'Su' en la Biblia
antes en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche.
Y será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará.
Se levantan los reyes de la tierra, y los príncipes consultan unidos contra Jehová y contra su ungido, diciendo:
Entonces hablará a ellos en su furor, y los turbará con su ira.
Besad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino, cuando se encendiere un poco su furor. Bienaventurados todos los que en Él confían.
«Salmo de David, cuando huía de adelante de Absalón su hijo» ¡Oh Jehová, cuánto se han multiplicado mis enemigos! Muchos se levantan contra mí.
Con mi voz clamé a Jehová, y Él me respondió desde su monte santo. (Selah)
Tú diste alegría a mi corazón, más que la de ellos en el tiempo que se multiplicó su grano y su mosto.
Porque en su boca no hay rectitud; sus entrañas son perversidad; sepulcro abierto es su garganta; con su lengua lisonjean.
Si no se convierte, Él afilará su espada: Ha tensado ya su arco, lo ha preparado.
Su maldad se volverá sobre su cabeza, y su agravio caerá sobre su propia coronilla.
Alabaré a Jehová conforme a su justicia, y cantaré al nombre de Jehová el Altísimo.
Oh enemigo, acabados son para siempre los asolamientos, y las ciudades que derribaste; su memoria pereció con ellas.
Mas Jehová permanecerá para siempre; ha dispuesto su trono para juicio.
Se hundieron las naciones en la fosa que hicieron; en la red que escondieron fue atrapado su pie.
Porque el malo se jacta del deseo de su corazón, y bendice al codicioso al cual aborrece Jehová.
El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; no hay Dios en ninguno de sus pensamientos.
Sus caminos son torcidos en todo tiempo; tus juicios los tiene muy lejos de su vista, y desprecia a todos sus enemigos.
Dice en su corazón: No seré movido: Nunca me alcanzará el infortunio.
Su boca está llena de maldición, de engaño y de fraude; debajo de su lengua hay vejación y maldad.
Acecha en oculto, como el león desde su cueva; acecha para arrebatar al pobre; arrebata al pobre trayéndolo a su red.
Dice en su corazón: Dios ha olvidado, ha encubierto su rostro; nunca lo verá.
¿Por qué irrita el malo a Dios? En su corazón ha dicho: Tú no lo inquirirás.
Quiebra tú el brazo del impío y del maligno; persigue su maldad hasta que no halles ninguna.
Jehová es Rey eternamente y para siempre; de su tierra han perecido las naciones.
El deseo de los humildes oíste, oh Jehová: Tú dispones su corazón, y haces atento tu oído;
Jehová está en su santo templo: El trono de Jehová está en el cielo: Sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres.
Jehová prueba al justo; pero al malo y al que ama la violencia, su alma aborrece.
Porque el justo Jehová ama la justicia; el hombre recto mirará su rostro.
Mentira habla cada uno con su prójimo; Hablan con labios lisonjeros y con doblez de corazón.
«Al Músico principal: Salmo de David» Dijo el necio en su corazón: No hay Dios. Se corrompieron, hicieron obras abominables; no hay quien haga el bien.
El consejo del pobre habéis escarnecido, pero Jehová es su refugio.
¡Oh que de Sión viniese la salvación de Israel! Cuando Jehová hiciere volver a los cautivos de su pueblo, se gozará Jacob, y se alegrará Israel.
El que anda en integridad y obra justicia, y habla verdad en su corazón.
El que no calumnia con su lengua, ni hace mal a su prójimo, ni admite reproche contra su prójimo
quien su dinero no dio a usura, ni contra el inocente tomó cohecho. El que hace estas cosas, jamás será removido.
Encerrados están con su grosura; con su boca hablan soberbiamente.
Como el león que desea hacer presa, y como el leoncillo acechando en su escondite.
Levántate, oh Jehová; sal a su encuentro, póstrale; libra mi alma del malo con tu espada;
De los hombres con tu mano, oh Jehová, de los hombres del mundo, que tienen su porción en esta vida, y cuyo vientre llenas de tu tesoro; sacian a sus hijos, y dejan el resto a sus pequeños.
En mi angustia invoqué a Jehová, y clamé a mi Dios: Él oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó delante de Él, a sus oídos.
Humo subió de su nariz, y de su boca fuego consumidor; carbones fueron por Él encendidos.
Hizo de las tinieblas su escondedero, su pabellón en derredor de sí; oscuridad de aguas, nubes de los cielos.
Por el resplandor de su presencia, sus nubes pasaron; granizo y carbones encendidos.
Y tronó en los cielos Jehová, y el Altísimo dio su voz; granizo y carbones encendidos.
En cuanto a Dios, perfecto es su camino: La palabra de Jehová es acrisolada: Es escudo a todos los que en Él esperan.
Grandes triunfos da a su rey, y hace misericordia a su ungido, a David y a su simiente, para siempre.
No hay habla, ni lenguaje, donde su voz no sea oída.
Por toda la tierra salió su hilo, y hasta el extremo del mundo sus palabras. En ellos puso tabernáculo para el sol.
Y éste, como un novio que sale de su tálamo, se alegra cual gigante para correr el camino.
De un extremo de los cielos es su salida, y su giro hasta el término de ellos; y nada hay que se esconda de su calor.
Ahora entiendo que Jehová guarda a su ungido; lo oirá desde su santo cielo, con la fuerza salvadora de su diestra.
El deseo de su corazón le has concedido, y no le has negado la petición de sus labios. (Selah)
Pues le has salido al encuentro con bendiciones de bien; corona de oro fino has puesto sobre su cabeza.
Grande es su gloria en tu salvación; honra y majestad has puesto sobre él.
Los pondrás como horno de fuego en el tiempo de tu ira: Jehová los deshará en su furor, y fuego los consumirá.
Su fruto destruirás de la tierra, y su simiente de entre los hijos de los hombres.
Abrieron sobre mí su boca, como león rapaz y rugiente.
Porque no menospreció ni abominó la aflicción del pobre, ni de él escondió su rostro; sino que cuando clamó a Él, le oyó.
Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra; se postrarán delante de Él todos los que descienden al polvo, si bien ninguno puede conservar la vida de su propia alma.
Vendrán, y anunciarán su justicia a un pueblo que ha de nacer, le dirán que Él hizo esto.
Restaurará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
«Salmo de David» De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo y los que en él habitan.
¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo?
El limpio de manos, y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a la vanidad, ni jurado con engaño.
Él recibirá bendición de Jehová, y justicia del Dios de su salvación.
Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los mansos su carrera.
Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad, para los que guardan su pacto y sus testimonios.
Su alma reposará en bienestar, y su simiente heredará la tierra.
El secreto de Jehová es para los que le temen; y a ellos hará conocer su pacto.
En cuyas manos está el mal, y su diestra está llena de sobornos.
Una cosa he demandado de Jehová, ésta buscaré: Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.
Porque Él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; me ocultará en lo reservado de su pabellón; me pondrá en alto sobre una roca.
Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean; y yo ofreceré en su tabernáculo sacrificios de júbilo: Cantaré y entonaré salmos a Jehová.
No me arrebates a una con los malos, y con los obradores de iniquidad; los cuales hablan paz con su prójimo, pero la maldad está en su corazón.
Dales conforme a su obra, y conforme a la maldad de sus hechos: Dales conforme a la obra de sus manos, dales su paga.
Jehová es la fortaleza de su pueblo, y la fuerza salvadora de su ungido.
Dad a Jehová la gloria debida a su nombre: Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad.
La voz de Jehová hace parir a las ciervas, y desnuda los bosques: En su templo todos los suyos proclaman su gloria.
Jehová dará fortaleza a su pueblo: Jehová bendecirá a su pueblo con paz.
Cantad a Jehová, vosotros sus santos, y celebrad la memoria de su santidad.
Porque un momento durará su furor; mas en su voluntad está la vida: Por la noche durará el lloro, pero a la mañana vendrá la alegría.
He sido olvidado de su corazón como un muerto; he venido a ser como un vaso quebrado.
Bendito Jehová, porque ha hecho maravillosa su misericordia para conmigo en ciudad fuerte.
«Salmo de David: Masquil» Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado.
Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca.
El consejo de Jehová permanece para siempre; los pensamientos de su corazón por todas las generaciones.
Desde el lugar de su morada miró sobre todos los moradores de la tierra.
Vanidad es el caballo para salvarse; no librará por la grandeza de su fuerza.
He aquí, el ojo de Jehová sobre los que le temen, sobre los que esperan en su misericordia;
Por tanto, en Él se alegrará nuestro corazón, porque en su santo nombre hemos confiado.
«Salmo de David, cuando mudó su semblante delante de Abimelec, y él lo echó, y se fue» Bendeciré a Jehová en todo tiempo; su alabanza estará siempre en mi boca.
Engrandeced a Jehová conmigo, y exaltemos a una su nombre.
Sea su camino oscuro y resbaladizo; y el ángel de Jehová los persiga.
Porque sin causa escondieron para mí su red en un hoyo; sin causa hicieron hoyo para mi alma.
Y mi alma se alegrará en Jehová; Se regocijará en su salvación.
Anduve como si fuesen mis amigos, mis hermanos; como el que trae luto por su madre, enlutado me humillaba.
Y ensancharon sobre mí su boca; dijeron: ¡Ea, ea, nuestros ojos lo han visto!
No digan en su corazón: ¡Ea, alma nuestra! No digan: ¡Lo hemos devorado!
Canten y alégrense los que están a favor de mi justa causa, y digan siempre: Sea exaltado Jehová, que se complace en la prosperidad de su siervo.