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'Señor' en la Biblia

Hijos de Israel, ¿no me sois vosotros, como hijos de etíopes, dijo el SEÑOR? ¿No hice yo subir a Israel de la tierra de Egipto, y a los palestinos de Caftor, y a los sirios de Kir?

He aquí los ojos del Señor DIOS están contra el reino pecador, y yo lo asolaré de la faz de la tierra; mas no destruiré del todo la casa de Jacob, dice el SEÑOR.

para que aquellos sobre los cuales es llamado mi nombre, posean el resto de Idumea, y a todos los gentiles, dijo el SEÑOR que hace esto.

He aquí vienen días, dice el SEÑOR, en que el que ara alcanzará al segador, y el pisador de las uvas al que lleve la simiente; y los montes destilarán mosto, y todos los collados se derretirán.

Pues los plantaré sobre su tierra, y nunca más serán arrancados de su tierra la cual yo les di, dijo el SEÑOR Dios tuyo.

Visión de Abdías. El Señor DIOS dijo así a Edom: Oído hemos el pregón del SEÑOR, y mensajero es enviado a los gentiles. Levantaos, y levantémonos contra ella en batalla.

Si te encaramares como águila, y si entre las estrellas pusieres tu nido, de ahí te derribaré, dijo el SEÑOR.

¿No haré que perezcan en aquel día, dijo el SEÑOR, los sabios de Edom, y la inteligencia del monte de Esaú?

Porque el día del SEÑOR está cercano sobre todos los gentiles; como tú hiciste se hará contigo; tu galardón volverá sobre tu cabeza.

Y la casa de Jacob será fuego, y la casa de José será llama, y la casa de Esaú estopa, y los quemarán, y los consumirán; ni aun resto quedará en la casa de Esaú, porque el SEÑOR lo habló.

Y vendrán salvadores al Monte de Sion para juzgar al monte de Esaú; y el Reino será del SEÑOR.

Y Jonás se levantó para huir de la presencia del SEÑOR a Tarsis, y descendió a Jope; y halló un navío que partía para Tarsis; y pagándole su pasaje entró en él, para irse con ellos a Tarsis huyendo de la presencia del SEÑOR.

Y él les respondió: Hebreo soy, y temo al SEÑOR, Dios de los cielos, que hizo el mar y la tierra seca.

Y aquellos hombres temieron sobremanera, y le dijeron: ¿Por qué has hecho esto? Porque ellos entendieron que huía de delante del SEÑOR, porque él se lo había declarado.

Y clamaron al SEÑOR, y dijeron: Te rogamos ahora, SEÑOR, que no perezcamos nosotros por el alma de este hombre, ni pongas sobre nosotros la sangre inocente; porque tú, SEÑOR, has hecho como has querido.

Descendí a las raíces de los montes; la tierra echó sus cerraduras sobre mí para siempre; mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh SEÑOR Dios mío.

Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé del Señor; y mi oración entró hasta ti en tu santo Templo.

Y se levantó Jonás, y fue a Nínive, conforme a la palabra del SEÑOR. Y era Nínive ciudad grande a Dios, de tres días de camino.

Y oró al SEÑOR, y dijo: Ahora, oh SEÑOR, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me precaví huyendo a Tarsis; porque sabía yo que tú eres Dios clemente y compasivo, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal.

Y preparó el SEÑOR Dios una calabacera, la cual creció sobre Jonás para que hiciera sombra sobre su cabeza, y le defendiera de su mal; y Jonás se alegró grandemente por la calabacera.

Y le dijo el SEÑOR: Tuviste tú piedad de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció,

Palabra del SEÑOR que vino a Miqueas de Moreset en días de Jotam, Acaz, y Ezequías, reyes de Judá; lo que vio sobre Samaria y Jerusalén.

Oíd, pueblos todos: está atenta, tierra, y todo lo que en ella hay; y el Señor DIOS, el Señor desde su santo templo sea testigo contra vosotros.

Porque he aquí, el SEÑOR sale de su lugar, y descenderá, y hollará sobre las alturas de la tierra.

Porque la moradora de Marot tuvo dolor por el bien; por cuanto el mal descendió del SEÑOR hasta la puerta de Jerusalén.

Por tanto, así dijo el SEÑOR: He aquí, yo pienso sobre esta familia un mal, del cual no sacaréis vuestros cuellos, ni andaréis erguidos; porque el tiempo será malo.

Por tanto, no tendrás quien eche cordel para suerte en la congregación del SEÑOR.

La que te dices Casa de Jacob, ¿se ha acortado el espíritu del SEÑOR? ¿Son éstas sus obras? ¿Mis palabras no hacen bien al que camina derechamente?

Subirá rompedor delante de ellos; romperán y pasarán la puerta, y saldrán por ella; y su Rey pasará delante de ellos, el SEÑOR por su cabeza.

Así ha dicho el SEÑOR acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo, que muerden con sus dientes, y claman: Paz, y al que no les diere que coman, aplazan contra él batalla;

Y acontecerá en lo postrero de los tiempos, que el monte de la Casa del SEÑOR será constituido por cabecera de montes, y más alto que todos los collados, y correrán a él pueblos.

Y vendrán muchos gentiles, y dirán: Venid, y subamos al monte del SEÑOR, y a la Casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas; porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra del SEÑOR.

Y cada uno se sentará debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien amedrente; porque la boca del SEÑOR de los ejércitos habló.

Aunque todos los pueblos anduvieren cada uno en el nombre de sus dioses, nosotros con todo andaremos en el nombre del SEÑOR nuestro Dios para siempre y eternalmente.

En aquel día, dice el SEÑOR, juntaré la coja, y recogeré la amontada, y a la que afligí;

y pondré a la coja para sucesión, y a la descarriada para nación robusta; y el SEÑOR reinará sobre ellos en el monte de Sion desde ahora y para siempre.

Duélete y gime, hija de Sion como mujer de parto; porque ahora saldrás de la ciudad, y morarás en el campo, y llegarás hasta Babilonia; allí serás librada, allí te redimirá el SEÑOR de la mano de tus enemigos.

Levántate y trilla, hija de Sion, porque tu cuerno tornaré de hierro, y tus uñas de bronce, y desmenuzarás a muchos pueblos; y consagrarás al SEÑOR sus despojos, y sus riquezas al Señor de toda la tierra.

Y estará, y apacentará con fortaleza del SEÑOR, con grandeza del Nombre del SEÑOR su Dios; y asentarán; porque ahora será engrandecido hasta los fines de la tierra.

Y será el remanente de Jacob en medio de muchos pueblos, como el rocío del SEÑOR, como las lluvias sobre la hierba, las cuales no esperaba ya varón, ni esperaban hijos de hombres.

Y acontecerá en aquel día, dijo el SEÑOR, que haré matar tus caballos de en medio de ti, y haré destruir tus carros.

Oíd ahora lo que dice el SEÑOR: Levántate, pleitea con los montes, y oigan los collados tu voz.

Oíd, montes, y fuertes fundamentos de la tierra, el pleito del SEÑOR; porque tiene el SEÑOR pleito con su pueblo, y altercará con Israel.

Pueblo mío, acuérdate ahora qué pensó Balac rey de Moab, y qué le respondió Balaam, hijo de Beor, desde Sitim hasta Gilgal, para que conozcas la justicia del SEÑOR.

¿Con qué me presentaré ante el SEÑOR, y adoraré al Dios Alto? ¿Vendré ante él con holocaustos, con becerros de un año?

¿Se agradará el SEÑOR de millares de carneros, o de diez millares de arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mi vientre por el pecado de mi alma?

Tú, enemiga mía, no te alegres de mí, porque si caí, he de levantarme; si morare en tinieblas, el SEÑOR es mi luz.

La ira del SEÑOR soportaré, porque pequé contra él, hasta que juzgue mi causa y haga mi juicio; él me sacará a luz; veré su justicia.

Y mi enemiga lo verá, y la cubrirá vergüenza; la que me decía: ¿Dónde está el SEÑOR tu Dios? Mis ojos la verán; ahora será hollada como lodo de las calles.

Lamerán el polvo como la culebra; como las serpientes de la tierra, temblarán en sus encierros; se despavorirán del SEÑOR nuestro Dios, y temerán de ti.

Dios celoso y vengador es el SEÑOR; vengador es el SEÑOR, y Señor de ira; el SEÑOR, que se venga de sus adversarios, y que guarda su enojo para con sus enemigos.

¿Qué pensáis contra el SEÑOR? El hace consumación; no se levantará dos veces la tribulación.

De ti salió el que pensó mal contra el SEÑOR, un consejero de Belial.

Así dijo el SEÑOR: Aunque más reposo tengan, y sean tantos, así serán talados, y él pasará. Bien que te he afligido, no más te afligiré.

Mas acerca de ti mandará el SEÑOR, que nunca más sea sembrado alguno de tu nombre: de la casa de tu dios talaré escultura y estatua de fundición, la haré tu sepulcro; porque fuiste vil.

Porque el SEÑOR restituirá la gloria de Jacob como la gloria de Israel; porque vaciadores los vaciaron, y estropearon sus mugrones.

He aquí, Yo hablo a ti, dice el SEÑOR de los ejércitos. Encenderé y reduciré a humo tus carros, y espada devorará tus leoncillos; y raeré de la tierra tu robo, y nunca más se oirá voz de tus embajadores.

Heme aquí contra ti, dice el SEÑOR de los ejércitos, y descubriré tus faldas en tu cara, y mostraré a los gentiles tu desnudez, y a los reinos tu vergüenza.

¿No eres tú desde el principio, oh SEÑOR, Dios mío, Santo mío? No moriremos oh SEÑOR, para juicio lo pusiste; y fuerte lo fundaste para castigar.

Y haces que sean los hombres como los peces del mar, como reptiles que no tienen señor?

¿No es esto del SEÑOR de los ejércitos? Los pueblos, pues, trabajarán para el fuego, y los gentiles se fatigarán en vano.

Te has llenado de deshonra en vez de honra; bebe tú también, y tu prepucio será descubierto; el cáliz de la mano derecha del SEÑOR volverá sobre ti, y vómito de afrenta caerá sobre tu gloria.

¿Oh SEÑOR, contra los ríos te airaste? ¿Contra los ríos fue tu enojo? ¿Tu ira fue contra el mismo mar, Cuando subiste sobre tus caballos, y sobre tus carros de salud?

El Señor DIOS es mi fortaleza, el cual pondrá mis pies como de ciervas, y sobre mis alturas me hará andar victorioso en mis instrumentos de música.

Palabra del SEÑOR que vino a Sofonías hijo de Cusi, hijo de Gedalías, hijo de Amarías, hijo de Ezequías, en días de Josías hijo de Amón, rey de Judá.

Destruiré del todo todas las cosas de sobre la faz de la tierra, dice el SEÑOR.

Destruiré los hombres y las bestias; destruiré las aves del cielo, y los peces del mar, y los impíos tropezarán; y talaré a los hombres de sobre la faz de la tierra, dice el SEÑOR.

y a los que se inclinan sobre los terrados al ejército del cielo; y a los que se inclinan jurando por el SEÑOR y jurando por su rey;

y a los que se tornan atrás de en pos del SEÑOR; y a los que no buscaron al SEÑOR, ni preguntaron por él.

Calla delante de la presencia del Señor DIOS, porque el día del SEÑOR está cercano; porque el SEÑOR ha aparejado sacrificio, prevenido a sus convidados.

Y será que en el día del sacrificio del SEÑOR, haré visitación sobre los príncipes, y sobre los hijos del rey, y sobre todos los que visten vestido extraño.

Y habrá en aquel día, dice el SEÑOR, voz de clamor desde la puerta del pescado, y aullido desde la escuela, y gran quebrantamiento desde los collados.

Y será en aquel tiempo, que yo escudriñaré a Jerusalén con candiles, y haré visitación sobre los hombres que están sentados sobre sus heces, los cuales dicen en su corazón: El SEÑOR ni hará bien ni mal.

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