sobre los muchos pueblos que están con él, impetuosa lluvia, y piedras de granizo, fuego y azufre.
Y tú, hijo de hombre, así dice Jehová el Señor: Di a todas las aves, y a toda bestia del campo: Juntaos, y venid; reuníos de todas partes a mi víctima que sacrifico para vosotros, un sacrificio grande sobre los montes de Israel, y comeréis carne y beberéis sangre.
Comeréis carne de poderosos, y beberéis la sangre de príncipes de la tierra; de carneros, de corderos, de machos cabríos, de bueyes, de toros, engordados todos de Basán.
Y comeréis gordura hasta saciaros y beberéis sangre hasta embriagaros, de mis víctimas que yo sacrifiqué por vosotros.
Y me dijo: Hijo de hombre, así dice Jehová el Señor: Éstas son las ordenanzas del altar el día en que sea hecho, para ofrecer sobre él holocausto, y para esparcir sobre él sangre.
Y tomarás de su sangre, y pondrás en los cuatro cuernos del altar, y en las cuatro esquinas del descanso, y en el borde alrededor; así lo limpiarás y purificarás.
De traer extranjeros, incircuncisos de corazón e incircuncisos de carne, para estar en mi santuario, y para contaminar mi casa; de ofrecer mi pan, la grosura y la sangre; y de invalidar mi pacto con todas vuestras abominaciones.
Mas los sacerdotes levitas, hijos de Sadoc, que guardaron el ordenamiento de mi santuario, cuando los hijos de Israel se desviaron de mí, ellos se acercarán a mí para ministrarme, y estarán delante de mí para ofrecerme la grosura y la sangre, dice Jehová el Señor.
Y el sacerdote tomará de la sangre de la expiación, y pondrá sobre los postes de la casa, y sobre los cuatro ángulos del descanso del altar, y sobre los postes de las puertas del atrio interior.
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