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'Se' en la Biblia

Lo cual cuando vio el rey de Hai, se levantó prestamente de mañana, y salió con los hombres de la ciudad contra Israel para pelear, él y todo su pueblo en un tiempo señalado, por el llano, no sabiendo que le estaba puesta emboscada a las espaldas de la ciudad.

Y Josué y todo Israel se fingieron vencidos delante de ellos, y huyeron camino del desierto.

Y todo el pueblo que estaba en Hai se juntó para seguirlos: y siguieron á Josué, siendo así arrancados de la ciudad.

Y levantándose prestamente de su lugar los que estaban en la emboscada corrieron, cuando él alzó su mano, y vinieron a la ciudad, y la tomaron, y se apresuraron a prenderle fuego.

Y cuando los hombres de Hai miraron atrás, observaron, y he aquí el humo de la ciudad que subía al cielo, y no tuvieron poder para huir ni a una parte ni a otra; y el pueblo que iba huyendo hacia el desierto, se volvió contra los que le seguían.

Entonces Josué y todo Israel, viendo que los de la emboscada habían tomado la ciudad; y que el humo de la ciudad subía, se volvieron, e hirieron a los de Hai.

Y cuando los Israelitas acabaron de matar á todos los moradores de Hai en el campo, en el desierto, donde ellos los habían perseguido, y que todos habían caído á filo de espada hasta ser consumidos, todos los Israelitas se tornaron á Hai, y también la pus

Mas al rey de Hai lo colgó de un madero hasta la tarde; y cuando el sol se puso, mandó Josué que quitaran del madero su cuerpo, y lo echaran a la puerta de la ciudad; y levantaron sobre él un gran montón de piedras, hasta hoy.

Y aconteció que cuando se enteraron todos los reyes que {estaban} al otro lado del Jordán, en los montes, en los valles y en toda la costa del mar Grande hacia el Líbano, {los reyes} de los hititas, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos,

se juntaron a una, de un acuerdo, para pelear contra Josué e Israel.

Cuando los habitantes de Gabaón se enteraron de lo que Josué había hecho a Jericó y a Hai,

ellos obraron con prudencia; pues fueron y se fingieron embajadores, y tomaron sacos viejos sobre sus asnos, y cueros viejos de vino, rotos y remendados,

Josué hizo paz con ellos y celebró pacto con ellos para conservarles la vida; también los jefes de la congregación se {lo} juraron.

Pero sucedió que después de tres días de haber hecho pacto con ellos, los Israelitas se enteraron de que eran vecinos y que habitaban en su tierra.

Cuando Adonisedec, rey de Jerusalén (Ciudad de Paz), se enteró de que Josué había capturado a Hai y que la había destruido por completo (como había hecho con Jericó y con su rey así había hecho con Hai y con su rey), y que los habitantes de Gabaón habían concertado la paz con Israel y estaban dentro de su tierra,

Y cinco reyes de los amorreos, el rey de Jerusalén, el rey de Hebrón, el rey de Jarmut, el rey de Laquis, el rey de Eglón, se juntaron y subieron, ellos con todos sus ejércitos, y asentaron campamento sobre Gabaón, y pelearon contra ella.

Y los hombres de Gabaón enviaron a Josué al campamento en Gilgal diciendo: No aflojas tus manos para con tus siervos; sube prestamente a nosotros para salvarnos y ayudarnos; porque todos los reyes de los amorreos que habitan en las montañas, se han juntado contra nosotros.

Y el sol se detuvo y la luna se paró, hasta tanto que la nación se vengó de sus enemigos. ¿No está escrito esto en el libro de la rectitud? Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse casi un día entero.

Y Josué, y todo Israel con él, se volvían al campo en Gilgal.

pero ustedes no se queden {ahí.} Persigan a sus enemigos y atáquenlos por la retaguardia. No les permitan entrar en sus ciudades, porque el SEÑOR, Dios de ustedes, los ha entregado en sus manos."

Y aconteció que cuando Josué y los hijos de Israel acabaron de herirlos con mortandad muy grande, hasta destruirlos, los que quedaron de ellos se metieron en las ciudades fuertes.

Y todo el pueblo se volvió en paz al campamento a Josué en Maceda; que no hubo quien moviera su lengua contra los hijos de Israel.

Y cuando sacaron estos reyes a Josué, llamó Josué a todos los varones de Israel, y dijo a los principales de los hombres de guerra que habían venido con él: Llegad y poned vuestros pies sobre los cuellos de estos reyes. Y ellos se acercaron, y pusieron sus pies sobre los cuellos de ellos.

Entonces Josué les dijo: ``No teman ni se acobarden. Sean fuertes y valientes, porque así hará el SEÑOR a todos los enemigos con los que ustedes luchen."

Y cuando el sol se iba a poner, mandó Josué que los quitaran de los maderos, y los echaran en la cueva donde se habían escondido; y pusieron grandes piedras a la boca de la cueva, hasta hoy.

Después Josué, y todo Israel con él, se volvió {contra} Debir y peleó contra ella.

Y se volvió Josué, y todo Israel con él, al campamento en Gilgal.

Y aconteció que cuando se enteró Jabín, rey de Hazor, envió {mensajeros} a Jobab, rey de Madón, al rey de Simrón, al rey de Acsaf,

Todos estos reyes se juntaron, y viniendo reunieron los campamentos junto a las aguas de Merom, para pelear contra Israel.

Por ese mismo tiempo Josué volvió y se apoderó de Hazor e hirió a espada a su rey; porque Hazor antes había sido cabeza de todos estos reinos.

desde el monte de Halac, que se levanta hacia Seir, hasta Baal-gad en el valle del Líbano, al pie del monte Hermón. Capturó a todos sus reyes, los hirió y los mató.

No hubo ciudad que hiciera paz con los hijos de Israel, excepto los heveos que vivían en Gabaón; de todas se apoderaron por la fuerza.

Porque fue {la intención} del SEÑOR endurecer el corazón de ellos, para que se enfrentaran en batalla con Israel, a fin de que fueran destruidos por completo, sin que tuviera piedad de ellos y los exterminara, tal como el SEÑOR había ordenado a Moisés.

Estos, pues, son los reyes de la tierra que Josué y los hijos de Israel derrotaron al otro lado del Jordán, hacia el occidente, desde Baal-gad en el valle del Líbano hasta el monte Halac que se levanta hacia Seir; y Josué dio la tierra en posesión a las tribus de Israel según sus divisiones,

desde el Sihor, que está al oriente de Egipto, hasta la frontera de Ecrón al norte (que se considera de los cananeos); los cinco príncipes de los filisteos: el gazeo, el asdodeo, el ascaloneo, el geteo, y el ecroneo; también los aveos,

Porque la otra media recibió su heredad con los rubenitas y gaditas, la cual les dio Moisés del otro lado del Jordán al oriente, según que se la dio Moisés siervo del SEÑOR;

Se dio además la mitad de Galaad, Astarot, y Edrei, las ciudades del reino de Og en Basán, a los hijos de Maquir, hijo de Manasés, a la mitad de los hijos de Maquir conforme a sus familias.

Por suerte se les dio su heredad, como el SEÑOR lo había mandado por Moisés, que diera a las nueve tribus y a la media tribu.

Y la parte que tocó en suerte a la tribu de los hijos de Judá, por sus familias, se extendía hasta el término de Edom en el desierto de Zin hacia el sur, éste era el extremo sur.

Y su límite al sur se extendía desde el extremo del mar Salado, desde la bahía que da hacia el sur,

Y aconteció que cuando la llevaba, él la persuadió que pidiera a su padre tierras para labrar. Ella entonces se apeó del asno. Y Caleb le dijo: ¿Qué tienes?

Hubo también ciudades que se apartaron para los hijos de Efraín en medio de la herencia de los hijos de Manasés, todas las ciudades con sus aldeas.

Esta fue la suerte {que le tocó} a la tribu de Manasés, porque él era el primogénito de José: a Maquir, primogénito de Manasés, padre de Galaad, por cuanto era hombre de guerra, se le otorgó Galaad y Basán;

Y el límite de Manasés se extendía desde Aser hasta Micmetat, que estaba al oriente de Siquem; entonces el límite iba hacia el sur hasta los habitantes de En-tapúa.

Efraín al mediodía, y Manasés al norte, y el mar es su término; y se encuentran con Aser en la parte del norte, y con Isacar al oriente.

Y sucedió que cuando los hijos de Israel se hicieron fuertes, sometieron a los cananeos a trabajos forzados, pero no los expulsaron totalmente.

Y toda la congregación de los hijos de Israel se juntó en Silo, y asentaron allí el Tabernáculo del Testimonio, después que la tierra les fue sujetada.

Mas habían quedado entre los hijos de Israel siete tribus, a las cuales aún no se les habían repartido su posesión.

Señalad tres varones de cada tribu, para que yo los envíe, y que ellos se levanten, y anden la tierra, y la dibujen conforme a sus heredades, y vuelvan a mí.

Y la dividirán en siete partes; Judá se quedará en su territorio en el sur, y la casa de José se quedará en su territorio en el norte.

Entonces los hombres se levantaron y partieron, y Josué ordenó a los que salieron a describir la tierra, diciendo: Id y recorred la tierra, y describidla y volved a mí; entonces os echaré suertes aquí en Silo delante del SEÑOR.

Y se sacó la suerte de la tribu de los hijos de Benjamín por sus familias: y salió el término de su suerte entre los hijos de Judá y los hijos de José.

Y el límite doblaba {allí} y se extendía hacia el sur por el lado occidental, desde el monte que está frente a Bet-horón hacia el sur; y terminaba en Quiriat-baal, es decir, Quiriat-jearim, ciudad de los hijos de Judá. Este {era} el límite occidental.

La heredad de los hijos de Simeón {se tomó} de la porción de los hijos de Judá, porque la porción de los hijos de Judá era demasiado grande para ellos; los hijos de Simeón recibieron, pues, heredad en medio de la heredad de Judá.

Pero el territorio de los hijos de Dan continuaba más allá de éstas; porque los hijos de Dan subieron y lucharon contra Lesem y la capturaron. Y la hirieron a filo de espada, la poseyeron y se establecieron en ella; y a Lesem la llamaron Dan, según el nombre de Dan su padre.

De acuerdo con el mandato del SEÑOR le dieron la ciudad que él pidió, Timnat-sera, en la región montañosa de Efraín. Y él reconstruyó la ciudad y se estableció en ella.

para que se acoja allí el homicida que matare a alguno por yerro y no a sabiendas; que os sean por refugio contra el vengador \'

Y el que se acogiere a alguna de aquellas ciudades, se presentará a la puerta de la ciudad, y dirá sus causas, oyéndolo los ancianos de aquella ciudad; y ellos le recibirán consigo dentro de la ciudad, y le darán lugar que habite con ellos.

Estas fueron las ciudades señaladas para todos los hijos de Israel, y para el extranjero que morara entre ellos, para que se acogiera a ellas cualquiera que hiriera hombre por yerro; para que no muriera por mano del vengador \'

Los jefes de las casas de los levitas se acercaron al sacerdote Eleazar, a Josué, hijo de Nun, y a los jefes de las casas de las tribus de los hijos de Israel,

y les hablaron en Silo en la tierra de Canaán, diciendo: El SEÑOR ordenó por medio de Moisés que se nos dieran ciudades donde habitar, con sus tierras de pasto para nuestro ganado.

Y a los otros hijos de Coat se dieron por suerte diez villas de las familias de la tribu de Efraín, y de la tribu de Dan, y de la media tribu de Manasés;

A los hijos de Merari por sus familias se dieron doce villas por la tribu de Rubén, por la tribu de Gad, y por la tribu de Zabulón.

Les dieron estas ciudades que {aquí} se mencionan por nombre, de la tribu de los hijos de Judá y de la tribu de los hijos de Simeón;

Mas el campo de esta ciudad y sus aldeas se dieron a Caleb hijo de Jefone, por su posesión.

Y a las familias de los hijos de Merari, a los levitas que quedaban, se les dio de la tribu de Zabulón, a Jocneam con sus ejidos, Carta con sus ejidos,

Ahora pues que el SEÑOR vuestro Dios ha dado reposo a vuestros hermanos, como se lo había prometido, volved, y regresad a vuestras tiendas, a la tierra de vuestras posesiones, que Moisés siervo del SEÑOR os dio al otro lado del Jordán.

Y los hijos de Rubén y los hijos de Gad, y la media tribu de Manasés, se volvieron partiendo de los hijos de Israel, de Silo, que está en la tierra de Canaán, para ir a la tierra de Galaad, a la tierra de sus posesiones, de la cual eran poseedores, según palabra del SEÑOR por mano de Moisés.

Lo cual cuando los hijos de Israel oyeron, se juntó toda la congregación de los hijos de Israel en Silo, para subir a pelear contra ellos.

Y vosotros os volvéis hoy de seguir al SEÑOR; mas será que vosotros os rebelaréis hoy contra el SEÑOR, y mañana se airará él contra toda la congregación de Israel.

~`Pero si la tierra de la posesión de ustedes es inmunda, entonces pasen a la tierra de la posesión del SEÑOR, donde está el tabernáculo del SEÑOR, y tomen posesión entre nosotros. Pero no se rebelen contra el SEÑOR, ni se rebelen contra nosotros edificándose un altar aparte del altar del SEÑOR nuestro Dios.

Y Finees hijo del sacerdote Eleazar, y los príncipes, se volvieron de los hijos de Rubén, y de los hijos de Gad, de la tierra de Galaad a la tierra de Canaán, a los hijos de Israel; a los cuales dieron la respuesta.

He aquí os he repartido por herencia, a vuestras tribus todos estos gentiles, así los destruidos como los que quedan, desde el Jordán hasta el gran mar hacia donde el sol se pone.

"Esfuércense, pues, en guardar y en hacer todo lo que está escrito en el Libro de la Ley de Moisés, para que no se aparten de ella ni a la derecha ni a la izquierda,

a fin de que no se junten con estas naciones, las que quedan entre ustedes. No mencionen el nombre de sus dioses, ni hagan que nadie jure {por ellos,} ni los sirvan, ni se inclinen ante ellos,

sino que al SEÑOR, el Dios de ustedes, se mantendrán unidos, como lo han hecho hasta hoy.

"Porque si se vuelven, y se unen al resto de estos pueblos que permanecen entre ustedes, y contraen matrimonio con ellos, y se juntan con ellos, y ellos con ustedes,

Y he aquí que yo entro hoy por el camino de toda la tierra; sabed, pues, con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, que no se ha perdido una palabra de todas las buenas palabras que el SEÑOR vuestro Dios había dicho de vosotros; todas os han venido, no se ha perdido de ellas ni una.

cuando traspasaréis el pacto del SEÑOR vuestro Dios que él os ha mandado, yendo y honrando a dioses ajenos, e inclinándoos a ellos. Y el furor del SEÑOR se inflamará contra vosotros, y luego pereceréis de esta buena tierra que él os ha dado.

Y juntando Josué todas las tribus de Israel en Siquem, llamó a los ancianos de Israel, a sus príncipes, a sus jueces, y a sus oficiales; y se presentaron delante de Dios.

Y se levantó después Balac hijo de Zipor, rey de los moabitas, y peleó contra Israel; y envió a llamar a Balaam hijo de Beor, para que os maldijera.

Y partió Judá contra el cananeo que habitaba en Hebrón, la cual se llamaba antes Quiriat-arba; e hirieron a Sesai, a Ahiman, y a Talmai.

Y de allí fue contra los que habitaban en Debir, que antes se llamaba Quiriat-sefer.

Y cuando la llevaban, la persuadió que pidiera a su padre tierras para labrar. Y ella se bajó del asno, y Caleb le dijo: ¿Qué tienes?

Y los de la casa de José pusieron espías en Bet-el. (La ciudad antes se llamaba Luz.)

Y el hombre se fue a la tierra de los heteos, y edificó una ciudad, a la cual llamó Luz; y éste es su nombre hasta hoy.

Y sucedió que cuando Israel se hizo fuerte, sometieron a los cananeos a trabajos forzados, pero no los expulsaron totalmente.

Y los amorreos persistieron en habitar en el monte de Heres, en Ajalón y en Saalbim; pero cuando el poder de la casa de José se fortaleció, fueron sometidos a trabajos forzados.

Porque ya Josué había despedido al pueblo, y los hijos de Israel se habían ido cada uno a su herencia para poseer la tierra.

Y toda aquella generación fue también recogida con sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación, que no conocía al SEÑOR, ni la obra que él había hecho a Israel.

Y dejaron al SEÑOR el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros dioses, tras los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, a los cuales adoraron; y provocaron a ira al SEÑOR.

Y el furor del SEÑOR se encendió contra Israel, el cual los entregó en manos de salteadores que les robaron, y los vendió en manos de sus enemigos de alrededor; y no pudieron parar más delante de sus enemigos.

Por donde quiera que salían, la mano de Jehová era contra ellos para mal, como Jehová había dicho, y como Jehová se lo había jurado; así los afligió en gran manera.

Y tampoco oyeron a sus jueces, sino que fornicaron tras dioses ajenos, a los cuales adoraron; y se apartaron muy pronto del camino en que anduvieron sus padres escuchando los mandamientos del SEÑOR; mas ellos no lo hicieron así.

Y cuando el SEÑOR les despertaba jueces, el SEÑOR era con el juez, y los libraba de mano de los enemigos todo el tiempo de aquel juez; porque el SEÑOR se arrepentía por sus gemidos a causa de los que los oprimían y afligían.

Mas al morir el juez, ellos se volvían, y se corrompían más que sus padres, siguiendo a dioses ajenos para servirles, e inclinándose delante de ellos; y nada disminuían de sus obras, ni de su obstinado camino.

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