235 casos

'Se' en la Biblia

Por tanto no se levantarán los malos en el juicio, Ni los pecadores en la congregación de los justos.

Besad al Hijo, porque no se enoje, y perezcáis en el camino, Cuando se encendiere un poco su furor. Bienaventurados todos los que en él confían.

Salmo de David, cuando huía de adelante de Absalom su hijo. ­OH Jehová, cuánto se han multiplicado mis enemigos! Muchos se levantan contra mí.

Desbarátalos, oh Dios; Caigan de sus consejos: Por la multitud de sus rebeliones échalos, Porque se rebelaron contra ti.

Y alegrarse han todos los que en ti confían; Para siempre darán voces de júbilo, porque tú los defiendes: Y en ti se regocijarán los que aman tu nombre.

Se avergonzarán, y turbaránse mucho todos mis enemigos; Volveránse y serán avergonzados subitáneamente.

Si no se convirtiere, él afilará su espada: Armado tiene ya su arco, y lo ha preparado.

Su trabajo se tornará sobre su cabeza, Y su agravio descenderá sobre su mollera.

Levántate, oh Jehová; no se fortalezca el hombre; Sean juzgadas las gentes delante de ti.

Tú lo tienes visto: porque tú miras el trabajo, y la vejación, para vengar le por tu mano: A ti se acoge el pobre, Tú eres el amparo del huérfano.

Al Músico principal: sobre Seminith: Salmo de David. SALVA, oh Jehová, porque se acabaron los misericordiosos: Porque se han acabado los fieles de entre los hijos de los hombres.

Porque no diga mi enemigo, Vencílo: Mis enemigos se alegrarán, si yo resbalare.

Alegróse por tanto mi corazón, y se gozó mi gloria: También mi carne reposará segura.

Muestra tus estupendas misericordias, tú que salvas á los que en ti confían. De los que se levantan contra tu diestra.

Y la tierra fué conmovida y tembló; Y moviéronse los fundamentos de los montes, Y se estremecieron, porque se indignó él.

Detén asimismo á tu siervo de las soberbias; Que no se enseñoreen de mí: Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión.

Clamaron á ti, y fueron librados: Esperaron en ti, y no se avergonzaron.

Heme escurrido como aguas, Y todos mis huesos se descoyuntaron: Mi corazón fué como cera, Desliéndose en medio de mis entrañas.

Sese como un tiesto mi vigor, Y mi lengua se pegó á mi paladar; Y me has puesto en el polvo de la muerte.

Ciertamente ninguno de cuantos en ti esperan será confundido: Serán avergonzados los que se rebelan sin causa.

Mira mis enemigos, que se han multiplicado, Y con odio violento me aborrecen.

Cuando se allegaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.

No me entregues á la voluntad de mis enemigos; Porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad.

Oye, oh Jehová, y ten misericordia de mí: Jehová, sé tú mi ayudador.

Porque mi vida se va gastando de dolor, y mis años de suspirar: Hase enflaquecido mi fuerza á causa de mi iniquidad, y mis huesos se han consumido.

Por tanto en él se alegrará nuestro corazón, Porque en su santo nombre hemos confiado.

Pero ellos se alegraron en mi adversidad, y se juntaron; Juntáronse contra mí gentes despreciables, y yo no lo entendía: Despedazábanme, y no cesaban;

Avergüencense, y sean confundidos á una los que de mi mal se alegran: Vístanse de vergüenza y de confusión los que se engrandecen contra mí.

Mas los impíos perecerán, Y los enemigos de Jehová como la grasa de los carneros Serán consumidos: se disiparán como humo.

Porque mis iniquidades han pasado mi cabeza: Como carga pesada se han agravado sobre mí.

Porque dije: Que no se alegren de mí: Cuando mi pie resbalaba, sobre mí se engrandecían.

Y si venía á ver me, hablaba mentira: Su corazón se amontonaba iniquidad; Y salido fuera, hablába la.

Cosa pestilencial de él se ha apoderado; Y el que cayó en cama, no volverá á levantarse.

En esto habré conocido que te he agradado, Que mi enemigo no se holgará de mí.

Porque no se apoderaron de la tierra por su espada, Ni su brazo los libró; Sino tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro, Porque te complaciste en ellos.

Por la voz del que me vitupera y deshonra, Por razón del enemigo y del que se venga.

No se ha vuelto atrás nuestro corazón, Ni tampoco se han apartado nuestros pasos de tus caminos.

Haste hermoseado más que los hijos de los hombres; La gracia se derramó en tus labios: Por tanto Dios te ha bendecido para siempre.

Y en tu gloria sé prosperado: Cabalga sobre palabra de verdad, y de humildad, y de justicia; Y tu diestra te enseñará cosas terribles.

Los príncipes de los pueblos se juntaron Al pueblo del Dios de Abraham: Porque de Dios son los escudos de la tierra; El es muy ensalzado.

Porque he aquí los reyes de la tierra se reunieron; Pasaron todos.

Y viéndola ellos así, maravilláronse, Se turbaron, diéronse priesa á huir.

Alegraráse el monte de Sión; Se gozarán las hijas de Judá Por tus juicios.

Como rebaños serán puestos en la sepultura; La muerte se cebará en ellos; Y los rectos se enseñorearán de ellos por la mañana: Y se consumirá su bien parecer en el sepulcro de su morada.

Salmo de Asaph. EL Dios de dioses, Jehová, ha hablado, Y convocado la tierra desde el nacimiento del sol hasta donde se pone.

Cada uno se había vuelto atrás; todos se habían corrompido: No hay quien haga bien, no hay ni aun uno.

Allí se sobresaltaron de pavor donde no había miedo: Porque Dios ha esparcido los huesos del que asentó campo contra ti: Los avergonzaste, porque Dios los desechó.

Porque extraños se han levantado contra mí, Y fuertes buscan mi alma: No han puesto á Dios delante de sí. (Selah.)

Porque no me afrentó un enemigo, Lo cual habría soportado; Ni se alzó contra mí el que me aborrecía, Porque me hubiera ocultado de él:

Corránse como aguas que se van de suyo: En entesando sus saetas, luego sean hechas pedazos.

Pasen ellos como el caracol que se deslíe: Como el abortivo de mujer, no vean el sol.

Al Músico principal: sobre No destruyas: Michtam de David, cuando envió Saúl, y guardaron la casa para matarlo. LIBRAME de mis enemigos, oh Dios mío: Ponme en salvo de los que contra mí se levantan.

Sin delito mío corren y se aperciben: Despierta para venir á mi encuentro, y mira.

Y tú, Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel, Despierta para visitar todas las gentes: No hayas misericordia de todos los que se rebelan con iniquidad. (Selah.)

No los matarás, porque mi pueblo no se olvide: Hazlos vagar con tu fortaleza, y abátelos. Oh Jehová, escudo nuestro,

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