'Son' en la Biblia
Porque no hay en su boca rectitud; sus entrañas son pravedades; sepulcro abierto es su garganta, con su lengua lisonjearán.
Oh enemigo, acabados son para siempre los asolamientos; y las ciudades que derribaste, su memoria pereció con ellas.
Pon, oh SEÑOR, temor en ellos: conozcan los gentiles que son hombres. (Selah.)
Sus caminos atormentan en todo tiempo; tus juicios son altura delante de él; echa bocanadas en orden a todos sus enemigos.
Las palabras del SEÑOR son palabras limpias, como plata refinada en horno de tierra, colada siete veces.
Cercando andan los malos, entre tanto los más viles de los hijos de los hombres son exaltados.
Los mandamientos del SEÑOR son rectos, que alegran el corazón; el precepto del SEÑOR es puro, que alumbra los ojos.
El temor del SEÑOR es limpio, que permanece para siempre; los derechos del SEÑOR son verdad, todos justos.
Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; y dulces más que miel, y que licor de panales.
Vau Acuérdate, oh SEÑOR, de tus conmiseraciones y de tus misericordias, que son perpetuas.
Yod Todas las sendas del SEÑOR son misericordia y verdad, para los que guardan su pacto y sus testimonios.
Cof Muchos son los males del justo; mas de todos ellos lo librará el SEÑOR;
Las palabras de su boca son iniquidad y fraude; no quiso entender para bien hacer.
Mem Por el SEÑOR son ordenados los pasos del hombre bueno , y él quiere su camino.
Porque mis enemigos son vivos y fuertes; y se han aumentado los que me aborrecen sin causa;
y pagando mal por bien me son contrarios, por seguir yo lo bueno.
Los príncipes de los pueblos se juntaron al pueblo del Dios de Abraham; porque de Dios son los escudos de la tierra; El es muy ensalzado.
En su interior piensan que sus casas son eternas, y sus habitaciones para generación y generación; llamaron sus tierras de sus nombres.
Mas el hombre no permanecerá en honra; es semejante a las bestias que son cortadas.
Como ovejas son puestos en la sepultura; la muerte los pastorea; y los rectos se enseñorearán de ellos por la mañana; y se consumirá su bien parecer en la sepultura de su morada.
El hombre en honra que no entiende, semejante es a las bestias que son cortadas.
Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
Ablandan más que manteca su boca, pero guerra hay en su corazón; enternecen sus palabras más que el aceite, mas ellos son cuchillos.
Me devoran mis enemigos cada día; porque muchos son los que pelean contra mí, oh Altísimo.
Todos los días me contristan mis negocios; contra mí son todos sus pensamientos para mal.
Mi vida está entre leones; estoy echado entre hijos de hombres que echan llamas; sus dientes son lanzas y saetas, y su lengua cuchillo agudo.
Veneno tienen semejante al veneno de la serpiente; son como áspid sordo que cierra su oído;
Solamente, vanidad son los hijos de Adán, mentira los hijos del varón; pesándolos a todos juntos en la balanza, serán menos que la vanidad.
Los carros de Dios son dos millares de miles de ángeles, el Señor entre ellos, como en Sinaí, así en el santuario.
Dios, tú sabes mi locura; y mis delitos no te son ocultos.
No pasan trabajos como otros seres humanos; ni son azotados con los hombres.
Por eso su pueblo volverá aquí, y aguas de lleno le son exprimidas.
También el assur se ha juntado con ellos; Son por brazo a los hijos de Lot. (Selah.)
Al Vencedor: sobre Gitit: A los hijos de Coré. Salmo. ¡Cuán amables son tus moradas, oh SEÑOR de los ejércitos!
Cosas ilustres son dichas de ti, ciudad de Dios. (Selah.)
librado entre los muertos. Como los muertos que duermen en el sepulcro, que no te acuerdas más de ellos, y que son cortados de tu mano.
Tuyos son los cielos, tuya también la tierra; el mundo y su plenitud, tú lo fundaste.
Justicia y juicio son la compostura de tu trono; misericordia y verdad van delante de tu rostro.
Porque mil años delante de tus ojos, son como el día de ayer, que pasó, y como la vela de la noche.
Los haces pasar como avenida de aguas; son como sueño; a la mañana está fuerte como la yerba,
Los días de nuestra edad son setenta años; y de los más valientes, ochenta años, y su fortaleza es molestia y trabajo; porque es cortado presto, y volamos.
¡Cuán grandes son tus obras, oh SEÑOR! Muy profundos son tus pensamientos.
Tus testimonios son muy firmes; tu Casa, oh SEÑOR, tiene hermosa santidad para largos días.
El SEÑOR conoce los pensamientos de los hombres, que son vanidad.
Porque en su mano están las profundidades de la tierra, y las alturas de los montes son suyas.
Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos; mas el SEÑOR hizo los cielos.
Nube y oscuridad alrededor de él; justicia y juicio son el asiento de su trono.
Porque mis días se han consumido como humo; y mis huesos son quemados como en hogar.
Mis días son como la sombra que se va; y me he secado como la hierba.
Dije: Dios mío, no me cortes en el medio de mis días; por generación de generaciones son tus años.
Tú fundaste la tierra antiguamente, y los cielos son obra de tus manos.
El varón, como la hierba son sus días, florece como la flor del campo,
¡Cuán muchas son tus obras, oh SEÑOR! Hiciste todas ellas con sabiduría; la tierra está llena de tu posesión.
Y después son menoscabados, y abatidos de tiranía; de males y congojas.
Guímel Grandes son las obras del SEÑOR; Dálet buscadas de todos los que las quieren.
Mem Las obras de sus manos son verdad y juicio, Nun fieles son todos sus mandamientos;
Sámec Son firmes de siglo a siglo, Ayin hechos en verdad y en rectitud.
Los ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombres.
Los cielos son los cielos del SEÑOR; y ha dado la tierra a los hijos de los hombres.
Pues tus testimonios son mis deleites, y mis consejeros.
Quita de mí el oprobio que he temido, porque buenos son tus juicios.
Canciones me son tus estatutos en la casa de mis peregrinaciones.
Conozco, oh SEÑOR, que tus juicios son la misma justicia, y que en fidelidad me afligiste.
¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen?
Todos tus mandamientos son la misma verdad; sin causa me persiguen; ayúdame.
Por tu ordenación perseveran hasta hoy; porque todas ellas son tus siervos.
Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos; porque me son eternos.
Por heredad he tomado tus testimonios para siempre; porque son el gozo de mi corazón.
PE Maravillosos son tus testimonios; por tanto los ha guardado mi alma.
Justicia eterna son tus testimonios; dame entendimiento, y viviré.
Cercano estás tú, oh SEÑOR; y todos tus mandamientos son la misma verdad.
Muchas son tus misericordias, oh SEÑOR; vivifícame conforme a tus juicios.
Muchos son mis perseguidores y mis enemigos; mas de tus testimonios no me he apartado.
Hablará mi lengua tus dichos; porque todos tus mandamientos son la misma justicia.
Canción de las gradas. Los que confían en el SEÑOR son como el monte de Sion que no deslizará; estará para siempre.
Haz bien, oh SEÑOR, a los buenos, y a los que son rectos en sus corazones.
He aquí, heredad del SEÑOR son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre.
Como saetas en mano del valiente, así son los hijos mancebos.
Los ídolos de los gentiles son plata y oro, obra de manos de hombres.
Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día; las tinieblas son como la luz.
Así que ¡cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán multiplicadas son sus cuentas!
Serán derribados de lugares fuertes sus jueces, y oirán mis palabras, que son suaves.
Como quien hiende y rompe leños en tierra, son esparcidos nuestros huesos a la boca de la sepultura.
Escucha mi clamor, que estoy muy afligido; líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo.
El hombre es semejante a la vanidad; sus días son como la sombra que pasa.
Alabadle a son de shofar; alabadle con salterio y arpa.