6293 casos

'Se' en la Biblia

Y los envió al Líbano, en relevos de diez mil cada mes; y se quedaban un mes en el Líbano {y} dos meses en su casa. Y Adoniram {estaba} al frente de la leva.

La casa, mientras se edificaba, se construía de piedras preparadas en la cantera; y no se oyó ni martillo ni hacha ni ningún instrumento de hierro en la casa mientras la construían.

La entrada a la cámara lateral inferior {estaba} al lado derecho de la casa; y se subía por una escalera de caracol al {piso} del medio, y del medio al tercero.

Y por dentro la casa {estaba revestida} de cedro tallado {en forma} de calabazas y flores abiertas; todo era cedro, no se veía la piedra.

Colocó los querubines en medio de la casa interior; las alas de los querubines se extendían de modo que el ala del uno tocaba {una} pared y el ala del otro querubín tocaba la otra pared. Sus {otras dos} alas se tocaban ala con ala en el centro de la casa.

En el cuarto año, en el mes de Zif, se echaron los cimientos de la casa del SEÑOR,

Salomón dejó todos los utensilios {sin pesarlos} porque {eran} demasiados; el peso del bronce no se pudo determinar.

Y se reunieron ante el rey Salomón todos los hombres de Israel en la fiesta, en el mes de Etanim, que es el mes séptimo.

Y el rey Salomón y toda la congregación de Israel que estaba reunida ante él, {estaban} con él delante del arca, sacrificando tantas ovejas y bueyes que no se podían contar ni numerar.

Pero las barras eran tan largas que los extremos de las barras se podían ver desde el lugar santo, {que estaba} delante del santuario interior, mas no se podían ver {desde} afuera; y allí están hasta hoy.

Después el rey se volvió y bendijo a toda la asamblea de Israel, mientras toda la asamblea de Israel estaba de pie,

Entonces Salomón se puso delante del altar del SEÑOR en presencia de toda la asamblea de Israel y extendió las manos al cielo.

Ahora pues, oh SEÑOR, Dios de Israel, cumple con tu siervo David mi padre lo que le prometiste, diciendo: ``No te faltará quien se siente en el trono de Israel, con tal que tus hijos guarden su camino para andar delante de mí como tú has andado delante de mí."

Ahora pues, oh Dios de Israel, te ruego que se cumpla tu palabra que hablaste a tu siervo, mi padre David.

Si alguno peca contra su prójimo y se le exige juramento, y viene {y} jura delante de tu altar en esta casa,

Cuando tu pueblo Israel sea derrotado delante de un enemigo por haber pecado contra ti, si se vuelven a ti y confiesan tu nombre, y oran y te hacen súplica en esta casa,

Cuando los cielos estén cerrados y no haya lluvia por haber ellos pecado contra ti, y oren hacia este lugar y confiesen tu nombre, y se vuelvan de su pecado cuando tú los aflijas,

si recapacitan en la tierra adonde hayan sido llevados cautivos, y se arrepienten y te hacen súplica en la tierra de los que los llevaron cautivos, diciendo: ``Hemos pecado y hemos cometido iniquidad, hemos obrado perversamente",

si se vuelven a ti con todo su corazón y con toda su alma en la tierra de sus enemigos que los llevaron cautivos, y oran a ti vueltos hacia la tierra que diste a sus padres, {hacia} la ciudad que has escogido, y {hacia} la casa que he edificado a tu nombre,

Y sucedió que cuando Salomón terminó de decir toda esta oración y súplica al SEÑOR, se levantó de delante del altar del SEÑOR, de estar de rodillas con sus manos extendidas hacia el cielo.

Y se puso de pie y bendijo a toda la asamblea de Israel en alta voz, diciendo:

Al octavo día despidió al pueblo. Ellos bendijeron al rey, y se fueron a sus tiendas gozosos y alegres de corazón por todo el bien que el SEÑOR había mostrado a su siervo David y a su pueblo Israel.

el SEÑOR se apareció a Salomón por segunda vez, tal como se le había aparecido en Gabaón.

entonces cortaré a Israel de sobre la faz de la tierra que les he dado; y la casa que he consagrado a mi nombre {la} echaré de mi presencia, e Israel se convertirá en refrán y escarnio entre todos los pueblos.

Y esta casa se convertirá en un montón de ruinas, todo el que pase quedará atónito y silbará; y dirán: `` ¿Por qué ha hecho así el SEÑOR a esta tierra y a esta casa?"

los manjares de su mesa, las habitaciones de sus siervos, el porte de sus ministros y sus vestiduras, sus coperos, y la escalinata por la cual él subía a la casa del SEÑOR, se quedó asombrada.

Pero yo no creía lo que me decían, hasta que he venido y mis ojos lo han visto. Y he aquí, no se me había contado ni la mitad. Tú superas {en} sabiduría y prosperidad la fama que había oído.

Bendito sea el SEÑOR tu Dios que se agradó de ti para ponerte sobre el trono de Israel; por el amor que el SEÑOR ha tenido siempre a Israel, te ha puesto por rey para hacer derecho y justicia.

Con la madera de sándalo el rey hizo balaustres para la casa del SEÑOR y para el palacio del rey; también liras y arpas para los cantores; esa clase de madera de sándalo no ha entrado {más} ni se ha vuelto a ver hasta hoy.

El rey Salomón dio a la reina de Sabá todo cuanto ella quiso pedirle, además de lo que le dio conforme a su real magnificencia. Después ella se volvió, y regresó a su tierra con sus siervos.

Y doce leones estaban de pie allí en las seis gradas a uno y otro lado; nada semejante se hizo para ningún {otro} reino.

Todos los vasos de beber del rey Salomón {eran} de oro, también todas las vasijas de la casa del bosque del Líbano {eran} de oro puro, ninguna era de plata; {ésta} no se consideraba de ningún valor en los días de Salomón,

Y se importaba un carro de Egipto por seiscientos {siclos} de plata, y un caballo por ciento cincuenta, y de la misma forma {los} exportaban a todos los reyes de los hititas y a los reyes de Aram.

de las naciones acerca de las cuales el SEÑOR había dicho a los hijos de Israel: No os uniréis a ellas, ni ellas se unirán a vosotros, {porque} ciertamente desviarán vuestro corazón tras sus dioses. {Pero} Salomón se apegó a ellas con amor.

Y el SEÑOR se enojó con Salomón porque su corazón se había apartado del SEÑOR, Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces,

y había reunido consigo hombres y se había hecho jefe de una banda de merodeadores, después que David mató a los de Soba; y fueron a Damasco y permanecieron allí, y reinaron en Damasco.

Y Jeroboam, hijo de Nabat, un efrateo de Sereda, cuya madre, una mujer viuda, se llamaba Zerúa, era siervo de Salomón y se rebeló contra el rey.

Y esta fue la causa por la cual se rebeló contra el rey: Salomón había edificado el Milo {y} cerrado la brecha de la ciudad de su padre David.

Y sucedió en aquel tiempo que cuando Jeroboam salió de Jerusalén, el profeta Ahías silonita lo encontró en el camino. Ahías se había puesto un manto nuevo y los dos estaban solos en el campo.

Salomón procuró dar muerte a Jeroboam, pero Jeroboam se levantó y huyó a Egipto, a Sisac, rey de Egipto, y estuvo allí hasta la muerte de Salomón.

Entonces él les dijo: Idos por tres días, después volved a mí. Y el pueblo se fue.

Y los jóvenes que se habían criado con él le respondieron, diciendo: Así dirás a este pueblo que te ha hablado, diciendo: ``Tu padre hizo pesado nuestro yugo; pero tú hazlo más ligero para nosotros." Así les hablarás: ``Mi dedo meñique es más grueso que los lomos de mi padre.

Cuando todo Israel {vio} que el rey no les escuchaba, el pueblo respondió al rey, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros con David? No {tenemos} herencia con el hijo de Isaí. ¿A tus tiendas, Israel! ¿Mira ahora por tu casa, David! Y todo Israel se fue a sus tiendas.

Entonces el rey Roboam envió a Adoram, que {estaba} a cargo de los trabajos forzados, pero todo Israel lo mató a pedradas; y el rey Roboam se apresuró a subir a {su} carro para huir a Jerusalén.

``Así dice el SEÑOR: `No subiréis ni pelearéis contra vuestros hermanos los hijos de Israel; vuelva cada uno a su casa, porque de mí ha venido esto.'" Y ellos escucharon la palabra del SEÑOR, y se volvieron para irse conforme a la palabra del SEÑOR.

Y Jeroboam se dijo en su corazón: Ahora el reino volverá a la casa de David

si este pueblo continúa subiendo a ofrecer sacrificios en la casa del SEÑOR en Jerusalén, porque el corazón de este pueblo se volverá a su señor, {es decir} a Roboam, rey de Judá, y me matarán y volverán a Roboam, rey de Judá.

Y clamó contra el altar por palabra del SEÑOR, y dijo: Oh altar, altar, así dice el SEÑOR: ``He aquí, a la casa de David le nacerá un hijo, que se llamará Josías; y él sacrificará sobre ti a los sacerdotes de los lugares altos que queman incienso sobre ti, y sobre ti serán quemados huesos humanos."

Aquel mismo día dio una señal, diciendo: Esta es la señal de que el SEÑOR ha hablado: ``He aquí, el altar se romperá y las cenizas que están sobre él se derramarán."

Y aconteció que cuando el rey oyó la palabra que el hombre de Dios había clamado contra el altar de Betel, extendió su mano desde el altar, diciendo: ¡Prendedlo! Pero la mano que extendió contra él se secó, de modo que no podía volverla hacia sí.

Y el altar se rompió y las cenizas se derramaron del altar, conforme a la señal que el hombre de Dios había dado por palabra del SEÑOR.

Porque así se me ordenó por palabra del SEÑOR, que me dijo: ``No comerás pan, ni beberás agua, ni volverás por el camino que fuiste."

Y se fue por otro camino, no regresó por el camino por donde había ido a Betel.

Y su padre les dijo: ¿Por dónde se fue? Y sus hijos le mostraron el camino por donde se había ido el hombre de Dios que había venido de Judá.

Entonces dijo a sus hijos: Aparejadme el asno. Le aparejaron el asno, se montó sobre él,

Entonces se volvió con él, comió pan en su casa y bebió agua.

Entonces habló a sus hijos, diciendo: Aparejadme el asno. Y {se lo} aparejaron.

Después de este hecho Jeroboam no se volvió de su mal camino, sino que volvió a hacer sacerdotes para los lugares altos de entre el pueblo; al que lo deseaba lo investía para que fuera sacerdote de los lugares altos.

Por aquel tiempo Abías, hijo de Jeroboam, se enfermó.

Así lo hizo la mujer de Jeroboam; se levantó, fue a Silo y llegó a casa de Ahías. Y Ahías no podía ver porque sus ojos se habían nublado a causa de su vejez.

por tanto, he aquí, traigo mal sobre la casa de Jeroboam, y cortaré de Jeroboam a todo varón, tanto esclavo como libre en Israel; barreré completamente la casa de Jeroboam, como se barre el estiércol hasta que desaparece del todo.

`Cualquiera de los de Jeroboam que muera en la ciudad, se lo comerán los perros. Y el que muera en el campo, se lo comerán las aves del cielo; porque el SEÑOR ha hablado.'"

El SEÑOR, pues, herirá a Israel, como se agita una caña en el agua, y El arrancará a Israel de esta buena tierra que dio a sus padres, y los esparcirá más allá del río {Eufrates,} porque han hecho sus Aseras, provocando a ira al SEÑOR.

Entonces la mujer de Jeroboam se levantó, se fue y llegó a Tirsa. {Y} al entrar ella por el umbral de la casa, el niño murió.

Y tomó los tesoros de la casa del SEÑOR y los tesoros del palacio del rey; se apoderó de todo, llevándose aun todos los escudos de oro que había hecho Salomón.

porque David había hecho lo recto ante los ojos del SEÑOR, y no se había apartado de nada de lo que El le había ordenado durante todos los días de su vida, excepto en el caso de Urías hitita.

{Haya} alianza entre tú y yo, {como hubo} entre mi padre y tu padre. He aquí, te he enviado un presente de plata y de oro; ve, rompe tu alianza con Baasa, rey de Israel, para que se aparte de mí.

Y sucedió que cuando Baasa {lo} oyó, dejó de fortificar Ramá, y se quedó en Tirsa.

Entonces el rey Asa hizo proclamación a todo Judá, sin excepción, y se llevaron las piedras de Ramá y la madera con que Baasa había estado edificando. Y con ellas el rey Asa fortificó Geba de Benjamín y Mizpa.

Los demás hechos de Asa y todo su poderío, todo lo que hizo y las ciudades que edificó, ¿no están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Judá? Sólo que en el tiempo de su vejez se enfermó de los pies.

El que de Baasa muera en la ciudad, se lo comerán los perros, y el que de él muera en el campo, se lo comerán las aves del cielo.

Y sucedió que cuando comenzó a reinar, tan pronto como se sentó en su trono, mató a toda la casa de Baasa; no dejó ni un solo varón, ni de sus parientes ni de sus amigos.

Entonces el pueblo de Israel se dividió en dos partes: la mitad del pueblo siguió a Tibni, hijo de Ginat, para hacerle rey; la {otra} mitad siguió a Omri.

Y sucedió que después de algún tiempo el arroyo se secó, porque no había caído lluvia en la tierra.

El se levantó y fue a Sarepta. Cuando llegó a la entrada de la ciudad, he aquí, allí estaba una viuda recogiendo leña, y la llamó y {le} dijo: Te ruego que me consigas un poco de agua en un vaso para que yo beba.

Porque así dice el SEÑOR, Dios de Israel: ``No se acabará la harina en la tinaja ni se agotará el aceite en la vasija, hasta el día en que el SEÑOR mande lluvia sobre la faz de la tierra."

La harina de la tinaja no se acabó ni se agotó el aceite de la vasija, conforme a la palabra que el SEÑOR había hablado por medio de Elías.

Y sucedió que después de estas cosas, se enfermó el hijo de la mujer dueña de la casa; y su enfermedad fue tan grave que no quedó aliento en él.

Entonces se tendió tres veces sobre el niño, clamó al SEÑOR y dijo: Oh SEÑOR, Dios mío, te ruego que el alma de este niño vuelva a él.

Y Elías tomó al niño, lo bajó de la cámara alta a la casa y se lo dio a su madre; y Elías dijo: Mira, tu hijo vive.

Y dividieron la tierra entre ellos para recorrerla; Acab se fue solo por un camino, y Abdías se fue solo por otro.

Y sucederá que cuando te deje, el Espíritu del SEÑOR te llevará adonde yo no sepa; así que cuando yo vaya y se lo diga a Acab y él no pueda encontrarte, me matará, aunque {yo} tu siervo he temido al SEÑOR desde mi juventud.

Elías se acercó a todo el pueblo y dijo: ¿Hasta cuándo vacilaréis entre dos opiniones? Si el SEÑOR es Dios, seguidle; y si Baal, seguidle a él. Pero el pueblo no le respondió ni una palabra.

Y sucedió que {ya} al mediodía, Elías se burlaba de ellos y decía: Clamad en voz alta, pues es un dios; tal vez {estará} meditando o se habrá desviado, o estará de viaje, quizá esté dormido y habrá que despertarlo.

Y gritaban a grandes voces y se sajaban, según su costumbre, con espadas y lanzas hasta que la sangre chorreaba sobre ellos.

Y sucedió que pasado el mediodía, se pusieron a gritar frenéticamente hasta la hora de ofrecerse el sacrificio {de la tarde}; pero no hubo voz, ni nadie respondió ni nadie hizo caso.

Entonces Elías dijo a todo el pueblo: Acercaos a mí. Y todo el pueblo se acercó a él. Y reparó el altar del SEÑOR que había sido derribado.

Y sucedió que a la hora de ofrecerse el sacrificio de la {tarde}, el profeta Elías se acercó y dijo: Oh SEÑOR, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, que se sepa hoy que tú eres Dios en Israel, que yo soy tu siervo y que he hecho todas estas cosas por palabra tuya.

Cuando todo el pueblo {lo} vio, se postraron sobre su rostro y dijeron: El SEÑOR, El es Dios; el SEÑOR, El es Dios.

Entonces Elías les dijo: Prended a los profetas de Baal, que no se escape ninguno de ellos. Los prendieron, y Elías los hizo bajar al torrente Cisón y allí los degolló.

Y Elías dijo a Acab: Sube, come y bebe; porque se oye el estruendo de {mucha} lluvia.

Acab subió a comer y a beber, pero Elías subió a la cumbre del Carmelo; y allí se agachó en tierra y puso su rostro entre las rodillas.

Y sucedió que al poco tiempo, el cielo se oscureció con nubes y viento, y hubo gran lluvia. Y Acab montó {en su carro} y fue a Jezreel.

El tuvo miedo, y se levantó y se fue para {salvar} su vida; y vino a Beerseba de Judá y dejó allí a su criado.

Y acostándose bajo el enebro, se durmió; y he aquí, un ángel lo tocó y le dijo: Levántate, come.

Se levantó, pues, y comió y bebió, y con la fuerza de aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios.

Y sucedió que cuando Elías {lo} oyó, se cubrió el rostro con su manto, y salió y se puso a la entrada de la cueva. Y he aquí, una voz {vino} a él y {le} dijo: ¿Qué haces aquí, Elías?

Pero dejaré siete mil en Israel, todas las rodillas que no se han doblado ante Baal y toda boca que no lo ha besado.

Entonces se volvió, dejando de seguirle, tomó el par de bueyes y los sacrificó, y con los aparejos de los bueyes coció su carne, y {la} dio a la gente y ellos comieron. Después se levantó y fue tras Elías, y le servía.

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