'Señor' en la Biblia

y deseará el Rey tu hermosura; e inclínate a él, porque él es tu Señor.

El SEÑOR de los ejércitos es con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob. (Selah.)

Venid, ved las obras del SEÑOR, que ha puesto asolamientos en la tierra.

El SEÑOR de los ejércitos es con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob. (Selah.)

Porque el SEÑOR es Sublime y temible; Rey grande sobre toda la tierra.

Subió Dios con júbilo, el SEÑOR con voz de trompeta.

Grande es el SEÑOR y digno de ser en gran manera alabado en la ciudad de nuestro Dios, en el monte de su santidad.

Como lo oímos, así lo hemos visto en la ciudad del SEÑOR de los ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios; la afirmará Dios para siempre. (Selah.)

El Dios de dioses, el SEÑOR, ha hablado, y convocado la tierra desde el nacimiento del sol hasta donde se pone.

Señor, abre mis labios; y publicará mi boca tu alabanza.

He aquí, Dios es el que me ayuda; el Señor es con los que sustentan mi alma.

Voluntariamente sacrificaré a ti; alabaré tu Nombre, oh SEÑOR, porque es bueno.

Deshace, oh Señor, divide la lengua de ellos; porque he visto violencia y rencilla en la ciudad.

mas tú, hombre, según mi estimación: mi señor, y mi familiar.

Yo a Dios clamaré; y el SEÑOR me salvará.

Echa sobre el SEÑOR tu carga, y él te sustentará; nunca permitará que resbale el justo.

En Dios alabaré su palabra; en el SEÑOR alabaré su palabra.

Te alabaré en los pueblos, oh Señor; cantaré de ti en las naciones.

Oh Dios, quiebra sus dientes en sus bocas; quiebra, oh SEÑOR, las muelas de los leoncillos.

Porque he aquí están acechando mi vida; se han juntado contra mí fuertes sin rebelión mía, y sin pecado mío, oh SEÑOR.

Y tú, SEÑOR Dios de los ejércitos, Dios de Israel, despierta para visitar todos los gentiles; no hayas misericordia de todos los que se rebelan con iniquidad. (Selah.)

Mas tú, SEÑOR, te reirás de ellos, te burlarás de todos los gentiles.

No los matarás, para que mi pueblo no se olvide; hazlos vagar con tu fortaleza, y abátelos, oh SEÑOR, escudo nuestro,

Y tuya Señor, es la misericordia; porque tú pagas a cada uno conforme a su obra.

El justo se alegrará en el SEÑOR, y se asegurará en él; y se alabarán en El todos los rectos de corazón.

Si en mi corazón hubiera yo mirado a la iniquidad, el Señor no me oiría.

Cantad a Dios, cantad alabanzas a su nombre; abrid paso al que cabalga por los desiertos, cuyo nombre es el SEÑOR; regocijaos delante de El.

El Señor dará palabra; de los evangelizadores habrá grande ejército.

¿Por qué saltasteis, oh montes altos? Este monte amó Dios para su asiento; ciertamente el SEÑOR habitará en él para siempre.

Los carros de Dios son dos millares de miles de ángeles, el Señor entre ellos, como en Sinaí, así en el santuario.

Tú has ascendido a lo alto, has llevado en cautividad a {tus} cautivos; has recibido dones entre los hombres, y aun {entre} los rebeldes, para que el SEÑOR Dios habite {entre ellos.}

Bendito el Señor; cada día nos colma de beneficios el Dios de nuestra salud. (Selah.)

Dios, nuestro Dios ha de salvarnos; y el Señor DIOS tiene salidas para la muerte.

El Señor dijo: De Basán haré volver, te haré volver de lo profundo del mar:

Bendecid a Dios en las congregaciones; al Señor, vosotros del linaje de Israel.

Reinos de la tierra, cantad a Dios, cantad al Señor (Selah);

No sean avergonzados por mi causa los que te esperan, oh Señor DIOS de los ejércitos; no sean confusos por mí los que te buscan, oh Dios de Israel.

Pero yo enderezaba mi oración a ti, oh SEÑOR, al tiempo de la buena voluntad. Oh Dios, por la multitud de tu misericordia, por la verdad de tu salud, óyeme.

Oyeme, SEÑOR, porque apacible es tu misericordia; mírame conforme a la multitud de tus miseraciones.

Y agradará al SEÑOR más que sacrificio de buey, o becerro que echa cuernos y pezuñas.

Porque el SEÑOR oye a los menesterosos, y no menosprecia a sus prisioneros.

Para el director del coro. {Salmo} de David. Para conmemorar.Oh Dios, {apresúrate} a librarme; apresúrate, oh SEÑOR, a socorrerme.

Yo soy pobre y menesteroso; apresúrate a mí, oh Dios. Ayuda mía y mi libertador eres tú; oh SEÑOR, no te detengas.

En ti, oh SEÑOR, he esperado; no sea yo confundido para siempre.

Porque tú eres mi esperanza, Señor DIOS; seguridad mía desde mi juventud.

Iré en la valentía del Señor DIOS; haré memoria de tu justicia, de la tuya solamente.

Bendito el SEÑOR Dios, el Dios de Israel, el único que hace maravillas.

Como sueño del que despierta, así, Señor, cuando despertares, menospreciarás sus apariencias.

Y en cuanto a mí, el acercarme a Dios me es el bien; he puesto en el Señor DIOS mi esperanza, para contar todas tus obras.

Acuérdate de esto: que el enemigo ha dicho afrentas al SEÑOR, y que el pueblo loco ha blasfemado tu Nombre.

Que la copa está en la mano del SEÑOR, y el vino es bermejo, lleno de mistura; y él derrama del mismo; ciertamente sus heces chuparán y tragarán todos los impíos de la tierra.

Prometed, y pagad al SEÑOR vuestro Dios todos los que estáis alrededor de él; traed presentes al que merece temor.

Al Señor busqué en el día de mi angustia; mi llaga desangraba de noche y no cesaba; mi alma no quería consuelo.

¿Desechará el Señor para siempre, y no volverá más a amar?

Me acordaré de las obras del SEÑOR; ciertamente me acordaré de tus maravillas antiguas.

No las encubriremos a sus hijos, contando a la generación venidera las alabanzas del SEÑOR, y su fortaleza, y sus maravillas que hizo.

Por tanto oyó el SEÑOR, y se enojó; se encendió el fuego contra Jacob, y el furor subió también contra Israel;

Entonces despertó el Señor a la manera del que ha dormido, como un valiente que grita a causa del vino:

¿Hasta cuándo, oh SEÑOR? ¿Has de estar airado para siempre? ¿Arderá como fuego tu celo?

Y devuelve a nuestros vecinos en su seno siete tantos de su deshonra, con que te han deshonrado, oh SEÑOR.

SEÑOR, Dios de los ejércitos, ¿Hasta cuándo humearás tú contra la oración de tu pueblo?

Oh SEÑOR, Dios de los ejércitos, haznos tornar; haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.

Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te hice subir de la tierra de Egipto; abre tu boca, y yo la llenaré.

Los aborrecedores del SEÑOR se le hubieran sometido; y el tiempo de ellos fuera para siempre.

Llena sus rostros de vergüenza; y busquen tu Nombre, oh SEÑOR.

Y conozcan que tu nombre es el SEÑOR; tú solo Altísimo sobre toda la tierra.

¡Cuán amables son tus moradas, oh SEÑOR de los ejércitos!

Codicia y aun ardientemente desea mi alma los atrios del SEÑOR; mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.

Aun el gorrión halla casa, y la golondrina nido para sí, donde ponga sus pollos en tus altares, oh SEÑOR de los ejércitos, Rey mío, y Dios mío.

SEÑOR Dios de los ejércitos, oye mi oración; escucha, oh Dios de Jacob (Selah.)

Porque sol y escudo nos es el SEÑOR Dios; gracia y gloria dará el SEÑOR; no quitará el bien a los que andan en integridad.

SEÑOR de los ejércitos, dichoso el hombre que confía en ti.

Fuiste propicio a tu tierra, oh SEÑOR; volviste la cautividad de Jacob.

Muéstranos, oh SEÑOR, tu misericordia, y danos tu salud.

Escucharé lo que hablará Dios el SEÑOR; porque hablará paz a su pueblo y a sus santos, para que no se conviertan otra vez a la locura.

El SEÑOR dará también el bien; y nuestra tierra dará su fruto.

Inclina, oh SEÑOR, tu oído, y óyeme; porque estoy pobre y menesteroso.

Ten misericordia de mí, oh SEÑOR; porque a ti clamo cada día.

Alegra el alma de tu siervo; porque a ti, oh Señor, levanto mi alma.

Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador, y grande en misericordia para con todos los que te invocan.

Escucha, oh SEÑOR, mi oración, y está atento a la voz de mis ruegos.

Oh Señor, ninguno hay como tú entre los dioses, ni hay otro que haga tus obras.

Todos los gentiles que hiciste vendrán y se humillarán delante de ti, Señor; y glorificarán tu Nombre.

Enséñame, oh SEÑOR, tu camino; caminaré yo en tu verdad; afirma mi corazón para que tema tu nombre.

Te alabaré, oh SEÑOR Dios mío, con todo mi corazón; y glorificaré tu Nombre para siempre.

Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente, lento para la ira, y grande en misericordia y verdad;

Haz conmigo señal para bien, y véanla los que me aborrecen, y sean avergonzados; porque tú, SEÑOR, me ayudaste, y me consolaste.

El SEÑOR ama las puertas de Sion más que todas las moradas de Jacob.

El SEÑOR contará al inscribir a los pueblos: Este nació allí. (Selah.)

Oh SEÑOR, Dios de mi salud, día y noche clamo delante de ti.

Mis ojos enfermaron a causa de mi aflicción; te he llamado, oh SEÑOR, cada día he extendido a ti mis manos.

Mas yo a ti he clamado, oh SEÑOR; y de mañana te previno mi oración.

¿Por qué, oh SEÑOR, desechas mi alma? ¿Por qué escondes tu rostro de mí?

Las misericordias del SEÑOR cantaré perpetuamente; de generación en generación haré notoria tu verdad con mi boca.

Y celebrarán los cielos tu maravilla, oh SEÑOR; tu verdad también en la congregación de los santos.

Porque ¿quién en los cielos se igualará con el SEÑOR? ¿Quién será semejante al SEÑOR entre los hijos de los poderosos?

Oh SEÑOR, Dios de los ejércitos, ¿Quién como tú? Fuerte-JAH, Rodeado de tu verdad.

Dichoso el pueblo que sabe jubilar; andarán, oh SEÑOR, a la luz de tu rostro.

Porque el SEÑOR es nuestro escudo; y nuestro rey es el Santo de Israel.

¿Hasta cuándo, oh SEÑOR? ¿Te esconderás para siempre? ¿Arderá para siempre tu ira como el fuego?