'Sino' en la Biblia
- 1.Gé 2:6-Josué 8:4
- 2.Josué 10:19-2 Reyes 10:23
- 3.2 Reyes 12:7-Salmos 131:2
- 4.Proverbios 3:24-Ezequiel 18:7
- 5.Ezequiel 18:16-Marcos 2:7
- 6.Marcos 2:17-Juan 7:49
- 7.Juan 8:10-Romanos 8:1
- 8.Romanos 8:4-2 Corintios 3:5
- 9.2 Corintios 3:6-2 Tesalonicenses 2:12
- 10.2 Tesalonicenses 3:8-3 Juan 1:11
- 11.Judas 1:6-Apocalipsis 22:3
ni comimos el pan de balde de ninguno; sino obrando con trabajo y fatiga de noche y de día, para no ser gravosos a ninguno de vosotros;
no porque no tuviéramos potestad, sino por daros en nosotros un ejemplo, para que nos imitarais.
Porque oímos que andan algunos entre vosotros fuera de orden, no trabajando en nada, sino ocupados en curiosear.
Y no lo tengáis como a enemigo, sino amonestadle como a hermano.
conociendo esto, que la ley no es puesta para el justo, sino para los injustos y para los desobedientes; para los impíos y pecadores, para los malos y contaminados; para los matadores de padres y madres, para los homicidas,
sino de buenas obras, como conviene a mujeres que profesan piedad.
Porque no permito a una mujer enseñar, ni tomar autoridad sobre el varón, sino estar reposada.
y Adán no fue engañado, sino la mujer fue engañada en la rebelión;
no dado al vino, no heridor, no codicioso de ganancias deshonestas, sino moderado, no litigioso, ajeno de avaricia;
{sino} guardando el misterio de la fe con limpia conciencia.
De igual manera, las mujeres {deben ser} dignas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo.
No permitas que nadie menosprecie tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, fe {y} pureza.
Al anciano no riñas, sino exhórtalo como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos;
Tampoco admitas las ociosas, enseñadas a andar de casa en casa; y no solamente ociosas, sino también parleras y curiosas, hablando lo que no conviene.
Contra un anciano no recibas acusación, sino con dos o tres testigos.
No bebas de aquí adelante agua, sino usa de un poco de vino por causa del estómago, y de tus continuas enfermedades.
Y los que tienen amos {que son} creyentes, no les falten el respeto, porque son hermanos, sino sírvanles aún mejor, ya que son creyentes y amados los que se benefician de su servicio. Enseña y predica estos {principios.}
está envanecido {y} nada entiende, sino que tiene un interés morboso en discusiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas,
A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas inciertas, sino en el Dios viviente, que nos da todas las cosas en abundancia de que gocemos;
Porque no nos ha dado Dios el espíritu de temor, sino el de fortaleza, y de amor, y de templanza.
Por tanto, no te avergüences del testimonio de nuestro Señor, ni de mí, prisionero suyo, sino participa conmigo en las aflicciones por el evangelio, según el poder de Dios,
que nos ha librado, y nos llamó a la santa vocación; no por nuestras obras, sino según el intento suyo y por la gracia, la cual nos es dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos;
Mas en una casa grande, no solamente hay vasos de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y asimismo unos para honra, y otros para deshonra.
Que el siervo del Señor no debe ser litigioso, sino manso para con todos, apto para enseñar, sufrido;
Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oídos, acumularán para sí maestros conforme a sus propios deseos;
Desde ahora, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que desean su venida.
En mi primera defensa nadie estuvo a mi lado, sino que todos me abandonaron; que no se les tenga en cuenta.
sino hospedador, amador de los buenos, templado, justo, santo, continente;
Todas las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos nada es puro, sino que tanto su mente como su conciencia están corrompidas.
no defraudando, sino mostrando toda buena fe, para que adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador en todo respecto.
Que a nadie infamen, que no sean pendencieros, sino modestos, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres.
no por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, sino por su misericordia, nos salvó por el lavamiento de la regeneración, y de la renovación del Espíritu Santo;
mas nada quise hacer sin tu consejo, porque tu beneficio no fuera como de necesidad, sino voluntario.
no ya como esclavo, sino {como} más que un esclavo, {como} un hermano amado, especialmente para mí, pero cuánto más para ti, tanto en la carne como en el Señor.
Que no tomó a los ángeles, sino a la simiente de Abraham.
¿Y a cuáles juró que no entrarían en su Reposo, sino a aquellos que no obedecieron?
Y no hay cosa creada oculta a su vista, sino que todas las cosas están al descubierto y desnudas ante los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido tentado en todo como {nosotros}, {pero} sin pecado.
Ni nadie toma para sí la honra, sino el que es llamado de Dios, como Aarón.
Así también el Cristo no se glorificó a sí mismo haciéndose Sumo Sacerdote, sino el que le dijo: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy:
que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.
sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.
el cual no es hecho conforme a la ley del mandamiento carnal, sino por virtud de vida indisoluble;
porque nada perfeccionó la ley, sino la introducción de una mejor esperanza (por la cual nos acercamos a Dios.)
sino en viandas y en bebidas, y en diversos lavamientos, y ordenanzas de la carne impuestas hasta el tiempo de la corrección.
y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre entró una sola vez en el Santuario diseñado para eterna redención.
Por lo cual no entró Jesús en el santuario hecho de mano, (que es figura del verdadero,) sino en el mismo cielo para presentarse ahora por nosotros en la presencia de Dios.
no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos {unos a otros}, y mucho más al ver que el día se acerca.
sino una horrenda esperanza de juicio, y hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.
Pero nosotros no somos tales que nos retiremos para perdición, sino fieles para ganancia del alma.
En fe murieron todos éstos sin haber recibido las promesas; sino mirándolas de lejos, y creyéndolas, y abrazándolas; y confesando que eran peregrinos y advenedizos sobre la tierra.
Es verdad que ningún castigo al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; mas después da fruto apacible de justicia a los que en él son ejercitados.
y haced sendas derechas para vuestros pies, para que la {pierna} coja no se descoyunte, sino que se sane.
sino que os habéis acercado al monte de Sión, y a la ciudad del Dios vivo, la Jerusalén celestial, y a una compañía innumerable de ángeles,
La voz del cual entonces conmovió la tierra; mas ahora ha denunciado, diciendo: Aún una vez, y yo conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo.
Porque no tenemos aquí una ciudad permanente, sino que buscamos {la} que está por venir.
Sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído, y cebado.
Mas el que hubiere mirado atentamente en la Ley de perfecta libertad, y hubiere perseverado en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este tal será bienaventurado en su hecho.
Si alguno piensa ser religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana.
Porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino que es terrenal, animal, diabólica.
Hermanos, no murmuréis los unos de los otros; el que murmura del hermano, y juzga a su hermano, este tal murmura de la Ley, y juzga a la Ley; y si tú juzgas a la Ley, no eres guardador de la Ley, sino juez.
Mas sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por otro cualquier juramento; sino vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no; porque no caigáis en condenación.
A los cuales fue revelado, que no para sí mismos, sino para nosotros administraban las cosas que ahora os son anunciadas de los que os han predicado el Evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; en las cuales desean mirar los ángeles.
Sino como aquel que os ha llamado es santo, sed también vosotros santos en toda conversación:
sino con la sangre preciosa del Cristo, como de un Cordero sin mancha y sin contaminación,
siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra del Dios, viviente y que permanece para siempre.
como estando en libertad, y no como teniendo la libertad por cobertura de malicia, sino como siervos de Dios.
Vosotros siervos, estad sujetos con todo temor a vuestros amos; no solamente a los buenos y humanos, sino también a los injustos.
quien cuando le maldecían no retornaba maldición, y cuando padecía, no amenazaba, sino remitía la causa al que juzga justamente;
sino el adorno interior del corazón sea sin corrupción, y de espíritu agradable, y pacífico, lo cual es de grande estima delante de Dios.
no volviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino antes por el contrario, bendiciendo, sabiendo que vosotros sois llamados para que poseáis bendición en herencia.
sino santificad al Señor Dios en vuestros corazones, y estad siempre aparejados para responder a cada uno que os demande razón de la esperanza que está en vosotros; y esto con mansedumbre y reverencia,
A la figura de la cual el bautismo que ahora corresponde nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como demanda de una buena conciencia delante de Dios,) por la resurrección de Jesucristo:
para que ya el tiempo que queda en la carne, viva, no a las concupiscencias de los hombres, sino a la voluntad de Dios.
Pero si {alguno sufre} como cristiano, que no se avergüence, sino que como tal glorifique a Dios.
Apacentad la manada de Dios que está entre vosotros, teniendo cuidado de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia vergonzosa; sino con ánimo pronto;
y no como teniendo señorío sobre las heredades del Señor, sino de tal manera que seáis ejemplos de la manada.
Porque nosotros no os hemos dado a conocer la potencia y la venida de nuestro Señor, Jesucristo, siguiendo fábulas por arte compuestas; sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad.
porque la profecía no fue en los tiempos pasados traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo.
Porque si Dios no perdonó a los ángeles que habían pecado, sino que habiéndolos despeñado en el abismo más profundo \'
si no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, un predicador de justicia, con otros siete, cuando trajo el diluvio sobre el mundo de los impíos;
El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; pero es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento.
Y él es la reconciliación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los del mundo entero.
Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo, que habéis tenido desde el principio: el mandamiento antiguo es la Palabra que habéis oído desde el principio.
Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos y la arrogancia de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
No os he escrito como si ignoraseis la verdad, sino como a los que la conocéis, y que ninguna mentira es de la verdad.
¿Quién es mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este tal es anticristo, que niega al Padre y al Hijo.
Pero la unción que vosotros habéis recibido de Él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que alguien os enseñe; sino que como la unción misma os enseña acerca de todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, y así como os ha enseñado, vosotros permaneceréis en Él.
Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino con obra y de verdad.
Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios. Porque muchos falsos profetas son salidos en el mundo.
En esto consiste la caridad, no porque nosotros hayamos amado a Dios, sino porque él nos amó a nosotros, y ha enviado a su Hijo para ser la reconciliación por nuestros pecados.
En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor involucra castigo, y el que teme no es hecho perfecto en el amor.
¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
Este es Jesús el Cristo, que vino por agua y sangre; no por agua solamente, sino por agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad.
Sabemos que todo el que ha nacido de Dios, no peca; sino que aquel que nació de Dios lo guarda y el maligno no lo toca.
El anciano a la señora elegida y a sus hijos, a los cuales yo amo en verdad y no yo solo, sino también todos los que han conocido la verdad,
Y ahora te ruego, señora, (no como escribiéndote un nuevo mandamiento, sino aquel que nosotros hemos tenido desde el principio), que nos amemos unos a otros.
Mirad por vosotros mismos, para que no perdamos las cosas que hemos obrado, sino que recibamos el galardón cumplido.
Aunque tengo muchas cosas que escribiros, no quiero {hacerlo} con papel y tinta, sino que espero ir a vosotros y hablar cara a cara, para que vuestro gozo sea completo.
Amado, no sigas lo que es malo, sino lo que es bueno. El que hace bien es de Dios; mas el que hace mal, no ha visto a Dios.
Resutados de la Búsqueda continuados...
- 1.Gé 2:6-Josué 8:4
- 2.Josué 10:19-2 Reyes 10:23
- 3.2 Reyes 12:7-Salmos 131:2
- 4.Proverbios 3:24-Ezequiel 18:7
- 5.Ezequiel 18:16-Marcos 2:7
- 6.Marcos 2:17-Juan 7:49
- 7.Juan 8:10-Romanos 8:1
- 8.Romanos 8:4-2 Corintios 3:5
- 9.2 Corintios 3:6-2 Tesalonicenses 2:12
- 10.2 Tesalonicenses 3:8-3 Juan 1:11
- 11.Judas 1:6-Apocalipsis 22:3
Resultados de Búsqueda por Versiones
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (23)
- Éxodo (13)
- Levítico (15)
- Números (14)
- Deuteronomio (30)
- Josué (18)
- Jueces (8)
- Rut (4)
- 1 Samuel (24)
- 2 Samuel (16)
- 1 Reyes (24)
- 2 Reyes (27)
- 1 Crónicas (11)
- 2 Crónicas (27)
- Esdras (3)
- Nehemías (6)
- Ester (4)
- Job (5)
- Salmos (28)
- Proverbios (3)
- Eclesiastés (7)
- Isaías (30)
- Jeremías (45)
- Lamentaciones (1)
- Ezequiel (36)
- Daniel (10)
- Oseas (4)
- Amós (2)
- Jonás (1)
- Miqueas (2)
- Zacarías (6)
- Malaquías (1)
- Mateo (49)
- Marcos (42)
- Lucas (30)
- Juan (76)
- Hechos (29)
- Romanos (58)
- 1 Corintios (57)
- 2 Corintios (46)
- Gálatas (21)
- Efesios (17)
- Filipenses (12)
- Colosenses (2)
- 1 Tesalonicenses (12)
- 2 Tesalonicenses (5)
- 1 Timoteo (15)
- 2 Timoteo (8)
- Tito (5)
- Filemón (2)
- Hebreos (22)
- Santiago (6)
- 1 Pedro (15)
- 2 Pedro (5)
- 1 Juan (13)
- 2 Juan (4)
- 3 Juan (1)
- Judas (2)
- Apocalipsis (12)